Partida Rol por web

-Tranquila Brynhild, algo que no se puede matar, tampoco nos puede matar a nosotros...Hahahahahahahaha!- comento poniendome en jarras y carcajeandome. Luego un pensamiento cruza mi mente -Iduna?-

Gunnar observaba como muchos de sus compañeros curtidos guerreros comenzaban a flaquear en el animo, mas sabia que era mas por el tema de la magia que por cobardia, ya que en cantidad de ocasiones habian hecho gala de su valor y presteza y ya estaba suficientemente probado.

Observo cómo algunos de mis compañeros se acobardan ante la silueta espectral de la joven de la caperuza. Y las palabras de Brynhild resumen las ideas que se pasan por sus cabezas.

Tranquilos brodir, que un ser se desvanezca no significa que no pueda morir. Hay muchos caminos para encontrar la muerte... y muchas maneras para provocar ese encuentro.

Enfundo mi espada y relajo el cuerpo, no hay porqué preocuparse. Miro al bosque fijamente, algo me atrae de toda esa historia del Lobo y la Cabaña...algo que creo conocer ya...que me recuerda a miedos, fuego y diversión...

Brodir... ¿a alguno os suena la historia de Iduna y Fenris? Fenris es el terrible lobo al servicio de Loki e Iduna es una joven que poseía las Manzanas de la Inmortalidad. El animal intentó robarselas y... el atuendo de Iduna era una capa roja...

Me quedo en silencio, intentando recordar algo más.

Vuestra compañía va a empezar a avanzar cuando Hildolfr da una voz seca.

-Mis aguerridos brodir, es poco lógico avanzar todos juntos. Si algo pasa, nuestra gente quedará mermada, pues somos pocos ya. Es mejor formar un piquete de playa con los que se quieran quedar, y que cinco o seis atravesemos el bosque. Gunnar, Brinhild, Askar, Habrald, Oled, Ragnar, Viglaf, Vigdis y yo valdremos. El resto, deberían quedarse aquí, vigilando tanto el drakkar como a la gente que pueda aparecer. Ahora que ya estamos divididos, ¡partamos hacia la gloria!

Hildolfr echa a andar con paso raudo hacia el bosque.

Asiento ante las palabras de Hildolfr y camino tras él, hacia el bosque, hacia lo desconocido. Un hormigueo recorre mi espalda y me arranca una sonrisa: Algo me dice que la Gloria nos espera.