Partida Rol por web

Es 4 de Marzo de 1921. La primavera empieza a sentirse en Boston, y el frío deja paso a días más cálidos y largos.

Hace ya tres meses que Allan Grey, Vincent Strange, Emma Dresden, Idan McGinty, John Stapletton y Pauli Guillin, regresaron de su viaje a centroeuropa, donde no pudieron esclarecer la desaparición de su amigo el profesor Karel Urba.

No fue culpa suya. Nada podían hacer al estar amenazados de muerte por un extraño grupo de personas, y siendo expulsados de Checoslovakia por las autoridades locales. Ello unido a los problemas personales de Idan y una recaída en la salud de Allan hicieron que el caso tuviera que abandonarse, no sin un gran pesar por parte de los investigadores.

Durante este tiempo se han visto poco, pues cada uno se ha dedicado a sus asuntos. El estudio, la lectura y el entrenamiento personal ocupan el tiempo de cada uno. Pero pronto el destino vuelve a unir el camino del grupo, que ya de por sí tenía ganas de volver a entrar en acción.

Los investigadores son llamados por el doctor Henry Armitage, un afamado profesor en la Universidad Miskatonic. Les cita el día martes 4 de Marzo en la Universidad, donde se va a realizar una conferencia sobre los pueblos indígenas de América Central, en la cual habrá charlas dadas por diferentes ponentes exponiendo diferentes asuntos en relación al tema, como el modo de vida de los pueblos, su idioma, su arte, creencias etc. Henry asegura a los investigadores que les hará bien venir, puesto que tiene algo que proponerles.

Lamentablemente ni el profesor Guillin, ni el doctor Stapletton, ni mucho menos McGinty, pueden acudir a la cita, sumidos en sus propios asuntos, o problemas personales. Por lo que sólo se presentan Grey, Strange y Dresden.

La charla no resulta demasiado exitosa, en cuanto a la asistencia se refiere. Aún así hay momentos brillantes, como el turno del misionero Mortimer Standale quien acompaña su discurso con una interesante exposición de dibujos y grabados, realizados por el propio Mortimer, sobre los indígenas y su forma de vida.

Una vez finalizadas todas las charlas y actos de la conferencia, el profesor Armitage lleva a los investigadores a un salón reservado donde le hace la proposición prometida.

El profesor explica que un joven compañero suyo, el profesor Jeremy Morgan, arqueólogo de creciente prestigio en la Universidad, está organizando una expedición privada a las junglas de la América Central, y que busca gente competente y aventurera para completar el grupo. Al haber dejado este encargo a la Universidad, el doctor Armitage no dudó en recurrir a los investigadores, ya que son viejos conocidos, sobre todo de Allan Grey, el anciano Idan, y el investigador Strange.

El propósito de la expedición es investigar sobre la suerte del doctor Eric Williamson, uno de los antiguos profesores de Morgan y un buen amigo de éste.
El doctor Williamson dirigía una expedición a las mismas junglas en busca de unas ruinas Mayas. Dos semanas después de su partida se perdió todo contacto, y no se ha sabido más de su grupo. Morgan desea encontrar la expedición desaparecida y continuar el trabajo de Williamson.

El doctor Armitage expone a los investigadores que podría ser una experiencia provechosa para ellos, a pesar de los inconvenientes de la pierna de Allan, con quien bromea.

Los investigadores acuerdan contestar el mismo día siguiente, y se marchan a sus respectivas casas a pensar en ello, aunque, los tres lo tienen decidido antes siquiera de salir de la Universidad. Esa misma noche el profesor Armitage recibe la noticia de que los tres investigadores aceptan formar parte de la expedición, por lo que les cita el viernes 7 de Marzo en la Universidad, con todo el equipo preparado, donde se encontrarán con el resto de integrantes del grupo, que viajarán en barco hasta Belice, donde se encontrarán con el profesor Morgan, que ya se encuentra en la región realizando los preparativos previos a la llegada del grueso del grupo.

Una vez hechos los preparativos para la ocasión, llega el día señalado y Armitage recibe a los investigadores en la Universidad. Al estar todos reunidos allí presenta al grupo uno por uno.

