Partida Rol por web

Ante las palabras de Gianna, la vista de todos los miembros del grupo se desvía hacia la pirámide. Fijándose un poco puede verse que en la pared de ésta hay algunas oquedades. La pirámide tiene algunos huecos abiertos, pero sin trepar al primer nivel de ésta sería imposible averiguar qué hay en su interior.

En cuanto Quarter se aproxima un par de pasos hacia el monumento, se percata de que de dichas oquedades emana un hedor bastante desagradable. Nada que haya tenido la desgracia de oler antes. Y sería incapaz de describir su naturaleza. Simplemente su fino olfato nota que es profunda y absolutamente asqueroso.

Sigo dibujando sin pensar en nada más hasta que una mano en el hombro me hace levantar la vista hacia la señora Stasi.
Pero... ¡¡¿qué?!!
Vuelvo a bajar la cabeza hasta los dibujos y guardo lentamente el cuaderno y el lápiz.
Parece que haya estado soñando despierto, o mejor pensado viivendo una pesadilla.
Me pongo otra vez en pie mientras empiezo a hablar.
No sé como decirlo...siento que no he tenido una conducta muy ejemplar, nunca en mis años me había pasado nada por el estilo.
El color de mi tez hace que no se note mucho cuando me ruborizo.
Esta conducta podría arruinar mi carrera, serénate. Necesito alejarme de esos cuerpos, de todo esto, necesito poder pensar, aclararme para después tomar decisiones...necesito un baño caliente...necesito tantas cosas...
Comienzo a caminar para investigar la pirámide mientras me tapo la nariz sosteniendo con una mano un pañuelo.
Será mejor que busquemos al otro grupo antes de que nos anochezca aquí. No quisiera tener que pasar la noche entre cadáveres y este olor.

Era momento que la periodista decidiera el grupo con el que debía quedarse a investigar. Y tenía serias dudas en ese aspecto...

Por un lado, la pirámide y aquel desagradable y putrefacto olor no le deparaba nada bueno. Pero quedarse al lado de aquellos dos cadáveres...no era tampoco la mejor opción. Así pues, Gloria, utilizó la técnica de supervivéncia dentro de un grupo, en una situación algo peligrosa. Era lo que ella etiquetaba como "arrimate a quién pueda ayudarte en momentos jodidos". Y su elección era clara: Quarter.

-Yo también iré a la pirámide

Además, tenía alguna pregunta que hacerle a Morgan. Pero esperaría el momento adecuado...

Os aproximáis a la sobrecogedora pirámide. Una vez que estáis en torno a la hermosa y antiquísima construcción, os percatáis de que en la pared hay algunas oquedades. La pirámide tiene algunos huecos abiertos, pero sin trepar al primer nivel de ésta sería imposible averiguar qué hay en su interior.

Lo que sí es fácilmente perceptible es que de dichas oquedades emana un hedor bastante desagradable. Es la fuente, o el origen, por así decirlo, de un intenso aroma profundamente desagradable.

Al cazador tenía más preguntas que respuestas, pero no iba a dejar de buscar las mismas, aunque ganas no le quedaban de averiguar nada de aquel lugar.

Trepo lo mejor que pudo hasta el siguiente nivel de la pirámide. Sospechaba que el pozo, seria precisamente eso, pero que debajo de la pirámide habría algunos huecos o canalizaciones, por donde corría aire.

Luego era sencillo pensar, que si había algún animal muerto en el fondo del pozo, que se estuviera pudriendo, el aire saldría no solo por el mismo pozo, sino también por esos conductos.

Y con esa idea ascendía los muros de roca tallada. No tardo mucho en llegar, no era nada complicado, se puso en posición, aunque el olor era fuerte e intenso, intentando discernir si había quizás una corriente de aire que transportara dicho olor a la superficie.

Viendo como Quarter trepaba la pared de la pirámide, la perdiodista inició su ascenso algo más segura. No es que quisiera descubrir el origen de aquel penetrante y fétido olor, pero su sexto sentido para la notícia le indicaba que allí se escondía algo que les daría una importante luz en toda aquella oscura investigación.

Afianzó pies y manos, e inició la escalada...pero fueron los nervios, el olor a putrefacción o el desgaste en algun punto de apoyo, que frenaron el avance de Gloria. Resbaló y volvió a tierra firme, sin daño alguno más que algún aruñazo en las manos y una desagradable sensación de curiosidad fallida.

-Quarter, ve alguna cosa?- dijo disimulando la periodista.

Observo intrigado los pequeños huecos y el olor que se desprende de ellos.
¡Qué extraño!, ¿para que estan estos huecos y por qué este olor?. ¿Acaso forman una especie de respiradero y se construyo para dejar pasar corrientes de aire?. ¿Y qué puede provocar un olor tan desagradable?
Me rasco la cabeza mientras susurro en voz muy baja.
Que extraño, más que solucionar preguntas no dejamos de encontrarnos más temas que no tienen fácil respuesta.
Lanzo un suspiro y empiezo a intentar escalar para descubrir algún símbolo que pueda identificar pero al poco de comenzar me resbalo y acabo cayéndome.
Me incorporo en el suelo mientras me cojo con las dos manos la cabeza.
¡Ay!, duele. Menos mal que tampoco ha sido tanta altura.

