Partida Rol por web

Gaheris intenta atacar al trasgo pero su daga queda clavada en el escudo de este, sacandosela de la mano. 
Aun se oian ruidos de destrozo dentro del carruaje, pero no parecian querer salir por el momento

Maldita sea....van a destrozar todo lo que hay en la carreta, y aún tengo allí alguno de mis mejores vestidos.

Bien, recojo una roca del suelo y la hago brillar con una fuerte luz...Les haré salir de allí. Mientras la piedra brilla en mis manos con una poderosa luz grito.

-¡Haré volar la carreta! no estoy segura de que me entiendan, pero mi voz suena lo suficientemente amenazadora como para que crean que estoy arrojando algo peligroso en lugar de una simple piedra.

Arrojo la piedra que brilla como el fuego al interior de la carreta esperando que mi treta surta efecto

Donde se habrá metido ese maldito gnomo...al fín y al cabo la carreta es suya

Con una mirada seria en el bicho lo ataco, haciendo un corte de reves intento alcanzar al trasgo, no lo logro.

Abusando del tonto que perdio la daga lo golpeo en el pie.

¡Gaheris! Veo como la daga del asqueroso bicho hace un feo corte en la pierna de mi amigo y, sin pensar en lo que hacía me lanzo encima de ese ser y le atesto un fuerte golpe con el arpa mientras me digo a misma que en cuanto tenga la oportunidad compraré una buena daga

 Ahora si que estaba cabreado, por lo que traté re recuperar mi daga, mientras le escupo a la cara al bicho para tratar de desviar su atención.

Gaheris recupero su daga en un rápido movimiento mientras Estel se disponía a golpear al trasgo con su arpa.

-Se escapan! se escapan!- grita Homar desde la puerta

Dos trasgos, se escabullían de la carroza aterrorizados, saliendo uno por la ventana y otro por la puerta que se encontraba del otro lado. Corriendo rápidamente ambos se pierden en la tenue oscuridad de esta noche pronta a acabar.

Un par de luces se sitúan en la puerta de la carreta...

Pateando medio cadáver de uno de sus compañeros un trasgo de color verde se para en la puerta de la carreta.
No tenia tanto esa apariencia grostesca y harapienta que tenían los otros, igual su mirada era desorbitadamente desquiciada.  Portaba una pequeña cota de malla ajustada por un cinturón al hombro y a la cintura, en sus manos portaba dos cosas que brillaban distintamente.

En una mano la roca brillante de Estel, la que deja caer con desprecio, en la otra, un objeto con una mecha encendida.
-VOLAR??? VOLAR!!!... estos os volara-

Cuidado Crixus!!! grita mientras zamarrea el hombro de Homar para que hiciera algo

El trasgo lanza el objeto contra el suelo. Cixus intenta cubrirce de esta, pero es tarde, no logra mover lo suficientemente rápido el escudo.
El objeto rebota en el suelo y tras un segundo en el que suspende en el aire, estalla.
Fuego, esquirlas y un humo los alcanzan.
A Crixus que las esquirlas y el fuego, se incrustan, rasgan y queman en su espalda desnuda
Estel y Gaheris que levantan sus brazos con intención de cubrirse el rostro.
Y el pequeño trasgo también es alcanzado, cayendo medio reventado al suelo, sangrando por las esquirlas que se clavaron en su pecho

Me llevo la mano a la cara y veo como la sangre cae a través de los dedos...Maldición pienso mientras me llevo la mano a la cabeza...al menos parece no ser una herida muy grave. Veo tambien que han herido a Gaheris y al rubito idiota. Afortunadamente Zyrion no parece tener ninguna herida y la herida de Gahi no parece grave.

-Ahora si me has enfadado ricura...Si me queda cicatríz te vas a enterar....¡Que diablos!....Te patearé igualmente. digo mientras vuelvo a conjurar un hechizo para intentar dejarle confuso mientras hacia jugar de nuevo unas hebras de lana entre mis dedos manchados con la sangre de la herida

-Sii!!! Mam...-...i. Pierdo la mirada en el cuerpo de la bruja

 Mientras logro recuperarme de la explosión, me aseguro de que mis heridas no son graves y luego, tras estar seguro de que la buena de Estel vigilará al trasgo, me acerco a Crixus con paso raudo, para asegurarme de que está bien, mientras tapo sus heridas con mis manos, para que no se desangré, mientras le voy diciendo preocupado:

 - Aguanta, grandullón, si te mueres, ¿quien me impedirá que trate de ligar con tu novia?. - Luego grito a viva voz. - ¡Necesitamos un sanador!.

