Partida Rol por web

Los Monjes de la Nada

5 - La fiesta de compromiso

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06/08/2007, 13:50
Melegat Ansey

El combate era angustioso, la adrenalina corría por las venas, la furia lo inundaba todo y movía cada músculo del cuerpo de Mélegat.

El barrido de su martillo había puesto al monje en una situación comprometida...tendido en el suelo como la culebra que era...

El minero no dudó un instante en aprovechar la situación...más bien no pudo frenar su ansia de venganza por los acontecimientos sucedidos anteriormente...y agarrando con ambas manos el martillo, lanzó una estocada hacia el cuerpo de la siniestra criatura.

- Tiradas (2)

Tirada: 1d10+5
Motivo: Iniciativa
Resultado: 5+5=10

Tirada: 1d20+12
Motivo: Estocada
Resultado: 3+12=15

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07/08/2007, 08:39
Director

Mélegat se dispuso a descargar el golpe letal sobre el Monje, que se debatía por recuperar el equilibrio, no obstante y en contra de lo que cabía esperar, éste fue más rápido y consiguió levantarse del suelo antes de que el minero acabara con su vida.
La habitación era pequeña y el Monje tenía dificultades para mantener una distancia de seguridad con el martillo de guerra del hombretón, pero hasta el momento se las arreglaba para ir esquivando sus arremetidas.

- Tiradas (2)

Tirada: 1d10+3
Motivo: Iniciativa Monje
Resultado: 10+3=13

Tirada: 1d20+4
Motivo: Esquiva Monje
Resultado: 19+4=23

Notas de juego

Vaya suerte! Un 10 sobre 10 y un 19 sobre 20.
Las tiradas son las tiradas. Lo siento.

;-)

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07/08/2007, 08:50
Willer Ansey

-¡¡Hermano!! - el grito de alarma de Willer desde la puerta resonó en la habitación -. ¡¡Illianna!!

Inmediatamente, al percatarse de la crítica situación, el valeroso joven desenvainó su espada y corrió en ayuda de su hermano.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10+6
Motivo: Iniciativa Willer
Resultado: 4+6=10

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07/08/2007, 09:04
Monje

Al ver que un nuevo atacante entraba en la habitación, el Monje apuntó con su bastón hacia Mélegat y se concentró cerrando los ojos...

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10+3
Motivo: Iniciativa Monje
Resultado: 10+3=13

Notas de juego

Otro diez... creo que voy a ir a comprar un billete de lotería.

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07/08/2007, 11:03
Melegat Ansey

El monje se retorció como una rata para esquivar el martillazo, que fue a parar al suelo entablado, quebrando un trozo de madera.

Mélegat devolvió el arma a su lugar antes de que el monje tuviese tiempo a atacarle. Apenas veía nada más que no fuese ese oscuro ser...Illianna...Henry...eran sólo recuerdos, una voz resuena a sus espaldas, le es familiar más no consigue saber qué dice...nisiquiera mira hacia atrás, está demasiado ocupado intentando aplastar a ese siervo del mal...

Entonces el Monje deja de moverse con agilidad y se planta frente a él, apuntándole con su extraño bastón.

Mélegat intenta atacarle para evitar ser dañado, pero el monje parece adelantarse a sus movimientos.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10+5
Motivo: Iniciativa
Resultado: 7+5=12

Notas de juego

Jaja, no importa, más interesante de esta manera...así todo puede suceder...

No he tirado mi próximo ataque porque el monje me ha ganado la iniciativa, asi que supongo que he de tirar una vez resuelto su ataque.

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07/08/2007, 11:31
Director

Una vez más el Monje fue más rápido.

Mientras Willer pasaba corriendo a su lado dispuesto a atacar a su enemigo, Mélegat observó como los labios del Monje se movían, pronunciando palabras desconocidas para él. Fue sólo un instante, una mera sensación, pero notó como si el aire a su alrededor fuese consumido por… la nada. Podía apreciar como el vacío lo rodeaba.
Su espíritu se doblegó, se sintió desfallecer, sitiado por la desesperanza y el desánimo, sentimientos provocados sin duda por algún tipo de poder sobrenatural. Por un instante deseó soltar su martillo y tumbarse en el suelo a … morir.
Mas halló algo a lo que aferrarse. Sus ojos miraron por un instante el cuerpo sangrante de Illianna, su buena amiga Illianna, y la furia volvió a dominarle. Su propia rabia y el dolor le permitieron superar el desánimo y la desesperanza que el Monje había provocado en él.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10+3
Motivo: Ataque del Monje
Resultado: 9+3=12

Notas de juego

Traduzco para los no iniciados. El Monje ha utilizado sus poderes con Mélegat para doblegar su voluntad y su espíritu, pretendiendo sumirlo en un estado de desesperación tal que abandonara todo impulso por la lucha y se dejara arrastrar a la desesperanza, pudiendo acabar incluso suicidándose.
Pero en este tipo de tiradas, Illianna lo sabe bien, el resultado del dado se toma a la inversa, es decir, cuanto menos mejor. Así pues el intento del Monje esta vez no ha sido muy afortunado y Mélegat ha conseguido sobreponerse y dominar su propia alma.

