Partida Rol por web

Día nosecuanto desde que dejamos el hogar.

En algún sitio horrible y lleno de polvo.

Querido diario:

                   Finalmente encuentro un respiro en este mar de locuras al cual ahora he sido arrastrado para escribirte. Me encuentro en este momento en lo que fue una vieja represa de agua ahora mas seco que el coño de una vieja.

La última vez que supiste de mí arriesgaba mi vida combatiendo a los pocos glamorosos Robapieles. ¡Ojala me hubieses visto!, allí estaba yo, la Diva Postapocaliptica, dentro de un auto modificado que iba a mil tropecientos kilómetros por hora, saltando entre las dunas violentamente, y con una horda innumerable de salvajes pisándonos los talones.

Manejaba el sexy y corto de palabras Kroon, que aunque no es mi tipo tiene una pantera y eso lo hace más cool. La susodicha criatura, - hablo de la pantera claro -, iba a mi lado la mar de furiosa y babeando el destrozado tapizado de las butacas traseras mientras tiraba zarpazos al aire, dicho acto me recordó a mi misma, hace un tiempo atrás en una noche de borrachera mientras perseguía a Genmu – el doctor buenorro por las calles de nuestro pueblo -, al cual quería hacer mío mas el muy maldito se escurrió de mis promesas de amor ardiente.

Cosas de la vida misma.

Como decía, allí estaba la pantera toda violencia y descaro babeándome las ultimas putas medias que en otra situación me hubiera sacado de mis casillas (por que bien sabemos todos lo difícil que es conseguir ligas de lycra en estos tiempos), pero ante la inminente y casi segura posibilidad de ser consumido en un consomé de Frank saborizado con “betoasaber” que mierdas por los Robapieles, la importancia de mis medias quedo en un segundo plano.

(Puta pantera babosa).

Como corresponde a alguien con mis amplios talentos y magnificisidades (¿se escribe así?, bue, que importa es mi puto diario), ¡yo!, ¡Frank!, ¡la puta reina del desierto!, me remangue los cojones y masticando mi violencia racista hacia aquellos desarrapados y sucios salvajes, levante con todas mis fuerzas la voluminosa, pesada y fría arma de Kroon a la cual debí agarrar con ambas manos por que vieras que grande era.

(Por cierto hablo de la pistola que dispara balas, ósea, de la grande ^^).

Mi concentración digna de un monje zen no fue quebrada por el huracán de situaciones que me rodeaban en ese momento, y aunque estaba casi borracha por la nube de testosterona que me rodeaba (uiss que rico), cerré uno de mis bonitos ojos, y sacando solo la puntita de la lengua entre mis labios ¡SIN ROUGE!    (ohmidiosmequieromatar), le dispare al cochino Robapieles a la puta cara.

Y falle.

¿Puedes creerlo?

¡Falle!

¡Y no solo eso!, el rustico analfabeto motorizado tuvo el tupe de hacerme un saludo con el dedo medio bien levantado hacia mi cara.

Hijo de puta, ¿a mi?, ¿me sacas el dedo a mi?, le quise gritar rabiosa como la pantera a mi lado y me hubiera tirado sobre su cochina moto si todo no hubiese terminado justo en ese mismo instante.

La suerte, la habilidad o una combinación de ambas cosas nos había sonreído.

Vivos aun.

Contra todo pronostico.

Y aunque sin dudas feliz por no haber recibido ni un solo raspón.

(Ya mucha tenia por una anterior herida que no recuerdo haber sufrido).

Mi alegría se vio empañada por mis compañeros de tribu que la habían pasado mucho peor que yo.

Te contare de ello, claro, pero primero voy a comer y beber algo.

Ya vuelvo querido diario.

Hay mas aventuras por relatar...

Día nosecuanto desde que dejamos el hogar.

En algún sitio horrible y lleno de polvo.

Querido diario:

                         Yo otra vez y con muchos chismes nuevos para contarte.

