Partida Rol por web

De nuevo una mano, ornada de cuero y metal, os indica que sigais adelante en vuestro caminar. La senda se introduce cada vez más en el lúgubre bosque, aunque ni de lejos tan temible como el último que hollasteis.

Paso tras paso, trecho tras trecho.

Ojoloco estaba impaciente siguiendo a Oled, ya estaba aburrido de esa caminata sin sentido.

Ingrid enarco una ceja.

"Por Odin pero que rayos le pasa a Oled?"..lo siguio con la mirada dubitatiba..

10 pasos, 100 o mil no sabia hace cuanto estaba caminando pero esto ya me parecia eterno Maldita sea esto no me gusta, mucho caminar y poco craneos rotos

Avanzo por el bosque, leyendo la queja en los rostros y suspiros de mis brodir. - Lo siento hermanos... pero yo no he puesto el bosque entre la playa y la aldea... - Les digo sin mirar atrás, pues voy atento a lo que nos espera más adelante.

Un grito de batalla os sobresalta. No suena cerca de vosotros, pero quizás sean los árboles los que hacen que el sonido rebote y se desvirtue.

No reconocéis las voces que gritan, pero sí el silbido de flechas y el chascar de huesos bajo las hachas y espadas.

Brodirs, preparse para la batalla. Hagamos que esos perros sajones sientan nuestra ira. - Mientras dice esto Ojoloco saca su hacha de batalla y se prepara para el combate.

Mi cara iba poniendose mas roja por la ira y la desesperacion de entrar en combateVamos, vamos que esta empezando una batalla y nosotros no estamos en ella!!!No vine en barco solo para que nos arrebaten la venganza de nuestras manos!!!!!!!!no creo que se esten quitando las vidas....aunque deberian pero no sabia donde tenia que correr, cada segundo que pasaba asia mas fuerte el mango de martillo mientras buscaba el origen de la masacre.

La mujer  levanta la vista tratando de seguir el sonido, pero le era totalmente imposible precisar su procedencia.

-Ir..adonde brodir, no sabemos donde se desarrolla. Lo sensato es seguir hasta el claro de la aldea de allí podemos tener una perspectiva más amplia o hacerle el favor a algún gales que nos topemos.

Oled, apuremos el paso  o prefieren volvernos sobre nuestros pasos brodir y bordear la caleta.

-Yo digo que busquemos a esos bastardos y hagamos que la propia Hella quede asombrada con el número de almas a contar. Si no luchamos, ¿cómo esperas que nos dejen sentarnos en la sala de banquetes del Valhalla?- La voz es bronca, con un sempiterno deje de enfado en ella. La más indicada para un loco cuya afición es separar las cabezas de los troncos.

-No convendría hacernos matar tan pronto. Al menos deberíamos llevarnos por delante a algunos, no morir bajo el influjo de un arco a tres metros de distancia. Así que Vigdis, cállate y sigue caminando.

El chamán está bastante aburrido de la caminata y se nota en su semblante arrugado, aunque encuentra verdad en las palabras de Volgo.

Debemos al menos intentar rodearlos para estar a distancia de golpe. No nos ganaremos un asiento en el Valhalla por morir como idiotas, brodirs. - Dicho esto Ojoloco sigue caminando siguiendo a Oled.

Necesitamos saber de donde vino ese ruido, no quiero caminar hacia unos cobardes con arcos!

Camino son detenerme entre los frondosos árboles y sobre el húmedo musgo del suelo, intentando hacer el menor ruido posible. Aunque es imposible. Demasiadas ansias de sangre para ser contenidas.

- Si temeis a los arqueros, avanzad con los escudos al frente. Pero la aldea no queda lejos y la batalla seguirá cuando lleguemos. Además, no será la primera aldea que caiga bajo nuestra venganza ¿no? Hemos hecho demasiadas millas como para volvernos nada más llegar.

Los escudos se alzan como un muro a vuestro alrededor, dejando tan sólo visible de rodilla hacia abajo para evitar que tropeceis al andar. Seguís adelante como un batallón, marcando el paso como si de un ejército se tratase.

Tras una fila de árboles, podeis ver lo que se supone que es un campo de batalla. Varios de los vuestros están cercados por los exploradores galeses. Un círculo hecho apresuradamente con rocas hace las veces de parapeto, pero no es del todo eficaz. Uno ya ha caido. Tharand Stórinn yace en la verde hierba, con el pecho atravesado por una saeta. Sus labios guardan los últimos esputos de sangre, pero su rostro contiene la felicidad del que se sabe merecedor del Valhalla.

Perros galeses, acorralando a los nuestros! - dice ojoloco con los ojos abiertos como pepas.

Aprovechemos que están de espalda para destruir a esos mal paridos, o nuestros brodirs morirán.

Es tiempo de cobrar sangre por sangre - piensa mientras se prepara para invocar los espíritus.

Ver a mis brodir muertos por las armas de los perros galeses me incendia el corazón. Se supone que nosotros éramos los que debíamos vengar muertes, no sumar más... ¡Bastardos! Un grito gutural me sube por la garganta mientras la espada tiembla deseosa de venganza en su funda.

- ¡Cargad!

Desenvaino y alzo mi arma, que brilla a pesar de la poca luz que hay en el bosque. Con ella, apunto a los enemigos y salgo corriendo a por ellos sin dudarlo.  

“ a traición, malditos…ya estamos aquí hermanos”

Apenas sin poderse contener, deseosa de ir a la lucha apenas sus ojos vislumbraron lo que acontecía, Ingrid se lanza justo cuando el líder del grupo  da la orden. Sus ojos no perdían detalle, como una fiera en busca de su presa.

-Muere,.. grito al tiempo que descargaba las flechas de su arco contra el primer gales buscando romper el cerco que habían creado sobre sus hermanos y crear paso para su propio grupo para luego con ímpetu descargar la hoja sedienta de sangre.