Partida Rol por web

  -Importunado? que va, que va! Me encanta que los hayas traído hasta mi redil. Al fin y al cabo, ahora son ellos los únicos que pueden entorpecer nuestros planes. Si los tengo cerca será más facil controlarlos. Earm sonrie satisfecho. El traerlos de uno en uno hacia mi presencia es para tantearlos un poco. Por ejemplo, ese elfo que acaba de salir, tiene mucha rabia acumulada en su interior. Bien manejado puede sernos beneficioso y al fin y al cabo es un mercenario. De paso, les hago entrega de unos medallones especiales... pero hablemos de nuestros siguientes pasos. Earm se sienta en la silla y toma una pose relajada. Cuando ya me haya reunido con los otros dos, saldré y os encomendaré una pequeña misión para probar la lealtad del resto de tus compañeros. Tu misión especial será hacer que ellos cumplan lo que yo os mande. Es posible que se nieguen a cometer asesinatos...

Kraull sonrie con amplitud.

- Si i señor, tus ordenes serán cumplidas con exito. Yo haré ver que esos asesinatos serán necesarios para el bien, el bien comun y del mundo, o quizas de esta zona. Que esos a los que debemos asesinar son seres corruptos, en contra de las creencias de nuestra realidad. Criaturas provenientes quizas del mismo averno. Yo los guiaré...confiaran en mi. Pero Alexander...el elfo que acaba de salir, no me tiene en demasiada estima, es demasiado inestable...demasiado impredecible.

Dijo sabedor de que Alexander seria un problema para Kraull, pero con buen mediador lo tendria en sus manos, cual marioneta bien entrenada. 

 Earm estalla en una carcajada de risa durante unos segundos y cuando para toma aire y suelta un suspiro. Querido Kraull, cada vez que hablo contigo te adoro más. Desde luego que esos a los que debéis asesinar son seres corruptos, tanto como que son la principal familia benefactora del templo de Atenas. Pero bueno, los detalles de la misión os los daré más adelante a todos. Ahora debo seguir con las entrevistas particulares. Si no tienes ninguna pregunta que hacerme - hace una pausa antes de seguir - y una última cosa, en cuanto ese tal Alexander, es posible que sus acciones se vuelvan mucho más inestables de lo que crees. Una mueca de maldad enfermiza se dibuja en la cara de Earm mientras juguetea con la medalla de Bahamuth que lleva colgada en su cuello.

 Sientes un pequeño mareo cuando te cuelgas la medalla al cuello, pero rápidamente se te pasa.

 El oscuro paladin no dijo nada mas y sonrió ampliamente ante las palabras de Earm. Quizas no fuera tan malo qeu Alexander fuera inestable pues tendria la escusa  para matarle si era necesario.

-Ninguna pregunta, mi señor, me retiraré par ano robarle mas tiempo.

Con una reverencia salió de la sala, para dirigirse de nuevo hacia el grupo.

 La "entrevista" con aquel hombre no duró demasiado, y Kraull salió tal y como habia entrado, denotando su orgullo, y que no se achantaria por nadie.

Sonrie a lalatith, para darle confianza, como para decirle que no era para tanto, no pasaria nada, estaria esgura.

Sabia que la elfa estaria pensando algo como si le harian alguna clase de prueba fisica, magica o de algun tipo, o que le haran pruebas de algun tipo. Pero kraull negó, quizas pensando en lo mismo que ella.

Solo cabia esperar a que los demas entrasen.

 Cuando Kraull sale del despacho el líder vuelve a asomarse y posa sus ojos en Lalaith. Acércate querida, eres la siguiente. Dice en tono cordial y señalándola con el dedo.

La entrada al culto había sido sencilla. Muy sencilla. Seguí a mis compañeros, sin apartarme mucho de Kraull. El oscuro paladín me hacía sentir segura.

Apenas entrar la multitud me sorprendió. Los seguidores de este oscuro dios dragón eran demasiados. ¿Cómo haríamos para deshacer semejante organización siendo tan pocos? Sin embargo, lo que más me impresionó fue el lider. ¡Era un elfo! ¿Cómo podía estar a cargo de una organización así? ¡Iba en contra de todos nuestros dogmas como raza! Y ese ojo ambarino, tan inquietante... Cuando nos alcanzó no fui capaz de sostenerle la mirada. Que fuera de la misma raza que el me avergonzaba. Sin embargo intenté mostrarme impasible, no quería delatarnos y meternos en problemas simplemente porque mi moral estaba asqueada.

El lider se entrevistó con Alex primero y luego con Kraull. La tensa situación no me dio tiempo de interrogar a Alex antes de que Kraull saliera y el lider me convocara. Sin embargo, el paladín, al salir me tranquilizó tan solo con su mirada. Le sonreí y rocé su mano al pasar a su lado para ir a mi entrevista. Fuera lo que fuera que me esperaba allí adentro, estaba lista para hacerle frente.

