Partida Rol por web

-Antes de buscar nada sería interesante que alguien me alcance el botiquin.- dice Sickert justo antes de desmayarse.

Sí, perdona, he si poco explícito. Ahora explico un poco mejor tu situación.

Una vez estáis todos a salvo reparáis en las heridas del grupo. Sickert y Lake son los peor parados, sobre todo Sickert, con quemaduras graves de segundo grado en la cara y en las manos. Luego están heridos Mortimer y Patterson, con quemaduras leves en la cara y graves en las manos, y después Emma, con quemaduras leves en la mano izquierda.

El resto sólo habéis sentido cierto escozor, pero sin llegar a produciros daño. Está claro que esa bruma es muy peligrosa, ya que ha hecho poco contacto, para hacer tanto destrozo.

El doctor comienza una ronda de asistencia médica, tapando a los heridos mas graves con la tela de la tienda de campaña, sin tocar las zonas quemadas, y realizando respiración artificial al desmayado Sickert, por si acaso. Luego le levanta las piernas y le dice a Miguel que busque una planta llamada Aloe Vera, que Miguel no entiende en principio, pero que al poco rato comprende, gracias a los gestos del doctor y a la traducción de Patterson, interpretando que es una pita zabila.

Al rato aparece Miguel con una planta grasa de hojas grandes y carnosas que el doctor corta con un cuchillo, aplicando la savia directamente a las quemaduras, y ofreciendo un gran alivio a los quemados.

Lo realiza todo con mucha calma, por lo que perdéis otras tres horas en la curación, tiempo que el doctor emplea digáis lo que digáis.

Sickert recupera la consciencia entre grandes dolores, y su cara, al igual que la de Lake, se hincha con principios de ampolla, aunque con mucha mejor apariencia de lo que cabía esperar cuando salieron del mar de vapor.

Estáis listos para continuar el viaje, aunque éste, será ahora mucho más duro para Lake y Sickert.

Después de que el doctor vende mi herida me quedo observando con recelo la bruma verdad. - Es horrible y muy peculiar.... Pareciera que estuviera hecho a proposito que la estructura contuviese de alguna manera que no alcanzamos a comprender ese veneno...

Bien , visto que aquí poco o nada podemos hacer lo mejor será proseguir esa especie de recorrido por las piramides del mapa , pero en la siguiente deberemos de tener mas cuidado , dice Thomas con las manos hinchadas y llenas de pequeñas ampollas . Vamos Miguel intentemos buscar el camino mas fácil hacia la siguiente piramide .

Mientras el avispado Patterson y el subdesarrollado Miguel buscan la ruta, Allan da una vuelta por la periferia de la esplanada, revólver en mano y acompañado de su ayudante y del perro, para ver si encuentran algo nuevo en la hojarasca.

Wañter se queda tumbado sin hacer nada, pero tambien sin quejarse, maldice la hora en la que se les ocurrio levantar la losa y mira el ir y venir de unos y otros mientras piensa "Si ya antes de esto yo era feo...."

Acompaño al señor Grey en la busqueda.

-Le acompaño, Grey.

Tras aplicarse la hierba rara y dar un par de aspiraciones a su inhalador, se reincorpora, acercandose a Enma para ver su estado.

-¿como te encuentras?, ¿has sufrido algun daño?

Observandola, mientras mira de reojo los movimientos de Grey..

Mientras el doctor cura a los heridos, Grey y Smith se dan una vuelta por la periferia de la pirámide y el mar verde, sin encontrar nada particular.

Tomas espera en el borde de la jungla con Miguel dispuesto a seguir buscando la segunda estructura representada en el mapa .

-Me ha quemado... Es como una acido gaseoso... Pero no me duele, el doctor ha hecho un gran trabajo y yo he tenido mucha suerte.- mira de nuevo haci la bruma verdosa. -Me sigue pareción tan curioso que se quedé Así-

Tengo la cara enrojecida y las manos algo quemadas, pero el tratamiento del doctor ha sido bastante eficaz y ahora apenas me duele.

