Partida Rol por web

La Dragón salió de la tienda sin perder de vista a Shiroi
Sus pensamientos, sólo ella los conocía, pero su rostro no reflejaba más que absoluta neutralidad. Lo que sí estaba claro es que nada los retenía en el campamento de aquellos ronin, y que de cierto debían continuar su camino. Fuera como fuese, las palabras del shugenja eran prometedoras. Ella misma había tenido la suerte de coincidir con varios miembros de aquel Clan (aparte del que los acompañaba) y tendían a ser extremadamente cautelosos

Sonrió en silencio a Tameiki y al Shiba, y con un grácil movimiento se montó sobre su corcel

Aswad siguió a Shiroi y Kaori. El guerrero acarició el cuello de su compañero de viaje antes de montar sobre él. La ya exagerada altura del Unicornio resaltó aun más sobre el caballo Unicornio, dejando a los demás componentes del grupo por debajo de él. Su postura sobre el caballo era fuerte y segura, un guerrero salvaje pero temible. -"Iremos al norte? Si? A buscar Isawa Kaede? cual es nuestro bróximo destino?"

Primero salió Shiroi, luego la monje, después el unicornio. Cuando la primera levantó la tela, Tameiki se puso en pie como un resorte. Había permanecido sentada con actitud tranquila frente a la tienda del León Negro, con su espíritu bullendo con las ganas de acción que la recorrían y con la intranquilidad de saber tantos enemigos junto a sí. Cuando Shiroi indicó que era hora de seguir su camino, la joven asintió y rápidamente fue en busca de su montura.

-Creía que la ruta no sería esa... -dijo únicamente ante el comentario de Aswad- Salgamos del campamento -propuso; así sería más sencillo hablar sin problemas.

Shiba volvió de su paseo a la entrada de la tienda donde se encontraba Tameiki, su conversación con los ronin no habían dado ninguna información interesante al fénix.

¿Aún siguen dentro, Tameiki-san? - le dijo a modo de saludo a la ronin mientras se sentaba a su lado.- Espero no estén teniendo dificultades con Toturi.

La espera fue corta y silenciosa, Shiroi fue la primera en abandonar la carpa indicando que habían conseguido el objetivo.

Me alegra escuchar vuestras palabras, Shiroi-san. Marchemos entonces.

Fuera de parecer que el grupo empezaba a coordinarse, comenzaron a debatir de nuevo el próximo destino.- Tameiki-san tiene razón... No es ese nuestro proximo destino. Isawa-sama se comunicará con nosotros tan pronto como pueda. Debemos avanzar en la otra dirección.- dijo tratando ser tan criptico como pudo.

El Cangrejo miró a sus compañeros mientras se subía pesadamente sobre su poni sin decir una palabra. Al pasar al lado de las ronin comentó.

-"Podemos continuar hasta encontrar un lugar adecuado donde descansar entre guardias, creo recordar que nuestro destino era el lugar comentado por Tameiki-san, pasando por el designado por Shiroi-san. En marcha, la noche se nos echa encima al igual que los rumores y miradas indiscretas. No hay tiempo que perder".

Después de eso espoleó su montura para unirse al grupo en el momento que se pusiera en marcha.(1)

Cuando finalmente las últimas luces de Amaterasu desaparecieron tras el horizonte de poniente, el Cangrejo los guió hasta un lugar donde establecer su campamento. Lo cierto es que no era un lugar especialmente bueno, a ojos de Shiroi , pero sería suficiente para pasar la noche. Sin cruzar demasiadas palabras, desmontaron y comenzaron a instalar sus escasas pertenencias para prepararse para la noche.

Fue sólo cuando todo estuvo listo cuando Shiroi se decidió a retomar la conversación que había quedado a medias para informar a Tameiki y al Shiba, y para que pudieran decidir entre todos los siguientes pasos a dar. Aunque, después de todo lo que ya habían debatido, dudaba que hubiera problemas.

-Es momento de que todos sepáis las palabras que hemos intercambiado con Toturi-san en el campamento. -Comenzó, dirigiéndose a quienes habían optado por permanecer en exterior de la tienda de mando. -Toturi, junto con sus consejeros, parecían estar al menos parcialmente al tanto de las intenciones de Hiroaki, y de nuestra propia misión. Me atrevería a decir que aguardaban nuestra llegada... mientras guardaban uno de los Pergaminos Negros.

Al decir esto, extrajo el objeto de entre sus ropajes y lo mostró a quienes no lo habían visto. Una vez más, Shiroi sentía la extraña sensación de que había algo vivo... algo con una helada voluntad que habitaba en el pergamino. Y ese que portaba... si daba crédito a Toturi, ni siquiera estaba activo.

