Partida Rol por web

Observo con intriga la retardada llegada de Alexander con media sonrisa perspicaz en mi rostro. Curioso.

Esperaré fuera mientras haceis vuestras compras. Ambrosio, que tenga usted pbuenas tardes. Digo al ver en sus ojos el brillo de la avaricia.

Salgo y me quedo cerca de la puerta observando las tiendas que hay en los alrededores.

vaya.. está contento..

Buenas tardes Ambrosio, mi nombre es Alexander digo bastante orgullosamente, muéstrame qué tienes, la verdad vine a ver, no busco nada en particular-

Hasta luego Burlat - se despide Ambrosio del enano cuando éste sale de la tienda. A continuación hace una seña con la mano indicando a Alexander que mire a su alrededor. Todo esto es lo que tenemos. Armaduras, espadas, mazas, hachas, arcos... cualquier cosa que quieras

Conforme te acercas a la puerta, el nerviosismo te invade más y más, hasta el punto que Nobu se da cuenta y también se pone nervioso. Abres la puerta despacio y oyes como chirria, es un sonido sordo y bastante molesto. Al abrirse la puerta finalmente puedes ver el interior de la estancia. Está a oscuras pero se distingue en medio un bulto bastante grande... al fijarte mejor distingues que es una cama... si, esto es el dormitorio del mago (aunque parezca mentira, los magos también duermen XD).

A los pies de la cama hay un cofre de madera cerrado con un candado y también puedes distinguir un armario. A mano derecha hay una cortina negra que impide pasar la luz del sol. Por lo demás, no parece que en la estancia haya nada fuera de lo común.

¿Qué haces ahora?

Uf, que mal rato he pasado, bueno, ya que estoy aquí, voy a curiosear un poco, ésta estancia parece que no la han tocado los atacantes-

Me acerco al telar negro y de un tirón lo muevo para que entre la luz y poder mirar mejor la habitación, me fijo en el candado e inmediatamente después me acerco al armario en busca de una llave o cualquier otra cosa que me permitiese abrir el cofre o algún pergamino, hechizo o manuscrito que me pudiese ser de utilidad.

Rebuscando en los cojones del armario encuentras multitud de ropa, casi todo tunicas que no parecen nada del otro mundo y ropa interior. Pero una túnica en particular te llama la atención, es anaranjada con letras arcanas boradas en hilo dorado.

Y oculto entre todo el montón de ropa te percatas de que ha algo duro... lo palpas mejor y también descubres que es gordo... cuando lo descubres te ecuentras un diario. Está escrito más o menos hasta la mitad. Las primeras entradas del diario no revelan nada fuera de lo común salvo algunos experimento de Nestor. Pero en las últimas entradas escribe algo revelador.

-"Confirmado. Yo mismo he visto con mis propios ojos al lider de la secta cerrando un trato con Locke, el jefe del gremio local de ladrones. Como estaba escondido no me he podido enterar muy bien de los detalles pero está claro que quieren dar un fuerte golpe, tanto algunas casa nobles como al templo de la diosa Atenas... cada día estoy más cerca de llegar al final de mi investigación... por cierto, donde habré dejado mi diario personal? Esto de tener que escribir las notas en el cuaderno de experimentos..."

mmm, esto es muy interesante, tengo ganas de que lleguen los demás para contarles lo que he descubierto! a lo mejor entre todos podemos encontrar el diario perdido entre semejante desorden.

La alegría invadía mi cuerpo por un instante, teníamos una pista para acercarnos al grupo que asesinó a Nestor.

A decir verdad no estaba muy segura de por qué había ido a parar a la herrería. Yo no manejo armas, de poco me iba a servir gastar mi dinero en este lugar. Sin embargo, me quedé curioseando las distintas armaduras que poseía la tienda y me puse a revolver estantes, mirando las diferentes armas que allí había. Después de saciar mi curiosidad, volví hacia dónde estaban Mauricio y Alexander, para ver qué habían comprado ellos.

-Amigos, poco tengo para hacer en este lugar, pero ya que estoy aquí, los esperaré para ir todos juntos a lo de Nestor. Estaré en la puerta con Burlat. ¡Hasta luego!

