Partida Rol por web

Los Monjes de la Nada

10 - Rostros Vacíos

Cargando editor
18/09/2008, 13:21
Ónemar

-¡Que yo... hice... qué???? - los ojos abiertos como platos de Ónemar distorsionaban sus facciones en una mueca de incredulidad que se convirtió en un gesto de extrañeza a los pocos segundos -. Ayron, amigo, ¿Te encuentras bien? No sé de qué me estás hablando.

Cargando editor
18/09/2008, 21:14
Dammeryn
Sólo para el director

El soldado detuvo el caballo y lo calmó con una palmada amistosa en las crines. Se había portado bien y merecía descansar. Dammeryn no era tan loco de salir a campo abierto sin más...y en todo caso, mantenía a su perseguido a la vista. No lo perdería, aunque fuera cogiendo distancia, pero no tenía sentido meterse en un problema más serio por un suicida.

Esperó un poco y observó hacia dónde se dirigía, y de la misma manera, miró alrededor a ver si el galope de su compañero había despertado más curiosidades.

Cargando editor
18/09/2008, 22:00
Ayron Derkbal

No podía creerme lo que estaba oyendo. ¿Acaso mi amigo había perdido el juicio? ¿O era yo el que había imaginado todo lo sucedido?

Miré de hito en hito a Ónemar, para luego desviar mi asombrada mirada hacia aquellos que habían combatido junto a mí en el exterior de las murallas, como si quisera que respondieran a una pregunta que no podían oir, pues mis labios parecían incapaces de pronunciar una sola palabra.

Intenté rememorar lo sucedido hacía tan solo unos minutos, ubicando con exactitud a cada aliado y enemigo en el terreno de combate....eso era algo que se me daba bastante bien debido a los años que había pasado inmerso en batallas fronterizas.
Y mi conclusión estaba clara. Si el enemigo no se hubiese visto realentizado, ninguno de nosotros habría conseguido salir con vida de aquel campo de batalla, y posiblemente la aldea no sería más que un despojo humeante.

¿Quieres decir que no recuerdas lo ocurrido? - conseguí preguntarle finalmente - ¿Nada en absoluto?

Ahora le miraba con gran preocupación en los ojos. Quizá tuviera que hablar con Illiana para ver si ella podía hacer algo por Ónemar. - Amigo mío - continué - atravesaste las puertas entonando una especie de canto o plegaria, y el enemigo se vió mermado en su posibilidades de movimientos......era como si dos formas distintas de discurrir el tiempo compartieran el mismo espacio. Eso nos salvó.

Cargando editor
21/09/2008, 19:35
Deron Nisha

Al alcanzar los primeros cuerpos, Deron dio por fin un respiro a Nocturna, y quizá a Dammeryn, mientras desmontaba en un movimiento fluido que dejaba igualmente frenar a su montura, cruzándola con su línea de avance. El guerrero se dirigió a trompicones hacia el primero de los enemigos caídos, desenvainando su espada mientras trataba de mantener el equilibrio; no por su propio cansancio, al que era ajeno en su enajenación, sino más bien por la nube de sentimientos que anegaba su raciocinio.

Al llegar a la altura del infortunado anónimo, el acero sesgó el aire con la misma facilidad que las tripas del caído, mientras la rodilla izquierda del espadachín besaba el suelo embarrado y harto de sangre. Sus fríos guanteletes se hundieron en las entrañas del monstuo sin mente, apagada ya su vitalidad, mientras gritaba al destino, a los hados, a su suerte maldita:

-¿¡DÓNDE!? ¿¡DONDE ESTÁ EL BEBEDIZO!? ¡¿CON QUE!? ¿¡CÓMO!?- chilló desgarrado ante la atónita mirada de Dammeryn.

Notas de juego

Busco algo sobre la misión 1 que te expuse, master.

Cargando editor
22/09/2008, 08:22
Director

El soldado, arrastrado por la locura que le poseía en esos momentos, se sumió en un estado de destrucción que le llevó a desgarrar las entrañas de los caídos, tratando de encontrar en su interior alguna explicación lógica para su comportamiento. Él mismo sabía, en algún lugar de su interior al que no quería escuchar, que no encontraría nada. Quizás ya hayan desaparecido los restos del bebedizo, quizás...

