Partida Rol por web

Bicho hace lo que puede al volante del Outsider pero la corriente lateral amenaza con volcar el vehículo. El muchacho criador de insectos observa por el rabillo del ojo tres carros de combate Robarostros aproximándose entre la senda lateral gracias a la breve pausa de la tormenta.

Tres vehículos de combate se aproximan al convoy desde la izquierda y por la derecha el monstruo Rex acecha a todos pero ahora su pres inmediata es el transporte escolar. Lupe y Kroon tienen un poco más de tiempo.

Por otro lado la tormenta no ha vuelto a incordiar a los habitantes de las tierras baldías. Pero la paz no durara mucho…

Cada minuto transcurrido era una vorágine de sucesos imposible de manejar, desde un golpe en la cabeza que me deja atontada al punto de despertar y ver que ese dinosaurio mecánico nos tiene atrapados con sus garras hasta Genmu con una herida bastante preocupante. 

Sacando fuerzas vaya a saber de donde intento recuperar el volante, no sin antes acostar al médico y pedir ayuda. -Por favor... Alguien que pueda curarlo, parece que le tiraron un dardo envenenado.- grito con todas mis fuerzas, no podía permitir perderlo. 

-Tranquilo cariño, si nadie sabe curar tendrás que indicarme. De momento intentaré sacar el autobús de las garras de esa cosa. - voy contándole el panorama a Genmu mientras tomo asiento en el volante, piso el acelerador para fastidiar al rex mecánico intentando que suelte el autobús de una buena vez.

El disparo por un momento me dejo aturdido, sin embargo mientras escucho la voz de speedy vuelvo a ser yo mismo.

-Estoy bien mi amor, no te preocupes.- 

Saco la glock, la martillo, apunto al tío chungo ese... y le lleno de plomo, vamos a ver si es realmente inmortal...

Los movimientos bruscos del autobús no me permitían incorporarme, aun así me deslicé por el suelo pasando por encima de algunos cuerpos con cierta dificultad, me sentía extenuada y sobresaltada, escuchar el horrible sonido de aquella motosierra me hacía estremecerme pero girarme por un instante para ver a aquellos dos tipos fue incluso más aterrador. Se me escapó un pequeño grito al ver a Genmu con un virote clavado.

-¡Acaba con ellos!- dije en un tono tenso a Genmu junto antes de que él disparara.

Agarrándome como pude para ponerme en pie, escalando la carrocería interna del autobús, me interpuse entre aquellos degenerados y Speedy para que ella se centrase en la conducción. -¡Jess, te cubro!- dije apoyando mi espalda en la carrocería, sujetándome con la mano libre al asiento del conductor para después apuntar con la otra al que había herido con aquel virote a nuestro matasanos y efectuar un disparo rencoroso.

Mi rabia se convierte en cólera, cuando dos de mis antiguos compañeros aparecen para traerme el recuerdo del dolor y muerte he causado a tantas y tantas almas, sin pensarlo levanto el revólver y apunto primero a Hambre disparando al pecho, para luego con un movimiento rápido y fluido propio de alguien acostumbrado a usar armas apuntar a Peste y disparar de nuevo.

Mi alma rota por los acontecimientos, empieza a disfrutar con el olor de la pólvora, el olor de la sangre que impregna el lugar y el hedor de la muerte que ahora nos rodea a todos. Como un animal que se enrosca en mi corazón se relame ante el calor del combate fundido con el calor que desprende ahora el cañón de mi revólver mientras una sonrisa se va dibujando en mi rostro, una sonrisa de muerte y desesperación, una sonrisa llena de perdición y desquiciada que pide volver a matar, que necesita volver a matar.

El negro no es un color… es el color.

A la cola de la bestia mecánica, la tenía a su merced. Lástima que sus armas no fueran capaz de atravesar el grueso blindaje. Le costaba creer que algo como aquello existiese y fuese obra de los robapieles. Para estar hecho de chatarra, era tan admirable en su contrucción como grotesco en su diseño.

No obstante, tenía un fallo: usaba ruedas. Sabedor que las gatlin no estaba diseñadas para hacer un disparo tan bajo, tan solo le quedaba la opción de acercarse por unos laterales y dejar que Frank se ocupase de las ruedas. El disparo no era complicado; al fin y al cabo eran unas ruedas gigantescas.

-Bueno Frank. Vamos a intentar algo. Me voy a poner de forma que tengas a tiro óptimo una de las ruedas traseras de la bestia mecánica. Dispárale. Si conseguimos reventarle un neumático, quizá tengamos una posibilidad.

Quien comanda el Rex mecánico es hábil en el arte de la destrucción y no pocas han sido sus presas cuando el asunto se convierte en algo personal.

Tras los intentos de Speedy por abandonar las garras del monstruo mecánico el transporte escolar es inclinado levemente hacia la derecha haciendo que varios ocupantes pierdan el equilibrio y se golpeen contra el interior del vehículo. Aquella movida del mismísimo Dios de la carretera facilita el trabajo a sus Jinetes del Apocalipsis que ya de por si parece que lo disfrutan mucho.

Colt y Referred disparan a Peste con todo lo que tienen pero sus balas no hacen mella en el Jinete del Apocalipsis. Colt apenas logra perforar sus ropas con su disparo y lograr que vierta un pequeño hilo de sangre oscura.

En cambio Rose usa el arma de Spark para empujar hacia a tras a Peste por medio de la descarga doble de la escopeta recortada. El Semidiós cae en el fondo del vehículo entre los asientos repletos de sangre y tripas.

Nadie podría haber sobrevivido a esa descarga a tan corta distancia pero Peste no es un Jinete del Apocalipsis por nada. Él es la enfermedad, la putrefacción y la pus personificado en un ser implacable.

Como un relámpago Peste se alza como si nada le hubiese pasado y ataca a Rose disparando su balletsa de ponzoña. – Tu, puta babilónica. ¡Pagaras por tu osadía! ¡Hare que Hambre termine lo que comenzó! ¡Jajajaja! – el villano ríe en su locura al mencionar la mutilación producida por su compañero caníbal. 

Hambre avanza a grandes pasos hacia la otra mitad del autobús. Va en búsqueda de Colt pero en su paso va dejando un reguero de sangre al blandir su sierra eléctrica contra los asientos y sus ocupantes que una hora antes habían sido alimentados por el difunto Topanga y el mismísimo Páter. Dread fue el tercero en morir por manos de los Robarostros. Hambre utilizo su horrenda arma motorizada para amputar con agilidad las piernas del hombre. Dread se desangraba lentamente por las heridas hasta que el Jinete del apocalipsis aplasto su cabeza de un pisotón.

 Luego de un salto llega hasta Colt y lo ataca con su temible arma. Colt le dispara a bocajarro pero el proyectil rebota contra una ventanilla del autobús. De cerca Colt puede apreciar que Hambre lleva una especie de armadura entre sus ropas.

El sonido de la sierra eléctrica es escalofriante. Más aun cuando las cadenas trabajan sobre la carne y los huesos…

La sangre de Colt cubra a Rose, quien se encontraba más cerca. ¿Ella será la siguiente?

Lupe entra de nuevo al outsider, toma otra municion para la bazooka y la recarga, mientras tanto mira a bicho

Acelera cabrón, tus latas estaban en el Camión, también las hembras y el doctor, ponlo a tiro rápido, mira Kroon va por un lado, vamos por el otro lado rápido - le dice señalando con el dedo, luego con la bazooka cargada y la mascara puesta Lupe sale por la escotilla una vez mas buscando apuntar a la cabina del conductor de aquel esperpento motorizado.