Partida Rol por web

Luz y Sombra

Una noche en el museo

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04/06/2020, 01:58
Narrador

Cuatro noches se había tomado Irina para responder la misiva del Kiasyd. Era difícil saber si aquella tardanza en la respuesta se debía a la indignación sufrida por la toreador, al orgullo propio de una diva o simplemente a una apretada agenda.

Ingjald,

Las disculpas no son necesarias. Tú y tu impertinente —aunque deliciosa— chiquilla soís bienvenidos el próximo jueves en la vieja Galería Nacional.

Hay un asunto que me gustaría tratar a solas contigo.

Irina Pavlova.

Por fin, el día había llegado. La Galería Nacional era un viejo pero bien mantenido edificio de baldosas rojas con algunas esculturas por Vigeland sobre la acera que conducía a la entrada. La calle estaba desolada. Con el museo cerrado, el volumen regular de turistas se había reducido, salvo por el ocasional grupo de despistados.

Dika y Sarah se encuentran aparcados sobre la calle del rey Kristian IV, desde donde pueden observar una pequeña entrada lateral a la Galería, reservada para el personal. La pared lateral del recinto se encuentra en buena parte cubierta por una imagen ampliada de "El Grito" con un letrero debajo que reza Stengt!, curiosamente sin traducción alguna. Algunos guardias de seguridad están fumando desenfadadamente cerca de la entrada.

Ingjald y Raven se encuentran aparcados justo delante de la entrada principal de la Galería, en un Renault Clío 1.2 Limited de color grisáceo metalizado. No se observan guardias ni movimiento alguno, aunque una de las grandes ventanas del piso superior de la galeria se encuentra iluminada.

Notas de juego

A partir de ahora, incluid sólo a los personajes relevantes (Dika, a nadie xD), mientras que Ingjald y Raven conforman el otro grupo.

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04/06/2020, 14:54
Ingjald Lundvik

-La Toreador nos aguarda. Debes demostrar haber aprendido la lección, los Kyasid son reservados en gran medida y sobre todo prudentes. Y por mucho que aparente ser superficial, no es estúpida. Su astucia está más afilada de lo que creemos -pulsó el botón Star/Stop que encendía el motor y dejó que reposara en silencio. Con ello se apagó, al cabo de unos segundos, el navegador y las luces interiores. De nuevo debía enfrentarse a Irina con una cainita cuya imprudencia podía no sólo costarle su posición entre los vástagos de la Torre si no su propio cuello. Y se preguntó, también una vez más, por qué su sire la habría recomendado para la misión. En cualquier caso, ya nada se podía hacer. Señaló con un dedo y sin decir nada la estancia iluminada en el piso superior de la Galería. ¿Es allí donde estaba Irina, donde estaba lo que quería enseñarle? No tardarían en descubrirlo

Salió del coche en silencio, y dio un rápido vistazo a su alrededor. Viejas costumbres. Habida cuenta de las horas que eran no había casi nadie por la zona, pero nunca estaba de más guardarse las espaldas. Sobre todo ahora que iban a introducirse en la boca del lobo. Se ajustó la chaqueta y avanzó con paso decidido pero tranquilo hacia las puertas del edificio. Únicamente alzó una mano, sin girarse, para pulsar el botón de cierre automático del vehículo

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06/06/2020, 15:56
Dika Ungur

Su colaboración con aquel grupo era algo que al gitano (si es que uno seguía perteneciendo a su etnia al transformarse en muerto viviente) no le terminaba de convencer. Al menos su reticencia a unirse al grupo ideológicamente era simétrica con la reticencia de "el elfo" a incluirle en los asuntos de aquella peculiar manada. Seguía sin saber para que puñetas querían el cuadro ni quién era la mitad de la gente que habían nombrado en su encuentro anterior. Era una situación adecuada, podía colaborar con ellos mucho mejor si le dejaban de lado en sus "mierdas ideológicas". No tenía tiempo para curas de ultratumba ni rituales absurdos. Ni mucho menos quería que otros le empleasen en sus mangoneos y luchas de poder. La causa del sabbatt podría ser más noble que la de la camarilla, pero no dejaba de ser un grupo de poder jerarquizado.

-La mierda es no poder salir con la luz del sol, nos perdemos la mitad de lo que está pasando. Aun asi en estos sitios el personal de limpieza suele trabajar cuando los clientes se han largado. Los seguratas contra menos nos vean mejor...- Apagó su cigarrillo en el cenicero del vehículo y exhaló el humo por la nariz. -...Pero el personal de limpieza o de mantenimiento puede que sea más accesible. Si no tuvieseis tanta prisa podríamos hacer las cosas bien, descubrir si un viernes al mes se van juntos de copas al salir del curro y cosas así. Acercarnos poco a poco.- Negó con la cabeza. Las prisas no eran buenas consejeras y todo aquel asunto le daba muy mala espina. ¡Era la jodida galería nacional de arte!