Vuestro turno...

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07/08/2007, 11:34
Melegat Ansey

Notas de juego

Se ha cambiado los destinatarios de tu anterior mensaje. ¿Tiro a esquiva para agilizar el combate o vas a narrar como ataca el monje?

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07/08/2007, 11:52
Director

Notas de juego

No es necesario que tires Esquviar. El Monje ha utilizado magia pero ha fallado.

No se muy bien a qué te refieres con que ha cambiado los destinatarios de mi anterior mensaje. ¿Puedes aclarármelo?.

Creo que has posteado mientras yo tenía el mensaje abierto.

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07/08/2007, 12:06
Melegat Ansey

Notas de juego

Ups, fallo mío, como bien dices posteé mientras tenías abierto el mensaje jeje, ahora lo leo y contesto.

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07/08/2007, 12:12
Director

Illianna notaba como la vida se le escapaba de entre las manos. Curiosamente, en ese momento no pensó en sí misma, ni tan siquiera en la propia muerte. Por su mente únicamente pasaban los rostros de aquellos a quienes no volvería a ver más. Pensó en su hermano Brúnil, allí postrado en una cama y quien no volvería a acariciar su rostro. Pensó en los dos pequeños que la esperaban en el rancho, Nínber y el pequeño Yolic. Recordó sus caritas… y sintió lástima por ellos. Pensó en Áraen, el hermoso Frisón con quien compartía sus más felices momentos. ¿Qué sería de él ahora? ¿Quién lo cuidaría?
Illianna sintió una profunda pena en su interior por todos aquellos a los que conocía o que había conocido. Finalmente, el rostro de su madre se apareció ante ella, tan real y tan tangible como cuando la arropaba en la cama antes de dormir… entonces se dio cuenta cuanto echaba de menos a su madre.

El frío se apoderaba de su cuerpo, que no de su mente. Sintió a su alrededor el aliento de la propia muerte. Era consciente de lo que ocurría a su alrededor, pero todo pasaba demasiado despacio.

Sin embargo, aquella fuente de calor sobre su pecho seguía aferrándose a su vida. Sobre su corazón, el colgante de la Rosa Blanca emanaba calidez y serenidad. Una luz blanca comenzó a surgir del colgante y envolvió a la propia Illianna, una luz que se extendió sobre todo su cuerpo y alcanzó una intensidad tal que cubrió todo cuanto se veía en la habitación, eliminando los colores. A la vez que la luz la envolvía sintió calor, paz, serenidad, calma. Ya no había dolor, ya no había miedo. Notó como se elevaba en el airen, tan sólo un palmo, o quizás bastante más y llegara hasta las nubes. Sintió que su cuerpo flotaba en aquella luz divina. A sus oídos llegó una melodía tranquilizadora. ¿Acaso era así la muerte? ¿Es esto lo que espera al otro lado?

De repente pudo respirar con normalidad. La sangre ya no impedía el paso del aire por su garganta. Llevó sus manos hacia la piel y notó una pequeña cicatriz, pero ya no había herida abierta, ya no había sangre… y tampoco había colgante, ni rosa. Se había diluido entre sus manos y, de alguna forma lo supo, se había vuelto a convertir en las lágrimas del muchacho, las cuales cerraron la herida y penetraron en sí misma. Se encontraba mareada y abrumada por la experiencia que acababa de sobrevenirle. Se había encontrado a sólo unos instantes de la muerte. Sin embargo, ahora podía respirar con normalidad y no sentía dolor alguno. La mortal herida había quedado reducida a una pequeña cicatriz plateada y un tatuaje en forma de rosa que la cubría.

A parte del normal desconcierto y confusión, Illianna se encontraba bien, de hecho se encontraba mejor que nunca. Se sentía fuerte y con energías. De alguna forma, líquido en que se convirtió la Rosa Blanca entró en su cuerpo y la fortaleció. Ya no notaba fatiga y, lo que era aún más extraño, podía percibir cada una de las partes de su cuerpo con total claridad. Tendones, huesos, músculos, órganos… hasta la más pequeña fibra de su ser físico se mostraba ante sí sin misterio alguno en estos momentos.

