Partida Rol por web

Que no me lo he ganado? Pregunto incrédulo. No es una cuestión de ganarse algo. Ese libro es mio, y no debe de estar más que conmigo. Tu no lo necesitas para nada, así que devuelvemelo, por favor.

lo siento, pero no puedes venir ahora exigiendo estábamos en una importante misión y tu aparesiste de forma muy sospechosa, por otra parte me han encomendado el libro y no te lo entregaré hasta que la señorita que va allí cabalgando lo ordene.

Tras recibir las monedas. el orco retira rápidamente el brazo, y tras unos segundos, seguramente en los cuales ha contado su pago, escuchas los ruidos que indican que el portón está siendo abierto. Un minuto después, dos orcos, armados hasta los dientes, te sonríen mientras atraviesas la puerta y diriges a tu montura hacia la taberna....

El pueblo esta sumido en el silencio propio de la noche y las altas horas que son, así que avanzas con tranquilidad, sin ser molestado por nadie hasta que por fin alcanzas tu destino. La posada, también silenciosa, esta cerrada, y no escuchas ningún ruido de su interior, por lo que deduces que Orok debe haber cerrado hace ya un rato y ahora debe estar descansando. El pequeño establo perteneciente a la posada está situado a su lado, pero las puertas también se ven cerradas...

Mientras habláis de forma tranquila y rodeados por una agradecida clama, continuáis avanzando, confiando en alcanzar las puertas del pueblo en breve. Por fin tras un breve rato de marcha, la pequeña empalizada de madera que rodea el pueblo de Astraf aparece ante vosotros. Las grandes puertas, que durante la tarde permanecían abiertas, están ahora cerradas, pero desde vuestra posición, plantados frente a ella, escucháis varias voces orcas al otro lado, aunque no llegáis a entender lo que dicen....

Todavía oculto en el cuerpo de Drizzt, escuchas como Zenram habla con los guardas del pueblo, pidiéndoles permiso para entrar y como estos aprovechan la ocasión para sacar tajada, ya que hasta que el guerrero no les ofrece 10 monedas, estos no abren sus puertas. Una vez el dinero cambia de manos, los portones se abren, y el guerrero encamina a su caballo hacia la posada...

El pueblo esta sumido en el silencio propio de la noche y las altas horas que son, así que Zenram avanza con tranquilidad, sin ser molestado por nadie hasta que por fin alcanza su destino. La posada, también silenciosa, esta cerrada, y no escuchas ningún ruido de su interior, por lo que deduces que Orok debe haber cerrado hace ya un rato y ahora debe estar descansando. El pequeño establo perteneciente a la posada está situado a su lado, pero las puertas también se ven cerradas...

maldita sea, no es posible que no haya nadie en la noche, parece que es mucho mas tarde de lo que había calculado, sera mejor que toque...

El guerrero da un par de duros golpes a la puerta intentando hacerse escuchar en el interior...

desmonto del caballo acecándome a la puerta de la empalizada a intentar escuchar lo que dicen...

Me han tocado los más inteligentes. Qué hace un mago querrero sin armas y sin hechizos? En fin, tendré que esperar mi momento. Pienso mientras veo como la elfa se acerca a la empalizada.

Tus golpes en la dura madera resuenan con fuerza en el silencio reinante, y tras lo que te parece una eternidad, pues ya estás dispuesto a volver a lllamar cuando escuchas una voz que proviene del interior...

Quien diablos viene a molestar a estas horas?? Esta cerrado!! - grita Orok, en voz alta aunque en un tono claramente contenido, mientras se acerca a la puerta, pues sus pasos con claramente audibles...

Cuando la drow desmonta de su caballo, dispuesta a acercar la oreja al portón de madera, percibis como los susurros se apagan y de repente, veis como se abre una mirilla en la puerta, de gran tamaño, pues la cabeza entera de un orco es visible a través de ella.

Vaya, vaya, mira por donde hoy parece ser la noche de los ciudadanos rezagados. - comenta el orco, con ironía, mientras os observa detenidamente, mostrandoos una petulante sonrisa plagada de amarillentos dientes. Y bien, ¿que queréis a estas horas?, la ciudad esta cerrada!

Soy yo, Zenram!! Dice el guerrero lo suficientemente alto para ser escuchado.

El guerrero observa los alrededores, no le agrada nada el encontrarse parado en la oscuridad y con el cuerpo de Dritzz en el caballo, cualquiera podría pensar lo peor...