-Sin embargo, este pergamino ya ha sido abierto y leído. -Continuó, mientras lo guardaba de nuevo. -He hablado con Oni Negro, y hemos creído correcto que sea yo quien porte este pergamino. Después, a medida que encontremos más, los iremos repartiendo, un guardián para cada objeto. De ese modo, podremos mantenernos vigilados unos a otros ante cualquier signo de debilidad de alguno de nosotros. Confío en que estemos todos de acuerdo a ese respecto.

-Por otro lado, mañana será el momento de ponernos en marcha de nuevo. Ya que Shiba Kyoshiro-san parece creer que posible contactar con Isawa Kaede-san, nosotros debemos encaminarnos hacia el lago del que os hablé. Nuestro camino nos lleva directos hacia el sur... pero debemos ser discretos. Tanto en nuestro destino, como en el contenido de nuestra misión.

-Hay algo más. El pergamino que yo guardo... contenía una profecía. Una profecía que debió de ser leída por Bayushi Shoju, o por alguno de sus siervos. El shugenja que acompañaba a Toturi la había interpretado y... -Shiroi desvió la mirada hacia los demás que habían escuchado las palabras de Naka Kuro. -Tal vez sea mejor que la formuléis vosotros. Aún me cuesta creerlo.

La monje se apoyaba sobre la fría piedra, de brazos cruzados
Y con la misma frialdad, y una paz innata en sus palabras, continuó sin dudar la explicación de la ronin. -La profecía cuenta que el Hantei es Fu Leng -acotó. Una ligera sonrisa, cálida en su misma esencia, se dibujaba en su rostro. Sabía que, de no haber intervenido, las dudas de muchos para contarlo habrían eternizado una agónica espera que carecía de sentido. Y además tenían muchas otras cosas que discutir, por mucho que (y así lo creía) tras su neutra afirmación se estableciera toda clase de debates al respecto

Lo que no comprendía aún es por qué rechazaban el consejo de abrir el Pergamino Negro y leerlo, si sus ojos podían visualizar tal blasfemia sin riesgo. Pero no podría convencerlos, y supuso que sería la sabiduría de un Fénix lo que los tranquilizaría. Si es que ese era su próximo objetivo

Shiba siguió al Oni Negro hasta una zona alejada del campamento de Toturi donde se asentaron para pasar la noche.

El pequeño trayecto lo pasó en silencio, su mente se encontraba en sus tierras, cerca de Shiro Isawa, con la esperanza de que su mensajero pudiera encontrar a Isawa Kaede para entregarle su mensaje. Era consciente que pasarían semamas hasta que el mensajero llegase.

Tras desmontar su poni y preparar el asentamento se unió al resto para comer algo antes de irse a dormir.

Shiroi comenzó a contar lo sucedido en la tienda de mando, reafirmando por su iniciativa con la palabra que pertenecía al clan de la grulla. Shiba escuchó con atención todo lo que tenía que decir.- "¿Toturi portaba uno de los pergaminos y ya fue abierto?"- se dijo el fénix ante las palabras de la ronin.

¿Qué decía la profecía?- Intervino al empezar a ver tedioso los rodeos en las palabras de la grulla.

Cita:

Kyo tuvo que hacer un esfuerzo para no mostrar una reacción de sorpresa ante la revelación de Togashi. Tras meditar un instante las palabras de Kaori volvió a hablar.- ¿De qué Hantei se trata, del que Bayushi Shoju asesinó o del actual Hantei? Sólo es un muchacho asustadizo, si fuese el Kami Oscuro los shugenjas de mi clan lo habrían percibido mientras lo custodiaban. Isawa Kaede-uesama se habría dado cuenta del engaño.- Kyo se mostraba exceptico ante la afirmación y no quería llegar a creer que su familia se encontraba protegiendo al mismisimo Fu Leng.- ¿Habéis leido vosotros mismos la profecía? Sino creo que deberiamos hacerlo para reafirmar que es cierto.

Una vez zanjada la discusión, Shiroi volvió a reabrir el asunto de que camino tomar.- Hai, he hecho mandar un mensaje a Isawa Kaede-uesama... En él la suplico que contacte con nosotros lo antes posible... era conocedora de las intenciones de Hiroaki, sabrá de la urgencia del asunto cuando reciba el mensaje... Sólo espero que las fortunas nos sean favorables y el mensaje llegue a su destino.

Shiroi miró con escepticismo al Fénix mientras este mostraba sus dudas al respecto de la profecía. En cierta medida lo comprendía, pues ella misma no había querido creerlo la primera vez que lo escucho... Incluso ahora le costaba asumir tal afrenta al orden celestial. Solo había una forma de disipar las dudas.

