Partida Rol por web

Manhattan

— Resto del mundo

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01/04/2023, 19:40
Aaron Jesus Carballar

Flashback (Vacaciones de Verano - Sicilia Italia)


GRAND PALLADIUM SICILIA RESORT & SPA

El enorme resort Grand Palladium abraza dentro suyo muchas historias, pero pocas de estas merecían tanta atención como el encuentro de dos jóvenes desilusionados del amor por separado que se encontrarían contrariados de manera inesperada en el resort.

Habrían pasado uno o dos días tras sus respectivas llegadas, Aaron pasaría esos días aún sin disfrutar mucho del resort, a lo sumo iría al gimnasio para no perder la forma. Le invitarían a los distintos eventos pero recién sería en una reunión en la playa con posiblemente de noche (si quieres que sea de día tampoco hay problema) que él asistiría. Aquella mañana habría discutido con su tío con quien había ido al resort pero que dentro de su familia era el más buscaba entenderle, quien sabe si ese sabio hombre buscó iniciar esa discusión para sacar a su sobrino de la habitación y que busque ir a la fiesta.

Aaron se presentaría con una camisa negra intervenida por estampados blancos bastante veraniegos, el cabello arremolinado sobre su cabeza, vaqueros azules delgados y cortados hasta poco después de las rodillas, iba con unas converse simples negras que ya se quitaría luego de entrar a la arena. Su piel oliva estaba fresca tras una buena ducha luego de haberse pasado por el gimnasio, peor también tenía algo de hambre, tiene una fragancia dulce y de madera encima, se sentía cómodo con ella pues sentía que no era amenazante así.

Lo primero que haría al verse ante la gente que había ahí, sería caminar a la mesa de catering a ver si iba picando algo, necesitaba tomar carbohidratos y proteínas.

Notas de juego

¿A todo esto prefieres que postee en primera o tercera persona?

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01/04/2023, 21:07

Julio, 2023

Sicilia, Italia

Cuánto disfrutaba Clementine de los días lánguidos y soleados, dejándose abrazar por el calor y el sol. Parecía enaltecer su naturaleza californiana, era como si la chica se volviera más brillante, con su aura y magnetismo particular. Allí, en las tumbonas del resort, atraía miradas de los turistas y trabajadores del lugar. Era una enigmática y atrayente estadounidense que casi parecía viajar sola.

Aunque lo cierto es que Clem estaba con su padre y su otra familia, quien le había convencido de realizar tal viaje con el pretexto de 'recuperar el tiempo perdido' y poder pasar el tiempo con su hija. Sin embargo, aquella excusa sólo duró un par de días hasta que las llamadas telefónicas y las reuniones por Zoom parecían tener al hombre encerrado en su suite. Clem, lejos de dedicar su tiempo a la compañía de su madrastra y medios hermanos, decidió explorar el sitio por su cuenta.

Llevaba apenas unos días en la isla de Sicilia, de los cuales había dedicado a recorrer sus playas, visitando sitios históricos, como también había aprovechado a realizar compras en Palermo. Era una chica bastante coqueta después de todo. Durante aquel día en particular, Clem había estado tumbada en la playa, tomando un poco de sol y holgazaneando un poco.

Sólo volvió a su habitación al momento en que el sol empezó a caer. Alistó para aquella velada uno de sus nuevos vestidos, uno de corte bastante europeo que se ajustaba a su silueta, y unas sandalias que le permitieran caminar por la arena sin perder el glamour. Se dio una larga ducha, se perfumó con el shampoo, el jabón y la crema corpral que estaba hecha de forma artesanal y le dejaba la piel con un sabor dulce. Se vistió de una reina, o una versión adolescente del Upper East Side de ella. Dejó caer su rubio cabello en formas de ondas y se maquilló poco, apenas una delgada línea en los ojos para alargarlos, máscara de pestañas y un poco de purpurina cosmética en los pómulos.

Ya lista para la noche, Clementine se adentró entre la gente y las luces. Las miradas se voltearon hacia ella, como solía suceder cada vez que entraba a algún sitio, pero ésta no les prestó ninguna atención. Se acercó a la barra, decidida a beber algo frutal y dulce que le mejore un poco el humor. 

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01/04/2023, 21:13
Aaron Jesus Carballar

Julio, 2023
Sicilia, Italia

Con la amargura de la discusión con su tío, no se permitió girar a quedarse deslumbrado como el resto de presentes con la llegada de la preciosa rubia; ni tampoco percatarse de las miradas que estaban pendientes de él, sea por miedo o fascinación, quizá ambos.