La explosión le había pillado por sorpresa, no esperaba una actuación tan temeraria de unas criaturas como los trasgos, seguramente algún golpe en la cabeza había acabado con su poco razonamiento.

Cita:

La petición de auxilio le devolvíó a la realidad y al parecer Estel había conseguido confundir al agresor con lo que había tiempo para asistir a los heridos.

Zyrion no pierde tiempo y se acerca a Gaheris y el guardia de la taberna, las heridas del segundo parecían bastante graves y requerían de cuidados urgentes, además la pobre chiquilla de la taberna había presenciado de primera mano todo lo sucedido. Me dirijo a Gaheris con firmeza...

¡Sujetalo y mantenlo erguido, esto le dolerá unos instantes!, con una mano sujetando el brazo de Crixus la otra se posó sobre su maltrecha espalda,... "CURATIO VULNUS".. tras pronunciar estas palabras un breve destello de luz brotó de su cinto y pareció canalizarse hasta su mano a través de todo su torso, una vez allí se adentró en cada una de las heridas del guerrero, expulsando a su vez los trozos de metralla del artilugio explosivo. Tal como había predicho apareció el dolor, pero instantes después una sensación de calidez le relajó.

Un buen acto el de Zyrion y un par de lágrimas de unos ojos llenos de gratitud, se pudieron ver, en una mirada de reojo de la pequeña Cathalyn que aferrada al brazo de Homar no queriendo ver la pelea.

La mirada lenta del trasgo era, y aun no desertaba. O estaba muy loco o algo se tramaba.

El joven Crixus sentía un gran dolor por el golpe "Rayos no me esperaba ese golpe" -Tranquilos estoy bien, ya tendremos tiempo para hablar y agradecer mas adelante dice mientras se acerca al trasgo verde,el joven Crixus estaba notablemente enojado con el y empuña su espada y su escudo firmemente, al llegar al mismo le lanza un corte con su espada bastarda

Pequeños destellos de luz se cerraban de algunas heridas que desaparecían de la espalda de Crixus. Su ataque fue contundente, alguna anillas volaron en el aire, cuando la punta de la espada causaba un corte en el hombro del trasgo.
El trasgo cae sentado, lo cual empieza a levantarse torpemente para seguir en combate, parece que no desistirá.

Se logran percatar que en la cintura del trasgo cuelgan otros objetos explosivos como el que había lanzado anteriormente.

Fuiste la única que se tomo un momento para observar bien la situación. No solo viste los explosivos que colgaban en el cinturón del trasgo, sino también junto a estas una pequeña herramienta con unas rocas de sílex, supuestamente para encenderlos.
Un vistazo rápido a tu alrededor, tus compañeros, los caballos, el trasgo en el borde del carro, la moza y aquel pretendiente en la puerta de la taberna...
Pero lo que mas te llamo la atención fue, una larga estela de humo negro que venia levantandose desde el sur.
Y ahí lo viste, eso de lo que te había hablado Zyrion.
Escupiendo esa nube negra, se propulsaba con un gran chorro de fuego. Una extraña carreta en la que varios trasgos verdes iban encima. Un gran cilindro metálico en el medio, que en su posterior escupía una gran llamarada, una gran cantidad de barriles a los costados y un refuerzo metálico, como punta, en el frente. Carecía de caballos y un trasgo sentado delante con dos correas dificilmente manejaba las ruedas delanteras.
Se acerca a gran velocidad, emitiendo un ruido grave y continuo que no habría sido difícil de escuchar, pero es tarde para reaccionar, en poco mas ya estara allí.

¡Mierda! grito. Me giro a Gaheris y le digo:
¡Gahi! Quitale las piedra de su cinturon...y esos explosivos -señalando al trasgo. Estará atontado..y luego corre. Vosotros. Corred también-digo señalando en dirección a un enorme ¿carro?que se acerca humeando por el camino. ¡Corred corred corred!

Rapidamente entro en la cabaña -voy a sacar a ese estupido  gnomo de ahi-explico mientras agilmente subo a la habitación para despertar a Manny y recoger mi ballesta y lo que pueda de mi equipaje.

Estupido Manny, ¿es que nada puede despertarlo?