Si de lejos la pirámide resultaba imponente, una vez en su base se trataba sin duda de una de las estructuras más increíbles que había visto en mi vida. Como es que aún nadie había sabido de su existencia era todo un misterio. Bien es cierto que los nativos tienden a ser sumamente cerrados y reacios a compartir sus lugares sagrados con extraños pero, ¿semejante maravilla oculta durante tanto tiempo? Resultaba realmente extraño.

Al ver los fallidos intentos de la señorita Trace y el señor Heket decidí que lo más prudente era quedarme en el sitio y dejar que fuera el señor Quater quien examinara lo que fuera que estuviese soltando semejante hedor. Al fin y al cabo nunca, ni siquiera cuando era joven, se me dieron bien las actividades físicas. Y dada mi edad no era prudente jugarse el físico no siendo necesario si no les importa yo me mantendré aquí abajo a no ser que sean totalmente requeridos mis conocimientos. Señor Quarter, ¿ve algo interesante o algo capaz de generar semejante olor?

Dando vueltas por la parte alta de la torre te encuentras con las oquedades a analizar. Dos de ellas son de unos 60cm de ancho, y que dan al mismo estanque. Este pútrido lodazal se encuentra infestado de serpientes, lagartos y mosquitos. Nada que invite mucho a una exploración más profunda. De ahí emana el hedor que habéis presentido. Está a bastante profundidad, así que parece difícil volver a salir si uno baja allí.

Otro de los agujeros sí parece algo más interesante. Es un pequeño orificio que parece dar a una antigua cámara, llena de grabados. Lo que alcanzas a ver con la luz de tu linterna es un montón de dibujos de serpientes en las paredes.

Lo que te llama la atención es un inmenso grabado al fondo. Parece el dibujo a escala de una especie de ciudad de piedra. No puedes verla con claridad, pero las indicaciones parecen indicar que se halla hacia el Sudoeste. En la parte superior viene grabado un nombre, pero el paso del tiempo y la humedad lo han borrado parcialmente, haciéndolo particularmente imposible de leer.

En el centro de la sala hay un pequeño altar cubierto de mugre. Parece de oro macizo. En torno a él hay restos de calaveras muy antiguas. No se trata de cadáveres frescos, como los hallados en la tumba exterior. Posiblemente alguna secta utilizara aquel monumento para realizar algún tipo de ritual religioso primitivo.

Quarter se puso en pie, y miro hacia abajo, donde estaban los eruditos.

Pues es más que probable que necesite de la presencia de alguna de sus eminencias aquí arriba.

Pero para calentar sus mentes os hago un resumen.

Tomo aire, y empezó.

He podido confirmar, que hay un pozo aquí debajo. Lleno de alimañas, como lagartos y serpientes. Sin duda el olor proviene de ahí debajo. Seguramente este descomponiéndose algo feo.

Lo que me recuerda que no es buena idea destapar.- dice señalando el pozo-.  si queremos seguir teniendo nariz.

Sin embargo, es aquí donde esta lo interesante. Una cámara, mortuoria o de alguna otra clase. Un banco de oro macizo, que antes de que nadie lo diga, es inviable sacar de ahí, por el peso que debe tener.

Grabados de mas serpientes en las paredes, y parece que otro tipo de indicación sobre una ciudad aun mas grande.

Aunque yo sí que soy incapaz de decirles nada más. Porque para mí, solo son pinturas.

Dicho esto, se pone de rodillas, afianzando los pies.

Bien, el que quiera una ayuda para subir, este es el momento.

Luego tendió su mano grande y fuerte a cualquiera de los hombres de ciencia o incluso a las mujeres. Que sin duda, querrían ver lo que el mismo había visto.

La verdad es que tesoros, oro y demás a él particularmente no le interesaban. Había venido a rescatar a un viejo y sus estudiantes, si es que aun seguían vivos.

Pero estaba seguro de que en aquella cámara, habría algún tipo de pista importante de por donde seguir. Si alguien estuvo allí seguramente reviso aquel lugar, antes de partir. Mas si eran cerebritos como los que venían con su grupo.

Bueno entonces subiré a ver si consigo descifrar alguno de los dibujos. ¿Hay sitio suficiente para tres personas ahí arriba? Pues tal vez los conocimientos del señor Heket nos puedan ser de ayuda digo mientras cojo la mano que me tiende el señor Quarter y trato de ascender por la pirámide.