Ya habría estado probando alguna que otra fruta pero tocaba tomar algo de beber, entonces su enorme mano se estiraría a tomar uno de los vasos. Distraído en aquella amargura que se mecía dentro suyo, misma que lo abstraía del mundo exterior a su mundo interior; no se percató que había alguien a su lado hasta que su mano sintió algo distinto a la textura rígida y fría del vaso de cristal al que intentaba tomar. Aaron alza la vista, sus arremolinados cabellos sigue el movimiento de su cabeza y botan cuando termina de encontrar y enfocar el origen de ese suave tacto cálido que sintió. -Lo siento yo...-  su oración es interrumpida cuando se encuentra con ella.

-Uh...- Sus ojos café se abren amplios y expresivos, Clementine estaría acostumbrada a ser admirada pero si tenía suerte Aaron esta sería distinta. Aaron muestra su perlada sonrisa por reflejo, un poco embobado pero arrebatador en su ingenuidad, era reconociblemente atractivo. Algo en su cerebro hizo click y pudo hablar - Soy Aaron.- se presente y espera que haga lo mismo, ahora girándose en su dirección y estirando su mano a estrechar, esperando no resultarle amenazante o espantarla de alguna manera no intencionada.

Tan pronto, y si es que ella, le decía su nombre, Aaron sentiría como la amargura previa simplemente se esfumaba de si; o solo bastaría con que ella se quedara con él para seguir charlando.

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01/04/2023, 23:28

Julio, 2023

Sicilia, Italia

Allí, bajo el manto de la noche y con las estrellas en forma de molinete, dos jovenes almas parecen encontrarse. Algo que podría ser una simple nimiedad, aguardaba algo aún más grande que ambos ignoraban en aquel momento, y continuarían ignorándolo hasta después de bastante tiempo ¿Existía algo como la coincidencia en una situación de una sobre un millón? ¿o quizás sus vidas estaban predestinados por alguna suerte de hilo rojo o escrito sagrado?

Clem sintió una mano gigantezca tocarle, y la muchacha de carácter volátil, parecía estar dispuesta a abandonar su semblante enigmático para proferir un insulto. Había lidiado toda su vida con toques "accidentales" y manos flojas que creían que su cuerpo era propiedad pública. 

Y cuando giró, dispuesta a insultar al atrevimiento ajeno, se encontró con un gigantón que se deshacía en disculpas. El chico parecía entre arrepentido y embobado, y aquello le provocó una sonrisa extraña a Clem, que no era gratuita en sus sonrisas. — Clementine. — Pronuncia, asegurándose de que éste entienda su nombre de buenas a primeras, sin tener que repetirlo. Entrecierra los ojos, intentando adivinar de dónde provenía su acompañante de acuerdo a su acento. — Estás perdonado, no debe ser fácil controlar esa mano.

Observó cómo éste le ofreció su mano a modo de saludo, por lo que Clem se la extendió y selló aquella presentación. La diferencia de tamaño de ambos era bastante notable uno al lado del otro, pero la manera en que la mano de Aaron envolvía totalmente a la de Clem lo explicitaba.

¿Te estás quedando en el Palladium?

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02/04/2023, 02:54
Aaron Jesus Carballar

Julio, 2023

Sicilia, Italia

 Ninguno podía precisar en que momento pasó, pero en el espacio tan distante sobre ellos los planetas se alinearon y los astros los bendijeron: Entre tantas personas dentro de lujoso resort se encontraron encarando leve accidente, una inofensiva caricia que desataría muchas cosas en sus vidas y de alguna manera parecían sentirlo.

Aaron escucha su nombre con atención, feliz de no haberla ahuyentado. Con el nombre "Clementine" parece que escucha una canción a la distancia, desde los parlantes ¿Esa canción era la que sonaba antes o era su creativo espíritu que le hacía escuchar otra cosa de fondo? Por alguna razón pudo ignorar aún más a la gente alrededor y hasta el hambre que tenía. Mientras Clementine analizaba el ingles de Aaron, notaría como la pronunciar la "erre" debía ser de habla hispana. 

Aaron cierra los ojos agita un poco la cabeza negando y mantiene la sonrisa, el comentario de Clementine le hizo bastante gracia pues era natural que al ser tan grande se asumiera que fuese torpe. -Jaja... es cierto que soy torpe para algunas cosas. Aunque creo que diestro para otras.- no se dio cuenta de que al terminar su oración abrió los ojos, dejó de sonreír tan ampliamente y sostuvo la mirada.

Ahora con el consentimiento de ambos sus manos se volverían a tocar, embonando una con la otra. La mano de Aaron era notoriamente más grande y fuerte, pero el chico tiene cuidado al tomar de la mano a Clementine, es incluso más gentil de lo que se podría esperar. De manera inconsciente extiende el momento todo lo que puede, disfrutando cada segundo de contacto entre sus pieles y del encuentro entre los ojos claros de Clementine y sus ojos café. 