-Oni Negro-san... -Dijo mientras desviaba su mirada hacia el cangrejo. Con un movimiento de manos casi imperceptible, la ronin extrajo de nuevo el artefacto de entre sus ropas. - Tal vez sea necesario mostrar la profecía a todos los miembros de nuestro grupo para evitar cualquier suspicacia. Asistidme para abrirlo, por favor.

Tameiki asistió como espectadora a toda la conversación acerca de la profecía, sintió un fuerte calor en su pecho debido al orgullo de saber que Shoju trataba de evitar un mal mayor. Posiblemente hubiera interpretado mal la teoría... igual que podrían interpretarla ellos mal en ese momento.

Cuando Shiroi se dispuso a abrir el pergamino, Tameiki caminó describiendo un círculo tratando de colocarse de tal manera que no pudiera leer el pergamino; cualquier precaución era poca. Además, apoyó su mano tranquilamente en su fiel katana, observando al Shiba, Shiroi y Oni... cualquier precaución era poca.

-¿Qué dice el pergamino, Shiba-san? No mentían, ¿verdad? -preguntó. Personalmente confiaba en aquel grupo y en lo que decían, pero ciertamente parecía que todos los presentes iban a tener que renunciar a sus clanes o ver como estos mismos no eran tan capaces o poderosos como siempre habían pensado.

La Togashi se acercó a las espaldas de la ronin y el Cangrejo, pues estaban dispuestos a abrir el Pergamino Negro y leerlo. Su curiosidad -una de sus muchas virtudes y defectos- la hizo querer leer con sus propios ojos las palabras, si es que como tal estaban escritas. Con su mano derecha acariciaba y daba vueltas al dedo de jade que llevaba anudado a la cuenta de su mano izquierda. Sentir el tacto de la piedra verde reforzaba su convicción, y además podía protegerla si hubiera algún mal mayor

El cangrejo asintió ante las palabras de Shiroi y tomó la palabra mientras posaba su mano en un extremo del pergamino. -"Abriremos juntos el pergamino Shiroi-san. Os ayudaré a soportar su poder, si en algún momento sentís su llamada soltadlo y dejad que yo lo sostenga". Alzo la mirada hacia los truenos de los clanes sabios. -"Si eso llegase a ocurrir posad vuestra mano sobre mis hombros y concentraos, para ayudarme. Desconozco el poder que alberga el pergamino, así que toda precaución es poca".

Sus ojos negros se posaron sobre los del Unicornio y el León en busca de sus miradas. -"Debemos estar alerta, pues no sabemos si al abrirse atraerá a enemigos u los introducirá en nuestro mundo desde el Jingoku. Es por ello que debéis guardar nuestras inmediaciones". Entonces miró a la otra ronin. -"Tameiki-san, seréis el nexo entre nuestros ojos en el pergamino y la vigilancia".

-"Lamentó que mis modales no sean los adecuados o los que deberían, pero creo que todos somos conscientes del resto al que nos enfrentamos. Es cierto que ya ha sido abierto, pero confiarnos con este tipo de artefactos es un privilegio que no podemos permitirnos. Os doy las gracias por vuestra comprensión. Arigato".

Concluyo a la vez que posaba su mirada de nuevo en Shiroi y se preparaba para abrir el pergamino con ella a la vez.

Tras salir del campamento del León Negro, el Oni Negro consigue encontrar un sitio que el considera algo adecuado para descansar, es ya de noche cuando decidís abrir el Pergamino Negro; sin embargo, eso no es impedimento para leer lo que pone pues al abrirlo veis claramente como unas letras color amarillo verdoso tienen luz propia para leerlo en la más intensa oscuridad sin que os dañe la vista. Hay partes del pergamino que están dañadas y está escrito en un lenguaje antiguo lo que hace que la lectura se dificulte un poco. De momento no notáis nada extraño aparte de lo que os he descrito.

Y la técnica de Hiroaki no me sirve de nada? No tiro para evitar la absorción de la mancha?

Aswad no estaba contento con la elección del lugar de campamento del León, pero algún motivo tendría que haber tenido para elegir tal lugar. Seguramente relacionado con la seguridad que daba tener un ejército tan cerca que alejaba a cualquier maleante.

Tampoco estaba el Moto contento con permitir que fuera la ronin quien abriese el pergamino la primera. Aun no eran conscientes del poder de los pergaminos, por lo que alguien con una fortaleza mayor tal vez sería mejor. Cierto que no era consciente de la fortaleza de la ronin aun, así que aun podría sorprenderle. Por si acaso, el Moto blandió su cimitarra ante la advertencia de Oni Negro, con un movimiento de cabeza que le aseguraba que entendía los posibles peligros que podrían estar. La luz de la luna se reflejó en la enorme hoja gaijin, preparada para segar cualquier criatura que el pergamino oscuro invocase.