Grolok "Azul" Tin-Alley es un Orko pequeño, pero con sentido del arte y de los negocios. Al menos, ha descubierto que pintarse de azul el cuerpo y cobrar entrada es un buen negocio. Especialmente cuando lo que hay dentro de la tienda son orcas buenorras que bailan al son de una cacofonía de timbales y metales que Grolok ha bautizado "Kumbia".
El ritmo es pegadizo, el alcohol casero y fuerte (por no decir letal), las orcas incitan a gastar y Grolok junta las ganancias. Pero lo inconcebible sucede: en la Caverna-Bajo-El-Paso se ha instalado un competidor: Antoan MaKin, un Troll de experiencia procreadora que promete esclavas humanas y estofado de elfo para la cena.
Entonces un harapiento Orko se aproxima a Grolok, proponiendo en susurros una solución a su problema...
El "harapiento" Orco que se aproxima es Madmarik, que le ha hecho una apuesta al resto de sus compañeros.
- Madmarik, qué le decís a Grolok?
- Moco Vizcoso, cuál es la apuesta?
Desde que llegaron al callejón de la puerta de entrada del tugurio que regentea Grolok, Madmarik no hacía otra cosa que fanfarronear con sus "contactos" dentro de aquel mundillo bailantero. Que si Gorlok lo llamaba para invitarlo a un evento, o que la bailarina Rotoza, la más cotizada del momento, le había dejado su número, que el manager lo invitaba a unos tragos para contarle lo mal que le hacía al negocio el Troll nuevo de la esquina, etc., etc., etc.
Como todos sabían que Madmarik era un mentiroso en toda regla, el resto del grupo decidió ponerlo a prueba. Le apostaron a que no era capaz de conseguir pases VIPs que los hicieran saltear la cola inmensa (aunque no tanto desde que Antoan comenzara la feroz competencia) e ingresar al lugar como verdaderas estrellas.
Así está bien?
Madmarik era un fanfarrón y no podía evitarlo. Su madre le decia que era cosa de la sangre, que se decia que en la familia hubo un antepasado con aficiones sexuales extrañas, un atracción fatal hacia los roedores y el queso. Pero el hecho de que la leyenda de la sangre de hombre rata en su sangre fuera una leyenda, no dejaba de tener cierto tufo a cierto cuando su familia siempre habia tenido ese mismo problema. Mentir de forma compulsiva hasta el punto de arriesgar el pellejo por las propias mentiras y fanfarronadas.
Bien lo sabia Madmarik, que acabó perdiendo en esta cochambrosa ciudad el oro que habia conseguido en sus años como pirata. Y otra vez, habia vuelto a ocurrir. Les habia prometido a sus colegas unos pases VIP para el local de Grolok. Si no fuera por lo que estaba consiguiendo el fenómeno troll del momento, Antoan, ahora seria un verdadero suicidio.
Pero Madmarik tenía una idea. Grolok no le conocia lo suficiente como para saber que era un fulero y un bluf. Decidió jugarsela a una carta: la desesperación. Empezaba a correr el rumor que Grolok pagaria un buen pellizco a aquel que consiguiera quitarse de encima a Antoan. Pero Grolok tenía una idea mejor. Seguiria engañando aun más...
Grolok, el más víl y rastrero de los orkos del mundo. Os traigo una solución para quitaros de encima el problema troll que tanto os está molestando. A riesgo de mi vida. Pero para llevarlo a cabo, necesito hablaros en privado, con el resto de mis compañeros. ¿Podemos pasar a dentro de su casa y discutirlo con unos mejunjes para saciar nuestra sed?
PD1: Lo dejo oculto, por que no estoy seguro de haberlo hecho bien <- excelente!
