Partida Rol por web

Randy, pse, Randy. Dice tras hablar con Cefialini. Nos hemos librado socio. Ese cabronazo de El Beto está fuera. Creo que es el momento de librarnos de esa zorrita de Megan en cuanto tengamos ocasión.

Mirame renacer pequeño jajaja *Dice mientras se acomoda el traje de papel que luego se hace tela* Dime que te pareció chiquillo ^^... Sabes algo Falieri? ve de nuevo con quien te metes... *Se baja de la mesa haciendo un salto simple al piso* Y tu cigarrillo puedes meterlo por donde debe estar tu lengua *Me siento de nuevo en el asiento* Entonces? alguien más? 

Fat Sylvio se sube encima de la mesa y se dirige hacia El Beto - ¡Venga capullo| Peleemos como hombres. Dice a grito pelado. Pero antes de que se puedan enzarzar en una lucha, un ladrillo pasa volando a su lado y se estampa en la cabeza de su enemigo. Ésta le revienta y toda la sangre y los sesos caen en la camisa de Sylvio. Este mira para atrás y ve que Pinky ha sido la lanzadora- Joder con la modosita, deberías jugar en un equipo de beisbol...¡Eso ha sido un lanzamiento! - Y se echa a reir de nuevo. El Beto es un problema menos. Cefialini se acerca a registrarlo. Encuentra su identificación como Capo y se regodea de la muerte de El Beto. - Cefialini, capullo, parece que te alegra que un miembro de la familia haya muerto. Era un cabronazo, pero era uno de los nuestros. ¿Qué coño te hace tanta gracia? Respeta a los muertos, hostia.

 Quise decir poli!! 

Le digo al gordo

- Aclaraté, cojones. Que no sabes ni hablar. Se levanta y con voz tranquila dice: os lo dije, joder, os lo dije. Era un poli e intentoi matarme. ¿Por qué? Joder, pensad, no hay que ser muy listos. ÉL sabía que yo era uno de vosotros, uno de la familia. EL cerdo quería liquidarnos uno a uno. Ahora lo que tenemos que hacer es calmarnos y descubrir a los otros topos. Hay mucha gente callada en la sala, deberían alzar la voz para saber que opinan de todo esto. - Y tú Lizandro, ¿qué coño has hecho con ese papel?  La disputa entre Lizandro y Farieli podía ser un problema. Sylvio había recapacitado sobre lo cerca que había estado de la muerte y quería que las aguas se calmasen.

Que papel? *Dice mientras saca otro papel de Origami y hace un dragón de papel que pone en la mesa*

Pse, pse, Farieli. Sylvio llama a Farieli mientras Lizandro hace su dragón de papel. Estoy contigo, este tío canta a madero a leguas. Llegado el momento sabes que puedes contar conmigo. Me tiene hasta los huevos con tanto papelito.

- Si ya decía yo -comentaba, asintiendo con la cabeza-... ni maricones, ni bofia, ¿verdad? -Miro a Fat. Tsk. Al final me va a caer hasta bien, el puto bola de sebo. Lo lamentaré si algún día se lo cargan a traición... bueno, sólo un poco. Pero algo-. Yo creo que es bofia y maricón. Más motivo para matarle.

 Un respeto a mi mano derecha! puto gordo!

 Toma el dragón de Origami con delicadeza y lo mira con atención. -Mmm... curiosa técnica Lizandro ¿a cuantos japoneses tuviste que torturar y matar para aprenderla?-. Vuelve a poner el dragón en la mesa, pero con su cabeza en dirección a Cefiliani

 Quien se atreva a tocar a mi mano derecha... que rece por su vida...

Jefe no demuestre cariño con ese lacayo, que sabrá que lo aprecia y luego lo traicionará... *Viendo mi dragón* Ni torturé ni maté a nadie... a decir verdad no se de que hablan *Sonrio*

 Este lacayo ha resultado ser el más fiel de todos vosotros, ¡sabandijas! así que quiero que lo trateis con respeto, menos que a mí pero con respeto! una falta de respeto hacia él será traición al clan igualmente... aunque podría perdonar la vida de quien lo mate... pero con mucho tiempo

Pinky tras mirar como el ladrillo que ha lanzado ha dado en el blanco y ha hecho estallar la cabeza de El Beto, saca del bolso rosa un par de sobres de toallitas húmedas. Rasga uno de los dos sobres y saca una pulcra y bien doblada toallita y se limpia con esmero las salpicaduras de sangre.

-Alguien quiere una?- dice con total tranquilidad, ofreciendo su otro sobre de toallita húmeda.