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06/06/2020, 15:57
Dika Ungur

En estos cuatro días ha dado tiempo a descubrir algo sobre los trabajadores?

Notas de juego

MENSAJE BORRABLE

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07/06/2020, 23:47
Narrador

Investigar a la empresa de seguridad encargada con la protección de la Galería Nacional había sido sorprendentemente fácil, al igual que dar con la nómina de los empleados asignados al museo. Un poco más difícil había resultado la investigación de los guardias a nivel individual, pero en aquellos tiempos de redes sociales y tweets incendiarios, uno podía establecer incluso un perfil psicológico certero sobre cada identidad. Sin contar con que los guardias de seguridad son propensos a defender opiniones polémicas en sus círculos poco exclusivos.

Apenas seis empleados se encargaban de la seguridad del edificio en cualquier momento del día. Como la galería estaba cerrada al público y los esfuerzos económicos destinados al establecimiento del nuevo local, la seguridad se encontraba en niveles mínimos. No era de extrañar los múltiples robos que la pintura más famosa de escandinavia había sufrido. Era como si los noruegos no se enterasen.

De aquella investigación determinaron que al menos tres de los guardias de seguridad del turno nocturno eran ghouls de Irina. Dos de ellos habían estado en el Elíseo, por lo cual tanto Liesel como Ingjald les reconocieron de inmediato. El tercero había sido mérito de Dika, quien había seguido a la primogénita toreador en los días previos a la cita.

Notas de juego

Respuesta onrol a un pedido de Dika :)

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08/06/2020, 00:02
Sarah Morris

La salubri escuchaba a Dika a medias. El chico tenía reparos sobre aquella empresa. La verdad es que no podía culparle. Con la intención de tranquilizarlo un poco descubrió parte de su plan particular.

—Las pinturas son del Sabbat. Pero eso no quiere decir que nosotros —la mirada cómplice no dejaba dudas respecto al alcance del pronombre— no podamos hacernos con aquellas que no forman parte de la lista.

Guiñó un ojo al ravnos. Luego le mostró una foto en su celular.

—Mira ésta Madonna. ¿A qué no es más bonita que la tradicional? Se verá estupenda en mi refugio.

Los ojos de Sarah brillaban con codicia.

—Escoge tu pintura. Será tu tajada por participar en la misión.

Volvió a otear la entrada lateral. Al cabo de una hora quienes fumaban volvieron a entrar y fueron reemplazados por nuevas personas.

—Algo va mal. Hace tres noches que patrullamos la zona y jamás había visto a esos tres empleados. Tampoco figuran en ninguna de las otras nóminas, incluyendo a los de los turnos diurnos —dijo mientras volvía a repasar las fotos.

—Deberíamos acercarnos un poco más para dar un vistazo.

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08/06/2020, 08:49
Dika Ungur

Le tranquilizó escuchar que Sarah también separaba "el sabbat" de "nosotros" en su discurso. Aquello le encajaba con el sentido común y el criterio de su sire al considerarla una amiga. -Ya tenía en mente, sacar una tajada de esto. Aunque no voy a ir con la lista de la compra. Me haré con el que tenga al alcance de la mano que me llame la atención.- confesó. "Más vale Andy Warhol en mano que Van Gogh volando"

Asintió al ver el premio que la mujer esperaba lograr. Era un buen cuadro, aunque no pasaría bien con cualquier color de pared. Estaba seguro de que el refugio de la vampiresa seria como su pelo, colores estrambóticos por doquier. Aunque seguro que de algún modo encajaba todo de una manera que haría chillar de dolor a un decorador de interiores de la vieja escuela pero dar palmadas a artistas y bohemios.

