Partida Rol por web

Los Monjes de la Nada

8 - Malos Augurios

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26/12/2007, 10:39
Henry Deliambert

-En ocasiones es incluso peor, caballero - la suave voz de Deliambert casi ni se dejaba escuchar por encima del sonido ambiental -. No obstante estas tormentas no duran mucho tiempo en el valle. Son habituales pero efímeras.

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26/12/2007, 10:59
Director

Con la única excepción de alguna conversación exporádica y la tos ya constante del sacerdote, el grupo avanzaba en silencio. Las mentes se encontraban a mucha distancia de los cuerpos que habitaban.

El Caballero Ayron Derkbald había partido hacía ya bastante tiempo y ni él ni los soldados que componían la avanzadilla habían dado señal alguna de peligro durante todo el camino. La atención que al principio se prestaba a lo que les rodeaba poco a poco, e inevitablemente, fue cediendo al cansancio.

Sin embargo, de forma inesperada un grito surgió en medio del grupo.

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26/12/2007, 11:02
Brúnil Sondrent

-¿Pero qué demonios es eso? - el vozarrón de Brúnil sacó a más de uno con un sobresalto de su estado de sopor -. ¡Allí! ¡Allí! ¿Lo veis?

Señalaba hacia arriba con un brazo, hacia el cielo, las nubes y... ¡una sombra negra alada que se movía a gran velocidad y desapareció entre los árboles!

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26/12/2007, 13:40
Nhadia Demialt

La muchacha a pesar del cansancio continuaba alerta mirando entre los árboles que había alrededor del camino…

De repente, un grito altero a todos los presentes, y su primer instinto...agarrar con fuerza el mango de su daga. Preparándose para cualquier ataque inesperado…

Miró rápidamente hacia arriba... hacia donde Brúnil señalaba... Pero sólo pudo distinguir una silueta oscura escondiéndose entre las copas de los árboles más altos.

¿Otro monje? ¡SEGURO! Sí... seguro… nos llevaran siguiendo desde que partimos y nosotros como estúpidos sin enterarnos de nada... ¿Por el cielo? Jamás se me hubiese ocurrido... En estos días malditos por la desgracia sin duda hay que tener los ojos bien puestos en todos lados... Nunca se sabe…

En silencio continúa cabalgando con su nueva amiga, aunque esta también muestra cansancio… Sus pisadas ya no son tan enérgicas como al principio… y su pelaje completamente mojado le hace aún más difícil el paso…

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26/12/2007, 14:19
Melegat Ansey

El imprevisto grito de Brúnil logra acelerar el corazón de un adormilado Mélegat hasta casi el límite de sus posibilidades, tal es la sorpresa, que el minero no puede evitar que se le escape un grito de terror, que con su voz ronca no puede suponer más que motivo de mofa por quien lo escuche.

-¡¡¡AAhhhh!!!

Por más que miraba no conseguía ver aquello que su amigo señalaba, pero rápidamente comenzó a girar su cabezota en todos los ángulos, como si hubiese permanecido todo el viaje dormido y ahora se abriese un nuevo mundo a su alrededor...lleno de novedades...y peligros.

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27/12/2007, 09:24
Director

Notas de juego

Ayron ha partido del grupo y no se encuentra con vosotros. Por favor, acordaros de desmarcarlo como destinatario de los mensajes.

Saludos.

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27/12/2007, 09:58
Illianna Sondrent

-¿Qué... qué ha sido eso, Brúnil?

Con los ojos entrecerrados Illianna escudriñaba el cielo, pero lo que fuera ya no estaba ahí, o ya no se mostraba, por lo menos.

Se detuvo. Miró con atención las copas de los árboles, esperando algo.

-¡Era algo... alado! ¡Volaba! Pero.... parecía.... es decir.... no parecía un ave.... ¿No...?

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27/12/2007, 23:18
Ayron Derkbal

La caída me había dejado dolorido todo el cuerpo, pero al menos no tenía nada roto y eso ya era algo de agradecer, al igual que el hecho de ver sano a mi caballo.

Le acaricié el cuello lentamente para conseguir calmarlo, al mismo tiempo que le susurraba pequeñas palabras cuyo sentido se perdió en aquel temporal que nos azotaba...tampoco importaba, pues el tono fué suficiente para que poco a poco el equino dejara de patear el suelo nervioso - Tranquilo muchacho...tranquilo...¿con qué has tropezado?

Caminé por el barrizal desandando los metros que habíamos recorrido resbalando por el barro, el cual me cubría ahora de pies a cabeza, pero que comenzaba a limpiarse con la lluvia que seguía cayendo con persistencia.
Finalmente lo ví, algo metálico sobresalía del blando terreno por el que había cabalgado.
Sin cuidado ya por mi vestimenta me agaché y tiré de aquel objeto para descubrir lo que era.

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28/12/2007, 11:59
Director

Ayron se adentró en el fango y caminó con el agua a la altura de las rodillas hasta donde se encontraba aquel misterioso objeto metálico.