-Bien señores, ya saben todos a lo que hemos venido. No queda sino presentar a los que serán sus compañeros en este viaje:

Este es el señor Allan Grey. Un anticuario nada común, como podrán comprobar. Su erudición le hace ser un componente de vital importancia para la aventura que les espera. Viene acompañado por el detective Vincent Strange y la señorita Emma Dresden, con quienes forma un grupo de investigadores de mucha solvencia. Han sido incluidos en la expedición por razones obvias, ya que se pretende esclarecer una desaparición, además del objetivo puramente académico.

Por otro lado tenemos a dos hombres de la casa, los jóvenes profesores Henry Smith Jr y Leonard Lake.
Henry es el profesor más joven de la Universidad. Un arqueólogo recién llegado, que ayudará a Morgan, arqueólogo también, en todo lo referente a su materia. Leonard, es un brillante geólogo. Se ve que se me está pasando la fecha, al ver a tan buena savia joven por aquí -dice sonriendo el viejo Armitage-. Leonard Lake tendrá sus propias ocupaciones en la expedición, propias de su materia de estudio, lo cual no le exime de echar una mano al resto del grupo, ¿eh profesor?

Luego tenemos personal externo, pero con referencias impecables todos.

Walter Sickert es un detective privado, de bastante prestigio. Ha sido recomendado para la expedición por importantes personas, por lo que se le incluye en nómina. Siempre verán más cuanto más ojos tengan. Espero que se lleve bien con el señor Strange, y colaboren, sobre todo colaboren.

Mortimer Sterndale es un misionero. Quizás algunos de ustedes lo recuerden de la conferencia de los pueblos indígenas, que se desarrolló aquí hace tres días. Sabiendo que desea volver a la jungla, y yendo nosotros mismos hacia allá, por qué no aprovechar la situación ambos, ofreciendole el viaje al buen misionero, mientras que él nos ayuda a nosotros con el terreno. Un golpe de suerte, sin duda, el tener a este integrante en la expedición.

Pero no es el único religioso del grupo. El padre Robert Sunhold, es enviado por el vaticano, pues están muy interesados en la cultura y costumbres de los indígenas, así como de los misioneros que llevan la palabra de Dios a esos pueblos. La Universidad de Miskatonic no tiene inconveniente en que el padre les acompañe, aunque, que no dé problemas, ¿eh padre? Recuerde siempre los motivos principales de la expedición.

Por último he de presentarles a Harald Parker, un aburrido bibliotecario que vivirá la aventura de su vida. Es amigo personal mío, así que cuidenlo bien. Sus conocimientos teóricos de la vida les serán muy útiles, aunque supongo que tendrán que enseñarle mucho de la práctica.

Dice el buen doctor riendo.

Partirán de inmediato hacia Belize, donde les esperan los restantes miembros de la expedición:

- El profesor Jeremy Morgan, arqueólogo y director de la expedición.
- El Doctor Dennis Franklin, quien cuidará de que todos estén sanos durante la aventura.
- El caballero Thomas Patterson, un explorador y chico para todo que les hará de guía por la jungla, y que lleva con él a un indígena para los trabajos más duros. Un tal Miguel o algo así.
- Gordo Lockley. Un hombre de recursos, que lleva algún tiempo en la zona y les será muy útil.

Bien Eso es todo. Ustedes trece más el indio Miguel, formarán...

-Disculpe doctor. Pero alguien más vendrá con nosotros. Se trata de James Sullivan, mi asistente personal. Ya sabe que necesito algo de ayuda, con el estado de mi pierna.

Interrumpe Allan, con cierta vehemencia, pero sin incurrir en falta de respeto.

-Ah, entiendo, pues catorce más el indígena pues. Bien, les dejo aquí conociéndose. Dentro de cinco horas saldrá el barco, desde el embarcadero principal de Arkham. Si tienen algo que hacer háganlo ahora. Quien no tenga vehículo puede utilizar el omnbús que saldrá dentro de cuatro horas hacia el embarcadero. El barco les llevará hasta la costa de Belice, donde se encontrarán con Morgan y el resto.

Por supuesto la remuneración de la expedición será entregada antes de su ejecución. El profesor Morgan se encargará de todo. Suerte señores, suerte.

-Señorita... -saluda a Emma con una leve inclinacion de cabeza, educada pero un tanto fría. Después, recorre con su mirada al resto de presentes. -Caballeros... Llevo algunos años conviviendo con los nativos, transmitiéndoles la Palabra de Dios, y en ese tiempo he aprendido sus lenguas y costumbres; espero que mi experiencia les sirva de alguna ayuda en esta empresa. Desde que el señor Armitage me informó de la situación, he tenido siempre presente en mis oraciones al doctor Williamson y sus compañeros. La selva es un lugar traicionero, ruego al Señor para que nos permita encontrarlos sanos y salvos...

