Partida Rol por web

La mortal espada de Lucius recorre la espalda de Drizzt diagonalmente en dos ocasiones, y este no tarda más que un instante en caer al suelo cubierto por su propia sangre, la cual mana con abundancia....

Daenerys, libre de enemigos, se adelanta varios metros, tras sortear el cuerpo casi sin vida del guerrero, en busca de la ultima de las arañas en las que se ha convertido Asterot, pero tras unos segundos, fallida su búsqueda, desanda los pasos para detenerse junto a Lucius, con la mirada fija en la destrozada espalada de Drizzt....

Es casi imposible hallar una araña de esas en una cueva, igual creo que tienes el libro ese, aunque estaré atento a Asterot.

Lucius se asoma por la cueva en un último intento aunque conociendo el resultado.

Y bien, Valkiria - digo la palabra con algo de diversión, aunque ya casi la veo así - que sigue ahora, que pasará con el drow atado?

Si, tienes razón Lucius, ese mago se ha escapado, bueno vamos a ver a nuestro prisionero, a ver que nos cuenta, coge su mochila.

Me encamino hacia donde está Drizzt caído y Avam, pero mi mente comienza a divagar.

Diosa, Zenram, que será de él, no ha dado señales de vida, bueno, sabe cuidarse solo, o mas le vale.

ZEEENRAAAAMM

grito en dirección al túnel por el que le vi marchar.

Tomo la mochila y veo que Daenerys sale corriendo, parece preocupada por Zenram, lo cual me extraña, ella preocupandose por alguien...

Tal vez el sería el último por el que uno deba preocuparse, el tipo es un ejercit... -pero ya se ha ido, así que salgo detrás de ella-

Viendo la actitud del grupo nadie va a hecharme una mano. Rabioso por la actitud de ellos me revuelvo y agito más forcejeando con mis cadenas tratando de llamar su atención en un intento desesperado por obtener mi libertad. Sabía que es lo que buscaban y yo podía darles la respuesta sobre Hodrum, pero nadie hacía el menor caso de mí.

Tras intentar hallar, infructuosamente, a la ultima de las arañas, os acercáis al drow con su mochila, la cual ha cogido Lucius. A poco más de un metro, el joven Drizzt continua desangrándose a causa de las temibles heridas sufridas por Lucius, pero eso no parece importaros, pues pasáis sobre él ignorándolo a su suerte.

El drow, encadenado de pies y manos, y todavía amordazado, os mira con ojos enojados, mientras se remueve (lo poco que puede) para llamar vuestra atención, la cual parece haber conseguido captar. Dos gruesas cadenas, cada una con su respectivo candado, rodean sus piernas y brazos, así como una fina pero resistente cuerda, atada alrededor de sus dedos, evitan que estos puedan realizar el menor gesto posible...

El grito de la drow resuena con fuerza en los pasillos, pero no lográis escuchar ningún tipo de respuesta....

Acongojado ante tu furiosa mirada, el escuchimizado orco da un paso atrás y de forma rápida, da un rápido vistazo a su espalda, como si evaluase la opción de salir corriendo por el pasillo que ya a su espalda, pero tras un instante, vuelve a fijar su mirada en ti, atento a tus palabras, quizás dándose cuenta de que es demasiado tarde para escapar, y más con el filo de una espada en su cuello.

Está bien, humano. Dime tu precio y te pagaré el doble si dejas que me largue. - murmura, con un inteligente brillo en sus ojos. - Puedes estar seguro de que Hodrum, mi señor, pagará por mi vida, así que venga, dime cuanto quieres y acabemos con esto. - agrega, alejando su cuello del filo de tu espada y sin dejar de sostener su daga en alto. - Está.... - continua, aunque durante un instante detiene su cháchara desviando su mirada hacia el fondo de la caverna, por donde has llegado. - Está claro que quieres oro, lo veo en tu cara, mercenario, y yo te lo puedo ofrecer, así como un empleo junto a mi señor, estoy seguro que estará encantado de que un brazo fuerte como el tuyo trabaje para él. - afirma, devolviendo su mirada a tu rostro. - ¿Que me dices?

Tras tu rápida transformación en arañas, correteas por el arenoso suelo y rápidamente logras escabullirte entre las piernas de Lucius, aunque este, ágilmente, logra aplastar a una de las arañas, con lo que sientes como tu cuerpo es duramente golpeado y aplastado...

