Partida Rol por web

MACLO

CIMMERIA

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07/01/2021, 17:40
Director

 

 

Una brumosa mañana os internáis en Cimmeria, fría y solitaria tierra de cielos perennemente grises y poblada por fuertes hombres y mujeres, taciturnos, belicosos y salvajes. Zeleria y Arvak regresaban a su “hogar”. Tal vez había miedo a una emboscada, pero el pueblo cimmerio tiene en alta estima el honor propio y ajeno, suelen pelear de frente, de día, nunca a escondidas. Aunque no siempre es así: Aquilonia recordaba el desastre y carnicería de Venarium, su avanzada en suelo cimmerio, ahora y desde hacía años fortaleza cimmeria. Un puesto ganado a base de mucha sangre y vidas derramadas.

Galopáis por las llanuras y la taiga, forzando a vuestras monturas, pero es que tampoco habéis encontrado otras, en dirección norte sin ningún tropiezo durante ese día. Atrás quedaba la maldita aldea de locos o demonios, de gatos malignos y arañas repugnantes, producto del infierno o de un hechicero perverso. Si embargo, el veneno que corre por las venas de Dardo y Uva, sigue ennegreciendo su sangre.

Grupos dispersos de cazadores se mostraron amistosos, al menos como ellos entendían el dar la bienvenida a los forasteros sin cortarles el cuello. Además, la presencia del gigante Arvak, y de la indómita Zeleria ayudaba, siendo que los dos primeros eran cimmerios. De otras tribus, pero al fin y al cabo, hijos de Crom. Aunque la belleza de los cuerpos de Brevea y Zeleria era punto de mira de ojos codiciosos de deseo.

No veían mucha gente del sur por aquí y muy interesados por nuestros motivos os preguntaron qué demonios veníais a hacer a sus tierras. Raza orgullosa, de miradas tan frías como el aire de su país, cabellos negros y largos, se vanagloriaban de tratar con franqueza y hospitalidad a aquellos que no viniesen a hacerles ningún mal ni robarles la esposa o la espada.  La historia del rapto y la búsqueda les causó risa a la vez que aprecio. Esa noche pernoctaríais en su aldea.

-Tenemos a dos aesires heridos que hemos capturado. Pueden ser los vuestros. Encontramos un grupo, todos muertos junto con varias mujeres y niños. –Aseguró el que parecía ser jefe de esa partida de cazadores.

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07/01/2021, 17:42
Director

La aldea, cercada por una muralla de resistentes troncos de tres metros de alto, la componían un reducido grupo de cabañas de madera, adobe y paja, en círculo en torno a la principal, la del jefe del clan. Mujeres de hermosos rasgos marcados por la dureza del clima, niños de desgreñadas melenas, y hombres de poderosos hombros os esperaron a la entrada, sus miradas ceñudas y curiosas. Algunas jóvenes curtían la piel, otras cocinaban, alguna practicaba con la espada. Se escuchaba el constante repiqueteo de un martillo contra el yunque y las risas y llamadas de los mocosos que correteaban de un lado a otro. Su jefe, Lanhs,

 

un cimmerio tan ancho como alto, de profundos ojos azules y serenos, se mostró amistoso, igual que la mayoría de sus congéneres, cazadores y guerreros, de los que se decía aprendían a trepar y luchar antes que a caminar.

En la estancia principal de la morada del jefe, os ofrecieron cerveza caliente y tiras de carne asada de ciervo. Orgo, de mirada perversa

 

al contrario que su padre, el jefe Lanhs, era un hercúleo guerrero, de poderosos brazos y alto como el tuerto Arvak, se mostró muy interesado por el martillo de guerra de este, por su tamaño como su perfecta ejecución artesal. Tanto, que le retó a un pulso. Si Arvak resulraba vencedor os dejarían interrogar a los dos trozos de carne aesires. Si Orgo derrotaba a Arvak, se quedaría con su maza colosal. El jefe asintió con la cabeza, complacido, y el resto de la docena de hombres de confianza a su alrededor, estalló en carcajadas, bromas y maldiciones risueñas. Golpearon sus puños las mesas, bebieron y derramaron cerveza de sus grandes jarras, y no os pasaron desapercibidas las miradas descaradas hacia Zeleria y Brevea. Lo mismo que los ojos femeninos curiosos y ardientes de las mujeres cimmerias sirviendo la carne y la bebida, repasaron vivaces a los jóvenes Dardo y Arkra, y al gigante Arvak.