Incluso sin soltar su mano aún se dispone a responder -Sí habitación 505.- "¿Por qué dije eso?" sentiría cierta presión por decir algo más -¿Quieres caminar un rato?- por fin suelta su mano y señala vagamente la playa. Comenzaría de alguna manera inocente para intentar aliviar sus nervios pero estaba siendo de alguna manera coqueto al sostener esa mirada amplia y cálida café sobre ella.

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04/04/2023, 01:02

 La adolescente rubia levantó una ceja en curiosidad. Su mirada era expresiva de una manera extraña, con aquella cualidad que podía hacer sentir a una persona de agasajada por la calidad de la chica a totalmente intimidada por su frialdad. Era su famosa mirada de acero, un arma de doble filo que podía ser bastante peligrosa según quién le preguntes.

¿Habitación 505? ¿Como la canción? Qué coincidencia. — Inquirió, sosteniéndole la mirada, constante como una estatua. Era como si quisiera adivinar las verdaderas intenciones del muchacho. Era, después de todo, una chica que había lidiado toda su vida con las élites de ciudades como Nueva York y Los Angeles; la desconfianza era su estado natural. Por esta misma razón, tampoco le dice a Aaron en cuál habitación se está quedando ella.

Su contacto físico parece extenderse más de lo común en aquellas situaciones, a lo que Clem le dedica una efímera sonrisa. Se da media vuelta para recoger su bebida, un gin tonic con menta y limón, y le da un sorbo mientras escucha la invitación a Aaron. — Quizás, aunque quiero terminar mi bebida primero, ¿tu no ibas a beber algo? — Sus labios rodean la pajita mientras mira al chico, curiosa. Clem jamás decía que sí a buenas y primeras, sobre todo cuando se trataba de un desconocido. — 

Notas de juego

Siento la tardanza ~

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04/04/2023, 02:02
Aaron Jesus Carballar

Sus ojos brillaron, su boca quedó abierta unos momentos, ella entendió la referencia que le había causado curiosidad apenas llegó y vio el número en su puerta. -Si, por eso me pareció curioso cuando llegué... Artic Monkeys.- Sonríe ahora un poco más perdido que en la belleza de aquella preciosa rubia frente a él. No sabía si su música le molaba como a él, pero al menos la reconocía y eso bastaba por ahora.

Sin duda ambos no solían toparse o tratar demasiado con gente como ellos, quizá por eso Aaron al menos decidió servirse algo de alcohol para poder relajarse un poco, quizá la amargura de la bebida le distraiga de la dulzura que iba sintiendo en el aire; aunque también estaba esa ambigüedad fría de Clementhine, de momento se podía contentar con que no tomara distancia y se quedara con él, técnicamente había aceptado caminar luego de beber algo.

-Bueno, con un mojito estaría bien...- se va a servir algo de ron con limón y menta. Pero también toma unos emparedados, como era de esperarse por su gran contextura debía tener buen diente. 

-Entonces ¿Estas de vacaciones también? Vine con mi tío pero anda a veces está más ocupado respondiendo mensaje y correos.- se encoje de hombros, al hablar con esa soltura se mostraba como alguien transparente. 

Notas de juego

Lo bueno se hace esperar ;)

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05/04/2023, 01:20

Una congestión húmeda de las noches de verano impregnaba el ambiente, la brisa salitre que provenía del mar impregnaba sus fosas nasales. Escuchó la pregunta de Aaron y asintió con la cabeza. 

Quizás se lleve bien con mi padre, es exactamente la misma historia. — Clem se encogió de hombros, restándole importancia, aunque había un dejo de amargura tiñéndole la voz. — Me arrastró junto a su nueva esposa y sus hijos, bajo la excusa de que que sería bueno estar en familia, y prácticamente me lo he pasado sola desde que llegamos. — Que no le malintepretasen, Clementine adoraba su soledad y solía reemplazar las carencias de afecto familiar por sus amigos y seres queridos. Pero allí, en tierras foráneas y despojada del contacto de su círculo de gente, se debía enfrentar cara a cara con una ausencia que calaba hondo en sus huesos. Era una sombra de los veranos que solía pasar con su madre, aquellos que Clem definiría como los mejores de su vida.

Volvió a darle un trago a su gin tonic, permitiendo que el alcohol ingrese a su organismo y le permita olvidar momentáneamente aquellas ideas. Debía aprovechar de su situación; se encontraba en un país maravilloso, con hermosos paisajes, una rica historia y tenía a un chico guapo al lado suyo. Quizás las cosas no eran tan malas.