Me acerco al señor Sickert y le palmeo el hombro suavemente.

-¿Se encuentra mejor? ¿Necesita ayuda para caminar? Si quiere puedo ocuparme de cargar con su equipo, para que vaya más cómodo.

Os ponés rumbo Sudeste, en busca del camino que habéis visto en el mapa, con destino a la extraña ciudad de piedra, supuestamente encontrando diversas pirámides truncadas por el camino.

-Parece claro que la expedición anterior iba en busca de esa ciudad de piedra. Qué opinan caballeros? Puede ser un descubrimento apasionante, ¿no?

La marcha es aún más penosa que anteriormente, a causa de los heridos, pero se sobrelleva bastante bien con la excitación de los acontecimientos. Todos, en mayor o menor medida consideráis que estás haciendo algo que se recordará en los libros de historia, y en los archivos de la arqueología de por vida.

unas cuatro horas de duro camino entre la jungla, luchando contra mosquitos, calor, humedad y espesa vegetación, llegáis a una pequeña pirámide truncada de 90 cm de altura. La pirámide se encuentra en un claro, totalmente ausente de vegetación, lo que os parece de lo más extraño. La pared con la que os encontráis perpendicularmente tiene un grabado de la ciudad de piedra que visteis en el grabado de la cámara de la pirámide grande anterior.

Asombrados buscáis por todos lados, por si hay algo importante, o si hay algún escondite en la pirámide, pero es totalmente maciza.

Sickert está dibujando un mapa, del camino, y os ponéis de nuevo en marcha con el mismo rumbo, durante otras cinco horas, para encontrar otra pirámide exactamente igual a la ultima. muy pequeña de 90 cm de altura, alineada de forma que la pared que os encontráis tiene el grabado de la ciudad de piedra.

Asombrados por lo fácil que es seguir el camino de pirámides, con un simple compás y comprobando de vez en cuando que la dirección es correcta, buscáis un buen luar para pasar la noche.

Las quemaduras de los heridos son ya ampollas, que con los cuidados del doctor y la mágica planta carnosa, van mejorando de aspecto a cada momento, aunque dejan cicatriz.

Hacéis turnos de guardia, y os disponéis a pernoctar, totalmente extenuados por la penosa marcha. Los ruidos de la noche os intranquilizan, pero no sucede nada digno de interés, y descansáis vuestros fatigados cuerpos, ante la perspectiva de otra jornada de terrible viaje.

Os despertáis temprano, con el sol, y volvéis a la marcha en un camino que comienza a ser rutinario y aburrido. Por medio de cálculos matemáticos y de los mapas de Sickert veis que las pirámides pequeñas están a 7.5 km una de otra, todas en el mismo rumbo, sin vegetación alrededor y todas con el mismo grabado en la misma pared.

Este día encontráis otras dos pirámides, y volvéis a hacer noche, en una jornada calcada a la anterior, de nuevo sin incidentes. Todavía tenés provisiones para algunos días más, pero empezáis a preocuparos de que el viaje se alargue mucho, con el problema de que a la vuelta tengáis escasez.

La mañana siguiente se levanta lluviosa, lo que os fastidia aún más la travesía, aunque alguno lo podría considerar un alivio, ya que al menos atenúa un poco el calor sofocante.

Cinco horas después, como siempre, una nueva pirámide, totalmente idéntica a las anteriores.

Os abro una escena privada para que lo interpretéis. No puedo decidir por él ni transmitirle tu interpretación. Cúrratelo.

Mientras van recorriendo la selva , Thomas se va sintiendo mejor y es que el hecho de estar en su terreno y el ver que las pirámides indicadoras no son nuevas trampas , sino meros mojones que les sirven para perderse le hace mas feliz .

Mira Miguel otra pirámide de esas , bueno en estas al menos no se pueden parar a estudiarlas , algo bueno tiene . Comenta con Miguel mientras siguen avanzando .

-¿Alguien ha visto algún indicador o lo que sea que nos diga a qué distancia estamos de la ciudad?- pregunta Sickert visiblemente agotado por la marcha, pero bastante mejor de salud.