PD2: Insultar a un Orko es algo más digno que alabarle (al menos en la cultura Orka que yo conozko)
Qué es lo que te parece que podría estar mal? Está perfecto, lleno de imaginación :)
Solo no me termina de agradar hablar de "skavens" pq es un nombre muy específico de WH, pero tampoco me molesta :)
Pues cambialo por "hombres rata" :) ¡Vale, genial! Me alegro, es que me ha pillado por sorpresa y no lo he visto venir. Y sí, le he puesto imaginación, pero no sabia si era eso lo que tenia que hacer xD
-Venga. Apuesto una ostia bien dada a que no consigue los pases tan fácil.- dice Nathaniel mientras hace una reverencia para saludar a una orca que pasaba y con la mano libre se abanica el culo, tratando de disipar el sonoro pedo que se le ha escapado al agacharse.
Grolok observa a Madmarik, sus sucios colmillos bajo la luz de las antorchas. Y se ríe, en un sonido que es mitad gato siendo atropellado por un carro y mitad cerdo dándole placer a una jirafa.
- A riesgo de tu vida? Te crees que soy estrúlipo? Eh?! No llegué aquí por confiar en pequeñajos idiotas como tú!
La saliva de Grolok describe un arco ascendente (Grolok es consideráblemente más bajo que Madmarik) y cae al piso sin llegar a tocar al Orko. Madmarik le arrancaría la lengua allí mismo si no fuera por los guardaespaldas del entrepeneur.
- Pero tal vez sirvas para algo... esos son tus amigos? Señala al resto del grupo. Pásate por la puerta trasera y conversaremos el tema...
Grolok señala la parte trasera de la tienda, donde una abertura deja salir olores a frituras.
Miro hacia atrás, donde están mis "amigos" y les hago una seña para que nos sigan. Sonrio ampliamente. Sé que, probablemente, una vez dentro, nos arranque la cabeza. Pero al menos, habré conseguido lo que buscaba...
Al lado de la entrada trasera y con cara de ganador total, Madmarik hace señas a sus compañeros/amigotes para que ingresen al local.
Pasamos al interior?
-No me lo creo....- dijo Nathaniel mientras quedaba con la boca tan abierta que podría haberse metido el puño dentro si siquiera mancharlo de saliva.
Pa'dentro
Moco Vizcoso se quedó boquiabierto con cara de idiota. ¿Cómo había hecho Madmarik? Tal vez no era tan mentiroso como parecía... Entre asombrado y desconfiado, el orko que creía que nunca iba a poder entrar en un local bailable sin parar siguió a sus compañeros al interior del antro, sin pestañear (para no perderse detalles de la decoración a la que tenían acceso los VIPs, obvio).
Adentro nomás!
Los orcos entran a la trastienda del bar/centro de entretenimiento multi-funcional. Se trata de una cocina, mal iluminada, peor ventilada, donde delicatessens como pata de halfling asado y pezuñitas de zarigüeya se cocinan sobre las brazas. El agua se les hace la boca, o algo por el estilo, al captar semejante aromas de abundancia y exquisitor.
Les ofrecen un rincón, y un orco tan gigante que podría haber nacido Troll les da a cada uno un enorme jarro de cerveza espumante.
Tras unos minutos, y Grolok sin aparecer aún, la cerveza comienza a acabarse...
Bueno, ¿He ganado la apuesta, no es cierto? ¿Y ahora que han de decir sobre Madmarik el Mentiroso, eh? ¿Que han de decir de Madmarik el Bocazas? ¡Ah! ¿No dicen nada, eh? - satisfecho le doy un trago a lo que queda de la cerveza, mirando a mis "colegas" con aspecto triunfal
-Como sigas te van a cambiar el nombre a Madmarik el ostiado. Que todavía no sabemos cuanto no sva a costar todo esto.- dijo Nathaniel mientras daba vuelta su jarra de cerveza, para indicarle al orco gigante que se le había acabado.
El orko gigante los ignora con esa dedicación que solo es posible cuando alguien ignora a alguien adrede mientras simula que no lo ve. Habilidad innata de los camareros en todos los mundos, por otro lado.
El lugar es caliente, y pegajoso. Y Grolok aún sin aparecer...
-Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero! Camarero!- dice Nathaniel en un tono de voz un tanto inquietante para continuar cuando al eludido le mira con odio -¿Podría servirme usted otra cerveza, por favor?-