Se abrió la puerta, tras el desafío lanzado por Orgo. El joven Dardo, algo aturdido por la cabalgada, las miradas desenfadadas de las chicas y su propio estado ligeramente febril, no reparó en la mujer que se le puso al lado. Le dio un susto con la cabeza cortada que levantó en sus narices y además lo agarró por la entrepierna con la otra mano sin delicadeza -¡Eh! Este tiene buen material!! Jajaja. ¡Para mí! Jajajaja.

 

 

-¿Qué decides, hombre de un solo ojo?- preguntó riendo el jefe.

 

 

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08/01/2021, 13:04
Arvak

Arvak soltó una carcajada. Un desafío era un desafío y él conocía lo suficiente estas gentes como para no ofenderles rechazandolo. Tomó una jarra de cerveza que vació de un largo trago.

- Vamos a ver de qué estás hecho. - dijo sin perder la sonrisa. - Si me vences cambiaré mi maza por otra cualquiera. Si gano, los prisioneros son míos. 

Ganar era mucho más que eso, ganaría el respeto del jefe y el favor del clan, pero tendría que mantener intacto el honor del desafiante. 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Fuerza bruta

Dificultad: 0

Habilidad: 9

Tirada: 1 4 8

Total: 4 +9 = 13 Éxito

Notas de juego

Tirada de fuerza para el pulso. 

Si estoy apurado o perdiendo, me dejo el hígado si hace falta, pero si fuera sobrado mantendría el pulso como si realmente me costara para no ofender al pimpollo. 

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08/01/2021, 14:13
Director

Notas de juego

Necesito dos tiradas más de FIS

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08/01/2021, 14:58
Arvak
- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Fuerza

Dificultad: 0

Habilidad: 9

Tirada: 1 6 8

Total: 6 +9 = 15 Éxito

Tirada oculta

Motivo: Fuerza

Dificultad: 0

Habilidad: 9

Tirada: 2 5 6

Total: 5 +9 = 14 Éxito

Notas de juego

Ahí están 

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08/01/2021, 16:07
Arctostafilos "Dardo" Ursi

Dardo no quería parecer un débil frente a la recia moza que le atacaba, pero era verdad que había tenido días mejores. Y, de todas maneras, era de mala educación traer una cabeza cortada a la mesa… ¿de hiena? ¿pero que le daban de comer a la fauna local?

En cualquier caso, vería como se desenvolvía Arvak en el pulso antes de decidir qué hacer.

- ¡Mujer! Deja que me emborrache antes de darte tu merecido. Que Crom no gusta de hombre sobrios ni mujeres avasalladoras.

Con suerte se lo tomaría como un piropo, con mala suerte, lo tomaría a él, tan tierno y delicioso, y se comería hasta el tuétano de sus jóvenes huesos. Pero lo importante era lo importante, que Arvak le diera una tunda al pipiolo musculado del jefe

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08/01/2021, 16:09
Zeleria

Espero que ganes ese pulso... - Le dijo a Arvak antes de que cruzaran las manos.

Necesitaban a esos malditos aesires. Sin ellos la encontrar a Maclo seguiría siendo una difícil como encontrar una aguja en un pajar. Cuestión de suerte y a Zeleria no le gustaba depender de la suerte. No obstante, si Arvak fallaba, tenía un plan en mente. Una contraoferta.

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08/01/2021, 21:40
Arkra Vhalken

Cimmeria era agreste, inhóspita y salvaje. Una tierra que no había sido domada, ni lo sería nunca y cuya fría belleza impactó profundamente al joven Arkra.   No así sus bárbaros habitantes, tan ostentosamente groseros y rudos que hacían parecer refinadas princesas a Zeleria y Arvak. 

