Partida Rol por web

- Tenemos pan con queso y vino. ¿Quieres un plato? - Le dije con una sonrisa.

Vuelvo a entrar a la posada bostezando. Una vez ahí encontre al argnioano sorprendido me acerco a el.

-¿Se puede saber como volviste a entrar?

Le respondí alegremente a la camarera:

-Por supuesto. Nada me apetece más ahora mismo.

Mientras hablaba con ella el Bosmer se me acerco y me hablo.

-Buenos días amigo. ¿Volver a entrar? Anoche salí un rato a dar una vuelta para refrescarme y volví al rato para dormir. ¿Qué tal la noche?

Río ante las palabras de Teeinav.

-Por que te vi salir me do curiosidad y fuí a ver que hacías. Digo sin ningun tipo de arrepentimiento.

Te habian puesto una trampa para detectar si venias o no. Eres tan habil que entraste sin que te vieran.

-A ver Amigo, haz el hechizo bien esta vez. Dice la bruja clavando su mirada en los ojos del crío. -Alza las manos y gesticula con los dedos indice y corazón. No debería de costarte mucho puesto que tu tienes ese don. Deberás también imaginar el conjuro que deseas invocar, siguiendo estos sencillos pasos el conjuro debería de salirte solo.

-Que era lo otro que tenía que decirte... Dice Verdish mientras cruza ambos brazos envuelta en sus propios pensamientos. -¡Ah!, vale ya lo recuerdo. No es nada, simplemente es que si haces de nuevo mal el conjuro estarás a base de pan y agua toda la semana. dice Verdish mientras arquea sus labios apreciándose así una siniestra sonrisa.

-Si maestra lo haré bien esta vez. Dice amigo algo nervioso mientras abre y levanta su mano para ponerla a la altura de su pecho a la vez que de su mente empieza a brotar la imaginación...

Bola de... ¡fuego!. De pronto una gran bola de llameante fuego empieza a generarse rápidamente alrededor de la palma de su mano. Pero de repente algo sale mal, la bola de fuego explota envolviendo en llamas a Verdish y a Amigo.

-¡Maldito crío!, ¡pero que has hecho! Verdish enfadada, coge a amigo cruelmente por el cuello -¡¡Te dije que movieses los dedos!!.

-No maestra perdóname por favor. no, ¡NOOO...!

Abro los ojos y sudoroso me levanto rápidamente de la cama intentando apagar las llamas de mi cuerpo, pronto me doy cuenta de que todo había sido un sueño. Valla aún estoy en la taberna...

Algo traspuesto salgo de la habitación para dirigirme hacia el salón principal...

El descanso en una buena cama me había ayudado a reponerme completamente, mis músculos se veían con fuerza, pero mi estómago rugía, UUUUUOOOOOOOO ¡¡¡Es hora de desayunar!!!. Me coloque la armadura, y coloque a mis espaldas el escudo y el mandoble, en la cintura fije mi maza y entonces baje al salón donde la noche anterior habíamos estado, veo que varios de mis nuevos compañeros ya estaban allí, me acerque a la camarera y mirando a mis compañeros le digo: Póngame un buen desayuno, mis compañeros se ocuparan de pagarlo. Con el pago de la habitación mis bolsillos estaban vacíos espero que a ellos les quede algo del dinero que nos habían dado el día anterior.

Vi bajar al nórdico correteando por las escaleras como un muchacho hambriento y aproveche la ocasión para
dejar el tema con el Bosmer.

-¡Buenos días amigo. Veo que te sienta bien dormir eh!. Dije con una sonora carcajada.

-Yo invito, aunque viendo como vienes de dispuesto quizás nos quedemos pobres los dos.

Me dirigí a la camarera y le dije:

-Sírvale lo que pida y dígame cuanto le debo por los dos desayunos.

Teeinav se ofreció a pagarme el desayuno, a lo que se lo agradecí cortesmente, Muchas gracias Argoniano, necesitamos reponer fuerzas nos espera un buen viaje hasta Hivernalia, le doy un toquecito en la espalda en señal de agradecimiento y amistad. 