Entonces su ser, su conciencia, volvió a la realidad que la rodeaba. La habitación volvió a ser tangible para ella y sus oídos captaron la lucha que tenía lugar entre su agresor y su buen amigo.

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07/08/2007, 12:12
Melegat Ansey

El monje susurró algo...y de pronto todo fue invadido por...la nada...por el mal absoluto...por la oscuridad.

Mélegat estaba en el punto central del vórtice oscuro...allí dentro reinaba la tragedia, la desgana y la tristeza...sus músculos comenzaban a fallarle...iban perdiendo su fuerza y dejando que el martillo resbalase lentamente por sus manos...más al bajar la mirada pudo observar a su querida Illianna...muerta...y la rabia alzó de nuevo el martillo mientras hacía que el minero gritase por el esfuerzo.

-¡ARRRGHHHH!

Un nuevo golpe descendente cargado de furia asesina cayó en dirección al monje oscuro.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20+12
Motivo: Martillazo
Resultado: 15+12=27

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07/08/2007, 13:55
Director

Mientras Mélegat se reponía de la acometida espiritual del Monje, su hermano Willer atacó con la espada a su enemigo. Éste consiguió esquivarle desplazándose hacia la esquina donde se encontraba la cama de Brúnil, pero quedó a descubierto y a merced del martillo de guerra del minero.

Impulsado por su carrera y reuniendo toda su fuerza en un ataque, Mélegat golpeó en el pecho al Monje con su arma, lanzándolo por encima de la cama del postrado criador de caballos y haciéndole impactar contra la pared del fondo de la estancia. El golpe fue terrible, por toda la habitación pudo escucharse el crujir de los huesos del tórax del Monje al romperse bajo el metal del martillo. Nadie podría sobrevivir a un impacto como ese.

En ese instante, una luz blanca comenzó a inundar la habitación. Surgía del cuerpo de Illianna, una luz que se extendió sobre ella y alcanzó una intensidad tal que cubrió todo cuanto se veía en la estancia, eliminando los colores.

De repente se incorporó. Podía respirar con normalidad y el color y la vida habían vuelto a su piel. La sangre ya no manaba de su herida, que había cicatrizado instantáneamente. Su colgante en forma de rosa había desaparecido también, pero en su lugar, podía verse un tatuaje con la imagen de dicha flor que cubría la cicatriz del cuello.

Se le veía confundida y mareada… pero estaba viva.

- Tiradas (3)

Tirada: 1d20+9
Motivo: Esquiva del Monje
Resultado: 19+9=28

Tirada: 1d20+6
Motivo: Segunda Esquiva del Monje
Resultado: 4+6=10

Tirada: 1d20+13
Motivo: Ataque Willer Ansey
Resultado: 5+13=18

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07/08/2007, 14:42
Melegat Ansey

El combate era tenso, pero se decantaba a favor de los hermanos Ansey.

Mélegat pudo ver como Willer se lanzaba hacia el monje cortando el aire con su espada. Eso le hizo tener esperanza en el éxito, y golpeó al enemigo en el pecho con toda la brutalidad que le fue posible.

Casi a camara lenta pudo ver cómo su enorme martillo de guerra se estampaba contra el tórax del siervo oscuro, haciéndolo crujir bajo su peso...después el empuje le hizo alzarse un metro del suelo, pasando por encima de la cama donde estaba Brúnil...impactando finalmente contra una de las paredes en medio de un gran estruendo.

Apenas calmada la furia del combate, una luz comenzó a brillar sobre el cuerpo sin vida de Illianna...una luz más blanca que todas las que jamás vió Mélegat...más blanca incluso que las nubes, y de tal poder que por un momento no se vió nada que no fuese ella.

El asombro se dejaba ver en el minero, antes fiero combatiente y ahora un niño atraído por lo desconocido... más sorpresa recibió, cuando la luz despareció, junto con la sangre y la herida...mostrando ante sus ojos a Illianna...con vida.

-¡Illianna! ¡Estás viva!

Sin saber muy bien cómo había podido suceder una cosa como aquella...más sin quererlo saber del todo, el hombretón dejó caer su arma y corrió a abrazar a su amiga.

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08/08/2007, 00:26
Illianna Sondrent

El rostro de Illianna es el completo reflejo del sinfín de sentimientos que acaban de atravesar su espíritu. El dolor, la muerte. La desesperanza, la importencia... y, a pesar de todo, la fe.

Se incorpora, aturdida, desconcertada. Se lleva las manos al cuello, donde debería estar el terrible corte que habría debido acabar con su vida. Pero en vez de eso, y gracias a las lágrimas de un ser puro que lloró por ella, por la humanidad, lo que encuentra es una pequeña cicatriz plateada. Y encima, como eterna prueba, como perpetuo recuerdo de que la vida persiste y la bondad vence, el perfil tatuado de una rosa blanca.