Llegamos a la antigua represa y luego de subir durante unas horas una alta montaña de mierda, finalmente hicimos un alto en el camino y pude salir del auto de Kroon.

La maldita y mal educada pantera casi me rompe los huesos cuando alocada ante la promesa de estirar las patas salto sobre mí en su huida al exterior y cuando su dueño se lo indico.

(Maldito y sexy bicho)

Pero entonces algo inesperado ocurrió.

Y sucedió, más o menos, así:

Me había deprimido al fijarme en el espejito retrovisor percudido del auto lo mal que estaba mi cara. Costras rojizas de heridas recientes, manchas de hollín, el cabello hecho un lío, sin color en los labios, pómulos, nariz, mentón, párpados, en fin el típico repaso de revoque necesario de toda chica. Y encima llevaba una puta barba de leñador ¡Oh-mi-Dios!.

Aparté los ojos de aquella violenta postal del tipo “macho fornido con picha gorda” que por lo de la picha iba bien pero por lo de macho fornido me tocaba los huevos y quiso la suerte que mis ojos recayeran en la pantera ya fuera del auto.

Allí estaba la maldita y sexy criatura estirando las patas delanteras con una expresión de orgásmico placer en su felino rostro cuando en mi mente exploto una vieja canción de mi más tierna infancia.

Recordar a Adam, con su corte de pelo taza, su chalequito rosado escote en V - hasta casi el ombligo -, esos musculotes macizos y las calzas tan ajustadas al cuerpo que le marcaban hasta el más mínimo bulto (ufff que calor), casi hace que me mee encima.

Amaba a Adam y su obvia “gaycitud”, y a “Cringer” (solo a un gay se le ocurriría llamar así aun tigre verde que por cierto también era gay a mi no me engañan), adoraba el extenso mostacho de Man-At-Arms e incluso era de aquellos a los que Orko les caía bien (por mas que fuera un inútil). Pero, detestaba a Teela con su figura perfecta, su body blanco de latex, las botas bucaneras de reina de la noche y aquellas tetas turgentes que resaltaba con su pronunciado escote; Y, por supuesto, también odiaba a He-Man quien era del tipo “mira que machote sin sesos y personalidad cuadrada soy”.

¡Puto He-Man!, en el fondo era más gay que Adam.

Entonces.

Allí estaba la maldita y sexy pantera estirando sus patas delanteras y yo con aquella pegadiza musiquilla de Los Amos del Universo haciéndome run run en la cabeza.

¿Se dejaría Sombra que la monte?, ¿Qué opinaría Kroon si de pronto viese a Frank lanzándose sobre el lomo de su mascota como un jockey enorme y grueso?.

¡Que risas!, realmente valdría la pena uno o dos rasguños el intentarlo.

Pero no ahora, ahora debía buscar al doctorcito para que me parchase el cuero lastimado y también comer/beber algo.

Luego habría tiempo para la diversión.

¡Por el poder de GraySkulllll!

Estoy concentrado recogiendo 5 escorpiones jóvenes en mi lata cuando escucho un chasquido que llama mi atención -CLAK, CLAK- no puedo evitar la curiosidad y me arrastro hacia las rocas amontonadas de donde proviene tan peculiar sonido.

Grande es mi sorpresa al ver a un escorpión del tamaño de un gato grande y con su cola extendida casi alcanza los 80 cm, mis ojos se ponen llorosos de la emoción y casi me hinco para decir lo siguiente - Eres el rey escorpión, has sido bendecido por la naturaleza radiactiva, eres el elegido por la caracola infinita, tu camino es iluminado por la gran luciernaga y reinarás por lo grande sobre las cucarachas, yo te bautizo con el nombre de "Firulais".....-

Rápidamente desenredo una de las vendas que cubre mi brazo, tomo una roca y se la lanzo a la espalda del animal....(intento agarrar su cola aguijonada y asegurar sus tenazas con la venda ensangrentada.