Pero no importa, sé divertirme por mi cuenta.

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05/04/2023, 01:41
Aaron Jesus Carballar

Puede empatizar muy bien con lo que le cuenta, aunque su padre a veces ni fingía querer pasar tiempo con él. Por otra parte su tío si encajaba mejor en esa descripción. Compartió una sonrisa amarga, tampoco podía imaginar como se llevaba con la esposa de su padre o sus medios hermanos. Quería decir algo para animarla, para hacerla sentir mejor, para distraerla pero se sintió insuficiente para ingeniarse algo, sería una de esas ocasiones en que detesta no ser tan listo. 

La misma Clementine muestra autosuficiencia y concluye con que se las arreglara, quizá se intentaba convencer a ella misma pero eso no importaba Aaron se decidió algo en ese momento pues veía humanidad dentro de esa diosa y eso era algo que consideraba importante.

Había dejado de comer y beber mientras la escuchaba pero verla hacerlo de nuevo le hace reaccionar y beber un poco. - Bueno, puedes contar conmigo que también ando solo por aquí.- sostiene la mirada, deja que un rato pase y le sonríe amigablemente, al poco alza su copa acercándola a ella para que las choquen suavemente y brindar por esta nueva amistad. Era distinto a alguien que solo intentaba intentar ligar, ofrecía su compañía de manera desinteresada por que Clementine no solo le parecía atractiva, le despertaba curiosidad y otras emociones cada que la conocía más, ajeno a las simplezas superficiales de las personas, buscaba cosas más allá.

Bebería luego de brindar -¿De dónde vienes? Yo soy de Colombia.- pregunta intentando alejar el tema de los familiares distraídos que les habían acompañado.

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05/04/2023, 04:28

Clem corresponde a la sonrisa de Aaron, quien se ofrece como compañía en lo que durasen las vacaciones. No le conocía mucho, pero no le parecía un mal chico. Despertaba en Clementine cierta curiosidad. El tiempo le dirá si estaba en lo cierto. — Supongo que podemos hacernos compañía mutuamente. Acepto tu oferta. — Brinda junto a Aaron, chocando los cristales brevemente antes de darle otro trago a su bebida. 

Agradece que su compañía decidiera cambiar de tema a algo que no le amargue tanto. — Ah, de ahí que me sonara tu acento. Tu inglés es bastante bueno. — Admiró Clementine. Ella, por su parte, no era tan buena con los idiomas, salvo por el español que Mena le había enseñado, y las frases en francés que su madre solía utilizar.  — De hecho sé un poco de español, mis amigos suelen hablarlo entre ellos y he tenido que aprender para no perderme el chisme. — Suelta una risita geniuna, recordando cómo solían ser las cosas con León y Mena. Al menos, cómo lo fueron en cierto momento, antes de que todo se torciera. 

Yo soy de aquí y de allí, pero nací y me crié en Los Angeles. 

Notas de juego

Es Clementine, sin h (?)

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05/04/2023, 04:49
Aaron Jesus Carballar

La felicitación sobre su ingles fue una grata recompensa para sus esfuerzos, que siendo lento para los estudios le costó lo suyo. -Muchas gracias, estuve practicando intensamente los últimos años.- Así como se alegra de haber impresionado en cierta medida a Clementine, ella también le impresiona diciendo que ella sepa algo de español y que sus amigos lo hablaran, eso quería decir que estaba acostumbrada al idioma. 

Se distrajo con esa risita de Clementine, era encantadora. -¿Me entiende lo que digo ahora, amor?- el español dulce del acento Parce Colombiano de Aaron puede sonar bastante cariñoso a pesar de no tutear. Sonríe algo divertido esperando ver la reacción que causaría su acento en ella. -Así que aprendiste por necesidad y curiosidad.- Comenta sonriente antes de devorar uno de los emparedados, esta vez lo dice en ingles.

-Oh Los Angeles que genial.- De lo que conocía era que por ahí estaba Holywood y todo el glamour que venía con las estrellas de cine. -¿Y tus amigos son de España o de latino américa?- 

Notas de juego

Editado, perdona.

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05/04/2023, 21:48

Escuchar a Aaron hablando en su idioma natal, con aquel pronunciado acento, provoca una extraña sensación de cosquilleo en Clem. La chica se ruboriza, porque entiende perfectamente lo que Aaron acaba de decirle. — Le entiendo muy bien. — Le responde en un forzado español. Aunque puede entenderlo, pocas veces ha intentado hablarlo frente a León y Mena debido a las burlas que podría ocasionar. Clementine es demasiado gringa en ese sentido. Suelta otra risita, quizás el gin tonic empieza a hacer efecto en su organismo. — Puedo entenderlo mejor de lo que hablo, es falta de práctica. — Se excusa, tomando uno de sus mechones rubios y colocándoselos detrás de su oreja. Un gesto universal de coqueteo femenino que iba más allá de cualquier idioma y frontera. 

