Partida Rol por web

-¡ Maldita sea nuestra mísera suerte!- grito mientras leo la horrible noticia en los sucesos. -¿Cómo se ha dejado matar este paleto? ¿Es que no hay sitio en Cirax City para pasar desapercibido? ¡¡ Odio a esos malditos ayatolás!! Quieren transformar nuestra ciudad en una réplica del corán. ¡Qué ganas tenían esos cabrones de empezar la guerra! Pues la tendrán. No vamos a dejar un solo moraco en la ciudad. Encima seremos los benefactores de la ciudad vengando al poli ese que se han cepillado. ¡¡CABRONES!!

- Espero que no le haya pasado nada a Luigi.-

Hola jefe...me he enterado de camino, una lastima lo del chico y encima un dinero perdido a las primeras de cambio...Porca miseria. Es duro moverse por la ciudad, bueno, aqui tiene el resultado de mis gestiones.Luigi parece algo contrariado por la muerte del chico nuevo y deja sus dos maletines encima de la mesa del despacho de Antonio.

- Me alegra verte a salvo, Luigi. Cuando esta mañana he leído el periódico no podía dar crédito a lo que leia. Al pobre muchacho ni siquiera le ha dado tiempo a decir esta boca es mía. Encima iba desarmado. Tengo que escribir a sus padres. No pueden estar esperando unas noticias de Pepino que no llegarán.-

Arrojando el periódico y todo lo que queda sobre la mesa no puedo reprimir otro arrebato de furia:-¡PORCA MISERIA! ESOS MOROMIERDAS FANÁTICOS LO VAN A PAGAR. LO JURO POR DIOS. NO SON PERSONAS, SON ANIMALES Y COMO TALES SUFRIRAN. NO TIENEN HONOR.-

Algo más tranquilo, vuelvo a sentarme.

- Siéntate, Manfredi. ¿Tú has tenido algún problema? ¿Te has topado con alguien?-

- Otra vez tenemos dinero para contratar otro matón pero no estoy seguro de que eso sea lo más acertado viendo los resultados. Está claro que con esos perros sueltos hay que salir bien pertrechado.-

- Podríamos contratar a otro matón y os turnaríais para salir con las armas que tenemos, aunque eso me parece algo ridículo. No sería mi primera opción. ¿Necesitas mayor protección: armas más potentes, chaleco antibalas, vehículo? Esa me parece en estos momentos más sensata.-

- Otra opción que se me ocurre es contratar a uno de los asesinos japoneses. Parece que trabajan bien y con extrema crueldad. Pero corremos el riesgo de que conozcan nuestra momentánea debilidad o que durante el contacto prefieran acabar con nosotros antes que vérselas con esos fanáticos.-

- Tú eres el que ahora mismo se juega la vida por las calles, Luigi, y tu opinión será tenida muy en cuenta. No quiero perder a nadie más cuando apenas hemos empezado.-

Apoyando mis manos sobre los maletines que ha traído Luigi tamborileo con los dedos pensativo.

- Tú decidirás, Luigi. Con 2 maletines tenemos pocas opciones y hemos de elegir de la mejor manera. Podemos guardarlos hasta que tengamos más y poder comprar un auto o contratar a un asesino, ladrón u otro matón pero con garantías de éxito si salen a la calle, con sus armas como Dios manda. Podemos contratar otro matón y confiar en que esta vez tengamos más suerte, pero personalmente es la idea que menos me atrae. La última sí me gusta más, y es la de armarte con chaleco antibalas y armas largas. Al menos con alguna de esas...herramientas. Hasta ahora has tenido suerte pero nos han declarado la guerra.-

Si, la cosa se esta poniendo fea, un chaleco antibalas...es buena idea. El resto, guardemoslo y contrataremos a un asesino esos tipos no han declarado una guerra abierta.

Tras alargarle los maletines a Luigi me levanto y doy un paseo por la habitación, mirando con atención un pequeño grabado de no mucha calidad que representa un pueblecito italiano.

- Resulta irónico. Ayer estábamos hablando de expandirnos con un nuevo miembro en la familia y hoy tenemos que luchar sin disimulo por nuestras vidas.-

- ¡Pero  unos moros sucios con chilabas no podrán con nosotros. Como te he dicho son animales y así van a morir. Ni que decir tiene que con esas bestias no negociaremos mientras no nos cobremos cumplida venganza, ¿de acuerdo, Luigi?.-

- Sea, el chaleco antibalas es tuyo. ¿No quieres también alguna escopeta, algún arma más potente que tu leal pistola?. Si no quieres por ahora no te preocupes. Puedes tomar el dinero de ese maletín en cualquier momento si lo crees necesario.-

- Luigi, cuando quieras puedes partir. No olvides el chaleco. Otra vez tendrás que dedicarte a putas, yonkis y comerciantes, a tu criterio. Y si te encuentras con algún malnacido, pues lo que te pida el cuerpo. Pero no te arriesgues sin necesidad.-

- Come algo si quieres. Yo hoy no tengo apetito. Tengo que pensar qué les escribo a los padres de Giuseppe. Me siento obligado.-

Si jefe, me movere un poco por todos los lados, a ver que es lo que saco. Hasta pronto. Descuide no me dejare cazar con facilidad...Luigi tras dar por concluida la reunion sale de nuevo a la calle a hablar con comerciantes y con putas e indigentes para no perder el contacto con estos.