Zenram?. - responde Orok, al parecer algo sorprendido, mentras escuchas como varis cadenas y cerrojos son trasteados tras la puerta. Cuando esta se abre, ves a Orok, vestido con unos finos pantalones y empuñando un formidable cuchillo, que te mira desde la penumbra de la posada, iluminada tenuemente por una vela que ha encendido el propio Orok...

Diablos Zenram, que os lo que os ha pasado? - te pregunta, al ver el cuerpo inconsciente de Drizzt así como tu armadura abollada y manchada de sangre. - ¿Aun vive? - agrega, dando un paso al frente para mirar a ambos lados de la calle mientras guarda el cuchillo bajo el pantalón. - Parece que si, lo mejor será que lo lleves arriba, déjame que me ocupe del caballo y te subiré algunas vendas y algo de alcohol para limpiar sus heridas. - finaliza, agarrando las riendas del animal, y una vez cargas con el cuerpo del guerrero se encamina hacia el pequeño establo, donde se introduce tras abrir la puerta, perdiéndose de vista....

Con Orok encargándose de tu caballo, cargas con el cuerpo de Drizzt, y te adentras en la oscura posada, encaminándote hacia las escaleras, las cuales subes con el mayor de los sigilos. Una vez arriba, enfilas tus pasos por el conocido pasillo llena de puertas, deteniéndote ente la tuya, la que posee el numero 2. Cansado, abres la puerta, y te introduces en ella, acercándote al lecho donde rápidamente dejas el cuerpo de Drizzt....

Instantes después, escuchas como el posadero sube las escaleras, y tras unos segundos, Orok aparece en la habitación, donde se introduce con una botella de alcohol y un montón de vendas....

El semiorco cierra la puerta tras de si y se acerca al cuerpo de Drizzt, arrodillándose frente a la cama, decidido a aplicarle algunas curas en las feas heridas que recorren su espalda y otras partes de su cuerpo....

Vaya Zenram, quien haya hecho esto era bueno con la espada, los cortes son profundos y diría que mortales, Drizzt tiene suerte de estar con vida... - te comenta, mientras remoja las heridas, desinfectándolas, para rapidamente, y al parecer con mucha experiencia, empezar a vendarlas. - Dime, ¿quien lo ha hecho? - agrega, mientras continua trabajando....

Tras alcanzar la posada, Zenram golpea la puerta, y tras unos segundos, la voz de Orok llega desde el otro lado.

Quien diablos viene a molestar a estas horas?? Esta cerrado!! - grita Orok, en voz alta aunque en un tono claramente contenido, mientras se acerca a la puerta, pues sus pasos con claramente audibles...

Soy yo, Zenram!! Dice el guerrero lo suficientemente alto para ser escuchado.

Zenram?. - responde Orok, al parecer algo sorprendido, mentras escuchas como varias cadenas y cerrojos son trasteados tras la puerta. Cuando esta se abre, ves a Orok, vestido con unos finos pantalones y empuñando un formidable cuchillo... La tenue luz de una vela ilumina la posada asi como el umbral de la puerta.

Diablos Zenram, que os lo que os ha pasado? - le pregunta, al ver el cuerpo inconsciente de Drizzt así como su armadura abollada y manchada de sangre. - ¿Aun vive? - agrega, dando un paso al frente para mirar a ambos lados de la calle mientras guarda el cuchillo bajo el pantalón. - Parece que si, lo mejor será que lo lleves arriba, déjame que me ocupe del caballo y te subiré algunas vendas y algo de alcohol para limpiar sus heridas. - finaliza, agarrando las riendas del animal, y una vez Zenram carga con el cuerpo del guerrero se encamina hacia el pequeño establo, donde se introduce tras abrir la puerta, perdiéndose de vista....

Con Orok encargándose de tu caballo, Zenram carga con el cuerpo de Drizzt, y se adentras en la oscura posada, encaminándose hacia las escaleras, las cuales sube con el mayor de los sigilos. Una vez arriba, enfila sus pasos por el conocido pasillo lleno de puertas, deteniéndose ente la suya, la que posee el numero 2. Cansado, abres la puerta, y se introduces en ella, acercándose al lecho donde rápidamente deja el cuerpo de Drizzt....

Instantes después, escuchas como el posadero sube las escaleras, y tras unos segundos, Orok aparece en la habitación, donde se introduce con una botella de alcohol y un montón de vendas....

El semiorco cierra la puerta tras de si y se acerca al cuerpo de Drizzt, arrodillándose frente a la cama, decidido a aplicarle algunas curas en las feas heridas que recorren su espalda y otras partes de su cuerpo....

