Partida Rol por web

Explosión de estrés: huir. 

Bueno, si deseas, puedes narrar tu propia explosión de estrés.

El día me había superado. 

Media familia asesinada, un misterioso amigo de una maid me mandaba un cadáver de asesino y una carta, a mi entender, insultante.

Pero esa careta tapaba lo peor. Un rostro descompuesto al que le faltaban los ojos. Como un regalo roto.

Mi mente completó esa cabeza con el cuerpo de Asahi, e incluso me pareció que el cabello cogía un tono grisáceo-azulado y perdía su rojez.

Aun sostenía en mis brazos el imaginario cuerpo de Asahi, mientras su cabeza se desplomaba y rodaba por el suelo.

Les dejé a todos atrás y sin explicación huí, huí y seguí huyendo.

- ¡Aimi-san! - Riku había permanecido al margen pero la reacción de la ama no puede pasar desapercibida.

- ¿Qué se debe hacer con ella en ese estado? - se pone de pie y logra ver a Yaeko. Se acerca a ella y le hace una reverencia - Una hermosa dama no merece inundar su rostro de tristeza - mira a Yaeko y le sonríe con dulzura.

Llegas donde desaparecieron las llamas y te encuentras con algo muy curioso, una mujer dormida… o lo que parece ser una mujer, porque ciertas partes de su cuerpo están ardiendo y parece que no se quema… que casualidad las llamas tapen las partes más comprometidas de su cuerpo desnudo. Aparte de eso tiene orejas puntiagudas y su cabello más parece fuego.

Aimi sale huyendo… no sé sabe porque ni sé sabe a dónde, pero parece muy estresada.

Me acerco a ella tomándola entre mis brazos asegurándome no quemarme e intento despertarla con delicadeza. Despierta, susurro con delicadeza mirando a la....elfa supongo.

-Aparta de mí, sser inssignificante.- te bufa llena de ira. -¿Cómo ossass tocarme? sser inferior.- te aparta bruscamente y se pone de pie. Mira todo a su alrededor, pero sin olvidarse de tu presencia.

Sonrío confiado y la miro a los ojos, ya veo, en esta situación tienes dos opciones....aceptar que te ayude yo y confiar que haré lo mejor para tu bienestar y la otra largarte por tu cuenta, buscarte la vida y esperar a dar con alguien te ayude adaptarte a esta situación y te de alojamiento.....además esperar que no te mienta....tu decides....

-Ahora que lo dicess me vendría bien un ssirviente.-  te echa un vistazo de arriba a abajo  -Tu no parecess demasiado tonto y tu asspecto no me disgussta mucho.-  dice aun algo airada  -Assí que te concedo el privilegio de sser mi ssirviente perssonal… debess de esta muy contento.-  sonríe con malicia e hincha el pecho llena de orgullo y con aires de superioridad.  –Ssiervo, vete a buscarme alojamiento.-  te ordena sin dejar tiempo de reproches.

Perdona socios....estamos en mi plano y no en el tuyo.....puedes ser mi socia o buscarte un siervo. Un siervo esta muy bien pero ningún siervo que tengas te dará yo lo puedo aportarte yo como socio en este plano ademas que el alojamiento no sería problema. Me caes bien  y si nos unimos podemos aplastar a nuestros enemigos..... la miro de arriba abajo .....tu no estas mal para venir de donde vienes.

Te cruzas con Aimi por accidente, al parecer va muy asustada y te lleva por delante. ¿Qué pudo haberla espantado tanto?

- Entonces si fue demasiado para ella.- dije en voz baja pensativa. Huir en su silla de ruedas era algo mucho más sencillo y quizás lo mejor era que lo superara sola. Me puse de pie dispuesta a irme a mi habitación cuando riku apareció.- Joven Riku...

También hice una reverencia manteniendo la formalidad pero sin estar tan seria como antes. Mis mejillas tomaron un ligero color rosado debido a lo que había pasado en el hospital y que tanto Makoto como Ebisawa se esforzaban por recordarme.

- Yo le agradezco mucho que me haya defendido y me alegra que ya se encuentre mejor.- volví a reverenciar como lo hacían los mayordomos- En cuanto a nuestra ama le hará mejor estar sola un momento, demasiadas perdidas para un día.