A lo lejos escucho una conmoción pero de reojo veo que son flacos y no le tomo atención, sigo concentrado en capturar el espécimen enfrente mío.

Tras soltar el agua a los sedientos más cercanos a mí, e ignorando las preguntas de Kroon sobre qué es lo que escavaban, me interpongo en la puerta y voy cogiendo uno a uno a todos los niños que puedo, siendo los más pequeños los que decido ayudar como pueda, metiéndolos en el autobús (12 niños +/-), cuando creo que ya no caben más y con lágrimas impregnadas de pena en los ojos, entro dentro y cierro la puerta con fuerza para que no entre nadie más mientras digo en voz alta para que Kroon me escuche.

-¡Es hora de marchar Kroon sería bueno que os montarais en el coche! Tras unos segundos pensando y sin esperar contestación de este comento al autobús, -el que se tenga que marchar por otros medios es hora que lo haga, esto se va a descontrolar y no podemos salvar más almas.

Tras esas palabras miro a Dread, -Sr. Dread, sería conveniente que encienda ya el motor y empecemos a movernos para salir de aquí lo antes podible. Miro por la ventana al Guerrero de la carretera, -creo que él sabe el camino, sería bueno que lo siguiéramos, termino señalando a al individuo que se hace llamar El Guerrero de la Carretera.

Tras esas palabras miro a los niños sentados en los asientos preocupados y es cuando golpeo con el techo del autobús con contundentes golpes. -Sr. Zan si ve que intentan invadir el autobús espero que haga que se lo replanteen.

Veo que Sandy está hablando con Rose de manera amigables, así que no le digo nada esperando que esta se dé cuenta que estamos en un momento crítico y apoye al Sr. Zan con su arco.

A Topanga lo necesitaremos junto al doctor para curar a la gente, así que lo miro, pero no le digo nada ya que prefiero que ayude a su manera.

Por último me salgo por la ventana y llamo al que llaman Bicho, -Sr. eeh ¿Bicho? Si es tan amable de subir rápido al autobús se lo agradecería, vamos a partir en breve.

Miro a la turba tras estas últimas palabras con un bebé en mis brazos, una niña. La mezo acurrucándola con suavidad en mi pecho para que escuche mi corazón y esperando que eso la ayude a aguantar, sabiendo que es posible que muera en el transcurso de unas horas ya sea por inanición o por la radiación.

Por último miro al resto de la gente esperando que ayuden en lo posible a defender el autobús y por otro lado nos pongamos en marcha.

Me hubiese gustado encontrarme con mis facultades plenas para controlar aquella situación, pero no podía hacer otra cosa más que permanecer expectante, aquel necio de buen corazón estaba poniéndonos en riesgo. Probablemente el padre era una de las mejores personas con las que podíamos haber topado, pero era una irresponsabilidad para el grupo hacerse cargo de aquellos pobres niños.

Me sentí mal conmigo misma por querer deshacerme de ellos al ver la miseria de sus rostros, pero… ¿Qué podíamos hacer nosotros para salvarles si ni siquiera teníamos la certeza de poder cuidarnos nosotros mismos? Probablemente me estaba convirtiendo en un monstruo egoísta, pese a sentirme conmovida por las miradas de aquellos niños deseaba que desapareciesen de mi vista. Nosotros no éramos una ONG.

Aquellas personas se arremolinaban en torno al autobús, me preguntaba qué harían en medio de un lugar como este. No pensaba dejarme engañar por sus huesudos rostros implorando algo de comida, estaba segura de que si de ellos dependiera nos rajarían el cuello sin pensarlo por una lata de comida o medio vaso de agua.

Me fijé sobre todo en las muletas de un anciano pisoteado por la multitud.-Molotov, si puedes conseguirme las muletas de ese pobre viejo te devolveré el favor tarde o temprano- dije en un tono serio pero intentando ser sugerente.