Agradecí el calor y la comida. La cerveza, fuerte y abundante, entibió mi normalmente frío ánimo, hasta el punto de desear levantarme a contemplar con expectación el duelo entre los fornidos cimmerios. O a reir quedamente cuando Arctostafilos sufrió el acoso de una apasionada bárbara.   

Si Arvak vencía, tendríamos la oportunidad de poner las manos encima de esos malditos y torpes aesires.  Tan torpes que habían perdido a Maclo y pronto, sus propias vidas. -¡Apuesto dos piezas de plata por Arvak un-ojo! - 

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09/01/2021, 11:18
Director

La guerrera cimmeria soltó a su presa, riéndose de buena gana con la respuesta desenfadada de Dardo. Palmeó su hombro y casi obligó a sentarse al chico a la vez que besaba su boca con ansia salvaje.- Dicen que los del sur no tenéis sangre. Deben ser vuestras blandas mujeres que no os la levantan, ¡Jajajaja! -bramó la joven, coreada por los cimmerios. Pronto sabéis que es Volga, una de las hijas del jefe. Tomó asiento junto a Dardo- Yo te quitaré esa asustada palidez de tu cara.

En la misma mesa rectangular se sentaron Zeleria y Brevea, a cada lado de ellas un bárbaro guerrero joven, fornido, amistoso y sonriente de largos cabellos negros -Necesitamos arqueras de caderas rotundas -aduló uno. - Y mezclar nuestra sangre para fortalecer el futuro - dijo el otro al oído de una reflexiva Zeleria atenta al pulso. La intención de ambos hombres era muy clara. Cerca, Arkra, observando atento el próximo reto, flanqueado por dos de las sirvientas, alabar su hermosura sería exagerar, pero poseían cuerpos altivos y bien formados. Te llenaron la jarra de cerveza contundente y se abrazaron riendo a tus brazos.

¡Dos monedas de plata por el amigo de este hombre! -gritó una de ellas, animándose a apoyar la apuesta del sureño. No tardaron algunos en aceptar, fuesen monedas, un cuchillo o colmillos de lobo.

 

-Os dejaremos hablar con ellos. Nada más. -puntualizó el corpulento Lanhs. 

El cazador cimmerio era fuerte como un oso. Arvak lo pudo comprobar enseguida. Daba la impresión que las venas de la frente de ambos estallarían en cualquier instante y que un brazo u otro se partiría al segundo siguiente. El sudor humedeció el rostro de Orgo crispado por el esfuerzo, forcejeaba intentando doblegar el brazo de su rival. Sus fríos ojos azules se clavaban en los de Arvak, también resbalaban las gotas de sudor desde sus sienes, tampoco el tuerto veía claro su triunfo. Arvak  apretó los dientes y luchó con desesperación para conseguir la victoria. 

Centímetro a centímetro, el brazo de Orgo iba cediendo terreno. Tras varios minutos interminables y sudorosos, el gigante Arvak logró poner sus nudillos sobre la mesa con un golpe seco. * Un bufido de alivio escapó de su boca, sus camaradas le palmearon la espalda, las mozas lo mismo. El hijo del jefe no se lo tomó a mal, apesadumbrado, pero comiéndose la ira de la derrota y, masajeándose sus músculos de hierro, ofreció una gran jarra de cerveza a Arvak. El resto de anfitriones gritó y bramó llamando a la fiesta, las mujeres pronto acudieron con bandejas a rebosar de carne de caza, pan, y mucha, mucha cerveza potente. Laos objetos pasaron de manos, unos se hicieron más ricos, entre ellos Arkra, otros más pobres, pero todo el mundo estaba celebrando la caza y la fiesta.

-¡Mañana veréis a los perros aesires! ¡Ahora es momento de beber, comer y fornicar, jajajaja! -anunció con su vozarrón el enorme jefe de la tribu.

 

Notas de juego

Si insistís en ver a los prisioneros, la respuesta será la misma, en un tono y miradas que no admiten discusión. A partir de ahí decidme si disfrutáis de la fiesta, de cimmerios y cimmerias, si planeáis otras cosas para la noche, o sencillamente un respiro loco esta velada. 