Sí, me encanta L.A., siento que es mi lugar en el mundo. Tengo amigos de todos lados, es gracioso la diferencia de acentos y costumbres. — Que no le malinterpretasen, adoraba Nueva York y adoraba ser su It Girl definitiva, pero había algo en la calidez y el brillo de California que le parecía irremplazable. — ¿A tí te gusta Colombia? 

 

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05/04/2023, 22:01
Aaron Jesus Carballar

Ante sus ojos admiraba como sus palabras calaban en la hermosa chica a su lado, verla ruborizarse sería un encanto que le hechizaba para quedarse cada vez más cerca; pero escucharla hablar en ese inmaduro español también la haría sonreír de manera dulce -Se te da bien.- Lejos de intentar darle confianza vacía, realmente le gustó que le respondiera así y si pudiera pedir un deseo en aquellos instantes sería escucharla hablar más, quizá y se notaría por la mirada de Aaron aquello.

Ella se excusa, echa uno de sus mechones rubios hacia atrás de su oreja. Aaron no era consciente pero si recibía las señales, su subconsciente las entendía y procesaba. Con aquel gesto ella exponía parte de su fino cuello, llamando la visa del alto chico latino quien caía sin poderse resistir. Aaron articula sus ideas algo distraído, por eso usa su idioma natal -Puede practicar conmigo, amor.- la erre al fina de "amor" podía sonar más dulce que muchas otras veces, su sonrisa al terminar su oración y su mirada sobre la de ella podían dejar entre ver como lo que fuera que pasara por la mente de ella, pasaba por la de él también.

Le alegraba escucharle hablar de amistades multiculturales, eso dejaba entender que no tenías sesgos o que discriminara a las personas por su lugar de origen; Aaron ya había tenido algunos encuentros con personas así.  -¿Soy el primer Colombiano con el que te topas?- pregunta imaginándose de que no, pero siendo divertido pensar que sí.

Al preguntarle por Colombia, Aaron podía pensar en su familia pero decide apartarse de ello y se centra en comparar -Pues sí, digo casi todo lo que conozco está ahí. Pero recientemente he comenzado a viajar más.- bebe de su copa y se la termina. -Por eso también practiqué mucho mi ingles. Pero creo que lo que más extraño son mis amistades.- suspira. -No todos tienen las facilidades de viajar tanto.-

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06/04/2023, 20:49

Los dos parecen sumidos en una especie de estupor compartido, cargado de algo como electricidad estática, en coqueteos fugazes en el medio del caos de la música y la gente bailando a su alrededor, poseída por algo que a ellos les evita. Clem sonríe y aletea sus pestañas. Es magnética y vivaz, y está claro que ambos se gustan. — Podemos practicar, sí. — Juguetea un poco con la pajita de su bebida, antes de darle un último sorbo. Luego, deja el vaso sobre la barra y observa que Aaron termine el suyo; el mensaje está claro, está lista para dar tal paseo a la orilla de la playa

Pues sí, aunque juraría que eras italiano. — Los hombres italianos tienen el cabello rizado y un sentido de la estética y gusto bastante desarrollado, tal como le gustan a Clementine. Era una chica exigente en sus estándares, y aunque la línea podía volverse tan difusa en un país lejano, Aaron seguía cumpliendo los suyos si es que se lo encontraba en Nueva York.

Pero claro, eso era totalmente impensado, ¿verdad? Las vacaciones eventualmente acabarían y sus caminos difícilmente volverían a encontrarse. Por esta razón, a sabidas que tal affaire tendría los días contados, Clem estaba dispuesta a aprovecharlo. — Me imagino, es bueno conocer otros sitios, aunque yo también echo de menos las amistades que hice en Los Angeles.

Clem se levanta del taburete y decide dar unos pasos, acostumbrándose nuevamente a caminar sobre la arena, y apunta hacia la playa. Se da media vuelta y mira a Aaron, expectante. — ¿Vamos?

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06/04/2023, 21:26
Aaron Jesus Carballar

Pendiente de su respuesta creía saberla ya, su inconsciente sabía de su interés compartido, practicar español sería una excusa más para pasar el tiempo juntos; y aún así Aaron se sintió feliz al escuchar la respuesta afirmativa de Clementine. Su sonrisa se volvía a mostrar y ensanchaba más con esa respuesta.