Tras unos momentos de furia y destrucción sin freno, con los brazos cubiertos de sangre y el resto del cuerpo conquistado por el barro Deron Nisha cayó de rodillas en la tierra sin obtener de ella ni de los que dormían en su seno mayor explicación que la que ya tenía.

Cargando editor
22/09/2008, 08:22
Brúnil Sondrent

Al escuchar la conversación entre el caballero y el sacerdote, aquellos más cercanos se giraron hacia ellos curiosos. Brúnil, con Illianna aún en sus brazos, Niklos, Mélegat, Henry y Nhadia se detuvieron antes de marcharse hacia el refugio que el Magistrado Méliant les ofrecía. Incluso el veterano gobernador se paró a mitad de las escaleras al notar que no le seguía nadie.

-Sacerdote, puedo asegurarte que ocurrió tal y como dice Ayron – la voz de Brúnil sonaba cansada, pero sus palabras fueron amables -. De no ser por ti, por lo que quiera que sea que hiciste, en estos momentos muchos de nosotros aún estaríamos ahí fuera. Nuestros cuerpos descansarían sin vida sobre el barro.

Cargando editor
22/09/2008, 08:27
Ónemar

Ónemar no daba crédito a lo que escuchaba. Su mente digería a gran velocidad las implicaciones y el significado de todo aquello.

-Pero... yo... no... yo no hice nada

Se apoyó en el borde serrado de uno de los troncos que formaban la empalizada y se pasó la mano libre por la frente.

-No sé a qué os referís. Cuando crucé la empalizada bajé del caballo y me giré para ver si todos conseguíamos entrar, llegar a la aldea antes que los atacantes. Recuerdo… no estoy seguro… creo que cuando me volví la puerta ya estaba cerrada.

Cargando editor
22/09/2008, 13:48
Melegat Ansey

El minero se vuelve lentamente, con movimientos pesados, al ver que todos se detienen para escuchar la conversación entre Ayron y Ónemar.

No le interesaba en absoluto, en gran medida debido al cansancio del combate y al temporal hostil que les acompañaba desde hacía horas, pero tras enterarse del tema que se trataba, no pudo reaccionar de otra forma que alarmándose.

-¿Dices que no recuerdas nada, sacerdote?...es como si hubiese un vacío en su cabeza, no se acuerda de lo que sucedió durante la lucha...esto no puede ser otra cosa que...brujería...¡quizá esté hechizado!.

El minero examinaba con desconfianza al sacerdote, lo había visto rezar sus plegarias ante los portones como el resto y también había percibido la reacción inexplicable de todo ello. Que Ónemar no recordase nada de aquello le causaba aún más inseguridad que la que venía acumulando tras observar tantas situaciones irracionales en poco tiempo.

Cargando editor
26/09/2008, 12:28
Niklos Vénesit

El sacerdote no tuvo tiempo de responder a la pregunta de Mélegat, sus palabras fueron silenciadas por el vozarrón de Niklos Vénesit, el caballero Avernio.

-¡Mirad allí! ¡En la llanura! - señalaba por encima de la empalizada, al lugar en el que poco antes había tenido lugar la batalla -. Es ese soldado, el que ha huido a caballo.

Siguiendo la dirección de su brazo los allí reunidos vieron como Deron salía al galope dentre la espesura. El soldado saltó de su caballo y se sumió en un estado de destrucción que le llevó a desgarrar las entrañas de los caídos. Desde donde estaban podían ver como abría el vientre de los asaltantes muertos y como con sus propias manos, enfundadas en los guanteletes metálicos, les sacaba las tripas y los intestinos. Tras unos momentos de furia y destrucción sin freno, con los brazos cubiertos de sangre y el resto del cuerpo conquistado por el barro Deron Nisha cayó de rodillas en la tierra.

No había rastro alguno del soldado Dammeryn, que había salido poco antes en su persecución.