- Buenos días a todos. - Dije con amabilidad mientras les traía lo que me pedían. - El argoniano me debe 10 septims. Ya me los dará luego de desayunar.

Niego con la cabeza, ya pillaría a Teeinav otro día. Sonrio a la camarera

-Que madrugadora...A mi sirveme un poco del queso de ayer, si aun queda. 

Lentamente me adentro en la sala principal de la taberna y permanezco en un rincón de pie e inmóvil, como un fantasma en la sombra, esperando pacientemente a que los demás terminasen sus asuntos para así poder partir.

Me doy la vuelta en la silla con la copa en la mano y digo en voz alta:

-Bueno amigos ¿Estamos todos? Me gustaría partir cuanto antes, como estemos más rato el nórdico se comerá el dinero que me queda. Dije entre sonoras y muy gesticuladas carcajadas.

Tenía ganas de partir y ver que nos deparaba el norte.

Mientras esperaba la contestación metí la mano en mi bolsa y saque quince septims que le pase a la camarera con una gran sonrisa en la cara.

-Toma los diez septims, y cinco de propina por aguantarnos toda la noche. Le dije mientras le giñaba un ojo. Acto seguido me levante de la silla y me dirigí a la puerta.

-Les espero fuera.

Partamos pues, dije mientras me limpiaba las migas que me quedaban en la comisura de los labios, tras engullir el desayuno que tan bien me vino para coger fuerzas.

Me levante del taburete y me dirigí a la puerta de la taberna con pasos firmes.

Salí por la puerta y respire un poco de aire mañanero. Me encantaba que me diese el sol por la madrugada, aunque no me venía muy bien por que se me secaba la piel enseguida.

Vi salir al Nórdico detrás de mí, parecía contento. Me dirigí a él sin dudarlo.

-¡Buenos días señor ro... Red! ¿Qué tal te ha sentado el desayuno?

Casi sin dejarle empezar a hablar le pregunte en un tono mas tranquilo:

-Y cuéntame ¿Qué te ha traído a esta aventurilla? Si puede saberse claro. Le dije dándole una palmada en la espalda. Maldita sea, sí que esta fuerte… casi me rompo los dedos con solo tocarle el hombro.

Tras coger el queso de la empleada a la cual guiño un ojo, salgo de la taberna.

-Ahhhh bosques, tierra mía....

Al salir de la taberna el argoniano se preocupa e interesa por mi vida, algo de agradecer a alguien con la que voy a compartir aventuras, Siempre es reconfortante un buen desayuno por la mañana, gracias y el motivo de que vague por estas tierras en busca de aventuras, realmente estoy sólo en el mundo y voy de aquí para allá intentando hacer todo lo que este en mi mano para acabar con la escoria que vive en Skyrim, y en este tipo siempre encuentras seres deleznables. respondo a las preguntas de mi nuevo amigo, 

Miro al Nórdico y asiento.

-Una noble causa sin duda.

Mientras hablo con el veo salir al Bosmer por la puerta de la taberna. Parece que ya vamos estando todos.

Salgo de la taberna ajustándome los brazales de cuero y no puedo dejar de escuchar la conversacón de un grupo de viajeros fuera de ésta. Amarro el caballo a la carroza e inspecciono que todo este en orden mientras me preparo para emprender viaje. Ya mis asuntos terminaron aquí.

Miro al extraño grupo de viajeros, parecen dispuestos a viajar a las tierras del noreste. -Disculpen mi intromisión, pero escuche que deben emprender un largo viaje a las heladas tierras Hibernalia. comento con cierta gentileza pero con tono serio. Me abro paso a un lado del grupo conduciendo la carroza lentamente. -Yo podría ofrecerles un viaje cómodo por una ruta segura a través de Skyrim para aligerar el pesado viaje.

Aprieto las riendas deteniendo el caballo. Soy el Señor Turr'okk y este es mi humilde transporte, normalmente el viaje cuesta unos 50 septins, pero puedo hacerles una excelente oferta solo por el día de hoy, ya que son un grupo solo les cobrare 35 septins a cada uno. Como verán, les estoy ofreciendo un cómodo viaje a un precio muy reducido. Que dicen?