Sus pensamientos sobre como intentar vender una obra de arte en el mercado negro y sus reflexiones sobre que una joya podría fundirse y venderse el oro, aunque perdiese su valor histórico en el proceso, pero que a ver como transformaba un cuadro original en billetes se vieron interrumpidos por la aparición de tres nuevos actores imprevistos sobre el escenario. El chico los miró desde el vehículo achicando los ojos como si pudiese llegar a verlos bien desde allí, cosa que no podía. -Quizá la toreador no se fía del todo de elfito y su chiquilla y ha reforzado la seguridad justo el día de la visita.- Negó con la cabeza pero con una media sonrisa, al fin y al cabo era una reacción lógica por parte de la vampiresa y significaba que ni el vampiro ni su supuesta chiquilla habían causado una buena impresión. Les venía mal en su misión pero, de algún modo, le agradaba que el orejaspicudas experimentase lo que es que, cada vez que entras en un sitio, la cajera llame al de seguridad para que te siga por los pasillos mientras tú intentas birlar alguna cosa. Estaba seguro de que en su cómodo mundo de libros polvorientos todo el mundo le trataba de "Señor don..." Si la guardiana del eliseo fuese una cajera de supermercado, Ingjald sería un Dika.

-Sí, vayamos aunque solo sea a hacer oreja.

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09/06/2020, 15:46
Linda Hallarker

Apenas habían dado un par de pasos tras abandonar el vehículo cuando uno de los guardias de seguridad, que resultó ser chica, levantó la cabeza, observándo fijamente a la pareja de vampiros desde la acera contraria.

La joven caminó un tramo hasta el cordón de la vereda. Vestía el uniforme reglamentario, al igual que sus compañeros. Éste consistía en una camisa y pantalones discretos, de tonos apagados.

—¡Eh! ¡Vosotros!

Había elevado la voz un tanto para salvar las distancias, aunque no era realmente necesario pues la calle se encontraba desierta. Con un gesto apremiante les indicó que cruzaran a su encuentro.

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10/06/2020, 23:47
Ousmane M’Backé

Un par de guardias de seguridad aguardaban en el interior del vestíbulo, con miradas desganadas que se perdían en la calle al otro lado de la puerta giratoria. Tras una breve inspección visual a los recién llegados, el más recio del par —un moreno alto y musculoso que no desentonaría como seguridad en un baile— accionó el control que destrancaba la puerta, y así los caínitas consiguieron ingresar en la galería.

Esta consta de tres pisos, cada uno dividido en varios compartimientos, de manera cronológica. En la planta baja se encuentra, sobre el ala izquierda, la tienda de recuerdos y librería, de donde provenían la mayor parte de los ingresos de la institución. El ala derecha se reservaba para exposiciones especiales de corta duración. Entre ambas alas se encuentran Ingjald y Raven, custodiados por la seguridad. Frente a ellos, una ancha escalera asciende a un pasillo donde se aprecia un gran cuadro por Christian Krohg, que representa el descubrimiento de América por el vikingo Leiv Eirikson. También hay un par de esculturas por Vigeland y Pierre-Auguste Renoir. Este pasillo a su vez se bifurca en otras dos escaleras laterales que conducen al primer piso de la Galería.

—Subid por la derecha, y luego girad a la izquierda. La señorita Pavlova se encuentra en la última habitación, al fondo.

Notas de juego

Asumo acciones de Raven de momento pues no he tenido noticas de C.Heeger.

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11/06/2020, 08:58
Dika Ungur

La clave para salir airoso de cualquier situación era mantener la calma. De manera subconsciente y automática, el cerebro de Dika entró en modo "yo no he sido" "Yo no he tocado nada" "No entiendo que hace esa tableta de chocolate en mi bolsillo".

El chico miró a ambos lados de la calle como si solo fuese un transeúnte más que no está seguro de porque le llama una segurata desde el otro lado de la calle. Y, tratando de fingir la sorpresa que sentiría ese hipotético inocente transeúnte sentiría al ver que no hay nadie más en la calle y que una desconocida le llama, se dirigió hacia la susodicha. -¿Nosotros?- preguntó intentando mantener la calma todo lo posible. Se acerco a la otra acera. -¿Podemos ayudarle en algo?

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15/06/2020, 02:36
Ingjald Lundvik

Asintió quedamente, sin prestar de manera aparente especial atención al ghoul, aunque en verdad nunca perdía detalle de todo cuanto ocurría a su alrededor. Sobre todo si estaba rodeado de vampiros de la Camarilla o sus acólitos. Suponía -y por ahora parecía que correctamente- que ese aire despreocupado evidenciaba una falta total de peligrosidad. Y si a ello se sumaba su gusto por las artes, que lo convertían de facto en un ratón de biblioteca para sus pares, el pack estaba completo