Me sentía despreciable por ser tan egoísta, sí, me estaba convirtiendo en una zorra egoísta y sin corazón, probablemente se tratara de mi instinto de supervivencia.

No quería acabar bajo las zarpas de los robapieles, ya tendría tiempo de lavar mi dudosa conciencia.-"Las muletas y salgamos de aquí antes de que las cosas se compliquen"- pensé sintiéndome algo frustrada por la situación e intentando controlar la creciente tensión.

Necesitaba un cigarrillo.

Lupe se quito de encima a un par de piltrafas a empujones y a otras dos a golpes - ¡Vamos a la chingada! - maldijo y sugirió a su compañero Kroon mientras se abría paso hasta su auto a patadas pues poca o ninguna humanidad quedaba en su corazón, vio que todos los demás compañeros habían subido al camión excepto Bicho, al cual llamaba un sacerdote. Lupe trepo al toldo de su auto y abrió una escotilla secreta para entrar de forma rápida y sin arriesgarse a que uno de esos restos humanos se colara al abrir la puerta, luego movió el carro hasta donde estaba Bicho sometiendo a un enorme escorpión.
- ¡Hay cabrón! - exclamo sorprendido Lupe Culebra al ver el tamaño de aquel insecto - Vamos Bicho, átalo bien y sube al toldo te llevare al camión que si no la turba te deja sin mascota - 

El outsider pasó entre las personas hambrientas que se arremolinaban y arrollo a mas de uno, pero para el conductor solo fue aliviar su sufrimiento y nada mas que eso. No podía ayudarles y si se ponían por delante eso seria su decisión y su problema.

-Frank, sé listo y métete delante.

Viendo que era inútil intentar preguntar nada a aquel gentío desesperado, Kroon volvió al coche abríendose paso a empujones, encendió el motor y salió de allí intentando evitar arrollar a alguien.

De camino al coche, si tiene oportunidad, Kroon intenta meter disimuladamente uno de los cuerpos de los mendigos muertos en la parte de atrás del coche. Un regalo para Sombra. 

La turba comienza a empujar el autobús de un lado a otro tras las acciones de Kroon y Lupe con sus vehículos. Lupe logra llegar hasta Bicho atropellando a varios de los esclavos. Aquella acción hiere a varios y mata a los más débiles que no logran apartarse del camino del Outsider. Al menos una docena de esclavos aúllan en el suelo por el dolor de sus huesos rotos tras el avance de Lupe con su 4x4. Otros más afortunados logran trepar al vehículo con piedras y garrotes. Un par de farolas y el cristal retrovisor son destruidos por muchos golpes.

Algunas ventanas del autobús estallan por las piedras que lanzan los esclavos mientras que los más valerosos intentan forzar la puerta delantera y la trasera. Decenas de manos hurgan hacia el interior de las ventanas del transporte escolar con la esperanza de arrebatar algo que pueda ser comestible. Prefieren intentarlo que morir lentamente de hambre…

El parabrisas de Kroon es cubierto por los cuerpos arrollados de los débiles esclavos a su paso hacia el camino de salida pero una obstrucción de rocas le impide avanzar cuando el interceptor 88 golpea con su parachoques el bloqueo. En ese momento algunos esclavos con la suficiente fuerza para utilizar sus herramientas comienzan su ataque al grupo. Picos, palas y cinceles dañan los vehículos del grupo en un vano intento por obtener alimento. Los más débiles logran entrar a los automóviles por las ventanillas metiendo la mitad del cuerpo y aferrándose a los ocupantes. Intentan atacar a Sombra pero los pobres infelices pierden varios dedos ante las garras del felino.

El buggy de Spark también es rodeado por la turba y se encuentra en peligro de ser volcado por el gentío iracundo.