Cargando editor
26/09/2008, 22:22
Ayron Derkbal

¡Por Gulvath! - exclamé tras subir a toda prisa hasta la parte más alta de la empalizada y mirar en la dirección que indicaba el caballero - ¿Qué clase de locura le domina?

Cuando había escuchado la voz de alarma, lo primero que pensé es que el momento de tregua había finalizado y volvían a atacar la aldea, quizá incluso con más fuerza que antes, lo que sería nuestro fin con total seguridad.
Sin embargo aquello era mucho peor de lo que mi mente hubiese podido imaginar, pues lo que estaba viendo era una carnicería realizada por las manos de un aliado, profanando los cadáveres que, pese a ser enemigos, habían muerto en combate.

En la tierra fronteriza de donde procedía, ese acto podría haber sido castigado con la muerte.....pero Deron no era así. Lo sabía pese al poco tiempo que hacía que lo conocía.
Era un hombre valeroso y recto, por lo que si estaba cometiendo aquellas atrocidades debía ser porque le aquejaba un mal que no podíamos ver.

¡Abrid las puertas! - grité descendiendo con la misma velocidad que había utilizado para subir - Voy a ir por él, y preparad cualquier cosa que pueda servir para calmarle. Quizá alguna hierba.

Mientras esperaba a que las puertas se abriesen, entendí qué había algo más en la escena que me había llamado la atención.....Dammeryn no estaba con Deron, pese a que había salido tras él unos minutos antes.
¿Acaso......? No, no podía ser que Deron hubiese asesinado a un aliado....¿o sí?

Cargando editor
27/09/2008, 18:42
Illianna Sondrent

Un paisaje desolador, una llanura árida, seca, una tierra polvorienta y gris... Una sombra que se cierne sobre ella, y el ulular del viento... la tierra se desgaja, y manos muertas desgarran cada centímetro, aparecen de las profundidades, desentierran sus propios cuerpos... Cuerpos exánimes, monstruosamente mutilados, que se arrastran y avanzan hacia ella, mirándola con ojos vacíos, cuencas óseas, girones de carne colgando de huesos en movimiento... en el horizonte la sombra se hace tiniebla, y se acerca, contiene la maldad toda, ya no es la muerte, es algo peor, ella lo sabe. Tiembla, quiere gritar, escapar, y no puede. Junto a ella sus amigos, su hermano, gentes de Conira, todos impávidos, inmóviles, se han convertido en piedra, roca inanimada, no hay dolor, no hay sentimiento. Sólo ella, será arrasada, derrotada, eternamente condenada mientras el sufrimiento se esparce sobre la faz de la tierra, por su culpa, ha fallado, les ha fallado a todos, no supo verlo en su momento, y ahora es tarde...

Una voz lejana rompe la noche, una voz que truena, que clama. Poderosa y alerta, ¿qué ocurre...?

Poco a poco la bruma se despeja, y Illianna comprende que está soñando, que está sumida en una pesadilla propiciada por el cansancio y el miedo, no hay tales visiones, no puede haberlas cuando abra los ojos. Pero la voz sí que existe, sí que es real, y la alarma que lleva en ella, también...

Abre los ojos por fin para encontrarse en los brazos de Brúnil, protegida, y a salvo. Pero la voz del avernio sigue resonando en su cerebro, y ahora la de Ayron, parece que algo está pasando tras las Puertas...

-Brúnil... ¿qué ocurre, hermano, qué ha sucedido...?

No es una pregunta, es una inquietud. Illianna se deshace del abrazo, enteramente despierta, y sigue con la mirada la dirección que Vénesit señala. Un segundo basta para hacerse cargo de la respuesta...

Cargando editor
28/09/2008, 19:51
Melegat Ansey

Apenas sobrepuesto ante la repugnancia de las heladoras imágenes, Mélegat avanza varios pasos hacia los portones, hacia los que parece dirigirse Ayron Derkbal.

-¡¡¡NO SE TE OCURRA!!!, ¡No permitiré que la locura y la maldad entren por esas puertas!, ¡si quieres salir hazlo, pero no habrá camino de vuelta!...¡Y por la gran roca que puedes estar seguro de lo que digo!.