*Te ha ido algo justo. Enhorabuena :)

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09/01/2021, 13:58
Arctostafilos "Dardo" Ursi

Habiendo ganado Arvak, se aseguraban la cooperación del pueblo y la posibilidad de interrogar a los captores de Maclo.

Dardo se ocupó de Uva y las demás monturas y se dejó sorprender por la fogosa Volga y la cabeza colgante que parecía arrastrar a todas partes. Quizá podría preguntar por su origen y por la curiosa costumbre de enseñarla a los forasteros… si es que le dejaba un momento de respiro en el pajar.

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09/01/2021, 15:40
VOLGA

Volga no dejó que te ausentarás del festín.- Ya te ocuparás luego. Están bien los caballos, ¿no te fías de nosotros? -preguntó en un falso tono ofendido.- Es la caza de hoy. Estas alimañas atacan al ganado. ¿Te da miedo su aspecto? ¡Jajajaja!

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09/01/2021, 18:12
Arvak

Arvak terminó con el brazo dolorido, Orgo era muy fuerte, más de lo que había pensado al principio. Aceptó la jarra de cerveza de buen grado.

Realmente eres muy fuerte, casi pensaba que me ibas a ganar. - Soltó una risotada - Tienes un hijo digno - comentó al jefe de la tribu, Lahns - Crom estará orgulloso.

Le hubiera gustado interrogar en ese momento a los prisioneros, pero nada iba a frenar una celebración de los Cimmerios y además necesitaban descanso. Se dirigió a la muchacha que había apostado por él.

- ¿Tienes alguna idea para agradecer el dinero que has ganado con tu apuesta? - La sonrisa en el rostro de Arvak indicaba claramente que tenía muy claro cómo podría hacerlo. Las mujeres Cimmerias eran algo excepcional y totalmente del gusto del fornido bárbaro, pero también eran mujeres orgullosas que solo se iban con quien querían y cuando querían. Imponerse a ellas no era sensato.

Arvak disfrutó de la fiesta junto a la mujer que se sentó a su lado. Más tarde se retiraron juntos para seguir su fiesta privada.

Notas de juego

He supuesto que la chica acepta.

En caso contrario, pues con otra ;-)

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09/01/2021, 18:43
Arkra Vhalken

Satisfecho por partida doble por la victoria de Arvak, recogí mis ganancias, fuesen éstas monedas o colmillos y me acerqué a la deslenguada sirvienta.  Una lástima no poder coronar la velada desahogando la frustración de la larga búsqueda de Maclo arrancándoles los dientes a los aesires pero, afortunadamente  había otras maneras de relajar esa tensión.

-Sois mujeres de gran astucia, no puede negarse. Especialmente tú - dejé las monedas, una a una, en su mano mientras hablaba.  -Y tienes buen ojo para las oportunidades.  Las dos mujeres seguían pegadas a mi costado, una a cada lado, en ningún momento rehuí el contacto físico, más bien al contrario. -Me pregunto con que otras cosas cosas podéis sorprender a un joven del Sur.. o si acaso seré yo el que os sorprenda.  Mis ojos deambularon por la sala, buscando armas dispuestas o miradas hostiles.  En muchos lugares, que un extranjero pudiese las manos sobre una mujer local, podía significar la muerte. No aquí, por lo visto.  Dardo iba bien acompañado y tanto Zeleria como Brevea deberían ser capaz de apañarse bastante bien con sus admiradores.  Dudaba que hubiese un hombre al que la letal y cegadoramente hermosa guerrera cimmeria no pudiese dominar, llegado el caso.
La llegada de Arvak me hizo reir, sin malicia ni acritud alguna -Te agradezco el gesto, Arvak, pero te aseguro que puedo con ambas, ya sea una tras otra o las dos a la vez.  Ven conmigo, Un-ojo, y compartamos como hermanos la hospitalidad de tu tierra. 

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09/01/2021, 18:58
Zeleria

Zeleria se acercó a Ogro. Tenía un plan por si Arvak fallaba. Era sencillo, doble o nada. Ella misma retaría a un pulso a ese hombretón a cambio de una noche de pernada con ella misma si perdía y la posibilidad de hablar con aesires su ella salía victoriosa, cosa que pensaba hacer a toda costa. No obstante, no hizo falta.