Cuando entras al despacho, un sitio bastante austero con tan solo una mesa, una silla y un sofá. Uno de los guardas que habían entrado al principio cierra la puerta nada más entrar tu. El líder se encuentra sentado en el sofá, en una posa relajada, con las piernas cruzadas.

-Pasa y ponte cómoda preciosa, no te dejes intimidar por mis guardias. A menudo tienen modales muy rudos pero en el fondo son buena gente. Pero bueno, no estas aquí para conocer a mi guardia personal. Tan solo quiero que me respondas a unas preguntas...

Me encuentro observando el comportamiento de los cultistas, una multitud así es algo muy tentador para alguien como yo. Sin demasiada dificultad podría robarme lo que alguno de ellos tuviera en sus bolsillos... en ese momento sale Kraull, orgulloso, de su entrevista.

Kraull había pasado la prueba del líder. Quizás fuera el orgullo o el deseo que en algún lado de mi ser quería que Kraull fallara, pero aquello se me hizo extraño. ¿Cómo era posible que el paladín lograra responder sus preguntas y luego salir de aquel modo, orgulloso y tan campante?

El líder quizás le hubiera descubierto y el idiota de Kraull no se enterara...

Me acerco a Kraull y al enano para intentar averiguar cómo había sido su entrevista.

- Y? Qué te preguntó? Fuiste honesto? - pregunto a Kraull en voz baja para no ser oídos por el resto. Igualmente intento hacer preguntas que no delaten nuestro engaño.

 -Tan honesto como ese rufian se merece Alexander. No me hizo preguntas, solo que me necesitaba para una mision que quizas nos encomendará. No me hace gracia trabajar así, pero el dinero es necesario para la subsistencia y quizas así pueda saber algo mas.

Le respondió con sinceridad el Paladin al elfo. Kraull tenia sus razones, no habia mentido a elfo y estaba en paz con su alma. Solo rezaria por ella por trabajar en aquella situacion.

 Tan honesto como ese rufian se merece Alexander.-> Mi señor es un rufian, y merece toda mi sinceridad

No me hizo preguntas, solo que me necesitaba para una mision que quizas nos encomendaráNo me hace gracia trabajar así, pero el dinero es necesario para la subsistencia y quizas así pueda saber algo mas. -> Una mision que no le gustaba hacer porque estaba con Alexander, el enano y ...la unica que se salvaba de su odio infinito era Lalaith, pues era una buena presa a seduir. y parece que con ese roce en la mano habia conseguido algo.

No habia mentido ni a uno, ni a otro, solo habia manipulado qiuzas un tanto sus palabras, para no llegar nunca a decir lo que realmente pensaba o deseaba. Kraull era muy meticuloso con sus palabras.

Asiento con la cabeza y vuelvo a separarme del paladín.

Este idiota habla como si nadie le escuchara... nos va a terminar metiendo en problemas, mejor mantenerme alejado.

Aprovecha las entrevistas para hablar con algunos de los cultistas, intentando averiguar más sobre el culto. Me acerco a uno de ellos, alguien joven de ser posible y cercano a la salida.

- Buenas - me presento. - Soy Alexander, nuevo por aquí. Estamos todos aquí? Creí que seríamos algunos más.

A pesar de la confianza con la que me dirigí a la entrevista, al quedar a solas con el Lider me sentí un poco intimidado. Alex y Kraull habían atravesado la prueba sin contratiempos, debía tranqulizarme para que yo saliera exitosa también.

Tomé asiento aceptando cortesmente la invitación y me dispuse a escuchar.

-Como diga Señor. Estaré encantada de satisfacer vuestra curiosidad- aparentando total calma sonreí. ¿Cuan malo puede ser esto? Ya estoy en el baile... ahora es turno de bailar.

-Verás, comprenderás que no me puedo permitir el lujo de confiar ciegamente en cualquiera que entre en mi casa. La prueba que os pusimos en el gremio de ladrones tan solo fue para medir vuestras capacidades físicas, necesitaba saber si estáis preparados para lo que está por venir. Pero la auténtica prueba de fuego la tenéis que pasar ante mi. Necesito saber cuáles son vuestras verdaderas intenciones. Por ejemplo, ¿qué motivos te han impulsado a unirte a nuestra gran familia?

Alexander se acerca a un sectario. Se trata de una mujer joven, de unos 25 años más o menos.
Hola Alexander, encantada de conocerte. Yo me llamo Layla. Bienvenido al culto de Bahamuth - dice amablemente estrechándote la mano - No conozco a todo el mundo, así que no se si estamos todos o no...

- Pero seguro que si fueramos muchos más los que suelen venir lo notaría. - pregunto a la mujer intentando averiguar algo más - Se celebra a Bahamut todos los días imagino, no creo que mereciera menos.