Siente entonces el calor que Melegat, en toda su envergadura del enorme y bondadoso hombretón, le transmite al abrazarla.

Y ella simplemente sonríe. Y llora.

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08/08/2007, 11:28
Melegat Ansey

-¡¿Lo viste?!, una luz apareció y lo inundó todo,y ...y...¡y ahora tu estás viva!

El gigante pelirrojo no logra comprender el por qué de los hechos...más se alegra verdaderamente de volver a ver la sonrisa de su joven amiga...

Una vez secas sus lágrimas, Mélegat se alza apoyando su rodilla en el suelo para ello. Se acerca a Henry Deliambert con el fin de saber si su estado ha vuelto a la normalidad y posteriormente examinará el cadáver del monje.

-¿Cómo sucedió todo...qué quería de vosotros?

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08/08/2007, 11:41
Director

Notas de juego

Con el golpe de Mélegat y la muerte del Monje, Henry recupera el control de sí mismo.

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08/08/2007, 20:50

En el momento que el monje muere sienten un golpe contra el piso, es Deliambert que de golpe ha quedado libre la paralisis que le provoco el monje con sus poderes y a perdido el equilibrio.

Su rostro refleja una gran lucha de su voluntad por tratar de romper el hechizo, ineficaz pero agotadora lucha.

¡¡¡¡ Illiana estas bien???? temi que hubieses muerto !!!! dice Henry sacudiendo sin querer a la muchacha.

Y gracias a ti Melegat, sino hubieras aparecido la hubiesemos pasado muy mal

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08/08/2007, 21:15
Illianna Sondrent

Poco a poco los sentidos devuelven la normalidad al cuerpo de Illianna. Una normalidad nueva, distinta. Se levanta, y se contempla las manos, los brazos, con extrañeza.

Pero enseguida se vuelve hacia los tres hombres que, junto al que yace aún inconsciente en la cama, junto a ella, han pasado a ser parte de ella misma, de su destino. Melegat la ha soltado, pero es Henry quien ahora la zarandea, rebosante de inquietud. Ella sonríe, sigue sonriendo. Y los abraza uno a uno, calladamente.

Cargando editor
08/08/2007, 21:15
Melegat Ansey

-Lo importante es que ahora estáis bien...no os lo vais a creer...pero vi a un niño...y él me dijo que Illianna estaba en peligro...no fue un sueño ni nada parecido...era un aviso...me dijo que debíamos permanecer unidos o todo caería en...la nada...

El minero parece mirar al más allá cuando termina de hablar.

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09/08/2007, 09:52
Director

La alegría y la felicidad se desbordaron entre los compañeros al comprobar que Illianna se levantaba sana y salva tras el vil ataque del Monje. Se abrazaron y lloraron dichosos por su inesperada curación, pues nadie albergaba esperanza alguna de volver a verla con vida. Sin embargo, sus ropas manchadas de sangre eran fiel recordatorio del peligro y el dolor que acababan de vivir.

Mélegat y Willer conocían a Illianna desde hacía muchos años. Compartían con ella amistad, cientos de agradables veladas al calor de una chimenea en el Mesón, y el amor por esta tierra. Los unía algo más que el cariño.

Henry Deliambert, en cambio, acababa de entrar en sus vidas, hacía tan sólo un día que le conocían, pero ya había ocupado un puesto importante entre ellos, pues así lo había querido el destino. Sólo unas horas. Cuantas cosas habían ocurrido en unas horas.

Su regocijo y sus abrazos se vieron interrumpidos por un súbito golpe y el sonido del vidrio al quebrarse. Cuando se giraron hacia el origen del mismo observaron estupefactos que el Monje, presumiblemente muerto, se hallaba en pie frente a la ventana de la habitación y había roto el vidrio que cubría la misma con su bastón. Tras lanzar una feroz mirada a Illianna con sus ojos blancos carentes de vida, el servidor de la diosa oscura se lanzó por el hueco de la ventana hacia el exterior del edificio.

Durante unos instantes permanecieron inmóviles, atónitos. No daban crédito a lo que sus ojos acababa de presenciar. Todos habían oído con suma claridad el crujir de los huesos del Monje cuando fue golpeado por el martillo de Mélegat. Con toda seguridad tendría el esternón y varias costillas destrozados, nadie podía resistir una herida así, sin embargo, el oscuro servidor había saltado por la ventana con la agilidad propia de un joven muchacho y sin presentar evidencia alguna de encontrarse dañado.