Barajando la posibilidad de entrar por una de las ventanas, miráis la fachada del templo y os dais cuenta de que existen varias ventanas las cuales podéis alcanzar sin problemas. Tan solo debéis romperlas para poder entrar...
me dirijo a la sacerdotisa y le digo unas palabras si te fijas bien, esto tiene su punto de gracia, porque , que yo sepa no eh hecho nada y etsoy aqui encerrado... me parece graciosa y todo la situacion de avam.. jajajaja se estan enzarzando aui los 2 "amigos" y mi nombre solo a salido a relucir para decir que cai en combate... y no precisamente con un orco llamado Hodrum al cual ni conozco ni se como es...
Entonces, por lo que decis, está claro que vuestra intención era buscar a Hodrum, ¿no?. - comenta la sacerdotisa, sin duda muy divertida. - Bueno, no importa en absoluto los problemas que podáis tener con Avam, tan solo lo sucedido con Hodrum, y parece que si no lo habéis matado vosotros, si tenéis algo que ver, así que de momento creo que me acompañareis. - afirma, tomando un tono serio y quizás algo pensativo. - Creo que Ariana estará encantada de hablar con vosotros y escuchar vuestra historia... - agrega, aunque esta vez en un tono algo más bajo, por lo que os es más difícil escucharla.
Tras sus últimas palabras, la sacerdotisa guarda silencio, aunque escucháis claramente como susurra algunas palabras, que no llegáis a entender, antes de que vuestras puertas se abran gracias a las fuertes manos de varios orcos que os miran amenzandoos con sus armas. Tras ellos, la sacerdotisa os sonrie antes de hablar.
Atadlos bien fuerte, no quiero que me den problemas. - ordena, tras lo cual dos orcos entran en cada una de las celdas, con unas resistentes cuerdas en las manos, con las cuales os atan las muñecas, con suma rudeza y fuerza, a la espalda. - Bien, no quiero que se muevan ni hablen, así que golpeadlos. - agrega, y rápidamente, uno de los orcos os golpea la cabeza no el mango de su arma, lo que os concede un billete gratis a la inconsciencia...
Ahora os sigo posteando!
Viendo como todo sucede rápido y hay poco tiempo para divagar, Lucius se lanza a romper una de las ventanas para entrar al templo.
La fe en mi diosa sigue firme, sabrá entenderme...
Unos diez segundos después de que Lucius entra en el templo el guerrero se interna también en el mismo...
Alto infiel!!!, detente o Aelyn descargara toda su furia en ti!!! Amenazo Lucius con mi espada...
espero por descripción del lugar...
Lucius se golpea la frente mientras niega con la cabeza ante la nueva amenaza de Zenram.
Ajá, ya me quedé quieto...
si tu trabajo era matarme en el templo créeme que pudiste tener una mejor oportunidad si hubieras esperado
Esta pareja está extraña, es la técnica de amenazar a Lucius y luego luchar a su lado :p, jejejeje
Con gran decisión y aplomo, Lucius golpea unos de los oscuros cristales del templo, y una vez estos se hacen añicos, penetra en el edificio, seguido, diez segundos después, por Zenram, el cual irrumpe con amenazantes gritos...
Nada más entrar, vuestros ojos divisan, gracias a las lamparas que iluminan el lugar, lo que suponen la sala central del templo, un gran espacio donde una gran escultura de Aelyn preside al fondo, sobre un pedestal de plata. Al frente, y encarados hacia la gran diosas, calculais que habrán alrededor de una decena de bancos, todos de madera, donde los fieles deben sentarse a orar. En los laterales de la sala, pequeña para ser el centro de oración, podeis ver varias puertas, dos a izquierda y dos a derecha, pero los cuatro permanecen cerradas.
No parece haber nadie en el templo...
Estoy intentando subiros una imagen, haber si lo logro. :-)
Listo, la imagen es algo pequeña, pero si ampliáis nos servirá para que mas o menos os imaginéis la disposición del pequeño templo.
No os tengo abandonados, pero ayer se me lío el día, y hoy también ando algo justo de tiempo, así que me tendréis que perdonar si no os posteo hasta dentro de un rato o a la tarde. :-(
El guerrero observa el interior de templo y al no notar nada amenazante decide guardar su espadón en su funda al tiempo que desenfunda la hermosa daga que cuelga de su cinto.
Muy bien, tu decides, es ahora o nunca, lo mismo podemos estar metiéndonos en un gran problema o huimos de aquí e intentamos salir del pueblo o nos abrimos paso hasta el interior del templo, cumplimos lo que nos ha traído aquí y esperamos que la drow haya sido capas de arreglar las cosas? Por mi parte me internare en el templo, prefiero morir en combate que huyendo cual rata...
Lucius mira a Zenram y responde.