Miré entonces a quien había traído el paquete.

-¿Necesitas algo más? yo me encargaré del paquete y pues si no necesitas nada me gustaría acompañarte a la salida.

-Eress un sser inferior, no ssacaría nada associándome contigo.- se la ve extremadamente enfadada –Puede que esste ssea mi plano, pero ess tan débil como tú… todo se quema con mucha facilidad.- vuelve con su actitud de superioridad, pero ahora también algo colérica. -Assí que me busscare a otro máss listo que tu para que ssea mi ssiervo perssonal.- después te da la espalda e intenta irse.

Miro divertido a la maid. Ahora me suelta sermones el servicio... que interesante.

-Es curioso que tu me hables de deber niña. Muy muy curioso.- Digo sonriendo divertido. Al ver su cara de odio no puedo evitarlo y acabo riendo. Es como ver a una niña enrabietada por no entender a su padre.

Me seco una lagrimita discreta que se me escapaba por la risa sin dejar de mirar a la joven.

-Que una chiquilla como tu me inste a seguir las directrices de mi sobrino despues de casi asesinarle... Es cuanto menos risible. Mi sobrino tiene sus momentos de raciocinio entrecaladas en sus momentos de locuras, pero de esta familia, el loco aristocrata soy yo.

-Actuas de una manera muy noble para ser una hija menor de una familia venida a menos. Fumando en acto de servicio, criticando a un superior, arruinando el uniforme...- Camino hacia la puerta. Estaba siendo cruel y lo sabia la cria no tenia la culpa por caer en el embrujo de un enemigo, pero hablarle de esa manera a un miembro de la familia no queda impune.- No olvides querida niña que por mucha virtud que quieras mostrar sigues siendo una maid. Por mucho que se aprecie a una sirvienta no deja de ser eso. -Al pasar al lado de la joven susurro en voz baja para que me escuche solo la chica- Al igual que el ser todopoderoso encerrado en la lámpara estas atada a los caprichos de la familia. No deberias olvidarlo tan facilmente. 

Me giro al postrado joven con la sonrisa aun bailando en mi rostro.

-Como ves ninguna familia está sobrada de union. Descansa y reponte joven. Algo me dice que lo peor esta por venir.

- Vaya amo usted llega de una larga ausencia y ya cree saberlo todo- volví a estar tan seria como antes- Está totalmente equivocado, mi familia es mucho más poderosa que la suya. Es más solo llegué a esta casa para aprender como ser una maid, y luego se suponía asistiría a una familia de rango similar al de mi familia o superior. Si sigo aquí es unicamente porque así lo he decidido.

"Y esa es también la razón por la que me he peleado con mi familia" no lo diría en voz alta no era necesario. Me molestaba profundamente su actitud, lo hubiese golpeado si no fuera uno de los amos. Lamentaba incluso que hubiese llegado a esta casa y haber sido yo quien acondicionó su habitación ( con muy buenos resultados por cierto)

- Si no obedece ni sus propios consejos, como espera que el Amo tora lo haga y no se de que se queja, no lo he matado-sujeté su brazo manteniendome firme- el genio no puede huir yo podría irme en cualquier momento si lo deseara. De todas formas debería concentrarse en conseguir aliados en vez de crearse enemigos.

Lo solté para acompañar a Robert a la salida, respirando acelerada por el enojo que se me estaba subiendo y que no tenía como descargar.

Que tengas suerte, si encuentras un siervo on mis recursos económicos,mi posición de poder, con el mismo propósito es decir el poder y te de gente a la que destruir sin piedad y acepte ser siervo voluntariamente felicidades. No he nacido para ser siervo en mi plano. Dejo que se marche si es lo que desea mientras me mantengo tranquilo viendo como se marcha.

Me quedo serio ante el genio de la niña. Antes de que se fuera bloqueo el paso de su huida. Que valor... Y que lastima de caracter.