El escondite se ha transformado en una horrible trampa…

Lupe:

El Outsider es puesto a punto y la próxima tormenta por llegar no le afectara. En el horizonte algunos nubarrones amenazan el día pero es posible que las montañas desvíen una gran porción de la tormenta pero el viento podría ser un problema.

Durante tu búsqueda antes de llegar donde se encuentra el resto descubres una entrada a un bunker.  La entrada ha sido descubierta por medo de una excavación ya que en los alrededores puedes observar diversos elementos de minería como por ejemplo carros, picos, palas cinceles y martillos. Aquella entrada todavía se encuentra bloqueada por muchos escombros de un edificio aledaño que se ha derrumbado hace muchísimo tiempo. 

Bicho

Los conocimientos necesarios llegan a ti desde algún recóndito lugar de tu cerebro. Casi de forma instintiva logras domesticar al escorpión mutante y llevarlo contigo. La criatura todavía es peligrosa para los demás pero al menos a ti no te atacara, por lo tanto sujetas su aguijón para que no envenene a nadie.

Tal vez, con un poco de suerte logres enseñarle algunos trucos sencillos...

Me fijé sobre todo en las muletas de un anciano pisoteado por la multitud.-Molotov, si puedes conseguirme las muletas de ese pobre viejo te devolveré el favor tarde o temprano- dije en un tono serio pero intentando ser sugerente.

¡Ni loca! Mira a esos cadáveres andantes. Cualquiera que baje será alimento para ellos.  – Sandy responde a Rose sin apartar la atencion a la puerta trasera del autobús. Ella mediante su arco de poleas dispara sin cesar. Sus certeros ataques hacen diana entre los ojos de los esclavos que intentan forzar la entrada trasera del transporte escolar.  

El motor del autobús enciende sin problemas pero Elijah no avanza. Adelante se encuentra el buggy de Sparks y un poco mas allá también esta el interceptor de Kroon. - ¿Y ahora como salmos de esta? ¡Acepto ideas! – el autobús cada vez se balancea mas y mas al ser empujado por la ola humana que lo cubre todo… 

Tras esas palabras miro a los niños sentados en los asientos preocupados y es cuando golpeo con el techo del autobús con contundentes golpes. -Sr. Zan si ve que intentan invadir el autobús espero que haga que se lo replanteen.

Si el interior del autobús bamboleaba como  un martinete el techo era una montaña rusa y mantener el equilibrio allí arriba era menester de trapecistas. – Tú lo dices fácil pero tu nuevo rebaño me dificulta poder hacer algo. ¡Dread! Avanza sin más aunque tengas los vehículos adelante. ¡O ellos o nosotros! – Van Zan se aferra al techo como un gato con el cuerpo pegado al autobús. En esa situación no puede utilizar su rifle y mucho menos moverse. 

Todo esto me lo temía desde que el padre abrió la boca, me preguntaba cómo había sobrevivido tanto tiempo, en el pasado había visto gente tan buena como él y desgraciadamente eran las primeras en morir. Aún seguía sorprendida por su actitud ¿Acaso esperaba razonar con aquella pobre gente?.

Las palabras de Molotov me decepcionaron, pero con las primeras sacudidas al autobús comprendí su postura. Me agarré a mi asiento, el zarandeo del autobús me resultaba bastante incómodo, con cada sacudida mi cuerpo se resentía por el dolor de mis heridas. Odiaba no poder descansar allí tranquila, odiaba estar en tensión sin tener un minuto de tregua  y precisamente no estaba de muy buen humor. No tardé demasiado en comprobar que esa miserable pobre gente no atendería a las buenas intenciones del hombre de dios.

-¿Qué hacemos aquí parados? ¿Esperamos a que se coman las ruedas?- dije sin poder evitar ser un poco hiriente, pero tal cantidad de gente me impresionaba hasta el punto de hacerme sentir un miedo que no me gustaba reconocer.

Cargué la escopeta haciendo aquel sonido tan característico. Solo conocía una forma para afrontar mis miedos, enfrentándome a ellos.