Con mi sombrero entre las manos, saludo a los presentes con sendas leves y corteses inclinaciones de cabeza.

—Como ha dicho el Profesor, creo que por fin saldré de mi encierro en la biblioteca —río—. Y aunque mi experiencia de campo no sea la mayor, espero no estorbarles y que mis conocimientos teóricos y alguna de mis habilidades sirva de ayuda para que todo salga bien. Un placer.

Esperando alguna indicación más que pudieran hacernos, quedo mirando al resto de los presentes, analizándolos con curiosidad, con una sonrisa cortés.

Acostumbrada ya a involucrarme con nuevos grupos, sonrío a todos durante las presentaciones. -Espero que nuestra unión sea fructífera para todos y que logremos dar con el paradero del doctor Williamson. Debo confesar que nunca he vajado a tierras tan salvajes y me produce una espectación dificil de describir. Espero que sepan disculpar mis contunuas preguntas, pero tengo una curisidad insaciable.

James Sullivan, el joven asistente del señor Grey, mira a todos y saluda tímido a los que le miran.

Sonrío sinceramente, quizás ante la perspectiva de otra aventura en compañía de gente culta y agradable. Sujetando con la mano izquierda el bastón, resisto el impulso nervioso de levantarlo para dar con la base un relajador golpecito en el suelo. Quizás lo único que merme el momento sea la desafortunada ausencia de Idan, pero quizás se compensa con la cara de envidia que pondrá a mi regreso. Seguro que deseaba hacer este exótico viaje tanto o más que yo.

-Señores -saludo afablemente- ¿Qué les parece si vamos a tomar un café para irnos conociendo mejor?

-Esa es una idea excelente, señor....Grey?...Lo siento, siempre he sido malo para recordar los nombres.- dice William, sonriendo al grupo sin dejar de mantener las distancias que marca la etiqueta.
-Por cierto, - agrega tras una pausa - podriamos aprovechar para repasar el equipo que llevaremos, no sea cuestión que una vez allí nos falten machetes, o nos sobren cuadernos de notas.-

El padre Sunhold escucha con atención las presentaciones de algunos de los presentes y, llegado el momento, decide que es su turno.

- Bien señores, creo que ninguno de los presentes me conoce, mira al señor Sterndale como para cerciorarse que aún siendo ambos dos hombres de Dios nunca han coincidido anteriormente -así que me presentaré. Soy el Padre Sunhold, aunque pueden llamarme Robert si así lo desean. El Vaticano me envía para estudiar unos antiguos cultos de la zona, pero no quiero que se hagan a la idea de que llevan a un invitado viejo e inútil, el sacerdote se permite poner una media sonrisa en su rostro en este momento.- Muy al contrario, estoy bastante acostumbrado a viajes y expediciones, así que creo que podré estar a la altura del resto del grupo. Y ahora,concluye -Señor Grey, aceptaré gustosísimo ese café, nunca se sabe cuando tendremos la oportunidad de volver a tomarlo.

Colocado al lado de Enma, con las manos en los bolsillos de su chaqueta de color gris, disimulando lo incomodo de vestir con traje, pero que ella le habia dicho que era lo adecuado para este tipo de citas, mientras jugueteaba en el interior del bolsillo con algo, inquieto, nervioso.No le gustaba este tipo de reuniones, pero lo de viajar a tieeras lejanas, le habia sorprendido gratamente, y una picaresca sonrisa se le dibujo con el mero echo de pensar en ver al quisquilloso de Grey, caminando por frondosas vegetaciones.Miro a los alli presentes y los saludo cortesmente a la vez que se presentaba

-Strange, Vincent Strange, un placer conocerlos a todos.

Sorprendiendose de ver un clerigo entre los presentes.La iglesia ..
seguro que pensaran convertir al catolicismo a indigenas, aprovechan cualquier cosa para ello

sonriendole mientras le estrechaba la mano
-Padre, un placer.Estoy con el señor ...¿Secret?, ah no Sickert, perdon, es que se presta a confusion su apellido, bueno pues mientras tomamos café, podremos ir anotando lo necesario para tal viaje.

