Partida Rol por web

Cuando salis de la posada, una ola de voces y gritos os rodea, avasallando vuestro sentido auditivo durante unos largos segundos. En frente, la plaza a la que da la posada, está repleta de puestos, y entre ellos, decenas de personas, en su mayoria orcos, compran y venden, negocian y gritan...

Desde vuestra posicion divisais difenrentes puesto, desde comida hasta ropas, asi como a vuestros oidos os llegan los fuertes gritos de los comerciantes, lo cuales anuncian sus mercancias y precios lo más alto que pueden.
Entre los puestos, y rodeados de gente, tambien divisais algunos que otros bufones, los cuales realizan diferentes espectáculos, desde trucos de magia a cabriolas, e incluso hay algunos que se dedican a juegos de azar, donde sus clientes se juegan el oro.

Sea como sea, os dais cuenta de que para moveros, os vereis obligados a adentraros en la corriente de personas que llenan la plaza, ya que desde la puerta, no veis camino alguno libre de gente.

Bien, hora de ir de compras...

apretando mi bolsa con la mano me dirijo hacia el puesto de armas y armaduras más cercano...

Caminando entre la gente, os abris paso como podeis, caminando lo más rapido que se os permite mientras vuestra mirada revisan cada un de los puestos que vais dejando atrás. Por fin, tras unos minutos, os detienes, observandolo que sin duda andabais buscando. Un fornido orco, de aspecto rudo, regenta un puesto repleto de armas y armaduras, todas ellas colocadas en varias armerias. Varios clientes se amontonan a su alrededor, pero el orco no trabaja solo y podeis ver como dos humanos, tambien de apariencia fuerte, le ayudan a mantener el orden entre la clientela.

Con pasos decididos, os acercais, colocandoos entre los clientes, a la espera, pues parece ser que tendreis que esperar hasta que llegue vuestro turno...

espero pacientemente hasta que me toque, mientras reviso las armas y armaduras expuestas en el puesto e intento escuchar las conversaciones que halla por mi alrededor...

Tras unos largos minutos, donde varias personas son atendidas por el orco que regenta el puesto, y que escuchais se llama Grush, os llega el turno...

Buenos dias. - os saluda el orco, serio, y mostrando una actitud tranquila, todo y la cantidad de gente que se amontana a vuestra espalda, esperando su ocasion. - ¿Que quereis? - agrega, pasando directamente a la venta mientras desvia su mirada hacia las dos armerias existentes tras el mostrador, de madera, que os separa de él. Seguis su mirada, y veis que en una de lar armerías hay armaduras y escudos, mientras que en la otra, son armas las que llenan el mueble. - ¿Y bien?

hola, buenos días, Aelyn te proteja y te dé buenas ventas

sonríe al tendero...

mis compañeros y yo misma quisiéramos comprar algunas cosillas que nos hacen falta, algunas armas y armaduras, y hemos visto su puesto, aparte de que se ve a la legua que sus pertrechos son de gran calidad y decidimos comprar aquí, claro está por ser tres y dejarnos bastante oro, quisiera saber si nos aplicaría alguna clase de descuento...

Ante las berves pero alabadoras palabras de la darow, el orco muestra un brevisima sonrisa, sabedor de las intenciones de dichas palabras.

Bueno, ya veremos, dependerá del aquello que gusteis llevaros.... Aunque no serán vuestras palabras las que logren el leve descuento, sino la cantidad de oro que os gasteis. - responde, todavia a la espera de que pidais.

continua obsequiando al orco con su sonrisa...

me parece un trato justo, yo estaría interesada en una espada larga y una cota de escamas...

y aquí mis compañeros no se lo que necesitarán...

Por cierto y sino es molestia, a ver si me podrías indicar hacia donde cae el templo dedicado a Aelyn, y la dirección en la que se encuentra el promontorio con la casa abandonada, gracias y que Aelyn te proteja, venerable armero...

Una espada larga... - responde el orco, cogiendo el arma indicada de la armeria y colocandola sobre el mostrador. -Y una cota de escamas..., veamos,... - murmura, mientras revuelve entre las armaduras, en busca de la adecuada. -Sin duda esta te sentará bien, estoy seguro. - finaliza, acercando la armadura y colocandola al lado de la espada. - ¿Algo más? - finaliza, dirigiendose a ambos, en especial a Lucius, el cual aun no le ha pedido nada. - ¿Tu quieres algo?

sopeso la espada ofrecida por el tendero...

umm, no está nada mal no señor...

cojo la armadura y me la pongo haciendo unos pocos estiramientos para que se adapte mejor al cuerpo...

sigo con mi sonrisa...

maldito patán, vaya mierda de materiales que vendes...

sí, todo realmente bien, y tu Lucius necesitas algo?...

Cuando sales de la posada, una ola de voces y gritos te rodea, avasallando tu sentido auditivo durante unos largos segundos. En frente, la plaza a la que da la posada, está repleta de puestos, y entre ellos, decenas de personas, en su mayoria orcos, compran y venden, negocian y gritan...

Desde tu posicion divisais difenrentes puesto, desde comida hasta ropas, asi como a tus oidos llegan los fuertes gritos de los comerciantes, lo cuales anuncian sus mercancias y precios lo más alto que pueden.
Entre los puestos, y rodeados de gente, tambien divisas algunos que otros bufones, los cuales realizan diferentes espectáculos, desde trucos de magia a cabriolas, e incluso hay algunos que se dedican a juegos de azar, donde sus clientes se juegan el oro.

Sea como sea, te das cuenta de que para moverte y poder alcanzar el norte de la plaza, te veras obligado a adentrarte en la corriente de personas que llenan la plaza, ya que desde la puerta, no ves camino alguno libre de gente.

Sin otra opción, te adentras en el jaelo del mercado y las gentes que lo llenan...

Bien, si que una coraza y una espada de doble hoja. - comenta el armero orco, mientras rebusca entre las armaduras. - La coraza, si, está te sentará bien, y la espada... me parece que aun me queda una,... veamos,... si! aqui está.! - agrega, colocando ambas piezas sobre el mostrador.

Si no queresi nada más, esto serán... 15 por la espada y 50 por la cota, más 200 por la coraza y 100 por la espada... Bien, en total serán 365 monedas de oro. Bueno, para vosotros lo dejaremos en 350. - finaliza, esperando a que le entregueis el dinero.

bien, bien, te faltan las indicaciones que te pedí del templo y el promontorio...

Ah, e ltemplo de nuestra diosa... - comenta, mostrando un tono de respeto y adoración. - Si claro, coge la calle más al norte de la plaza, está al final. - agrega, señalando con su mano, aunque con la cantidad de gente no lograis ver la susodicha calle. - En cuanto al promontorio, sin duda es el que esta al este del pueblo, siguiendo el camino. - finaliza, aun a la espera de recibir el oro.

dejo la parte que me pertoca 57m.o. en el mostrador, y una vez alejado del gentío....

Ves Lucius como el invitarme a comer te iba a salir bien al fin y al cabo?, y ahora si me disculpas querido, he de ir al Templo a orar, a no ser claro está que me quieras acompañar, sino pues ya nos veremos a la hora de comer en la posada...

Tras lo cual inicio el camino hacia el templo de Aelyn...