-¡Topanga!- dije en un tono serio y apresurado, invitando a que me ayudase a levantarme, lo tomé como punto de apoyo para permanecer en pie.

-¡¡HABLO EN SERIO; ALEJENSE DEL AUNTOBÚS... HABLO MUY EN SERIO, HE DICHO QUE SE APARTEN!!- grité una advertencia en un tono bastante más alterado, apuntando a la multitud que rodeaba el autobús con la escopeta de Sparks.

Me encendí rápidamente, estaba nerviosa, cansada y asustada, necesitaba descansar y no estaba dispuesta a que aquella pobre gente nos complicasen las cosas, bastante jodida estaba por culpa de los merodeadores y los robapieles. Intenté descargar tensión apretando el hombro de Topanga mientras me prestaba su apoyo, estaba hablando muy en serio, tanto que los segundos me parecían horas.

-NO DUDARÉ ES DESPARRAMAR VUESTROS SESOS SI NO PARAIS DE JODERNOS, ¡¡¡ATRAAAS!!!- dije mientras se empezaba a notar descaradamente que aquella pobre gente me estaba sacando de mis casillas al comprender que no les imponía demasiado respeto.

-HOY ESTAIS DE SUERTE, SOY LA COCINERA DE VUESTROS MEJORES PLATOS, DE PRIMERO TENEMOS POLVORA (PAAAM.clack-clack), DE SEGUNDO… PLOMO (PAAAM.clack-clack) Y DE POSTRE EL MEJOR DULCE QUE PROBAREIS, LA MUERTEEE (PAAAM-Clack-Clack).- grité mientras me liaba a escopetazos con cualquiera que pusiese una mano encima de nuestro autobús.

Rose está sobrepasada por la situación de tensión.

Parece que el sacerdote me habla pero estoy muy concentrado para atenderlo -muy bien Firulais muy bien- Termino de atar las tenazas del señor escorpión (sujetando su cola con mi boca por supuesto) y me incorporo al ver que cada vez son más y más sacos de huesos los que quieren subir al camión.

En eso llega Lupe en su vehículo aplastando unos cuantos y se detiene cerca de mí -Entendido gran explorador Lupe-, sin soltar el aguijón de mi nueva mascota guardo mi lata en los harapos que llamo pantalón y me hecho al hombro el arma de Speedy.  Cargo al inquieto Firulais (pfff como pesa su exoesqueleto) y como puedo me trepo al toldo del vehículo.

Cuando nos acercamos al camión me doy cuenta que no podre subir y alcanzo a ver un monton de niños huesudos adentro - Mis hijos!!!- GENMU, SPEEDY, ROSE, COYOTE SAGRADO, ALGUIEN!!!.... QUE LOS NIÑOS NO SE ACERQUEN A MIS HIJOS!!!- grito desesperado haciendo señas (y equilibrio) en el toldo de Lupe.

-Explorador déjame entrar!!- digo con preocupación a Lupe golpeando la que parece una escotilla...  

No le gustaba tener que hacerlo, pero no le dejaban otra opción. Kroon arrancó el vehículo y acarició el gatillo de las ametralladoras gatlin, pensando si había alguna opción para evitar la masacre. Dudaba que pudiera salir quemando rueda. Eran demasiados. La única posibilidad que veía era asustarlos, si es que se podía asustar a alguien tan desesperado como para echarse debajo de las ruedas de sus vehículos.

Cerró los ojos y apretó el gatillo y aceleró a fondo. Las gatlin volvieron a escupir balas que barrieron a la multitud delante del coche, dejando una vía practicable. El bulldozer ayudaba a limpiar el camino, pero aún con todo, el vehículo andaba a trompicones sobre los restos humanos que se colaban hasta los bajos del vehículo.

¿Joder?¿En qué nos hemos convertido?-pensó Kroon.