Aturdido, tus ocho pequeñas patas aceleran su avance, y tras unos minutos, logras adentrarte en las oscuridad del pasillo. A tu espalda, escuchas como el combate parece finalizar, y aunque no lo ves, no dudas de que Drizzt ha salido mal parado, pues escuchas como Lucius así como la drow, avanzan unos metros en tu búsqueda, aunque no logran divisarte y vuelven hacia atrás. Agotado, y no muy a gusto en tu nuevo arácnido cuerpo, enfocas tus ocho diminutos ojos en el pasillo que tienes ante ti, en busca de un lugar donde ocultarte, descansar y meditar, y el cual no tardas en hallar. Sigilosamente, tu pequeño y redondo cuerpo se adentra entre dos grandes piedras, ocultándose en una diminuta grieta existente en la pared....

mi cara denota un pequeño atisbo de preocupación al no recibir respuesta del guerrero, pero me encamino presurosa hacia la mordaza del prisionero quitándosela. -Bien habla, y por Aelyn haz que todo esto merezca la pena.

Acto seguido me aproximo al cuerpo de Drizzt, al cual tras despojarle de su armadura procedo a aplicarle unos cataplasmas y unas vendas con su misma ropa.

No te merecías este final, pero fuiste un inútil desde un principio, y así te ha ido.

Al ver que los vendajes no surten el efecto deseado, cojo una de las dagas del guerrero y lo intento degollar. Al menos te ahorraré sufrimiento

Tras ello me despojo de mi armadura y me coloco la del joven guerrero, registrando sus pertenencias, y a él mismo en busca de algo de valor mientras espero la respuesta del mago.

El guerrero sonríe, y sus ojos brillan malévolos, sabe lo que necesita y el orco no le servirá de nada. Por un segundo aquilata la idea de dejarle vivir, sin embargo si el mago es realmente tan poderoso, no le agradara el que su subalterno le lleve hasta él, ademas de correr el riesgo de que le asesinen en el camino.

Sin el mas mínimo dejo de culpa el guerrero empuja su espadón rumbo al cuello de el orco, intentando que su espadón entre por su cuello y termine en su pecho....

Tras arrebatarle la armadura y fracasar en su intento de estabilizar a Drizzt, la drow decide que la muerte es el mejor final para el guerrero, y decidida, acerca una des su dagas a su cuello, dispuesta a acabar el trabajo que tan bien ha empezado Lucius. Sin embargo, y para su sorpresa, cuando la afilada hoja de su arma intenta acercarse al cuello del drow, esta parece ser repelida por una extraña fuerza, y todo y que la drow lo intenta con todas sus fuerzas, no es capaz de lograr que su objetivo....

Sin comprender que es lo que sucede, Daenerys cede en su empeño, y mientras medita sobre lo ocurrido, decide empezar a cambiar su armadura....

Daenerys se ve afanada, preocupada, es como si hubiere pasado algo de suma importancia y yo no supiera... y no era la muerte del inepto ese...

Pero más que eso llama mi atención que no pudiera terminar el trabajo con Drizzt, tengo una ligera idea de por que, pero la curiosidad me lleva.

A ver, que pasa con este muertito que se resiste a irse? -tomo el cuerpo de Drizzt y lo levanto para estrellarlo de cabeza cual ariete contra la pared-.

Con decisión, empujas tu espadón hacia adelante, dispuesto a acabar con la vida del miserable orco, pero este, para tu sorpresa, se dobla sus rodillas, logrando que el poderoso filo de tu arma silve sobre su cabeza, y se lanza hacia adelante con la daga por delante con el claro objetivo de incarla en tu estómago...

Pero, nuevamente, el orco deja claro que su pericia en el combate es bastante mala, y su daga tan solo es capaz de golpear tu armadura....

Lucius, para sorpresa de Daenerys y el encadenado drow, se acuclilla junto a Drizzt, y tranquilamente, rodea su cuerpo con sus fuertes brazos, y lo alza. Sin variar el su semblante, y como de un ariete se tratase, el guerrero golpea, repetidas veces, la cabeza del drow contra la fría piedra, intentando acabar el trabajo que no ha podido hacer Daenerys....

Tras varios golpes, os dais cuenta de que todo y que el guerrero intenta que sea la cabeza de Drizzt lo que golpee la piedra, no logra conseguirlo, ya que esta se queda siempre a escasos centímetros de impactar, como si un campo rodease el cuerpo evitando los golpes....

Sumamente extrañado, y con los brazos cansados por el esfuerzo, Lucius vuelve a depositar el cuerpo en el suelo....