-Claro Sr. Cefiliani, espero que lleve el resultado de sus analíticas encima confirmando que no tiene SIDA, Sifilis ni Gonorrea, además de otras enfermedades igual de indeseables. Si todo es negativo y usted está limpio de ETS's, no tendré ningún problema en tener relaciones sexuales con usted- responde ante su insinuación grotesca acerca de que folle con él. Ni muerta lo haría con semejante tipo, de hecho, antes follaría con Fat Sylvio que con semejante reptil.

-Por cierto, no le importará que haga unas fotos y unos videos mientras lo hagamos verdad? Estoy convencida de que a su mujer le encantará verlas- sonríe con dulzura y gran calma. Reposa las manos entrelazadas sobre la mesa, tras terminar con la toallita y le mira directamente a la cara, como si nada hubiera pasado y menos aún que hubiera matado al primero poli camuflado de la larga velada nocturna.

-Tiene algún problema con eso?

Me giro a mi izquierda para hablar con el Jefe.

Jefe, con todo mi respeto, ese lacayo tiene metida su lengua tan dentro de su culo que puede chuparle los huevos por dentro.

Cefiliani podría llevar todo el tiempo del mundo en el negocio, pero nunca resaltó. Quiero decir, ¡joder, la mitad de los que estamos sentados a esta mesa hemos hecho trabajos más arriesgados! Es normal que no cometas un solo fallo en años si lo único que te encomiendan es mierda de oficinista... Y le come la oreja a usted para seguir obteniendo trabajos fáciles y mantener su ficha impecable. ¿Cuándo fue la última vez que hizo un trabajo de verdad? ¿que se jugara el culo por usted?

Falieri ha sacrificado su día libre para venir aquí, y es de los mafiosos más íntegros que conozco. Fat viene de hacer un trabajo para usted, la ha cagado sí, pero se ha jugado el culo y le ha metido un tiro en la cabeza a ese mamón. Yo volví este mismo martes de extorsionar y vigilar el negocio de nuestros casinos en Las Vegas... 

Acto seguido, miro directamente a Cefiliani.

Mírame a los ojos, Cefiliani. ¿Qué has hecho últimamente aparte de tratar de joderte a tus compañeras?

-Buen punto -comentó en respuesta a Parker. La verdad es que, parecía estar ignorando por completo la propuesta del mano derecha como se decía a si mismo, y lanzó a la mierda el papelillo que le había lanzado Lizandro a la mierda con un gesto claramente despreciativo al suelo. Luego se dió cuenta de que la sangre le había apagado su cigarrillo, porque empezó a sentir la falta de humo en los pulmones.

-Mierda mierda...-comentó revolviendo en la cartera por el mechero. Prendió otro apresuradamente- Ahora si...

Lo cierto es que se había quedado en babia un buen rato, pensando algo relacionado a una oveja que pastaba tranquilamente en el campo. Claro que el revuelo que se había armado se encargó de devolverle a la realidad.

Mas el papelillo había caído cerca de ti, convenientemente, demasiado cerca.

Pues dale un tiro, que yo no tengo arma. Fijo es poli.

- Señores - para llamar señores a aquella panda Fat debía estar hablando en serio - según yo veo la cosa está clara. Beto me atacó a mi y Beto era polí por lo que podéis deducir que yo no soy uno de ellos. Yo dije aseguré que Beto era poli y Pinky se lo cargó con lo que está claro que Pinky es de los nuestros también. Del resto no tengo ni puta idea. Pero si alguien nos ataca a Pinky o mí dejará bien claro que es de la bofia. - Se subió los pantalones y continuó. - Creo que todos nosotros nos estamos atacando de mala manera, peleándonos entre nosotros mismos. Megan, Lizandro, Falieri, Randy...miraos, os conocéis de toda la vida. Somos escandalosos, impulsivos, pero nos conocemos. Estamos malgastando nuestras armas entre nosotros y estamos limpios. - Se movió y señaló a los dos individuos que estaban callados toda la conversación. - Pero ellos dos, miradlos joder. No han hablado en todo el tiempo que llevamos aquí. Quizás estén viéndonos y descojonándose de nosotros por dentro. Armándose y preparando sus estratagemas. Y señaló a Tony Thorge y Robison Mellier. De ellos nos tendríamos que preocupar.

Randy, amigo. Estoy completamente seguro de lo que he dicho pero hay algo de lo que lo estoy aun más. Megan es de la poli, fijo. Son dos mujers la que hay y Pinky es de los nuestros. Las mujeres son traicioneras, así que no creo que haya dos buenas en una misma mesa.

Sylvio antes de hablar a todo el mundo se giró a Pinky y le susurró en el oido: - Pinky, te debo una con el asunto de El Beto. Eres de fiar, de hecho eres la única de fiar al 100%. Sabías que era poli y te lo has cepillado. Puedes contar conmigo para cubrirte las espaldas.