Desde el inicio de la reunión he permanecido más callado que hablador, observando con detenimiento a cada uno de los que serán mis compañeros de viaje, intentanto obtener información de sus rostros y expresiones.

Al fin, levantándome de mi asiento, me dirijo abiertamente a los presentes, intentando esbozar lo que parece una sonrisa.

-Es para mí un placer compartir destino e intereses con un grupo de caballeros respetables y experimentados además de, por supuesto, con una señorita tan encantadora... si me permite el cumplido-la miro de reojo para ver cómo ha sentado el comentario y continúo hablando -Quiero que sepan que este viaje representa para mí una oportunidad única que me permitirá sin lugar a dudas continuar desarrollando mis investigaciones geológicas-esto último lo he dicho lleno de orgullo- de ahí que no dudé en solicitar al profesor Armitage que me permitiera participar en esta expedición.

No se preocupen por mi aspecto y modales de hombre de academia, ya que no es esta la primera, ni la última, vez que me veo o me veré en la obligación de acudir a poco pobladas regiones para recabar material de estudio.

Espero por tanto, poder no sólo cumplir con mis metas científicas, sino ayudarles en todo lo que pueda, dentro de lo que me permitan mis posibilidades.- En este momento, lanzo una rápida mirada a los presentes y hago un gesto de firmeza con mi puño-¡Estoy totalmente convencido de que encontraremos respuestas sobre el destino del Doctor Williamson!

Un hombre muy joven saluda al resto con educación, presentándose como Henry Smith Jr

-Hola a todos. Espero que este viaje se productivo para todos nosotros.

Dice el arqueólogo con una amplia sonrisa.

A sugerencia del anticuario Allan Grey, todos os dirigís a una de las cafeterías de la Universidad Miskatonic, en este caso una de las privadas del interior, donde volvéis a encontraros con Armitage.

La charla se extiende durante un par de horas, en los que se prende fuego a cigarros del Sur y tabaco de pipa del Este, al tiempo que se disfruta del sabor del licor y el sonido de las palabras.

El intercambio de impresiones es tan gratificante que pronto se hace la hora de partir. Todos se ponen en marcha, algunos con excitación, otros con fascinación, pero todos con muchas ganas de llegar al destino.

La marcha hacia el embarcadero se realiza por diferentes medios. Algunos viajan en su vehículo personal, y otros son transportados en el omnibús prometido. El fin es el mismo, ya que, al final, todos se encuentran en la pasarela a la hora indicada, rumbo a lo desconocido, rumbo a lo salvaje.

Las despedidas suelen ser tristes, pero ésta, en concreto, no. Los viajeros reanudan sus conversaciones y sus humos dentro del barco, que es el Augusto Leguía, un navío de pabellón peruano, que tras detenerse en Belice continuará hacia el canal de Panamá, para luego dirigirse al puerto peruano de El Callao.

Son poco más de tres días de viaje, hasta llegar al puerto de Belice, la capital de la colonia Honduras británica.

Si ha tenido tiempo y oportunidad, Walter ha tratado de averiguar si alguno de sus compañeros tiene o ha tenido "algo especial" (a saber: drogas, alcohol. problemas con la ley o con el hampa.... lo que se pueda saber desde su posición en el submundo)
Esto lo hace porque ha aprendido que siempre es bueno tener más información de la que se aparenta.

Esto son los informes que recibes, por diferentes medios:

Allan Grey: Respetable anticuario e investigador. Bastante afamado, a decir verdad.
Vincent Strange: Investigador privado socio de Allan. También notable.
Emma Dresden: Escritora, sin más referencias.
Harald Parker: Sin antecedentes conocidos. Bibliotecario respetable.
Henry Smith Jr.: Sin antecedentes. Respetable profesor.
Mortimer Sterndale: Sin datos. Desconocido.
Padre Robert Sunhold: Sin datos. Desconocido.
Leonard Lake: Brillante profesor. Nada ocutlo.
Thomas Patterson: Un exmilitar de la gran guerra. Ahora se dedica a explorador. Sin antecedentes graves.
Jeremy Morgan: Profesor de universidad, sin antecedentes.
Doctor Dennis Franklin: Sin datos. Desconocido.
Gordon Lockley: Peligroso contrabandista. Antecedentes penales y mucha mala fama. Es el que te contrata, obviamente.