-  Has jugado bien tus cartas, cimmerio. - Le dijo al hijo del jefe. -  No pensaba que pudieras vencer a Arvak.  Es uno de los hombres más fuertes que he conocido, pero me ha sorprendido tu resistencia. - Asintió sin cambiar el gesto ni un ápice. 

Dio varios pasos rozando su hombro con el brazo de aquel hombretón. Entonces, cuando casi le daba la espada se detuvo y ladeó la cabeza para mirarle de reojo. Sonrió.

Si el resultado del pulso hubiera sido diferente, te hubiera retado a doble o nada. - Le susurró al oído. - Los aesires si te ganaba y una noche conmigo si salía derrotada. - Lanzó un risita. - En mi caso hubiera sacado partido tanto con la victoria como con la derrota...

Y siguió caminando hasta una mesa cercana. Cogió una jarra de cerveza, se apoyó contra la misma y miró a Ogro. Abrió un poco las piernas y entonces dio un trago de cerveza. Acto seguido le guiñó un ojo a aquel hombretón y se perdió entre la multitud.

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09/01/2021, 21:11
Arctostafilos "Dardo" Ursi

Uhh… Yo… es que… Uva…pata mal… - Tartamudeó el muchacho ante el agresivo acercamiento.

Dardo estaba visiblemente nervioso, pero eso sólo hizo que Volga le tuviera más ganas. Y estaba mal despreciar a la hija del jefe, sobre todo si era capaz de arrancar una cabeza de alimaña, así como así.

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09/01/2021, 23:16
Director

La noche y el frío descendieron con prisa sobre las tierras sombrías de Cimmeria. Pero el calor se mantenía bajo el techo de la casa del jefe y ardía el amor entre las mantas. 

Arkra, dueño de un par más de cuchillos de empuñadura de hueso, un puñado de monedas y un collar de colmillos de lobo y oso, y Arka, el festejado vencedor, compartieron bebida, pieles y a las dos mujeres, hermanas. Y a una tercera, más entrada en carnes y de pecho descomunal y también más guapa. Las chicas olían a almizcle, sus alientos a cerveza fuerte. Sus lenguas se enroscaban igual que serpientes nerviosas con las vuestras. La regordeta de prietas carnes, a la mañana siguiente pidió a Arkra si le regalaba el amuleto de los dientes.

Zeleria jugó al gato y ratón con Orgo. Hasta que este la atrapó y la hizo suya en su choza alfombrada de pieles de oso, hiena de los hielos y reno. Por su lado, Dardo fue cabalgado durante horas por la insaciable y bruta Volga en los establos, tan preocupado estaba el chico por los caballos. Si antes arrastraba un estado febril, ahora su piel quemaba. Por otro motivo.

La única que no aceptó las atenciones cimmerias fue Brevea, más prudente, o seria, o más vergonzosa, o menos dada a estas expresiones del rozamiento íntimo entre cuerpos. Se quitó de encima a los amorosos guerreros que se le acercaron, entre sonrisas y excusas relacionadas con su dios, Mitra.

Notas de juego

Es una síntesis de la noche en base a vuestros turnos. Podéis describir cómo la pasáis, para todos o en privado, hay libertad. Decidme si bebéis mucho o no. Si hay alguna acción en particular que queráis hacer, ponedla, la desarrollamos y resolvemos.

Entiendo que Zeleria quiere disfrutar de Orgo. Y que Dardo se deja llevar por Volga. Si es de otro modo, pues lo mismo, decidlo ;-).

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10/01/2021, 10:34
Arkra Vhalken

No bebí ya más esa noche, excepto de los labios y cuerpos de las tres mujeres.  Junto con Lerseo, el joven hijo del Conde, había frecuentado burdeles y casas de placer, pero las mujeres de Cimmeria eran otra cosa; Libres y ardientes, se entregaban con la pasión de quien no sabe qué le deparará el día siguiente.  

-Prefiero quedármelo, Ciara. Un buen recuerdo de mi estancia aquí -contesté a la petición de la mujer mientras me ponía el collar al cuello. -Me dará calor en las frías noches sin tí - añadí zalamero, todavía con ganas de más, antes de despedirme.

