Partida Rol por web

-Señorita Dresden, el mismo que nos dejó éste controvertido diario, nos dejó las demás pistas importantes. Y en cuanto al reloj, es posible que, "quienquiera" que lo dejara, lo hiciera en el camino de regreso a la civilización, y no en el de ida. Pero siempre a propósito, tenga eso por seguro. -concluye, terminando con el cigarro en los labios y dejando apoyado el bastón sobre la pierna derecha. A continuación extrae el mechero de un bolsillo y prende el cigarrillo, mientras proteje la llama de la brisa con la otra mano-. Supongo que el único objetivo de las pistas es asegurarse de que encontremos el mismo destino de la anterior expedición.

-Tiene usted razón Padre Sunhold, no tiene sentido mentirles. Yo soy ese Lockley, y me encontré con la anterior expedición, la de Williamson, durante un viaje de caza con unos potentados europeos. Mis clientes se fueron y yo seguí el camino con williamson, con la promesa de una buena recompensa.

Al llegar aquí...

Lockley se muestra muy nervioso

Me separé del grupo. Es esta pirámide, está maldita. Debemos irnos de aquí de inmediato.

-Sorprendente.

-¿Sorprendente? Intolerable diría yo. Explíquese señor Lockley.

Dice Morgan airado.

-Señor Lockley, si es que es ese su nombre en verdad. ¿Cómo quiere que confiemos en usted ahora si nos acaba de mentir en la anterior pregunta que le hemos hecho?

Dice Henry llevandose la mano a la pistola que lleva en la sobaquera.

-¿Tambien nos dejó las pistas falsas del reloj y tal para que siguieramos esta pista? Si tanto miedo le da esta piramide...¿Por qué a permitido que nos acercaramos a ella sin avisarnos?

No me da miedo pasar por aquí, me da miedo permanecer aquí... está maldita.

-¿Maldita?¿Que quiere decir con eso de maldita?-

-Miren les seré sincero.

Williamson, cuando lo encontré, tal y como he dicho, me pidió ayuda, ya que al parecer había perdido miembros de su expedición, y solo estaba con el otro tipo... Anthony. Me prometió una buena suma, y algo de oro que seguro encontraríamos en la ciudad de piedra esa. Pero... todo se torció al llegar a esta pirámide. En ralidad pasamos la noche aquí pero tuvimos sueños, unos sueños horribles, que nos hicieron despertar al borde de la locura. Todos soñamos lo mismo.

Al despertar salimos corriendo de aquí, incluso dejamos parte del equipo, como ese diario, y las cosas que ven. Yo no pude soportarlo y volví a Belize, y los dejé solos.

Al saber que ustedes venían en su busca me ofrecí a formar parte de la expedición, por que me remordía la conciencia. No me enorgullezco de mis acciones, pero, al encontrar ustedes la ruta correcta, no tuve que intervenir. Les aseguro que no estuve en el complejo de templos donde la niebla verde, por lo que no pude avisarles de aquello, ya que lo desconocía. Tienen que creerme.

-Ahá, de modo que Williamson le ofreció oro de la ciudad de piedra. Eso suena, cuanto menos, extraño. Un arqueólogo ofreciendo parte del yacimiento a extraños?

-Se lo juro, señor Morgan. ¿Por qué iba yo a acompañarlos y dejar a mis clientes si no? Me dijo que su interés no era el oro, y que allí habría a espuertas. Que podría llevarme algo.

-Luego su interés por formar parte de nuestra expedición no es lo que se dice por... remordimientos.

Sentencia el doctor.

-Sería hipócrita decir que el oro no me interesa. Sí, quiero una parte del oro, pero también quiero saber la suerte de Williamson. Nos hicimos amigos, y la verdad me preocupa su destino.

Tirada de psicología, a ver si Lockley me parece sincero (según lo que conozco de él por estos días juntos).

-O sea, que cuando usted coincidió con el doctor, ya sólo quedaban dos personas en la expedición. El mismo doctor y un tal Anthony Baldwin. Acamparon aquí y sufrieron horribles pesadillas...- digo pensativo. Y luego, prosigo un poco atropelladamente, debido a mi curiosidad y a la cantidad de pensamientos que se agolpan en mi mente:

- ¿Qué tipo de pesadillas? ¿Puede describirlas?

¿Qué sabe de la suerte resto de los miembros de la expedición? ¿No llegó a oir nada de ellos por medio del doctor o de Anthony? ¿Qué hacían ellos continuando solos, si el apoyo del resto de los integrantes?

¿Qué sabe del tal Kalkamal y de esa Bendal-Dolum? - según digo eso, me paro un segundo, abro los ojos y exclamo:

-¡Von Juntz, Von Juntz! ¡El libro! ¿Quién tiene el libro que encontramos?

-No se preocupe, señor Lake. Ya me encargaré yo de buscar relevancias a esos términos en el libro. -murmura Allan sin dirigirle la mirada, que tiene fija en el señor Gordon mientras fuma lentamente-.

22 de Marzo de 1921 20:00 - Noche

- Creo que Kalkamal es el complejo de templos que pasamos anteriormente, porque escuché a Williamson decirselo a Anthony.

-Bendal-Dolum es la ciudad de piedra a donde nos dirigimos, donde está el tesoro, y donde Williamson pretendía demostrar sus teorías acerca de los orígenes de la religión maya. Algo de dioses extraterrestres o qué sé yo, lo cierto es que él hablaba poco y yo preguntaba menos.

-No sé la suerte que corrieron los otros dos miembros de la expedición. Sé que murieron, pero no estaban con Williamson, ni con Baldwyn cuando pasó eso. Al parecer Williamson enterró a uno de ellos, el otro no fue encontrado. Al menos eso me dijeron, pero no presté mucha atención.

-No recuerdo bien los sueños, pero... sé que haabía pirámides, y criaturas deformes... era aterrador. Pero, por suerte para mí los he olvidado, y no quiero volver a sentirlos. Creanme, ustedes tampoco quieren. Pasemos la noche en otro lugar.

No hace falta ser un psicólogo para darse cuenta de que Gordon Lockley está terriblemente aterrado.

Thomas escucha lo que dice el tal Lockley , pero niega con la cabeza ...

-Mire señor Lockley dada la hora que es no es muy recomendable andar por la selva buscando otro sitio en el que acampar ... podemos alejarnos unos metros pero yo no andaria buscando otro lugar podemos predernos o peor , la selva de noche no es muy recomendable .Pero eso el resto lo tiene que decidir .- Dice sin dejar de apuntar a Gordon de forma disimulada .