Partida Rol por web

Los pueblos libres de la Tierra Media

El lento camino hacía los Puertos Grises

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19/09/2009, 15:53
Director

Primavera del 2799 de la Tercera Edad.

Linsul Bereth era un hermosa elfa del Bosque Verde, su cabello, extañamente, no tenía el color rubio propio de los sindar aunque tampoco era negro como el de los noldor. Era castaño y cuando el sol brillaba fuerte en el cielo parecía algo más rubio, sin embargo cuando la luna estaba oscura su cabello también se volvía más oscuro.

Decían de ella que era alegre y divertida, sabía manejarse con destreza en el arte de las armas y debido a ello era una excelente arquera. Su padre, uno de los más ilustres elfos del bosque, había visto como el Bosque Verde se habia convertido en el Taur-e-Ndaedelos, "el Bosque del Gran Temor", y tras perder la esperanza de que el bosque volviera a ser el que fue antaño, obligó a su hija a partir a los Puertos Grises, rumbo al mar.

Su hija sin embargo aún conservaba la esperanza que su padre había perdido y dado que no quería partir, pero estaba obligada a ello, le dijo a su padre que iria caminando, para poder disfrutar de todo lo que amaba por última vez. Su padre accedió y pidió a su gran amigo Daniros Sornë que acompañara y escoltara a su hija.

Daniros Sornë era un gran guerrero sindar. Manejaba espada y arco como nadie en el Bosque Verde, era conocido por el enemigo como el Azote Dorado. Y sus incursiones en el Bosque eran temidas por arañas y orcos.

Así pues junto a otros elfos que marchaban hacía el Oeste por distintas razones, Daniros y Linsul emprendieron su viaje, el lento caminar.

 

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21/09/2009, 00:14
Galanthir

Caminaba junto a Daniros, en completo silencio y embozado en mi capa.

La prenda se encargaba de ocultar mi cara y sólo dejaba a la vista unos pequeños mechones de cabello rubio platino.

Estaba pálido y ojeroso, la muerte de mi padre y la mala salud de mi madre me había afectado, a parte del largo viaje con tanto equipo necesario en los turbulentos tiempos que corrían.

"Tres mujeres y dos hombres, todos sindar, si corrieran otros tiempos este sería un momento de júbilo"

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21/09/2009, 11:20
Silwen

Silwen observa la tristeza que muestra el aura de la bella elfa y se pregunta cual será el motivo. Mientras tararea una bella melodía del bosque que la vio nacer

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21/09/2009, 15:59
Miriamele

Miriamele caminaba por delante de los demás, observando el terreno por el que tenían que avanzar, pero sin perder de vista el alrededor, atenta siempre a posibles ataques.

Aunque, por una vez, su rapidez al caminar no se debía solo al escrutinio del paisaje, sino que estaba extasiada, por fin vería el mar. Aquél del que tanto se habla en las canciones, quería oler por sí misma la sal, ver la inmensidad del océano y perder su vista en el horizonte.

- Ahhh - suspiró - Pero aún queda tanto para llegar... 

Se recolocó el arco en la espalda y continuó con su escrutinio. No conocía mucho a sus compañeros de viaje, la verdad es que la casualidad los había unido.  Volvió la vista por un momento y la dirigió a sus compañeros de viaje.

El elfo tan serio y misterioso, con la capucha bajada, aunque cuando se le distinguen los ojos éstos tienen un matiz sombrío. ¿Será así siempre o le pasará algo? - se preguntó - También está la chica jovial, que camina con ese andar desenvuelto.  Mientras andamos tararea una canción. Mmmm, esa canción me recuerda a nuestro pueblo. Los otros dos... la elfa con el pelo tran extraño, parece tan triste.... y su acompañante, que creo que es su escolta... por lo visto maneja muy bien las armas, al menos camina con el andar de un soldado. En fin, ya veremos que tal se nos da el viaje... hacía mucho que no tenía compañía elfa

 

 

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21/09/2009, 16:35
Linsul Bereth

La bella elfa escuchó las palabras de la joven que caminaba con ellos.

Precisamente eso es lo bueno. Dijo dirigiendose a ella. Podemos disfrutar de este magnífico paisaje, entretenernos con la musicalidad de las aguas del arrollo y el cantar de los pajaros. Podemos disfrutar de los rayos del sol bañando nuestras pieles en esta magnifica primavera que no podremos ver finalizar. Disfrutar como nunca hemos disfrutado antes de los árboles, el cielo azul... Llevo muchisimos años en este mundo y pensar que no volvere a ver estas tierras me entristece y me obliga a intentar impregnar mi memoria con su recuerdo, para que quede marcado y nunca se borre de ella la gran belleza que las habita. Mientras hablaba la elfa señalaba a las cosas para mostrar a la joven elfa con la que hablaba la belleza a la que se refería. Se quedó parada mirando una flor roja que crecía a un lado del camino. Y las flores... Dijo en un lamento. En ningún lado hay tanta variedad de flores como en esta parte de la Tierra Media.

