Partida Rol por web

Bueno, alguns ovos fritos estarán bien

Dice mientras lo pide en la barra, come lentamente, pero parece que le está entrando bien los huevos.

Bueno, ¿Qué es lo que él te dijo?

La mira tranquilamente, intentando no sonar demasiado alto por si había alguien pegando el oído

-Si.... intentemos sacar algo de esta noche, ademas de lo estravagante de ella. - Dijo Alberto mas confundido que otra cosa.

Me mantengo callada mientras volvemos al hotel y me siento en una mesa con un café delante, algo para comer. Concretamente una tortilla de patatas poco echa, como hace mi madre cuando estamos en casa y que se bien que no se acercara ni lo mas mínimo esta a su sabor.

- La verdad es que ha sido bastante extraño todo lo que me ha contado pero si hubiera podido ver esos órganos tal vez hubiera sido mas grafico. Necesito hacerme una idea real de todo el conjunto pero habrá que apañarse. - murmuro mientras corto la tortilla, el huevo a medio hacer se derrama un poco sobre el plato antes de que me lo lleve a la boca para comerlo. - Todos habían sido fichados por los grises, pero solo dos de ellos eran gitanos.

Todos consumían drogas y su efecto provoco que su sangre se volviera de un rojo moscarda al coagularse. Sus músculos estaban anormalmente desarrollados, incluido el cardíaco que les podría haber inducido a un infarto.

Me cayo mirándolos antes de continuar, comiendo un poco mas de tortilla y bebiendo el agua que me han traído. Dejo el tenedor a un lado.

-Ojos rojos con las venas de los mismos hinchadas. Marcas de agujas en rodillas y antebrazos, lo que da validez a la hipótesis de las drogas. Y el cianuro estaba colocado meticulosamente en los molares en unas pequeñas bolsas de aluminio, sellado para solo ser roto de una manera. Su pureza es de tal extremo y tan letal que unas simples gotas los matarían.

Pensad ¿como es posible que un gitano pudiera pagarse un dentista para que le hiciera eso ? o ¿como pudo conseguir algo tan puro? sin contar que las agujas hipodérmicas solo están en poder de poca gente, hospitales, practicantes, médicos en sus consultas privadas

Una vez estamos en el Hotel, pido algo ligero para comer que consta de unas verduras salteadas con un poco de carne impregnado por el aroma dulce de las especias. Para tomar obviamente una copa de vino, aunque claro tras pedir todo esto y recordar que estamos por hablar de los cadáveres, me arrepiento un poco. Así que intento hablar del meollo mucho antes de que llegue la comida así no me descompongo. 

Al relatar nuestra compañera lo que ha sucedido con esos cadáveres, suspiro por lo bajo y una ceja se alza. Estoy un tanto pensativa porque pienso en mis chicas, más que nada el prostíbulo ha quedado totalmente desprotegido sin mi presencia y como ese sujeto llegue a ingresar, puede ser un desastre. 

—Estamos hablando de alguien que tiene conocimiento de medicina, lo cual se debería descartar a un operario de una fábrica de juguetes. Aún sí, tiene que tener una relación entre los juguetes y los cadáveres. Imagino que el asesino establece una relación con ello... —respondo a la mujer—. No descartaría investigar a los médicos de la Ciudad.

-No se si descartaría a nadie tan pronto. Puede que tuviera formación medica y que los juguetes fueran una aficiión. No me sorprendería un cirujano capaz de pintar un soldadito de plomo o de madera con un pulso envidiable... Y puede que haya más de una persona involucrada...

Digo como dejando en el aire eso distraido por la copa de oporto que me he pedido para asentar el estomago. Miro al portugués y le sonrio levemente.

-Por que sigaís haciendo vino fuerte y musica triste. Por el vino de Oporto y el fado. Y lanzo casi media copa a mi gaznate.

Me seco los sabios con una servilleta y añado. Apartir de ahora quizá sería mejor separarnos en grupos de dos o tres... No creo que donde vayamos a investigar sea tan colaboradores. Exagero con sarcasmo esa palabra. 

-Veterinarios - es lo que añado mientras dejo la servilleta a un lado y me termino de beber el vaso con la bebida dejandolo a un lado, los miro 

-Bien ¿cual va a ser la siguiente visita? me gustaria excusarme y que Alberto me acompañara a hacer una serie de visitas para intentar contactar con gente  fuera de los circulos habituales. Obviamente si no quiere ir con vosotros a otro lugar.

—¿Que tipo de gente? Todos de alguna manera venimos de lugares poco habituales. 

