Partida Rol por web

Las torres iban al frente, dando cobertura a todos quienes van detrás. Estas ofrecen cobertura a los disparos de las armas de fuego efectuados por los trasgos.
Pudiéndose armar y afirmar detrás de las torres y entre los arboles, catapultas y onagros preparan sus proyectiles.

El asedio debe realizarse para que la menor cantidad de hombres pierdan la vida en la carga por entrar, para eso, deben ser destruidas la mayor cantidad de empalizadas y torres que guardan el paso.

Tras las empalizadas varias torres ponen a tiradores trasgos en lo más alto. 

Pasando estos, se han construido sobre los arboles plataformas de madera, sin forma de subir o bajar que no sea trepando.

Y finalmente, detrás de murallas y torres que fueron arruinadas con los explosivos trasgos sin ninguna razón, más trasgos aguardan...

-Bien, pongo mi ballesta a disposición de quien la necesite.-Digo dejándola en un lateral junto a la munición y cogiendo dos bombas y un rifle con municion.-Si nos acercamos lo suficiente podre usar estas dos para abrir la empalizada. Por de pronto lo prioritario es limpiar las torres de tiradores... voy a ver lo que puede hacer este cacharro.

¿Alguna idea más?

Yo ayudaré a empujar las torres dije. Lo mío es el combate cuerpo a cuerpo, y desde aquí poco puedo hacer.

Al ver que mis recién adquiridos compañeros no parecen tener demasiadas ganas de charla, me acerco a la torre más cercana para obtener algo de cobertura, apunto con mi nueva arma a uno de los trasgos y disparo. 

El enano y la monje dejaban a sus dragones atrás, incurriendo en el campo de batalla.
Los tiros pegaban, pero no cerca, las torres cubiertas reciben la mayor cantidad de disparos.

Brottor dispara y falla.

Lia ayuda a empujar una de las torres, la cual se adelanta un poco más que las otras.

Que los tiros pasen tan cerca de nosotros sin tocarnos es una buena y mala noticia. Buena, porque no nos dan. Mala, porque cada vez tendrán mejor ángulo para acertar. Me quedé pensando. No podía seguir empujando la torre, pero tampoco podía salir corriendo cual loca al campo de batalla. Si tenía que luchar con las manos, tendría que esperar a que la muralla cayera... Miré hacia los dragones, que parecían tremendamente interesados en la batalla.

A la mierda, vamos a volar un poco

Abandoné la torre y salí corriendo hacia el dragón que me habían asignado. No iba a ser mi viaje favorito, pero quedarme esperando no me atraía nada.

Al ver que mi disparo se ha ido un poco lejos, apunto de nuevo y disparo contra otro de los goblins esperando que esta vez acabe con el.

-Acercad esas torres.-Digo señalandolas.-Dark, usa mi ballesta para disparar.

-¡Fuego!- -¡Fuego!- Gritan los soldados y las máquinas de asedio disparan contra las empalizadas, causándoles gran daño, pero sin destruirlas aún. Todavía las torres de asedio tendrán que esperar a tener el camino libre...

Brottor dispara y da justo contra una de las torres, pero no al gobling sobre ella. En un acto de furia todos disparan contra el enano, pero su cobertura lo resguarda, más los disparos de las armas de fuego pasan alto...

¡Vamos allá! grité cuando monté en el dragón y éste desplegó las alas. En pocos segundos, estaba sobrevolando el campo de batalla, luchando por esquivar ataques de los trasgos.

Mientras mi compañera ataca con su dragon al grupo de trasgos, yo lanzo una de las bombas que he cogido contra la empalizada para tratar de abrir un agujero.

Lia monta uno de los dragones, con este, vuela por sobre las empalizadas, pisa una de las copas de los arboles y escupe su aliento helado sobre una de las plataformas en la que se encontraban los tiradores trasgo, dos de ellos logran resistir, pero uno cae y se rompe la cabeza en la caída.

No obstante, para Lia los disparos se escuchaban más cerca y en mayor cantidad, los demás trasgos la tenían ahora de objetivo.
Y al pobre dragón le toco sentirlos, dos disparos se habían hecho mella en su carne...

Los trasgos en las torres no iban tampoco a dejar pasar a alguien, por lo tanto dispararon sus rifles contra la jinete del dragón, donde apenas uno de los proyectiles la rozo.

Brottor lanzaba una de las bombas contra la empalizada, esta caía justo en el lugar que quería, causando un daño en la estructura...

¡Volvamo! grité tirando de las riendas del dragón. Lo que no iba a hacer era permitir que aquella criatura fuera herida de muerte, y menos teniéndome a mí encima.

Al ver como la primera bomba no parece hacer demasiado daño a los muros, lanzo un segundo bombazo a la espera de que en este caso si haga algo más que el primero.

Lia vuelve con el dragón. Brottor ayuda a destruir la empalizada. Al onagro se le rompe una de las poleas, lo que pone a los soldado a improvisar unas ataduras para poder repararlo y que así pueda volver a disparar.
En tanto, la catapulta termina de destrozar la empalizada dejando el paso libre a las torres de asedio, las cuales avanzan pero sin descargar a los soldados al ataque, ya que aun, al igual que Lia, se dieron cuenta que si no lo hacían todos juntos o si no lograban destrozar las torres vigías y acabar con los tiradores, seria muy difícil el lograr la victoria sin que se perdieran muchas vidas...

¡A las catapultas! comencé a gritar, aún sobrevolando con el dragón. ¡Hay que derribar sus torres! ¡No podremos atacar con ellas en pie!

-Derribarlas o limpiarlas.-Digo apuntando con mi recién adquirido rifle.-Es hora de ver si esto da en el blanco.

Subo a lo alto de la torre de asedio para tener mejor ángulo de tiro antes de disparar y apunto con cuidado a uno de los trasgos tiradores.

-A ver que tal se da esto.

Acto seguido disparo.

El enano sobre una de las torres logra alcanzar a uno de los trasgos, pero en ese instante casi media docena de balas la pasan rozando, a lo que solo una le deja con un leve rasguño.

Los soldados aun no lograron reparar el onagro.

En tanto Lia se disponia a ayudar a los soldados de la catapulta.