El alba llegó al fin y con ella, el hielo en el rostro de Arkra, la ambición en su joven corazón. Seguí a Arvak hacia afuera del caserón, esperando al resto y a que nos dijesen dónde guardaban a los aesires.  Tocaba interrogarles, averiguar dónde estaba Maclo o si ésta seguía con vida. 

-¿Sólo hablar? Lástima -comenté mirando de reojo a Arvak, no quería arriesgarme a ofender a nuestros anfitriones, los cimmerios habían sido muy claros al respecto.  No disfrutaba con la tortura pero a menudo, sólo el miedo y el dolor eran capaces de obtener respuestas. -​​​​​​Tendremos que negociar con ellos entonces, pero ¿Podemos ofrecerles algo? La libertad, quizás? Interceder por ellos?

Una vez libres ¿Quién les protegerá de nosotros?

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10/01/2021, 15:05
Zeleria

Ogro fue un buen amante. Lo había dado todo y gracias a Crom lo tenía todo bien puesto y de buen tamaño. Se esforzó en quedar bien, se notaba y mentiría si dijera que no quedó satisfecha. Fueron dos horas de pasión desmedida, pero cuando la cimmeria se cansó, simplemente se lo hizo saber a su compañero de cama.

Éste agradeció que Zeleria no deseara pasar el resto de la noche abrazada a él. En ese aspecto ella era muy parecida a los hombres. Una vez acabada la fiesta, no tenía sentido prolongarla más. Cada uno por su lado y si te he visto no me acuerdo. Aunque es cierto que con ese hombretón no le importaría repetir. 

Zeleria había bebido bastante, pero tras el ejercicio que había realizado, lo había sudado prácticamente todo. Estaba agotada por la velada y hasta tenía agujetas por haber practicado posturas poco habituales que aquel experto amante le había enseñado. No obstante, tras dormir unas horas, sin duda estaría como nueva. 

Y eso hizo. Se tapó con una pesada y gruesa piel de oso en el interior de la cabaña que les habían dejado para pernoctar y de durmió mirando las cálidas llamas del hogar. Despertó con energías renovadas y se reunió con sus compañeros. Era el momento de interrogar a los prisioneros. Esperaba que cantaran rápidamente, de lo contrario tendían que hacerles cantar.

¿Negociar? - Le preguntó extrañada a Arkra. - ¿Quien crees que somos, sureños? - Le dijo con sarcasmo. - Aquí en el norte no de negocia. No al menos como en el sur. - Soltó una carcajada. - Llegado el caso trataré de que Ogro interceda en nuestro favor. - Sonrió. - Yo ya empecé anoche las "negociaciones". - Soltó otra risotada. Y es que Zeleria no hacía nada sin un buen motivo. Ni siquiera pegar un polvo y follando con el hijo del jefe, esperaba obtener alguna ventaja con los aesires si la cosa se torcía.

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11/01/2021, 09:39
Arkra Vhalken

-Muy hábil, Zeleria. Espero que Orgo - me resistí a usar el apelativo, posiblemente cariñoso, con que el que le llamaba Zeleria -No se encapriche de tu trasero.  Pudiera parecer que me habían molestado las críticas de la cimmeria, máxime cuando ella misma llevaba un tiempo largo viviendo en el sur, pero no era así.  -Puede que sea como tu dices - admití, con un levísimo sarcasmo - Los aesires son muy parecidos a los cimmerios, en temperamento.

 

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11/01/2021, 15:41
Arctostafilos "Dardo" Ursi

Dardo no se iba a quejar del tratamiento recibido, pero lo cierto es que estaba molido. Estas mujeres cimmerias eran todo fuego y fibra y parecían no cansarse nunca.

Entre embate y embate, intentó averiguar algo sobre las bestias salvajes del lugar. No podía dudar que estaba impresionado con la cabeza, pero también podía ser que Maclo y los demás esclavos hubieran perecido por culpa de alimañas como esa… sobre todo si su guardia había sido dispersada y aniquilada, como así parecía ser.