Es una pregunta directa, pero por lo visto dudo que alguno se aquí, salvo Alberto sea de etiqueta. Las apariencias engañan como todo. 

Alberto había hablado poco, la cosa tenía muchas dimensiones, no era solo un asesinato, un terrorista desquiciado, sino que aquello era política(a un nivel que no estaba habituado) y eso le preocupaba. Del mismo modo que le intrigaba saber por que había llamado la atención de aquella gente que les encargaba el trabajo. Algo debía estar haciendo bien y algo debía estar haciendo mal al mismo tiempo.

- Las incognitas son muchas, sin duda - Dijo Alberto - Pero es pronto para sacar conclusiones. - 

Miró a Amelia y asintió

- No vaya tan de puntillas, estamos en el mismo lío y el mismo barco. - Añadió con una sonrisa que invitaba a algo más de confianza. - Bien, vayamos a hablar con esos circulos poco habituales ¿Qué hará el resto?

Fue a llevarse un cigarrillo a los labios, pero cambió de opinion y se detuvo a medio camino para guardarlo nuevamente.

Asiento y miro al resto de mis compañeros. En este punto tengo tantas ideas que no vendría mal alguien que propusiera algo más concreto

Tenemos una lista de nombres que visitar...

Mira los demás con cierta intensidad, intentando recodar.

¿Juana Mulas e... Roberto Díaz?

Ladea un poco la cabeza

Sí, podríamos hablar con outros círculos... Pero lo mio son a gente do Mar... Y aquí en Madrid...

Se ríe un poco mientras mueve las mano horizontalmente

La miro dejando el vaso vacio a un lado y recostandome en mi silla.
-De esa que si les molestas, se levantaran de la mesa, te rebanaran el pescuezo y se volveran a sentar para seguir comiendo o lo que sea que hagan - Quiere que sea directa voy a serlo, a fin de cuentas de los presentes ninguno ha tenido los huevos para estar en esa sala con un cadaver abierto mientras averiguaba cosas. Un poco blanditos la verdad.  Me levanto cogiendo mi gorra - Si vais a hablar con Juana Mulas, no la atosigueis pensad a lo que ha sobrevivido. Deberiais conectar con ella, aunque sea mintiendo.

La idea de visitar a los circulos anarquistas de la ciudad no es algo que me apasione mucho y mas con alguien que no se exactamente que podria hacer, pero ellos y los gitanos son los unicos que puede que nos cuenten la otra parte. 

—Chiquilla, no eres la jefa. Somos un equipo y es conveniente que nos tratemos como tal. ¿No crees?—respondo sonriendo—. Ver un cadáver no te convierte en la líder, solo ofreces información que juntamos para sacar conclusiones. Nada más. 

Dicho aquello, desvío la mirada hacia el resto de los presentes. 

—Vamos con ella, a ver que tal. 

Sonrió mirándola y me rio negando antes de encararla. Me aguanto las ganas de abofetearla como se merece para que se baje de ese pedestal en el que se ha subido ella solita. 

-Esto solo te lo voy a decir una única puta vez, tu tampoco eres la jefa de esto aunque el portugués este babeando por meterse entre tus piernas. Seguro que el resto de los varones presentes también.  - la miro con frialdad, seguro que se espera que todos hagan lo que ella quiere solo con chasquear los dedos - Yo decido quien me acompaña a ver a la gente que sea necesario. Tu y los otros dos levantáis la liebre en cuanto os vean aparecer por la puerta, necesito que tanto ácratas como calós hablen.

Alberto deseó haber encendido ese cigarrillo cuando estalló esa conversación. Exhalo aire y hubiera sido más eficaz si hubiera estado cargado de humo, se hubiera llevado más ansiedad y proporcionado más calma. Ver discutir al grupo junto al que debía resolver aquello, y sobre todo tan pronto, le pareció un mal augurio.

- Basta! - Dijo sin levantar la voz, pero de forma asertiva. - Basta, por favor. - Repitió suavizando el tono a otro más conciliador  - Si que hay jefes, les recuerdo, y no es ninguno de los presentes(y no creo que le siente bien que la jodamos, sea cual sea la excusa o de quien sea la culpa), debemos colaborar y para eso ni debemos enfrentarnos, ni pisarnos la manguera los unos a los otros. - Recordó a los presentes. El paseo por la comisaría, la morgue y el puticlub de moda de los ricos y aristócratas de Madrid debería haberles transmitido con que tipo de gente se las veían. Les habían llevado de lo mas brillante y alto de Madrid a lo mas oscuro y profundo de la capital en la misma Noche.