Entonces hablas por los dos por que retirarme no es algo que me caracterice - aferro mi espada - guía, y a lo que vinimos.
sigo a Zenram.
Cuando volvéis a abrir los ojos sentís una punzada de dolor en el lugar de la cabeza donde fuisteis golpeados, y un breve mareo os acompaña en la rara inestabilidad que sentís por todo el cuerpo. Poco a poca vuestros ojos enfocan el lugar donde os encontráis, y para vuestra sorpresa este no es la cárcel.
Estais en el suelo de una pequeña sala, cuadra y sencilla, de paredes y suelo negro, y con tan solo una mesa y varias sillas de mobiliario. En la mesa, una lámpara de aceite ilumina la estancia y la figura de la sacerdotisa que os observa sentada en una de las mesas.
La sala no posee ningún tipo de ventana, pero si dos puertas, una tras vosotros, a varios metros de distancia y otra en la pared opuesta.
Bienvenidos al templo de Aelyn. - comenta la sacerdotisa, la misma que os ha estado haciendo preguntas en la prisión. - No os mováis mucho, puede que vuestros cuerpos estén algo mareados y sensibles, no quiero que manchéis el suelo.... aún. - agrega, con una sádica sonrisa en el rostro, mientras una de sus manos juguetea con una afilada daga.
Con suma tranquilidad avanzáis por el templo hasta alcanzar los bancos, atentos y en guardia por si apareciese alguien, pero sin poder evitar clavar vuestras miradas, por un instante, en la gran representación de Aelyn.
La elfa drow de gran belleza /todo y la falta de su oreja izquierda), con largos cabellos blancos y vestida con una armadura ligera, botas, guantes negros y ropa del mismo color parece miraros fijamente mientras empuña su filada y oscura espada, una espada larga que segun la leyenda se denomina Traidora. Por un instante, sentís como si la estatua siguiese vuestros movimientos, vigilandoos atentamente y escrutando vuestros corazones... hasta que de repente, un ruido suave y sordo, procedente de una de las puertas laterales de la izquierda, rompe dicha sensación para devolveros a la realidad...
ahora va a saber lo que es un interrogatorio de verdad
preparo mi cuerpo y mi mente para lo que ha de devenir.
Un lacerante dolor de cabeza continua a pesar de haber recobrado la consciencia. Veo la sala, la sacerdotisa, y una sonrisa recorre mi boca ante sus palabras. Nada tenía o podía añadir, el interrogatorio estaba por llegar.
Con la pequeña daga en una de mis manos observo la puerta a la espera de que se abra, mientras con la mirada indico a Lucius que este preparado...
Si no se abre camino hasta ella y la intento abrir...
un leve suspiro sale de mi boca al ver que sigo vivo. una pregunta Avam.. puesto que no podemos mentir, me podrias decir que motivos tienes o tuviste para nombrarme ami cuando nos "atraparon" los orcos en la posada? me gustaria saber donde esta Asterot en estos momentos...
Otra vez está este con la misma pregunta? Tendrá un tapón en los oidos? Al escuchar las palabras de Drizzt, continuo mirando a la sacerdotisa, poniendo atención en todo lo que hace. Los preparativos para el interrogatorio, su indumentaria... Ya te he respondido a eso. Digo sin siquiera prestar más atención de la debida al Drow. Me parece que lo vamos a pasar todos un poco mal Pienso mientras observo la mesita auxiliar que la sacerdotisa tiene tapada cerca de ella.
El pequeño ruido cesa tan rápido como había llegado, y nuevamente el silencio se hace rey del lugar. Durante unos instantes, observáis la puerta de que creéis ha surgido el ruido, y tras ver que esta no se abre, avanzáis hacia ella, dejando tras vosotros la estatua de Aelyn.
La puerta, fabricada en un madera negra, es totalmente lisa, y un único pomo, de plata, sobresale de ella. En silencio, acercáis vuestro oído, pero no escucháis nada al otro lado. Sea lo que fuese aquel ruido, a desaparecido del todo.
Con ello, Zenram adelanta una de sus manos y con seguridad, agarra el pomo haciéndolo girar hacia la izquierda y logrando que la puerta se abra.
Al otro lado podéis divisar una pequeña estancia cuadrada, de paredes negras, como el resto del templo. La pared de enfrente esta totalmente cubierta por una enorme librería, repleta de libros, mientras que a un lado podéis ver un pequeño escritorio, donde descansan dos altas velas que iluminan la sala, y dos sillones con varios cojines sobre ellos. Al otro lado, hay un pequeño armario, cerrado.
Tirada: 1d20(+6)
Motivo: Escuchar Zenram
Dificultad: 20+
Resultado: 8(+6)=14 (Fracaso)
Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Escuchar Lucius
Dificultad: 20+
Resultado: 2(+1)=3 (Fracaso)