Una vez allí lo agarró firmemente y con un seco tirón lo arrancó de su húmeda morada. Pudo comprobar al instante que se trataba de un escudo circular de buena manufactura. Estaba cubierto de fango, pero con un poco de agua no le resultó dificil limpiarlo y observar el blasón que lo coronaba: Una Montaña Nevada sobre la que cruzaba en primer plano un Águila Real.

El Caballero Ayron Derkbal no tuvo que recurrir a sus conocimientos de heráldica para identificar el emblema, pues era muy conocido por estas tierras: pertenecía al Conde de Rishford, señor del castillo de Umrad.

En ese instante, un extraño olor despertó su curiosidad. Se trataba del inconfundible hedor de la carne quemándose, una hoguera que seguramente estaría siendo maltratada por la lluvia y humeaba más de lo que en justicia le correspondía. Un rápido vistazo a su alrededor levantó en su interior todas las alarmas. Localizó varios objetos desperdigados por el claro que se correspondían con una batalla muy reciente. Aunque las huellas habían sido eliminadas por la fuerte lluvia, el rastro no daba lugar a dudas.

Finalmente Ayron identificó el origen del humo. Procedía de una zona oculta a su vista, tras unos árboles.

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28/12/2007, 12:20
Brúnil Sondrent

El robusto criador de caballos llevó una mano hacia su pelo negro y se rascó la coronilla visiblemente confuso.

-No podría asegurar de qué se trataba. Algún tipo de criatura alada y de piel negra, de eso sí estoy seguro. Pero... era muy extraño, me dio la sensación de que tenía forma humana - el gesto de Brúnil indicaba que él mismo dudaba de lo que estaba diciendo.

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28/12/2007, 12:22
Ayron Derkbal

Un exabrupto se quedó entre mis dientes al comprender que había sido totalmente descuidado, pues si había algún tipo de enemigo por las cercanías yo era un blanco fácil en ese instante.

En mis manos, el frío escudo parecía quemar, tentándome para que lo soltara....mas no lo haría por el momento...¿quién se habría enfrentado en aquel lugar con los hombres del Conde de Rishford?
Una vez más mis ojos se dirigieron hacia el emblema...sabía muy bien que un soldado o un caballero no dejarían atrás su escudo, así pues ¿dónde estaba el cuerpo del hombre que lo había portado?

La respuesta fué transportada por el aire, llevando hasta mí el conocido olor de carne quemada...sin embargo no era costumbre de ningún hombre la quema de los cuerpos de los suyos, por lo tanto debían ser los cadáveres de los enemigos quienes se consumían por efecto del fuego....¿qué enemigos? A mi alrededor no había ninguna pista que me lo indicara, debía acercarme hacia el origen de aquel olor.

Me calé el escudo en torno a mi brazo izquierdo y extraje una espada para portarla en la mano derecha, cubriéndome con esa protección recogida de entre el barro mientras avanzaba hacia el lugar donde creía que se encontraba la hoguera.
No marchaba lentamente, aunque sí con cuidado de no caer de nuevo por causa del lodo...si allí había alguien ya sabría que me acercaba.

Alcancé el linde del bosque y rodeé los primeros troncos, alcanzando por fin el lugar donde poco a poco el agua aplacaba las llamas que sin duda habían ardido con fuerza.

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28/12/2007, 13:18
Melton DeValin

-Tus ojos no te engañaraon Brúnil. Yo también lo vi... ¡y que me maten si se lo que era eso! Debemos llegar a Conira lo antes posible, no obstante no me gusta dejar tras de mí posibles amenazas - el Capitán meditó durnante unos instantes mientras su caballo nervioso giraba sobre sí mismo en medio del camino -. ¡Nos detenemos unos momentos! ¡Mantenéos en el camino y agrupados! ¡Vosotros cuatro, permaneced aquí!

Sus órdenes iban dirigidas a sus hombres de retaguardia. A renglón seguido miró al resto de jinetes.

-Quiero cuatro hombres que vengan conmigo. Vamos a descubrir que demonios era esa criatura.

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28/12/2007, 17:29
Director

Cuanto más recorría aquel terreno más convencido estaba Ayron de que allí había tenido lugar una batalla, quizás un enfrentamiento no muy numeroso, pero con toda seguridad sí muy reciente, puede que tan sólo unas horas antes.

Tras superar una linea de árboles bastante frondosos alcanzó un segundo claro en el que la respuesta se abrió ante él. A un lado del mismo medio-ardía una pila formada por cadáveres chamuscados que no habían terminado de calcinarse por la intervención contínua del agua. A una cierta distancia de ella cuatro montículos en la tierra señalaban la posición de cuatro tumbas, sobre las que sendas espadas, clavadas en el fango que las cubría, marcaban la posición de sus desgraciados inquilinos. Las espadas eran de buena calidad y sobre ellas se habían dejado colgando retazos de tela con el emblema del Conde de Rishford. Después de todo parecía que los hombres del conde habían ganado la batalla, pues tuvieron tiempo de enterrar a sus compañeros caídos.