-Señor Ambrosio, tal vez en otra oportunidad pueda hacer negocios con usted. Por ahora me despido. Ha sido un placer conocerlo.- Con voz cantarina, me despedí del herrero y salí.

Jajaja se rie madamme Sirula de forma socarrona Qué picarón eres! La verdad que es una estupenda armadura la que llevais puesta...y aunque con sumo gusto te la quitaría... ese no es mi trabajo. Chasquea los dedos y una de las camareras se acerca con una jarra bien grande de cerveza. Ahora tengo asuntos que atender, pero mis chicas estarán aquí para lo que quieras y... a esta cerveza te invita la casa. 

La madamme se va a la barra y se mete en la trastienda para atender sus obligaciones. ¿Qué haces a continuacion?

 Kraull sonrie y besa la mano de Madame Sirula antes de que se marche.

-Aunque la señora se vaya, se que tendré buena compañia. N os preocupeis por mi Madame, sus chicas me trataran bien, creo.

Las mira, observandolas una a una, catalogandolas para ver cual era la mas bonita para quizas pasar un buen rato. si ella asi lo deseaba, no le gustaba obligar alas chicas a hacer algo...y menos si cobraban por ello. Pero ninguna se la resistia demasiado tiempo.

-Alguna me acompaña a esta cerveza, jovencitas?

Yo le acompaño, señor... dice una chica. Tiene el pelo negro azabache con tirabuzones largos que le llegan hasta el generoso escote y unos ojos grandes y verdes de mirada penetrante. Mi nombre es Elis... y estoy encantada de conocer a un hombre tan apuesto y varonil como usted te dice dulcemente mientras te acaricia la mano.

Kraull sonrie dejandose hacer.

-Bueno, no he podido tener mejor compañia Elis, eres una chica de lo mas hermosa. Vamos pide lo que quieras, yo pago. Y luego quien sabe, si serias tu quien tuviera la ocasion de quitarme la armadura?

Sonrie con sensualidad intentado seducir ala joven. 

El placer ha sido todo mio señorita. Todos los días no ve uno semejante belleza entrar por la puerta de mi humilde tienda. Hasta más ver, joven elfa. Cuando Ambrosio se ha despido de Lalaith con alagos y cumplidos vuelve su mirada hacia Alexander y, con una sonrisa, le anima a comprar algo.

Bueno señor Alexander, ¿no se decide todavía? Esta bellísima armadura de cuero le quedaría que ni pintada, como anillo al dedo, vamos, estilizaría aun más su figura y ofrece una buena protección. ¿Y qué me dice de estas magníficas dagas?...

La verdad me interesa esta daga envenenada digo señalándola ,pero solo poseo de 280 monedas para comprarla, hay alguna posibilidad de llevarla?

Sonrío a la elfa cuando sale de la tienda y permanezco en silencio cerca de la puerta. Al escuchar la conversación del interior me asomo un poquito mientras mi ceja se levanta en expresión curiosa. Después me relajo y continuo mirando los alrededores muy tranquilo con parsimonia.

De vez en cuanto el tema de ese culto al dragón vuelve a mi mente y me asaltan preguntas e hipótesis sobre el asunto, pero evito esos pensamientos y disfruto de Sol de la agradable mañana en Frencia.

Deja tranquila tu mente y la solución aparecerá frente a tus narices.

Lo siento señor, pero sería una rebaja demasiado grande y no puedo permitirmelo. No obstante también hay más armas que pueden ser de su agrado.

Vamos  amigo, hasta 300 me puedo estirar qué dices?- digo mientras me acerco para que me vea mejor,

Por ese precio puedes llevarte un arsenal de dagas normales y envenenarlas tu mismo. Lo siento pero no hay trato. Ambrosio te habla con amabilidad pero notas que empieza a estar un poco harto de regatear con los precios. Parece que no dará su brazo a torcer.

Muy bien entonces, lamento molestarte, solo voy a llevar una armadura de cuero y 4 cuchillos arojadizos por favor digo, siempre tranquilo, sin sentir pesadez por haber fracazado en mi intento de regateo.