Sin embargo Raven estaba cerca de cargarse todo aquello que había construido con su irreverente actitud, una que ni casaba con su propia estirpe feérica ni, por supuesto, con alguien independiente en casa de los gobernantes de la ciudad. Por ello observó a la mujer de reojo, con una mirada encendida que lo decía todo. No abrió la boca, pues no hacía falta. Debía recuperar el favor de Pavlova, que las aguas volvieran a su cauce y creyera de nuevo que era un vástago dispuesto a alimentarse eternamente de la ciencia y las creaciones humanas, admirando los logros de aquellos que habían nacido a la no-vida con más suerte que él. Si lo conseguía, tal vez, y sólo tal vez, algún día aquel país podría convertirse en una tierra libre de la tiranía de aquellos zelotes. Recorrió el lugar en silencio, con sus ojos yendo de aquí para allá. El hecho de carecer de pupilas servía, en casos como aquellos, para que nadie supiera dónde estaba mirando realmente

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16/06/2020, 01:52
Linda Hallarker

La chica sonrió divertida ante el desconcierto de Dika.

—¡Sí, vosotros! ¿Es que ves a alguien más en la vereda?

El tono era entre exasperado y risueño.

—¿Venís a la Galería? Está cerrada, lamentablemente. Todos los días vemos turistas extraviados. Pero tal vez podamos arreglar un paseo algo más... exclusivo. Si os interesa, por supuesto.

Acompañó la frase frotándose el pulgar y el índice, en el gesto universal de quien solicita dinero a cambio de sus servicios.

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16/06/2020, 01:57
Sarah Morris

La salubri apretó los labios en una fina línea de color violeta. Por una parte, era una excelente oportunidad para inspeccionar la Galería desde dentro, y analizar los probables cambios que habían ocurrido desde el cierre del recinto. Por otra parte, la oportunidad parecía demasiado buena para ser verdad.

Su indecisión era patente. Buscó con la mirada a Dika, esperando que fuera el ravnos quien tomara las riendas del asunto.

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16/06/2020, 02:01
Irina Pavlova

El salón en el que Irina se encontraba trabajando tenía la puerta abierta. Al escuchar los pasos de los caínitas aproximarse, interrumpió su trabajo en el escritorio y se levantó con elegancia.

Se encontraba en un pequeño estudio iluminado por una débil luz mortecina. Sobre el escritorio se apreciaba un gran número de fotos de pinturas y otros recortes varios, una lupa de mano con mango de madera, y una laptop sin encender.

—Ingjald, Raven. Es un placer recibiros nuevamente.

Si quedaba algún vestigio de resentimiento por el encuentro anterior, estaba perfectamente disimulado tras su coraza de cortesía exquisita. Con una sonrisa, indicó hacia su derecha sin mediar palabra.

Allí estaban. Cuatro preciosos Vermeer —incluyendo el que habían visto en la Ópera— colgaban de una de las paredes laterales del estudio.

—¿Qué os parecen? Tomaos vuestro tiempo. Ingjald, cuando termines de disfrutarlos, hay un asunto que me gustaría tratar en privado.

Notas de juego

Pintura 1

Pintura 2

Pintura 3

Pintura 4 (la que habían visto en el Elíseo)

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16/06/2020, 19:57
Dika Ungur

El chico estaba dividido entre los mismos sentimientos que la vampiresa que le acompañaba. "la oportunidad la pintan calva" y "esto es demasiado bueno para no ser una trampa" bailaban un tango muy pegados el uno del otro en su cerebro. La segunda idea estaba representada por el almirante Ackbar que entonaba "Desde el día que te fuiste siento angustias en mi pecho. Decí, percanta, ¿es una trampa?" con acento Mon Calamari mientras mordía una rosa roja.*

El mundo era para los valientes y locos, así que era partidario de aceptar la oferta. La codicia por dinero era algo que podía entender. Cualquier otro pretexto para hacerles entrar le habría hecho salir corriendo, pero la avaricia de los guardias era el caballo de troya perfecto  y totalmente creíble.

-Pero no te vayas a pasar. Que, aunque entrar a solas seria la caña, si pides mucho nos sale más a cuenta volver mañana cuando abran.- Comentó para estudiar la cara y entonación ajenas cuando le explicase que la galería estaba cerrada por obras. -¿Que te parece ___?- propuso tirando a lo bajo. Si era una trampa, seguro que le decían que sí a cualquier precio, si le regateaban al alza la presunta avaricia de los guardias sería más creíble.

 

Notas de juego

*Dika conoce al almirante aunque él, privado de los conocimientos frikis del jugador que lo lleva,  se referiría al idioma "Mon calamari" como "acento del general pez de la tercera parte"

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16/06/2020, 20:00
Dika Ungur

Al final, salvo que por motivos de tiradas resulte evidente que es una trampa (pifia y se le oye por la radio "donde están el ravnos y la salubri que tenemos la incineradora lista"), Dika aceptará. Le regateará un poco porque opina que, a más le regateen, menos posible es que sea una trampa, pero pagara y entrará.   

