Partida Rol por web

Sköll aunque consciente después del hachazo se quedó tumbado sin moverse, sabía que si se enfrentaba a aquellos enemigos terminaría muerto...

El orco se aproximó a Rokutsuki, la joven se encontraba indefensa y poco pudo hacer ante el fuerte golpe del orco. Sköll que estaba fingiendo estar muerto vio caer a su compañera, pero entonces vio como uno de los orog se acercaba a él y de repente todo se volvió negro, su engaño no había surtido efecto

Abris los ojos cuando os están arrastrando hacia una nueva celda, el orco ha desaparecido, quedando los tres orog, uno arrastrándoos a cada uno, podíais aprovechar que creen que estáis inconsciente para atacarlos por sorpresa, o dejaros arrastrar de nuevo hasta otra celda. Barry se sentía cansado, sabía que no aguantaría una batalla, en cuanto hiciese algún movimiento caería de nuevo inconsciente y Rokutsuki cada vez estaba peor, estaba perdiendo mucha sangre, no sabéis si cuando os encierren os encontraréis con vuestra compañera muerta

Cobarde, eso es lo que eres un cobarde jajajaja, escucho todo el momento mientras nos arrastran. No sería bueno volver a lo mismo. Lo mejor será llegar e intentar descansar. 

Me dejó llevar. Apenas nos pongan en una celda, reviso a mis compañeros a ver cómo se encuentran

Sköll también había perdido todo anhelo de salir de allí luchando, ya no eran monjes corrientes, ahora eran orcos musculosos con hachas grandas capaces de rebanar el pescuezo del mejor de los caballeros. Lo sintió por Rokutsuki pero aquella batalla estaba perdida así que siguió haciéndose el inconsciente hasta ser arrastrado hasta una nueva celda. Veía que Barti estaba también siendo arrastrado junto a él. Los enanos eran en verdad duros de matar y se alegró por ello.

De nuevo estáis encerrados en una celda, esta vez con otros prisioneros por lo que estáis algo más apretados, miráis a Rokutsuki, está a punto de morir, apenas consigue respirar y sus ropajes cada vez están más manchados del color carmesí de la sangre

Rokutsuki abrió los ojos para ver que tanto Barry como Sköll estaban sobre ella, volvían a estar encerrados en una celda, en esta ocasión había más prisioneros en la celda y por desgracia, no había camas para descansar en ellas

Cobarde eres un maldito cobarde y un debilucho, que mal elegí. 

Sacudiendo las cosas de la cabeza, como quien despeja sus ideas, me siento en algún rincón. - Estimados compañeros, pues en vista que su idea fallo la primera vez, creo conveniente probar la mía, intentar descansar y recuperar algo de fuerza porque tal vez la siguiente vez no tengamos suerte. - 

Mientras estoy hablando no dejo de mirar todo a mi alrededor para ver en donde estamos como es y como se ve. 

- Creo que no vamos a poder descansar Barry, no hay camas para nosotros, y esta celda está abarrotada con lo cual creo que es imposible que recuperemos fuerza. Comentó Sköll que intentó sin embargo ver si se podía sentar en algún sitio decente dentro de la celda.