-Italiano... - Se sorprende un poco, pero luego se queda pensando -Puede que algún familiar mío... peor debe ser lejano en todo caso.- 

Parece que comparten cierta nostalgia por los países donde conocen más gente o al menos que dejaron atrás, y no solo con respecto a este viaje. -Sí, es una pena... aunque por el lado positivo es que se puede conocer nuevas personas.- una leve sonrisa se muestra en su rostro pues hacía referencia a ella.

La ve levantarse y comenzar a caminar, le fascina ver sus cabellos dorados moviéndose suavemente con la brisa, su vestido dibujando su forma; tal es así que no se da cuenta de que ella le esperaba hasta que se gira y le pregunta. -Sí- se levanta de  y va con ella.

Comienzan a andar uno al lado del otro. El ruido de la gente, la música y las luces intensas que se instalaron en la playa, se reemplazaban por la luz de la luna, la suave brisa marina y el sonido del sereno oleaje; generando un ambiente más íntimo.

Rompiendo con el leve silencio que ocurrió tras caminar un poco juntos, Aaron deja escuchar su nombre llamándola. -Clementine...- quería preguntar algo pero se notaba que se le dificultaba por que no la veía hasta que finalmente se atreve y pregunta -...¿Eres modelo o algo así?- preguntar eso evidenciaba su admiración, por eso le daba algo de pena; sin embargo a lo que temía no era a delatar su interés, sino a parecerle inadecuado.

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11/04/2023, 23:06
Axwell Donovan

Las noticias llevaban hablando de ello hace semanas.
La boda del año era un titular bastante usado, un clásico que no fallaba.

La estrella mejicana de los Yankees, Rolando Gómez, iba a casarse con la periodista norteamericana Amanda Ramos.
Aquel evento iba a llenar páginas de la prensa del corazón, en Nueva York, donde el jugador se había ganado un nombre, y por supuesto en Méjico, donde Rolando gozaba de bastante popularidad pese a no ser futbolista.

El evento, para el que se había reservado todo el Hotel Horizon de Hawaii para el novio y sus invitados, movía frioleras cifras de lo que iba a costar la ceremonia.
Por supuesto, los invitados iban a estar a la altura. Estrellas del deporte mejicano, compañeros de equipo de Rolando como el conocido James Donovan, o la estrella latina de la música Taco Torres.

El lugar iba a estar apartado de toda civilización para mayor discreción de sus asistentes, que llegarían en barco o en hidroavión.

No estaban permitidos los periodistas en el enlace, aunque se esperaba que los novios o los invitados hicieran llegar “al mundo” imágenes de la esperada boda.

Notas de juego

Pues ahí vamos!
De momento pongo el setting, tú misma eres libre de narrar tu llegada a la isla/ hotel.
He elegido Hawaii no por nada en particular, si no por tener más privacidad. Aunque si prefieres cambiar a Cancún me da igual! Malibu no creo que llegue al nivel de lujo de ambos, descartado.

Saludos!

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12/04/2023, 00:22
Mena Cruz Vega

El vuelo de Los Ángeles a la isla de Hawaii es de cinco horas en avión privado y el resort no estaba precisamente al lado del aeropuerto, y a pesar de todo eso se siente más como unas vacaciones que ir de Manhattan a Bel Air. No sé si es el hecho de encontrarnos en medio del mar, y dentro de ese aislamiento, aislarnos más en uno de esos resorts que tienes que desplazarte sobre puentes de madera o barquitas…

La recepción en la orilla de la playa blanca es un poco un polvorín de famosos y maletas inteligentes y/o de diseño. Una subcategoría del Hollywood que me es familiar, pero al contrario que en Hollywood, de la gente que veo reconozco a menos de la mitad. Supongo que por estar en el mundillo de los deportes y los Cruz Vega somos mucho más de baloncesto.

Eso no impedía que papá fuera amigo de toda la vida de Rolando Gómez, o como le llaman los gemelos: tío Rony. Siendo yo la pequeña y además la niña de la casa, para mí sólo es Rony a secas. No que no le queramos pero tampoco es de esos amigos de tus padres con los que te vas de vacaciones. A lo mejor eso cambia ahora que se casa, quién sabe.

Pues Menita, ahorita podremos practicar el español —me dice Beto quitándome las gafas de sol de la cabeza. Claro, como él sí lo habla bien… Yo escogí Mandarín y Francés como lenguas extranjeras creyendo que no me costaría tanto el idioma de mi familia paterna.

Lo malo es que tiene razón. Lo malo es que veo que en este evento el número de latinos es considerable. Sólo espero que siga siendo insuficiente para que se armen discusiones acaloradas en rapidísimo español. Por lo pronto, mientras papá está confirmando la reserva de nuestras cabañas en la recepción, mamá se ha lanzado a saludar a otros como si no se hubiera estado quejando durante el viaje en coche del sueño que tenía.