-Llego tarde dices? Escucha bien esto niña y quizas, solo quizás logres entenderlo. Tengo edad para ser tu padre. Llevo trabajando para la familia desde antes de que tu siquiera nacieras. Mi fortuna, mis empresas, mis contactos y mi vida estan al servicio de esta familia.-Digo sin cambiar el tono de voz-. Que raro que una hija de una familia tan importante se encuentre trabajando para otra. No de asistenta o de asesora... Si no de maid. ¿No será que ocultas algo niña? - Me pego a ella mirandola desde arriba a los ojos. No me gusta provocar pero hoy ya me han tocado bastante la moral y si la niñe pide guerra, guerra tendrá.

-¿Seguir mis consejos? Ayudé a Tora cuando me lo pidió. Os largasteis sin mas, sin explicaciones, ni avisos y luego os acordais de pedir ayuda. Que conveniente. -Luego me aparté sonriendo de nuevo.- Cuando las cosas se pusieron feas acudi. Y volvere a hacerlo, por que esta familia lo es todo para mi. Por azares del destino, ventura desventura o como quieras llamarlo, ahora tu tambien formas parte de esta familia. Los amigos y los enemigos  van y vienen, raramente se puede encontrar una amistad digna de confianza que dure en el mundo en el que vivimos. Solo la familia es eterna, solo en ella puedes apoyarte siempre de manera incondicional. Y  hablando de genios. Uno vivió recluido 10.000 años si creemos en las viejas historias, antes de que alguien le encontrara utilidad, olvidado en una sucia cueva.

Me aparto para dejarla ir, ya que parecia tan ansiosa por irse.

- Vaya así que es un anciano- era la primera vez que era irrespetuosa con un amo- Pues entonces explique porqué desde que llegó en vez de unir a la familia, ha generado desconfianzas y discusiones. No oculto nada por el contrario soy insoportablemente honesta.- creo que si mi latido se aceleraba aún más iba a estallarme el pecho.- si se pregunta porque sigo aquí, cuando podría estar en un sitio mejor es por el aprecio que tengo a casi todos los amos. Tal es mi lealtad que a pesar de sus acusaciones y su trato sigo aquí. También a pesar de que en la batalla no hizo mucho, supongo que su unica especialidad es dormir a la gente igual como hace Makoto, una actitud cobarde a mi parecer.

La vena de mi frente se estaba hinchando y me dolían los puños de tanto apretarlos.

- Si realmente es tanta su desconfianza pues despidame, amo.- dije finalmente era una olla a presión a punto de hacer kabum. Encendí uno de mis cigarrillos sin importarme que el estuviera allí.

Por una vez me quedo sin palabras. La osadia de la joven no conoce límites. Tengo en la punta de la lengua mandarla a la calle. Y sin embargo...

-¿Despedirte? ¿Por que iba a hacer eso? ¿Para que tus captores volvieran de nuevo a las andadas?- Cojo uno de sus cigarros y me lo enciendo. - Como ya te e dicho eres de la familia y yo cuido a todos y cada uno de sus integrantes hasta que no hay aire en mis pulmones. 

La miro y suspiro restregandome los ojos.

-No suelo dar explicaciones. A nadie. Ni a Aimi, ni a Tora y mucho menos a una maid contestona...- Bufo-. Pero supongo que esa excusa ya no vale hoy en día. No causo discusiones y desconfianza. Expreso mi opinion y mis inquietudes. Si una maid es embrujada, secuestrada y repentinamente, cuando todos esperábamos una accion de rescate para sacarte de donde quieras que estes apareces tratando de matar a mi sobrino desconfio. Y si, por si no te has dado cuenta duermo a la gente siempre que es posible. Es mas facil interrogar a un durmiente que a un muerto. Suelo desdeñar la violencia gratuita, al igual que las acciones irracionales y no meditadas. Aunque como dato añadire que los cadaveres de la entrada no estan dormidos precisamente. Y por ultimo, pero no menos importante, tengo 55 años. No me llames anciano.

Sonrio. No cruel ni sacasticamente, sino de manera sincera. No se que me habia refrenado a la hora de expulsar a la maid pero alguien con el coraje de plantarle cara a un amo bien podria defender a la familia en condiciones. Para mí nada importaba mas que eso.