Daniros Sornë permanecía en silencio, como si todo aquello no fuera con él, se trataba en verdad de un elfo alto, y pese a aparentar ser grácil y delgado como todos los de su especie, sus brazos eran fuertes y rebosaban energia. Su pelo era rubio y sus ojos azules, como era lo normal. Su mirada en cambio era tan fría como su semblante. Vestía una túnica blanca y verde con decoraciones doradas, y sobre ésta llevaba una capa verde recogida por un broche redondo. La capa tenía capucha, pero el elfo caminaba con la cabeza descubierta. En sus hombros, aparecían de debajo de la capa las hombreras de su coraza, que llevaba oculta bajo la túnica.

Habían visto la coraza la mañana de aquel día y pudieron fijarse bien en ella antes de que la ocultara, la coraza que Daniros llevaba era brillante y dorada, fabricada sin duda alguna por unas manos herreras habiles. Tenía un relieve de flores que recorría la armadura desde el pecho a la espalda de abajo a arriba. La parte de los hombros que siempre permanecía visible, era un entramado de placas que permitían moverse con facilidad, a su vez tenían una forma decorativa como si de un enramado de hojas se tratase. Una daga para emergencias bien disimulada en un recobeco de la armadura, de la cual solo se veía la empuñadura, encajaba a la perfección con el relieve de la coraza en un costado de esta. Solo los ojos extremadamente perspicaces hubiera podido distinguirla pero Daniros reveló el secreto en la mañana al sacarla para comprobar que estaba bien afilada y volverla a guardar antes de ponerse la túnica.

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21/09/2009, 17:27
Galanthir

Miré a la elfa de cabello castaño y dije

-Si os dirigís a Valinor no creo que os falten allí estas cosas, aunque sí quizás falten el espacio de la Tierra Media-

Sonreí, mi acento era cantarín, pero mis palabras parecían impregnadas de seriedad o, acaso, tristeza.

-Sed feliz, pues dejáreis atrás todo el dolor de esta tierra amarga y dulce a la vez, al menos si vuestro destino es partir y escapar antes de que la Sombra siga extendiéndose-

Miré hacia el este y me bajé la capucha, dejando ver mi rostro por primera vez

-A mi al menos me quedan asuntos que tratar en este valle de lagrimas-.

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21/09/2009, 19:51
Miriamele

- No todo en estas tierras es malo. - le replicó- Yo no lo consideraría un valle de lágrimas, cada uno puede elegir lo que hacer, y si no se puede, siempre te puedes rebelar o hacer las cosas a tu manera. Al fin y al cabo es la vida de cada uno, no deberían entrometerse los demás. 

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21/09/2009, 22:18
Linsul Bereth

Linsul meditó las palabras que había pronunciado la joven elfa. Tenía razón, pero ella no se atrevía a plantar cara a su padre y tomar las riendas de su propio destino. No quisó desvelar aquel sentimiento y guardó silencio durante unos instantes.

Yo aún tengo esperanza en que el Bosque Negro vuelva a ser verde. Dijo después. Miró a Daniros Sornë, no sabía si su opinión sería igual o diferiría. O si tendría alguna opinión...

Creo que llevamos todo el día caminando juntos y aún no nos hemos presentado como es debido. Me llamo Linsul Bereth, y este que camina conmigo es Daniros Sornë. Tal vez hayais oido hablar de nosotros alguna vez, ya que la fama de nuestros nombres precede a nuestra propia imagen, por desgracia.

Y aunque quedara mal que ella lo dijera, así era en verdad. Todos habían oido hablar de Daniros y también de Linsul, la elfa del pelo castaño y ninguno los había visto de cerca. A Linsul la conocían por su padre, que era un conocido bardo en el reino de Thranduil. Y de Daniros Sornë se narraban todas sus hazañas en el Bosque contra orcos y arañas.

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22/09/2009, 17:39
Miriamele

- La verdad es que Daniros sí que lo conozco. Es muy famoso entre los guardias del Bosque. Sus hazañas son contadas entre los guerreros, sobre todo a los jóvenes, que se los anima a imitar tales logros. De pequeña me contaron algunas. Supongo que aún se seguirán contando, pero hace tanto tiempo que no he visitado nuestro Pueblo...Por esa misma razón a vos misma no os conozco. Aunque sí recuerdo las canciones de un conocido bardo con vuestro apellido. ¿Quizás es un familiar cercano?