Yo le saco la lengua a mi hermano, y también exhausta me llevo las manos a rehacerme el lazo de la bandana roja que me sostiene el cabello en alto. Debía estar ya flojo del traqueteo del todoterreno porque la siento escaparse entre mis dedos con algo de la brisa que entra de los arcos abiertos hacia el mar. No tengo los reflejos suficientes para girarme y atraparla antes de que vuele.

Notas de juego

¿Qué mes te parece que sea, julio?

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12/04/2023, 00:31

Pronto, el ruido y la algarabía de la fiesta en la que se encuentraban queda atrás para dar lugar a un ambiente más íntimo. Sus ojos brillan bajo la luz de las estrellas, mientras se aventura más en el aire de la noche. Escucha el murmullo del océano, más inquieto durante la noche y cómo éste se acercaba poco a poco casi lamiendo sus talones, a pocos centímetros de donde ellos están caminando. Bajo la luz de la noche, Clementine parece un poco más pequeña de lo usual, un poco más frágil y humana también. Aún así, la chica le sonríe y elije ignorar la finitud de su propia existencia, como la de aquel encuentro.

Por capricho, se mueve a hacer piruetas sobre sí misma, antes de detenerse abruptamente tras tambalearse un poco. — Oopsie. — Tiene sentido en echarle la culpa al gin, quizás ha bebido un poco más de la cuenta, o quizás también son sus incómodas sandalias. — Espera, ayúdame un poco. — Sin pedirle permiso, Clementine se aferra del brazo de Aaron con una mano, mientras que con la otra parece hacer una maniobra imposible. Siente la musculatura del hombre entre sus dedos, lo cual le hace sonrojarse un poco, pero éste no puede advertir el cambio de color en sus mejillas debido a la tenue luz. — Ahora sí, mucho mejor. Gracias. — Clem deja de apoyarse en Aaron, mientras exhibe victoriosa sus sandalias en su otra mano, como una especie de trofeo.

Ahora sí, caminando con sus pies tocando la arena, parece recuperar un poco el control sobre sí misma. La pregunta del chico le hace lanzar una risita. — Algo así, soy un poco conocida en las redes sociales. — Responde, humildemente. La chica prefiere no mencionar que está cerca de llegar al millón de seguidores en Instagram, ni que trabaja con marcas y diferentes sponsors. Que sea bastante conocida en Nueva York, no significaba que también debía serlo en la otra punta del mundo, ¿verdad? — He modelado un par de veces, sólo por probar cosas nuevas, pero definitivamente no es lo mío. Al menos no profesionalmente — Mentiría si dijiese que jamás se le había cruzado por la cabeza dedicarse al modelaje profesional, pero ante las primeras negativas por parte de las marcas de alta costura - Clementine no tenía la altura requerida -, prefirió dedicarse sólo a las redes. Las marcas preferían tenerla de invitada en la primera fila de los desfiles, antes que en la propia pasarela. Era su personalidad y condición de It Girl lo que buscaban de ella.

¿Y tú? ¿A qué te dedicas? — Preguntó, divertida.

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12/04/2023, 00:42
Aaron Jesus Carballar

Estaba caminando tranquilamente, el lugar se lucía pero de alguna manera lucía también a Clementine ahí andando al lado suyo. Aaron se siente afortunado una vez más y cuando nota esos movimientos sonríe, al menos hasta que siente su mano y la ve tambalearse más, entonces se avivaba para ver si necesitaba ser atrapada; pero estuvo bien, con apoyarse sobre él y su fornido brazo le bastaría para no caer y terminar de realizar lo que se planteó.

-¿Estas bien?- preguntó -Sí.- Respondió a su pedido de ayuda. Se queda atento por si necesita más ayuda o si tropieza, de alguna manera siente la suavidad de la mano del Clementine sobre su brazo, el calor que ella emite y los suaves roces por el movimiento que hace le tienen paralizado e inactivo todo aquel rato que le tomaría descalzarse. Sonríe al verla salir victoriosa por fin entendiendo de que se trataba. -Jejeje sí, imagino que con la arena incomoda.- baja la vista a ver sus converse pero de momento la arena no entraba tanto en estas.

Una parte de él temía mucho que ella se tomara a mal su pregunta pero vería contento como no fue así, de hecho le escucha una risita que le abstrae de sus propios pensamientos mientras esta dura. -Ya me lo imaginaba jajaja, es que eres muy...- se muerde la lengua pero ya estaba comprometido con lo que iba a decir y no se le ocurría como salir sin ser tan evidente, así que solo termina lo que iba a decir -...bonita.- carraspea un poco para intentar no quedarse en el tema, ella ya sabía de sobra lo que tenía en la cabeza Aaron, faltaba que le muestre lo que llevaba en el corazón. En su cabeza no encontraba el sentido para que ella no quisiera dedicarse a ello, salvo por que no quería, no se imaginaba a alguien rechazando a Clementine por algo de su aspecto.

