Partida Rol por web

Los Monjes de la Nada

8 - Malos Augurios

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28/01/2008, 18:08
Melton DeValin

De forma natural el Capitán comenzó a repartir órdenes a sus hombres.

-¡Ryan al camino! ¡Tú, Helgs, mira en la pila ardiente a ver que descubres! ¡Vosotros dos al bosque! ¡Mantened los ojos abiertos! - ordenó mientras él mismo se dirigía hacia las cuatro tumbas -. Quiero saber qué ha ocurrido aquí.

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28/01/2008, 18:40
Illianna Sondrent

Illianna siguió a DeValin hacia las tumbas. Se acercó a ellas, y se arrodilló junto a las espadas. Luego se alzó de nuevo, y con repugnancia pero decisión se acercó a los cuerpos que aún humeaban en la pira.

Estuvo en silencio mirando, buscando. ¿El qué? Ni ella misma lo sabía. Se limitó a abrir los ojos, los sentidos, si aquellos muertos tenían algo que decir, ella lo sabría...

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29/01/2008, 11:42
Nhadia Demialt

Nhadia se acercaba con cautela, sabía que algo raro había en todo aquello...

Es extraño, no consigo entender que buscaría en estos simples campesinos, ¿Si es una trampa?

Se giro observando a la gran mayoría de su grupo que poco a poco se iba centrando en el medio para mirar los cadáveres... No entendía los motivos que podían haber causado esas muertes, ya que las muertes de los soldados no podían haber sido por los cuerpos humeantes, es decir, lo que a simple vista parecían campesinos... pues no portaban buenas armas...

Aunque... tal vez vieran algo que no debían o estaban en el lugar y el momento menos propicio... ¡quien sabe..!

Al igual que Illiana en su silencio, comenzó a buscar alguna cosa que le ayudará a comprender que había pasado...

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29/01/2008, 14:17
Melegat Ansey

Mélegat aguardó en el camino mientras un gran número de personas se acercaban a curiosear.

Era mejor no ver el rostro de la muerte grabado en aquellos cadáveres... hacerlo podía traer malos augurios sin duda.

Lo mejor será que no te acerques mucho amigo, esperemos a que sea otro quien nos lo cuente.

Con la mano en la empuñadura del martillo, el hombretón permaneció en su sitio mirando de vez en cuando los alrededores por si otra de esas criaturas andaba al acecho.

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29/01/2008, 17:41
Dammeryn

Dammeryn se encogió de hombros. Por una vez se atrevió a hablar, y le pesó que no fuera para nada bueno. Oscuros augurios se cernían sobre ellos como buitres hambrientos de desolación, y por cierto que parecía un banquete hecho, según el discurrir de los acontecimientos.

- No sé nada de demonios - dijo mientras se acercaba a la pila de cadáveres semiquemados y buscaba en ellos la carne chamuscada con la punta de su espada -, como tampoco sé nada de montañas que escupen mares de fuego ni doy un carajo por las razones que nos han llevado a esto...pero sí sé que cada ejército usa las armas que mejor conoce. Si hemos de hacer caso a las leyendas, los demonios se sirven del terror y la locura que producen... y las posesiones. Eso sé de los cuentos que me contaban de crío para asustarme y para hacerme recorrer el camino recto.

Se detuvo un momento y posó la vista en la pila.

- Quizá éstos fueran hombres poseídos o enloquecidos, y a costa de perder buenos hombres la única forma en que pudieron asegurar su muerte fue con fuego, igual que nos ocurrió antes con ese monje. Eso me hace pensar - añadió dirigiendo sus pasos hacia las tumbas - que quizá estos que están enterrados, no sé, pudieran...no estar libres de la maldición.

Dejó que sus ojos marcados examinaran la tierra, como si pudiera ver a través de ella, y una inquietud palpable le aprisionó el corazón, como si no fuera un valiente. Tragó una saliva amarga y respiró hondo antes de dar unas pataditas en la tierra, con la espada aún desenvainada en la mano.