- Pere* decidirá quien encaja mejor entre sus contactos y quién no. No creo que necesite dar explicaciones. En ausencia de otro curso de acción, salvo interrogar a los testigos, veamos a donde nos lleva lo que propone. Y Rodrigo ha destacado que lo curioso del asunto, merece que no vayamos solos por ahí. Y yo estoy de acuerdo con esa valoración, no estamos a salvo, habrá partes interesadas en que fracasemos..- Sugirió, su voz no era agresiva, pero si era fría 

- Nos veremos en el hotel cuando hallamos acabado e intercambiaremos los resultados de nuestros esfuerzos(creo que todos nos alojamos en el mismo hotel); vistas las horas, si mañana a primera hora no tenemos noticias los unos de los otros, comenzaremos a preocuparnos. Y los buscaremos.- Se detuvo para mirar a todos - ¿Es algo con lo que estamos todos de acuerdo?

Alberto exigía con la mirada que todos lo confirmaran. 

—¿Jefa? ¿Quién dijo que yo lo era? Te has confundido con mis palabras, dije que SOMOS UN EQUIPO y no hay quien dirija aquí. ¿Ahora quedó claro? ¿Te lo dibujo? ¿Escribo en un papel?—pregunto con sorna—. Por favor, pide disculpas a nuestro compañero porque te has pasado. No taches a nadie de nada, se ubicada al menos. 

Luego Alberto manda a callar, obviamente que conmigo esto no funciona además no la he insultado en ningún momento. Sólo le he pedido diplomáticamente que baje un poco los humos que se le estaban subiendo. Pero bueno, que investigue y cumpla su función, me da igual el resto de lo que haga esta mujer. 

—Si, ya estamos divididos. Así que no hay más nada que decir, solo estoy aclarando porque nos tenemos que ver muchos las caras y estas actitudes prepotentes, pasivo/agresivas no van. 

Levanto una ceja ante la discusión. Miro el reloj. A penas unas horas juntos y ya hay la primera confrontación.

-Creo que no es muy acertado que se peleen entre ustedes y menos que nos incluyan a los demás. Estoy con Alberto, hay que dejar de discutir y conseguir resultados vigilando la espalda. No me opongo a que os acerquéis juntos a preguntar a esos círculos. Nosotros mientras tanto podemos preguntar a la pobre Juana y si es posible al otro también. De momento no tenemos mucho más, ¿no?

Estoy por cogerla y tirarla contra el suelo para luego usarla como mopa para limpiar el suelo de tan excelso lugar. Hacerla una peineta seria de mala educación y a mi madre no me educo para hacerlo, pero se merece eso y muchísimo mas. Miro a Alberto ignorándola mas que deliberadamente

-Te espero fuera, si quieres pasar por el hotel para ponerte algo que no te importe ensuciar. - bordeo la mesa para salir ignorándola, sin rozarla no sea que ademas la moleste

Todos podemos fazer o que queramos, ¿no?

Le respondió a aquella confrontación de Amelia y Madame Ju.

Nos deberíamos de trabalhar juntos, pero si vocês queréis marchar, adelante. Os pescadores tendrán mais peixes para ellos si trabajan juntos.

Dijo pasando un poco de meterse en ningún tipo de problema, no quería, o al menos no tan pronto. Miró a Alberto a los ojos confirmándole de que ese plan le parecía bueno. Investigar por separado para intentar agilizarlo todo, y más tarde reunirse para compartir aquella información. Se terminó el plato de comida, le había sentado bastante bien.

Cuando se sugirió que se debía seguir juntos, caminando de la mano Alberto explicó:

- Vamos a dar una oportunidad a su idea, a fn de cuentas pienso que seguimos los mismos pasos de la policía y eso no les ha llevado a ningún lado. - Explicó a Heitor. - Pondremos en común lo que consigamos mañana a. primera hora.

No era una cuestión de perder a alguien de vista o de no perderlos, o de ir con tal o con cual. Sino de abrir un poco el abanico, de no seguir el camino de miguitas de pan que les estaban dando, a ver si cogiendo distancia, todo el asunto tomaba un poco mas de forma.

- Hasta mañana, tengan cuidado, por favor.

Os separáis de vuestros compañeros de no muy buenas formas y Amelia conduce a Alberto hasta un bar de la calle Toledo, donde un selecto grupo conoce que allí se reúnen los anarquistas de Madrid, y su líder es un tal López Vázquez, alias Pajarito de Soto, uno de los pocos que saben leer y escribir entre los parroquianos, además con gracia, pues publica crítica social en el periódico Amanecer Obrero