-Pues estoy terminando la escuela, seguramente consiga alguna beca deportiva... pero no me interesa el deporte como carrera... simplemente no soy competitivo.- se encoge de hombros y ladea una sonrisa. Sabía que podían ser características que algunos valoraban, esos que se llaman tiburones a si mismos, pero Aaron no era así, era gentil y bondadoso. -La verdad es que me gusta mucho el arte... pero mi familia no estaría de acuerdo con que siga algo así.- "¿De verdad lo dije? " Tuvo algo de miedo pues había expuesto un secreto suyo tan abiertamente a esta preciosa chica que recién conocía pero que ya se sentía que quería compartir muchas cosas, quizá también se debía a que imaginaba que no se volverían a topar fuera del resort.

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12/04/2023, 22:40
Axwell Donovan

Axwell bajó del hidroavión todavía riendo al recordar los gritos y la cara, sobretodo la cara, que su hermana había puesto mientras aterrizaban sobre el agua con el pequeño aparato.
Melisa le dio varios golpes y le amenazó de las consecuencias de subir a las redes el vídeo de su sufrimiento.
Tanto insistió que optó por borrar el vídeo, más cuando su padre intervino para “poner paz”.

Bajó de forma rápida de la aeronave y miró el impresionante resort en el que iban a alojarse.
A ver, no entendía porqué Ronny había elegido ese lugar apartado del mundo, sin civilización en kilómetros de mar, encerrado con la misma gente durante dos días.
Pero se le tenía que reconocer que el lugar… joder, era el paraíso.
Si algún día llegaba a casarse, a lo mejor elegía este sitio.

Axwell llevaba un pantalón de lino de color blanco, el mismo color de su camiseta sin mangas, encima de la cual llevaba una camisa de manga corta hawaiana azul celeste con dibujos de hibiscos en varios tonos de naranja y rosa.

Un par de miembros del staff del hotel les esperaban en la arena, dándoles la bienvenida con collares de flores hawaianos.
Axwell se puso detrás de su hermana, para meterse en medio de su selfie con el título “Aloha”.
Se ganó otro golpe en el brazo, aunque la presencia del personal del hotel hizo que se reprimiera la bronca, para no quedar mal.

Les guiaron a sus habitaciones tras hacer el registro pertinente, y realmente aquello era como en las películas.
Todo muy bonito y lujoso, pero no se imaginaba pasando ahí más de una noche.
Sin sus amigos, sin bares o clubs donde dejarse ver, sin una pista de béisbol en toda la isla, y sin chicas.
Aunque eso último… quién sabe si habría algo interesante entre las invitadas.

Después de instalarse en su habitación y de medio deshacer su maleta (ante la insistencia de su madre de que no se arrugara el traje) decidió salir a dar una vuelta.
Y casi le dan ganas de sobornar algún barquero para que le llevara a Honolulu o algún lugar… civilizado.
Bostezando, caminó por la arena de la playa cuando vio algo sobre la arena; parecía una especie de pañuelo rojo.
Axwell lo tomó y pensó que quizás su mamá lo querría, así que se lo ajustó en el pantalón para llevarlo colgando cual mecánico de coches.

Viendo que su paseo no iba a dar más frutos que unas bonitas vistas, fue a la cafetería del hotel, pasando fugazmente por el lado de la recepción.
¿!Oh, es ese…?!
Sí, ¡era el auténtico Taco Torres!
No es que fuera fan, pero Melisa le daba bastante la brasa con su música, y el desagrado inicial fue evolucionando hasta cierta simpatía.
Claro que él era más de R&B, sin hacerle ascos a cualquier cosa que no sonara demasiado ruidosa o monótona.

Sea como fuera, no iba a hacer el numerito de pedirle un selfie al Taco, así que siguió hacia la cafetería, no sin que antes sus ojos se encontraran con los de una de las probables acompañantes del famoso cantante.
Por su edad quizás fuera… ¿su hija? Casi diría que había visto alguna foto suya antes.
En persona era una monada, todo había que decirlo.

Sea como fuera, ¿porqué le estaba mirando así? ¿Tenía algo raro en su ropa?… sin terminar de saber qué pasaba, le sonrió y siguió a la cafetería. Quizás no se fuera a aburrir tanto como pensaba.

Notas de juego

Hey Ma!! Qué recuerdos!!
Qué se habrá hecho de Pitbull por cierto?? :D

Sí, Julio me parece una buena época. Saludos!