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01/02/2008, 09:22
Brúnil Sondrent

-Esto es terrible amigo mío – Brúnil fue quien contestó a la pregunta de Mélegat, el resto se encontraba demasiado afectado por lo que veían -. Han convertido este claro del bosque en un cementerio. Hay una pila ardiente con cadáveres de campesinos, muleros, pastores y otros hombres humildes. Al otro lado hay cuatro tumbas que por las espadas que las encabezan y el emblema que dejaron sobre ellas deben de pertenecer a soldados del conde Rishford. ¿Qué habrá ocurrido aquí? ¿Por qué los hombres del conde cometerían una masacre de este tipo?

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01/02/2008, 09:27
Melton DeValin

-Más bien creo que ocurrió al revés Brúnil - el comentario del Capitán hizo que todos se volvieran hacia él. Sus hombres habían regresado y se encontraban a su alrededor, una vez transmitidos los informes oportunos sobre lo que habían encontrado -. En el camino aún pueden verse las huellas de al menos cuarenta jinetes, los hombres del Conde. Por todo el linde hay indicios de una gran multitud de atacantes, que saltaron sobre ellos desde los árboles y les abordaron desde ambos lados. Desconozco el motivo que les pudo llevar a ello, pero estoy seguro de que fue la masa de agresores la que atacó a la columna de soldados y no al revés. Seguramente los cuatro que murieron se debió a la sorpresa inicial, posteriormente con el desarrollo del combate los pusieron en fuga.

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01/02/2008, 17:35
Illianna Sondrent

He estado aguantando la repulsión y el horror que siento mientras he inspeccionado los cuerpos de la pira. Pero es cierto, son todos ellos hombres sencillos, campesinos y pastores, gente humilde que, inexplicablemente se ha visto envuelta en una auténtica batalla.

Sin embargo, lo que dice DeValin aclara mis ideas, todo cobra sentido.

-Si, claro. Todo concuerda. Esos demonios, o los Monjes que transmiten la maldad que está despertando, están llevando la locura a las mentes de las gentes simples. Una locura que les impele a las armas, a la lucha sin sentido, lo que hizo que tuviera lugar esa matanza cruel, y ahora esto...

Hago un gesto con la mano, un gesto desesperanzado, cansado. Pero enseguida levanto la cabeza mirando a DeValin con urgencia.

-¡Hay que llegar a Conira enseguida!

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03/02/2008, 13:25
Nhadia Demialt

Las palabras de De Valin llamaron la atención de la muchacha que se encontraba inmersa en sus pensamientos.

¿Una emboscada? Por parte de un puñado de campesinos, ¿a unos soldados armados hasta los dientes? no puede ser... no me lo creo...

Ponía bastante en duda el juicio del capitán, pero aquello eran asuntos que no le incumbían, por lo que guardó su daga y regresó al camino desatando su yegua y montando de nuevo lista para partir.

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03/02/2008, 13:43
Melegat Ansey

-¡Entonces no conviene que permanezcamos por más tiempo aquí! aquellos que fueron dispersados quizá aún ronden los alrededores...

Montado en el caballo puede observar como Illianna hace un llamamiento un tanto desesperado con el fin de reemprender el viaje y es seguido por la intrigante muchacha, que monta en su yegua.

Junto al claro aún quedan algunos hombres, como el soldado Dammeryn, que espada en mano parece estar buscando algo.

Con la sensación de estar siendo observado, Mélegat se gira en torno a si mismo aguardando el momento de partir.

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04/02/2008, 11:41
Melton DeValin

El Capitán DeValin se estremeció ante el comentario de Dammeryn. Le producía un escalofrío el simple hecho de pensar que aquellas cuatro tumbas pudieran contener algo más que los cuerpos de pobres soldados caídos en batalla, simples cadáveres.

-No me gusta dejar aquí estos cuerpos para que sean pasto de los carroñeros, sin embargo no tenemos tiempo para enterrarlos. Los vivos necesitan nuestra ayuda. ¡Debemos llegar a Conira lo antes posible! ¡Todos a los caballos! ¡Nos marchamos!