¿Traer a aquél sanguinario enajenado a Conira y poner en peligro las vidas de los aldeanos y de todo el grupo? era algo que sólo a un ingenuo caballero se le ocurriría, atendiendo a los juramentos de sus hermandades guerreras antes que a la lógica de la situación.

No podía permitir que algo así sucediera, no ahora, tras haber resistido férreamente ante el asalto al pueblo, sería traicionar a todos aquellos hombres de Conira que yacían sin vida al otro lado de la empalizada, sumergidos en fango y sangre.

El enorme minero miró a sus espaldas esperando ser apoyado por el resto de la compañía.

Notas de juego

Ayron, tu llegada a nosotros es como dejar paso a la maldición. Pues traes el mal a este lugar, Portador del Anillo, digo...del sanguinario enajenado XD.

Cargando editor
28/09/2008, 22:28
Ayron Derkbal

Frené mis pasos cuando, ante mí, apareció la pelirroja figura de Melegat. Al parecer estaba poco dispuesto a dispensar ayuda a aquel hombre que permanecía fuera de las castigadas murallas....un hombre que también pertenecía al lugar y que había luchado junto a ellos, arriesgando su vida como todos lo que se encontraban allí.

Avancé lentamente hasta el hombretón y, con movimientos muy lentos para que no se sintiera agredido en ningún momento, puse mi mano derecha sobre su hombro, haciendo una leve presión para apartarle hacia un lado y que me dejase el camino libre.

Tal vez algún mal aqueje a Deron - respondí de forma serena - pero ese hombre luchó por nosotros, y si no fuera por él, seguro que muchos de los que aquí estamos no podríamos ahora seguir respirando.

Suspiré un instante al ver en lo que podía convertirse un hombre aguerrido cuando el miedo lo atenazaba, aunque ese miedo no fuese por su propia vida, sino por aquellos a los que quería salvaguardar.

Si he de quedarme fuera junto a él - continué - y no habéis de prestarle auxilio.....que así sea. No os lo reprocharé, pero yo pienso ir a buscarle de todas formas.

Aparté la mirada de Melegat para dirigirla nuevamente hacia aquellos que se encargaban de las puertas, repitiendo la orden que había dado anteriormente - ¡Abrid las puertas!

Notas de juego

Si encuentro a Gollum os lo traigo, jajajaja

Cargando editor
29/09/2008, 11:09
Director

Las acciones del soldado iban más allá de la pura locura. Dammeryn conocía bien lo que la guerra podía provocar en las mentes de los hombres, pero no esperaba que Deron Nisha reaccionara de aquella forma.

Por lo poco que sabía de él se trataba de un soldado experimentado, que gozaba de la confianza del Capitán DeValin y que ejercía de mando en Conira en su ausencia. Alguien así, con años de servicio, no podía perder la cabeza por una batalla fugaz, sangrienta e inexplicable cierto, pero fugaz, como la que acababan de sufrir.

Los actos de Deron no provocaron ninguna reacción aparente de los atacantes, nada se movía en el bosque, como si hubiesen desaparecido por completo. En cambio, desde la empalizada le llegaban a Dammeryn los gritos horrorizados de los aldeanos y de sus compañeros de viaje. Desde donde se encontraba alcanzaba a escuchar voces enzarzadas en una discusión.

Por lo demás, todo era calma. La lluvia seguía azotando su rostro. Deron se hincó de rodillas en el suelo y perdió toda energía.

Notas de juego

Perdón, daba por hecho que la respuesta de Deron, que puso en abierto también para tí, te daría pie suficiente para actuar sin mi intervención.

Tema subsanado. ;-)

Cargando editor
29/09/2008, 11:16
Director

Casi ni los escuchaba, su mente estaba azotada por los recuerdos y los misterios como su cabeza lo estaba por la lluvia. Casi ni los escuchaba, pero remotamente, desde algún lugar, llegaban hasta él los gritos horrorizados que procedían de los hombres que situados en la empalizadan observaron sus acciones.