Vaya Zenram, quien haya hecho esto era bueno con la espada, los cortes son profundos y diría que mortales, Drizzt tiene suerte de estar con vida... - comenta, mientras remoja las heridas, desinfectándolas, para rapidamente, y al parecer con mucha experiencia, empezar a vendarlas. - Dime, ¿quien lo ha hecho? - agrega, mientras continua trabajando....

Por fin con tiempo para un respiro, el guerrero se deja caer en el piso de la habitación, da un largo suspiro y procede a retirar el yelmo de su cabeza al tiempo que, sentado, desabrocha cada una de las amarras de la armadura terminando por despojarse de ella, hace lo mismo con cada parte de la misma...

Todo a ido mal Orok, el grupo al que nos unimos mato a quien nos había contratado, Rasguz, peor aún, mato también a quien creo era un clérigo de Aelyn, dritzz y yo opusimos resistencia mas mi compañero cayo en el combate, yo apenas y puede, con muchos esfuerzos, huir de allí con él a cuestas.

El guerrero hace una pequeña pausa en la que retoma la respiración y parece querer ordenar sus pensamientos y recordar lo ocurrido.

Pobre clérigo, también intente salvarle, incluso puedo con su ultimo aliento curar mis heridas, mas yo no puede hacer nada para salvarle la vida, diablos !!! El guerrer golpea el suelo con furia.

Como sea, necesito descansar, te agradezco lo que haz hecho por Dritzz... El guerrero busca en el bolsillo en el que carga su dinero y recupera 10 monedas de oro que extiende a el orco.

Eres un gran amigo y socio, espero mañana poder informar a la familia del fallecido lo que ha ocurrido y estoy seguro que me recompensaran bien por la información y los detalles de sus asesinos, por supuesto te haré participe dado que nos haz ayudado, sin ti Dritzz habría muerto y no tendría nadie que apoyara mis palabras, aunque creo que hay otras pruebas, ya que he visto que uno de los guerreros arrancaba el medallon familiar del cuerpo del occiso.

uffff, como sea gracias. El guerrero se arrastra hasta uno de los rincones de la habitación y se recuesta en la pared, fingiendo estar a punto de caer dormido...

si, ya se que la ciudad está cerrada, pero seguro que hay alguna forma de entrar, verdad?, nuestra avanzadilla ya ha debido pasar, un humano corpulento cargando con un drow.

Lo que faltaba, unos orcos estúpidos en la entrada.

Bien, cual es el precio, necesito estar descansada para ir mañana a orar al templo a nuestra soberana, de ti depende que te tenga en cuenta, para bien o para mal...

Dejo que la diplomática Daenerys se encargue de la situación.

Un humano corpulento cargando con un drow, ¿dices? - comenta el orco, con su petulante sonrisa, mientras os observa detenidamente. -Ya veo. Si, la verdad es que vuestra "avanzadilla" llego hace una rato. - agrega, para volver su rostro hacia la derecha y empezar a susurrar unas palabras, seguramente a algún compañero que no divisáis. - Lo que pasa es que el no habló de compañeros, si no más bien de que habia sido atacado, y claro, ahora llegais vosotros y da mucho que pensar, ¿verdad? - agrega, guardando silencio durante unos segundos.

Creo que podríamos abriros la puerta para que os reunieseis con vuestra avanzadilla, pero eso está prohibido, y si luego hubiese cualquier incidente, no sé, algún tipo de pelea, por ejemplo, yo y mis compañeros tendríamos algunos problemas, y seguramente perderíamos nuestro puesto. - comenta, pensativo. - Y claro, tenemos que mantener a nuestras esposas e hijos... Ciertamente, el riesgo es alto, así que difícilmente abriremos la puerta,... aunque 75 monedas lograrían hacernos perder el miedo a abrirla....

Al escuchar la cifra sonrio levemente. Era la primera que me alegraba de no tener equipo ni dinero. Estafados por unos vulgares guardias. Bueno, como usted verá, yo por ejemplo no llevo armas ni siquiera equipo de viaje. Cree que tenemos pintas de asaltantes? Mi nombre es Avam Krolim, discípulo del Sumo Hechicero Glen Doreal, y me gustaría acceder a la villa, ya que es un poco tarde y el camino que debo de seguir es bastante largo. Ellos son mis guardaespaldas y nos gustaría pasar la noche en una posada. Empiezo a decir para desviar la atención del guardia sobre el dinero.