Pese a mi avanzada edad y mi escaso físico consigo auparme sin muchos problemas gracias a la ayuda del fortachon gracias por su ayuda señor Quarter, dudo mucho que una antigualla como yo hubiese llegado aquí arriba por sus propios medios. Y ahora veamos como son esos grabados.

Gianna había decidido quedarse en el suelo, al fin y al cabo ya había intentado subir y había fracasado, además, no sería de mucha ayuda allí arriba, como decía Quarter, para ella los grabados no eran más que dibujos y no le apetecía nada acercarse aún más a ese olor.

Todavía tenía el ligero dolor de cabeza por la ascensión fallida cuando la oferta de ayuda del señor Quarter me hace dudar.
Visto el éxito anterior no debería tentar más a la suerte.
Resignado miro el lugar por donde me he resbalado y donde he caído hace breves momentos.
Aunque también es verdad que muchos darían su brazo derecho solo por haber visto la construcción anterior, mi orgullo me impide marcharme así.
Señor Quarter, creo que tomaré su amable oferta de ayuda. Tal vez si consigo subir podamos saber algo más.
Con la ayuda del señor Quarter logro sin dificultad lo que hace unos minutos había clasificado de bastante improbable, cuando logro recuperarme del pequeño esfuerzo le doy una palmadita en el hombro.
Muchas gracias por su inestimable ayuda, espero que el paso de los años no lo note usted como yo lo estoy notando.
Doy un vistazo rápido alrededor.
Bien, hora de volver a centrarme.
Miro alredor en busca de cualquier detalle que se le hubiera pasado al señor Quarter antes de centrarme en esus descubrimientos.

Heket, Quarter y Jones se encuentran encaramados a la pirámide mientras las dos mujeres aguardan abajo. Poco a poco van echando un vistazo a las oquedades, guiados por Quarter.

Dando vueltas por la parte alta de la torre se ven las oquedades a analizar. Dos de ellas son de unos 60cm de ancho, y que dan al mismo estanque. Este pútrido lodazal se encuentra infestado de serpientes, lagartos y mosquitos. Nada que invite mucho a una exploración más profunda. De ahí emana el hedor que habéis presentido. Está a bastante profundidad, así que parece difícil volver a salir si uno baja allí.

Otro de los agujeros sí parece algo más interesante. Es un pequeño orificio que parece dar a una antigua cámara, llena de grabados. Lo que alcanzáis a ver con la luz de las linternas es un montón de dibujos de serpientes en las paredes.

Lo que os llama la atención es un inmenso grabado al fondo. Parece el dibujo a escala de una especie de ciudad de piedra. No se ve con claridad, pero las indicaciones parecen mostrar que se halla hacia el Sudoeste. En la parte superior viene grabado un nombre, pero el paso del tiempo y la humedad lo han borrado parcialmente, haciéndolo imposible de leer.

En el centro de la sala hay un pequeño altar cubierto de mugre. Parece de oro macizo. En torno a él hay restos de calaveras muy antiguas. No se trata de cadáveres frescos, como los hallados en la tumba exterior. Posiblemente alguna secta utilizara aquel monumento para realizar algún tipo de ritual religioso primitivo.

Los tres encaramados van narrando el contenido de la pirámide a los que se encuentran abajo, así como a Morgan, Williamson y Devlin, que se habían quedado analizando los dos cadáveres, un poco alejados, pero capaces de percibir con claridad vuestras palabras.

Lockly, sin embargo, os ignoraba completamente, con la mirada fija en Miguel. Mientras Gordon se hallaba apoyado en un árbol, a cierta distancia del grupo, Miguel se hallaba afanado en su tarea, una y otra vez, intentando ser útil de algún modo.

El cazador sonreía, porque sabía que todo aquello hacia que a los viejos se les erizara el vello. Bueno, erizar el vello era lo mínimo que conseguían aquellos gravados.

Le sorprendía que en una época donde lo que más primaba era buscar riquezas con el menor esfuerzo, un grupo de aventureros con dinamita no hubiera volado una pared y sacado el trono de oro.

Eso le llevo a mirar bien a Gordon Lockly, era un tipo que le ponía nervioso. La típica rata de taberna, que solo sabia atacar por la espalda. Un tipo al que era mejor tener de frente.

Parecía que lo que allí pasara no fuera con él. Y que no reaccionara ante la mención de dinero fácil era algo muy extraño. Era como si el ya lo supiera.

Pero Quarter era un tipo precavido, así que cerró la boca y apretó los dientes, al tiempo que bajaba, para echar una mano a los libreros cuando quisieran dejar de recrearse.

En un principio, había pensado en acampar aquí, y meditar nuestros siguientes movimientos, pero con esa peste que sale de ahí, no creo que sea buena idea.

Señora, le parece si marchamos de aquí, y luego montamos un campamento, para descansar, y ordenar las ideas…

Dejo la frase en el aire, porque sabía, que había muchas preguntas, que deben de tener al menos una breve respuesta.