Notas de juego

Pensé que tu último post daría pie a Dammeryn para actuar sin mi intervención. Perno no fue así. Ya le posteé, tema arreglado.

Cargando editor
29/09/2008, 18:11
Dammeryn

Muy lentamente, con los sentidos puestos alrededor de él, en los lugares ocultos que daban buena visibilidad para arcos y jabalinas, en los setos tras los cuales podían esconderse varios hombres fuertemente armados, el soldado se acercó a Deron. Llevaba el escudo afianzado en el brazo izquierdo, como protección que nunca estaba de más, y se acercó por la parte desprotegida de Deron, ya que no sabía si su reciente locura iba a aumentar hasta hacerle atacar a un aliado. Cuando llegó a su lado, sin apartar la vista de alrededor, con el escudo puesto entre Deron y él mismo de forma casi casual, le habló en tono suave.

- Ven con nosotros, Deron. Aquí sólo hay muerte para ti, y si nos abandonas, también podría ser la muerte de muchos inocentes.

Cargando editor
29/09/2008, 18:18
Magistrado Méliant

-¡ABRID ESAS PUERTAS! - el grito del Magistrado Méliant acompañó al del caballero Derkbald autorizando a los soldados a acatar sus órdenes. Su expresión mostraba una resolución absoluta - El que está ahí fuera es Deron, vuestro compañero de armas, el que tantas heridas ha recibido por vosotros, el que tantas veces salvó vuestras vidas, ¡de todos sin excepción! No se va a quedar ahí fuera, oh no, eso os lo puedo asegurar.

A pesar de su edad caminaba a grandes zancadas hacia los soldados y el resto de personas que se congregaban ya ante las puertas. Los aldeanos se apartaban a su paso rehuyendo su mirada.

El pequeño anciano, que apenas alcanzaba a la altura de su cabeza el ombligo del minero, se plantó ante él con gesto desafiante y cuadró ambos puños en la cintura.

-Mélegat, ya sabes que eres bien querido en esta aldea y que cuentas con nuestro respeto y nuestra gratitud, más aún después de la ayuda que nos habéis prestado en el día de hoy, pero no te corresponde a ti tomar esta decisión. Esas puertas van a abrirse ahora mismo y la gente de Conira saldrá a prestar ayuda a uno de sus hombres, te guste o no. ¡Aunque para ello tenga yo que apartarte de ahí con mis propias manos!

Y el anciano parecía muy dispuesto a hacerlo...

Cargando editor
29/09/2008, 18:21
Henry Deliambert

-¡Mirad! Dammeryn ha aparecido - Henry señaló al soldado que salía de entre los árboles y se acercaba cautelosamente hasta la posición que ocupaba Deron.

Se le notaba cauteloso y se protegía tras su escudo de cualquier posible ataque. Avanzó hasta situarse junto al hombre arrodillado y comenzó a hablar con él... al menos Dammeryn si hablaba.

Cargando editor
29/09/2008, 18:33
Brúnil Sondrent

-No ocurre nada hermanita, te quedaste dormida después de cur.. eh.. ayudar a Dammeryn y a Ayron. Todo está bien, ahora iremos a descansar y a comer algo - Brúnil trató de tranquilizar a Illianna sin permitir en ningún momento que ésta rompiese el contacto con su brazo.

Cargando editor
29/09/2008, 18:58
Melegat Ansey

Resoplando, con el ceño fruncido y los dientes a punto de hacerse trizas, Mélegat apartó la mano de Ayron de su hombro con un brusco movimiento y cruzó a escasos centímetros del magistrado dando grandes zancadas.

Mientras seguía el rastro de Brúnil e Illianna, gritó sin darse la vuelta, pero con una voz ronca y potente, que aseguraba la escucha de los demás:

-¡Vosotros sabréis!

No era dado a extensas frases, pero lo que no podía decirse de él era que cada vez que abría la boca, no era para decir algo contundente.

Embarrado y empapado, el minero se encaminó en busca de refugio y alimento junto a los Sondrent...pero eso si, sin alejarse demasiado de su martillo de guerra.