La curiosidad llevó al caballero hasta la pila de cadáveres anónimos aún humeantes. Por lo poco que se había salvado del fuego inicial pudo discernir que no se trataba de una unidad armada y entrenada, sin duda alguna no eran soldados. Cada cuerpo vestía ropajes de distinto tipo y calidad, la mayoría de ellos humildes. Las armas que allí quedaban eran pobres e improvisadas...

¿qué significaba todo esto?
¿Qué había ocurrido allí?

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28/12/2007, 19:14
Melegat Ansey

Al ver el alto índice de voluntarios que se presentaban para ir a averiguar qué demonios era lo que Brúnil había visto, Mélegat se puso a la par que el capitán mientras se echaba el pelo mojado hacia atrás.

-Yo voy De Valin.

Sea lo que sea que fuese eso quiero ser el primero en verlo...

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28/12/2007, 19:21
Nhadia Demialt

Esta puede ser mi mejor oportunidad, tal vez la única que se me presente, ya que visto lo visto, es imposible separarse de este grupo si seguimos recorriendo los caminos pegados como una piña.

- Si aceptáis a una mujer con vosotros, yo iré.

Sin más miramientos, Alexandra aguarda la respuesta del capitán, ansiosa por dentro pero serena de cara al exterior.

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29/12/2007, 08:36
Brúnil Sondrent

Brúnil desenvainó lentamente su espada mientras desdencía del caballo.

-Yo iré Capitán, quiero ver con mis propios ojos qué era esa cosa.

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29/12/2007, 10:39
Illianna Sondrent

Mirando a Brúnil con ojos decididos, y una respuesta a punto ante una previsible negativa:

-Yo voy también.

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29/12/2007, 20:27
Ayron Derkbal

El impacto de aquellos cuerpos que no habían llegado a consumirse fué grande, pero no lo suficiente como para no mantener los pensamientos lúcidos...mi mente trabajaba a pleno rendimiento, tal y como me ocurría casi siempre en momentos delicados, así pues la analítica ganó su particular e interna guerra sobre los instintos, obligándome a recapacitar acerca de todo aquello que me encontraba.

Una batalla cruenta había tenido lugar en aquel lugar, entre soldados fuertemente armados y gente humilde cuyas armas eran de los más toscas...aún así habían conseguido acabar con cuatro de ellos, pues había cuatro tumbas.
Sin embargo cuerpos semiquemados había unos cuantos más...no es posible comparar un buena arma templada con simples aperos de labranza, como podía ver en algún caso.

Sin embargo algo me extrañaba...no me cuadraba que un grupo de soldados, pese a ser atacados por una turba, quemara después sus cuerpos como si fuesen alimañas...allí había algo que no olía nada bien...¿cuál habría sido el motivo del enfrentamiento? ¿De qué lado estaría la justicia?

De ningún modo era una afición el profanar tumbas, pero algo se me había ocurrido, y si quería llevarlo a cabo me veía en la necesidad de hacerlo.
El escudo ya lo tenía, así pues me acerqué a una de las tumbas y recogí la tela que mostraba el emblema de los hombres del Conde de Rishford, intentando colocarlo sobre mi propio emblema...quizá no surtiera efecto, pero entre el escudo y aquel pedazo de tela puede que tuviese la oportunidad de hacerme pasar por uno de ellos el tiempo suficiente si me los encontraba....claro que, si me encontraba con aquellos a los que se habían enfrentado, mi vida correría peligro.

Decidí guardarme el trozo de tela, pero que estuviera siempre a mano por si me veía en la necesidad de utilizarlo.
Acto seguido me dí la vuelta para desandar mis pasos y volver al camino....allí no había mucho más que hacer, y aún me quedaba terreno por delante...quizá encontrase respuestas más adelante, pero por el momento las dudas tendrían que acompañarme en mi viaje.

Alcancé el caballo y me subí a su grupa, reiniciando de nuevo mi avance sin volver la vista atrás.

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02/01/2008, 08:42
Melton DeValin

El Capitán DeValin miró a los ojos de aquellos que habían hablado. Su rostro era una máscara inexpresiva.

-Mélegat, Brúnil, venid conmigo... ¡y vosotros dos! - dijo dirigiéndose a dos de los soldados de vanguardia, tras lo cual volvió a dirigir su mirada hacia las dos mujeres que habían hecho escuchar su voz -. Illianna, creo que es mejor que permanezcas aquí, tus valiosas habilidades no te servirán de mucho si te matan, en cambio a nosotros podrían suponernos la diferencia entre vivir o morir - el proceder pragmático de Melton DeValin dominaba sus decisiones casi en cualquier situación. Finalmente se dirigió a Nhadia -. No se nada de tí y aún no me fio lo suficiente, te quedarás aquí.

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02/01/2008, 13:25
Illianna Sondrent

-¡Pero...!

Illianna va a protestar, airada. Sin embargo siente la mirada del Capitán pesar en la suya. Y muy a su pesar comprende que el hombre tiene razón. Entonces sacude la cabeza.

-Está bien. Pero no olvides que puedo ver cosas... que pasan desapercibidas. Según lo que encontréis, quizá sea mejor que yo lo vea...