 

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18/06/2020, 08:31
Ingjald Lundvik

Eso hizo. Cierto, estaba allí para lo que estaba, y era quien era. Sin embargo aquella era una oportunidad única para apreciar la obra de Vermeer de primera mano, y su corazón Kyasid no podía sino regocijarse y hozar en el talento sin parangón del neerlandés. Se acercó despacio, casi con reverencia, y se detuvo largo tiempo en cada uno de aquellos cuadros...

El primero lo sorprendió por su tamaño, pues no era habitual en Johannes que empleara lienzos de aquellas dimensiones. Además el fuerte contraste entre los colores y la sencillez de la composición le parecieron de una elegancia exquisitas. No es que fuera particularmente devoto de las composiciones religiosas, pero debía admirarlas como hacía ahora cuando merecían la pena. El segundo le recordó, como tantos otros, la que supuso sería la casa del propio autor en Delf, pues reconocía la ventana e incluso el rostro de la muchacha que ya había sido inmortalizado en otras obras. Sin duda más reconocible entre sus trabajos que el anterior, y de una calidad insuperable. Se desplazó levemente para continuar con el tercero, donde de nuevo se podía ver a la misma mujer leyendo otra misiva. Apreciaba la maestría aumentada por la práctica y el genio en los pinceles de Vermeer, y aun cuando estaba claro que dominaba la técnica del color con un azul licuado en cien tonalidades no le pareció tan atrayente como los otros. Y por fin el cuarto y último, de nuevo con aquel contraste maravilloso de colores que por algún extraño motivo inundaba su corazón de paz y una extraña alegría que no era capaz de identificar

Ignoraba cuánto tiempo había estado allí, detenido, contemplando los cuadros con ojo crítico y alma en regocijo, hasta que se obligó como si de un Toreador más se tratara a retirar su atención de ellos. -Insuperables -consiguió articular, con la lengua seca, al tiempo que sonreía de manera totalmente sincera. Supuso que su cara ya expresaba todo lo demás

Inspiró con fuerza. Se dio unos segundos para recuperar la compostura y tomar de nuevo el timón de sí mismo, y asintió en silencio, consintiendo a esa reunión privada (a la que no tenía más opción, por otro lado, que acudir). Se giró hacia Raven y, sin decir una sola palabra alzó un dedo índice sobre su cara, en muda señal de advertencia. Aparte de por razones obvias, para que la propia Pavlova pudiera apreciar que había 'domado' a su chiquilla

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23/06/2020, 18:00
Irina Pavlova

Irina sonrió satisfecha.

—¿Verdad?

Se posicionó al lado de Ingjald, apreciando la obra del de Delft.

—Pues va a ser que Markus tenía razón, después de todo.

Estudió la reacción del Kiasyd antes de agregar.

—No, no te preocupes. Es evidente que aprecias el buen arte, y, a diferencia del comisario, a mi no me importan tus negocios. Bueno, de hecho, ahora sí me importan, pero no por su legalidad precisamente... de eso quería hablarte.

Se mordió el labio. Estaba claro que era un asunto delicado, y no se decidía a confiar en el vampiro. Además, aún estaba aquella chiquilla impertinente por allí.

—Querida, ¿nos disculpas? Podéis recorrer la galería, si queréis... no hay nada como admirar las pinturas en completa soledad.

Aguardó a que Raven se marchase, antes de confesar sus pretensiones.

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23/06/2020, 18:11
Irina Pavlova

—Digamos que quiero trasladar una pintura... discretamente, hacia una residencia en Nueva York. ¿Qué tan difícil sería? Y, aún más importante... ¿Cómo cubrirías el rastro?

En ese momento se escuchó una fuertísima explosión en algún punto del interior del recinto. Su origen parecía lejano, pero las alarmas comenzaron a sonar con estrépito en todas las habitaciones. La Toreador se volteó, con una expresión endurecida que afilaba aún más los rasgos de su fino rostro.

—Iré a ver qué demonios pasa. Ingjald, por favor, quédate aquí y cuida de las pinturas.

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23/06/2020, 18:13
Linda Hallarker

La chica bufó ante la oferta del chico.

—No abrirán. Ni mañana, ni pasado, ni dentro de un año... están construyendo una nueva galería, pero no será inaugurada hasta dentro de un año. Así que ya ves, es realmente una oportunidad... única.

Concluyó con un guiñó cómplice destinado al chico y su estrambótica compañera. Una voz a espaldas de Linda interrumpió las negociaciones.