Bueno, ya que estamos presentándonos, yo soy Miriamele, elfa errante. Para todo lo que necesitéis y esté en mi mano, aquí estoy- hace una reverencia - Encantada de conoceros

Notas de juego

Sé que es mucho morro preguntar lo que acabas de decir, pero como se supone que Miriamele no te conoce porque hace mucho que no sabe novedades, pues como no lo has dixo en voz alta aprobecho xD

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23/09/2009, 15:49
Galanthir

Me detuve e hice una reverencia

-Soy Galanthir, de los Puertos Grises-

Miré a Miriamele y dije

-Incluso aunque te rebeles puede que no consigas lo que quieres, hay lugares en que la oscuridad es demasiado fuerte como para que la luz salga airosa si se aventura en los tenebrosos dominios-

Cerré los puños, avanzando para quedarme delante

-Aún así es un placer conocerles a todos, y no dejéis que mis palabras sombrías os afecten, solamente estoy triste y nostálgico-

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23/09/2009, 16:14
Miriamele

- Pero por intentarlo nada se pierde. Además, no me refiero a hacer una rebelión en cuanto algo te sale mal, sino que cuando no queda alternativa, cuando te obligan a realizar algún acto del que te arrepentirás toda la vida, en ese momento es cuando hay que decir basta. Lo último que se pierde es la esperanza, al menos debería ser así.

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23/09/2009, 16:40
Galanthir

Me encogí de hombros

-Si conoces algún modo por el que podamos recuperar el poder y la gloria de antaño me gustaría estar al tanto-

Fruncí el ceño

-La culpa de todo esto viene de esos enanos avariciosos, y de esos humanos usurpadores, malditos sean todos bajo la bodeda de Varda-.

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23/09/2009, 16:58
Daniros Sornë

Daniros Sornë que había permanecido en silencio sin pronunciar una sola palabra rompió su silencio de imprevisto.

¡Silencio! Ordenó, y todos callaron ante la fuerte voz del elfo. Se acerca alguien a caballo. Dijo tras escuchar unos segundos.

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23/09/2009, 17:02
Galanthir

Descolgué mi arco de la espalda y coloqué una flecha en la cuerda

"Dudo que sea hostil, pero no podemos arriesgarnos…"

Tensé y me quedé esperando.

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23/09/2009, 18:27
Miriamele

Maldición!- masculló.

Sacó a toda prisa su gran espada Naidel y la clavó en el suelo. Justo después sacó el arco, lo tensó y puso una flecha en él, apuntando hacia la dirección de la que provenía el sonido, lista para lo que pudiese suceder.

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25/09/2009, 21:37
Director

Pronto todos pudieron escuchar aquello a lo que Daniros Sornê se refería. El galopar a toda velocidad de un caballo se aproximaba velozmente. Se quedaron quietos, estaban al descubierto y no tenían opción de escape, asíque optaron por esperar preparados para lo peor.

En cuestión de segundos el caballero fue visible, era un humano, llevaba un caballo ligero y no tenía pintas de ser un guerrero ni algo parecido, más bien un mensajero. Al ver a la comitiva de elfos, con las armas preparadas, se detuvo en seco y se quedó mirando asustado.

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25/09/2009, 21:41
Daniros Sornë

Bajar las armas. Dijo el elfo. No representa ningún peligro. Solamente es un mensajero.

Guardó sus armas y se acercó al caballo del mensajero. Lo tomó por las riendas y le preguntó:

¿A donde te diriges?

El mensajero respondió: Busco a una elfa llamada Linsul Bereth, porto una carta importante para ella.

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25/09/2009, 21:44
Linsul Bereth

Linsul se adelantó unos pasos. Yo soy Linsul Bereth. El mensajero asintió y le entregó la carta. Linsul comenzó a leerla y su cara reflejaba la gravedad de lo que estaba leyendo. Después le pasó la carta a Daniros y le miró con preocupación en los ojos.

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25/09/2009, 21:49
Miriamele

Al ver que no había peligro alguno, Miriamele recogió su espada y se volvió a colgar el arco en el hombro, aunque mientras lo hacía miraba de reojo a Galathir, observando su expresión:

Un humano, por lo visto no le caen demasiado bien, espero que no reaccione desproporcionadamente.

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26/09/2009, 00:16
Galanthir

Miré al humano con rictus despreciativo y escupí al suelo en su dirección, con un desprecio indescriptible, mientras bajaba mi arco y lo devolvía a su lugar.

"Me gustaría verle con el cuello roto, maldito ladrón"