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04/02/2008, 11:43
Ónemar

-Pero... pero... ¡no podemos dejarlos así! ¡Hay que concederles el Santo Entierro! ¡Deben tener su ritual del Alma y el Espíritu! - el sacerdote protestó ante la decisión del capitán.

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04/02/2008, 11:45
Melton DeValin

-¡Esta vez no vamos a detenernos! ¡Nos marchamos!- la órden de DeValin era tajante y firme -. ¡Quédate tú detrás y entiérralos si eso es lo que quieres! Cuando llegues a Conira me aseguraré de que queden allí personas vivas para darte la bienvenida.

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04/02/2008, 17:37
Dammeryn

El soldado obedeció al capitán. Si iban a levantarse, ya se enfrentarían a ellos. Ahora la prisa era la seña.

Subió a su corcel y le animó con unas palmadas amables.

Miró al sacerdote con gesto neutro, como si su cara marcada pudiera ser más expresiva callada, quieta, como un rostro mal tallado en piedra rota y fría.

Luego se acercó a su capitán y siguió su paso, atento de nuevo al camino.

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04/02/2008, 18:31
Illianna Sondrent

Sin más que debatir, sin otra idea en la cabeza más que la de llegar a Conira, Illianna monta de nuevo, y pone a su Áraen al trote, para colocarse junto a Brúnil y salir cuanto antes.

Una leve mirada de soslayo, y una oración, es todo lo que deja atrás...

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04/02/2008, 20:27
Melegat Ansey

Por fin dejarían atrás ese claro lleno de muerte, para partir, quizá hacia más muerte, pero al menos abandonaban de una vez aquél siniestro rincón del bosque.

Mélegat se limitó a seguir al capitán, mientras lanzaba un último vistazo hacia atrás, asegurándose de que ningún muerto intentaba unirse a la compañía

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05/02/2008, 13:47
Ónemar

El sacerdote no se movió de su posición mientras observaba como el grupo se alejaba.

-El Alma de un hombre es infinitamente más valiosa para los Dioses que su cuerpo. Vaya a salvar sus vidas capitán, que yo salvaré sus almas.

Tras dirigir estas palabras al oficial hizo girar su caballo y comenzó a adentrarse en el claro desde el cual aún humeaba la pila de cuerpos.

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05/02/2008, 13:52
Melton DeValin

Al escuchar las palabras de Ónemar, Melton DeValin detuvo por un momento su caballo y se giró para observar lo que hacía el sacerdote.

Una maldición nació de sus labios mientras apretaba los dientes sin tratar de ocultar su enfado.

-¡Vosotros dos! - dijo dirigiéndose a los soldados que ocupaban la retaguardia de la formación -. ¡Quedáos con él! Ayudadle y aseguraos de que llega a Conira con vida.

La orden había sido dada y llevaba implícita una clara amenaza.

-¡El resto adelante! Nos vamos.

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05/02/2008, 14:10
Nhadia Demialt

Por una vez estaba de acuerdo con De Valin, quedarse con los cuerpos no serviría de nada. Por eso la muchacha no detuvo ni el caballo, empezaba a pensar si era buena idea irse del grupo y continuar su vida... Estaba acostumbrada a casos similares... pero nunca tan extraños.

Este Ónemar... el próximo tendrá que quedarse a salvar su pobre e ilusa alma...

Nhadia no se molesto en decir ni una sóla palabra, sabía que no se fiaban de ella y que nadie le haría el menor caso a una mujer.

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05/02/2008, 19:00
Illianna Sondrent

-¡Pero vamos! ¿Es que no tienes cabeza, Onemar? ¡Te necesitan más los vivos!

Ha frenado a su alazán con un movimiento brusco, enfadada, y se ha dado la vuelta para encararse al Sacerdote.

Maldita sea, será cabezota, por los dioses que no se queda aquí...

Enfurruñada y mascullando por lo bajo se calma, o lo intenta. Luego procura razonar con él.

-Tus consejos y tu sabiduría, tus visiones, tu clarividencia... ¿a quién serán más útiles? ¿a los que yacen? ¿o a los que aún están en peligro de sucumbir...?