Partida Rol por web

A René d'Anjou, Conde de Provenza, Duque de Bar,

En esta misiva quiero justificar mi intento de entrada en el Mar Tirreno, en el que campea vuestra Primera Flota. Mi Consejo, el Concejo de Nápoles y mi propio sentido común me aconsejaron evitar a toda costa un atque sobre Nápoles.

Celebro que hayáis cumpido con vuestra palabra aunque, por lo que me informan de vuestras maniobras, ya habíais dado apoyo a esa flota, en previsión de un intento de desalojo, algo que no me parece en absoluto censuralbe, por supuesto.

Creo que este noble gesto por vuestra parte abre un nuevo capítulo en nuestras relaciones, sobre todo viendo que la plaga se ha cebado con los pecaminosos ejércitos papales. Os ruego que reflexionéis en torno a esto.

En relación con lo anterior, y a efectos prácticos, quisiera consultaros si pensáis mantener vuestra tropa en el Mar Tirreno, para no estorbarnos posibles movimientos, pues os declaro que me sería muy útil poder entrar en esa región del mar, por supuesto sin ejercer violencia contra vos (como digo, mi último intento de penetración fue una medida defensiva, no ofensiva).

Con las mayores esperanzas,

Alfonso Rey

PD: Aprovecho para felicitaros oficialmente por vuestro reciente matrimonio con Juana de Laval. Os deseamos la mayor de las felicidades.

Dux Francesco,

¿Podéis explicarme esta vuestra orden?

Flota de Dalmatia apoya movimiento de Flota 3 de Turquía (en Otranto) a Lower Adriatic.
 

Unido a vuestra última agresión a Austria, no me queda sino entender que habéis optado por una alianza con el Turco contra Nápoles. Difícil de creer me resulta, cuando los gentiles de Bosnia y Herzegovina claman por una presencia liberadora de la Serenísima en aquellas tierras. Pero los hechos hablan por sí solos.

Sólo quiero que tengáis presente que en nuestras manos tenemos la aniquilación del Turco a lo largo de este año.

Con amargura,

Alfonso Rey

Valiente Lorenzo,

Sólo quiero por la presente felicitarte por tus hábiles y bravas maniobras en el campo de batalla en esta primavera.

Una verdadera lástima que las recientes pestes se hayan cebado con tus armas.

Sin dudarlo, cuenta con el apoyo napolitano para vencer a tus enemigos.

Un fuerte abrazo,

Alfonso Rey

Querido Mehmed,

Os escribo rápido para que podáis continuar planeando vuestra estrategia.

Pondré mi segunda flota a vuestra disposición pero no estoy seguro de poder hacer lo mismo con la primera, pues puede hacerme necesidad en el norte.

Tan pronto lo sepa con seguridad, os informaré pero quería que tuvieseis tiempo de ajustar la estrategia.

Un abrazo,

Francesco

Estimado Alfonso,

Os seré completamente sincero pues no os deseo ningún mal y las relaciones con Nápoles siempre han sido magníficas y deseamos seguir cultivando vuestra amistad.

El año pasado, cuando Federico se alió con Sforza y hostigaban tierras venecianas, el turco comenzó un avance hacia sus territorios del Norte, llegando a tocar Bosnia, con el temor que produjo en mí de que aprovechara la insidiosa alianza austro-milanesa para entrar él en Dalmatia.

Tuve que llegar a un acuerdo temporal con el sarraceno, por mucho que me doliese, que consistía en que él retiraba sus tropas y cambio le debía el favor futuro de un apoyo. En la negociación, de la cual el turco se aprovechó de mi necesidad, pude arrancarle que el ataque no lo realizaría tropa veneciana, solo apoyaríamos, y que me reservaba la condición de negarme si conllevaba la destrucción de tropas.

El muy ansioso decidió cobrar el favor cuando aún teníais Ragusa y Herzegovina para huir, por lo que consideré el momento ideal para no negarme a ello y quedar libre del pacto que hice y que mi honor me obligaba a mantener, máxime cuando no os atacaba ninguna región y solo era un punto del Adriático.

Respecto a Federico, mi ataque solo ha sido motivado por su falta de predisposición a trabajar con Venecia. Ha ocurrido lo que predije y que él habría podido evitar si hubiese seguido mis indicaciones.

No obstante, sabedor de la fuerza que está alcanzando Sforza, podéis ver que le he ofrecido que termine el año recuperando las dos provincias que no ha sabido defender.

Espero que entendáis la situación en la que me vi atado por pacto de honor y que podáis convencer a Federico de no regalarle otra victoria a Sforza.

Atentamente,

Francesco Foscari
Dux

Dux Francesco,

Mejor parado hubiera salido vuestro honor si me hubiérais advertido del movimiento que planeábais hacer en apoyo del Turco. Como comprenderéis, dicho movimiento podría haberme perjudicado grandemente.

No obstante, comprendo las obligaciones del honor, y vuestra deuda con el Turco ha sido saldada. Tenéis una oportunidad para resarciros a los ojos de Nápoles y sacer un ingente beneficio de ello. Os propongo dos acciones:

-Vuestra segunda flota se desplaza de Dalmacia a Herzegovina. Desde allí presionaréis al ejército turco que, aunque está sitiando Ragusa, probablemente se moverá en socorro de Durazzo.

-Vuestra Primera apoya a mi Cuarta flota contra la Tercera otomana. Es imperativo que sea mi flota la que se desplace al Bajo Adriático, aunque no tendría ningún inconveniente en cederos el dominio sobre esa región del mar a continuación.

Emprended ambos movimentos y demostraréis vuestra buena fe, además de obtener pingües beneficios. Espero que comprendáis el esfuerzo de confianza que hace Nápoles en este caso.

Respecto a Austria, poco más puedo hacer; francamente, si yo fuera Austria, no creería ni una palabra más que viniera de Venecia. Seguramente imagine que todo ha sido una maniobra para haceros ahora con Carintia.

Quedo a la espera de vuestra respuesta,

Alfonso Rey

Valeroso Sultan Mehmed,

El Cielo, sea el vuestro o el nuestro, nos ofrece una segunda oportunidad para forjar una duradera paz entre nuestros pueblos. Os porponemos:

-Cambiar Durazzo por Bari; mi flota abandonaría vuestra última gran ciudad por el sur, y vos abandonaríais Bari por el Adriático.

-Mis tropas dejarán en vuestra posesión en Adriático a perpetuidad, y el Mar Jónico quedará reservado a Nápoles.

-Acabaréis con vuestra alianza con el Papa. Cualquier colaboración en ese sentido será considerada como un casus belli.

Reflexionad al respecto. Espero vuestra respuesta.

Respetuosamente,

Alfonso Rey

¿Acaso no habéis visto la guarnición turca en Durazzo? Durazzo aún no es vuestra. ¿Queréis que os entregue Bari? Ofrecedme algo que sí sea vuestro.

Ha sido una pena que Francia no haya tomado Palermo. Quizá por miedo a la peste. Pero todavía lo puede tomar.

~~¿Acaso no habéis visto la guarnición turca en Durazzo?

He cambiado el texto de la resolucion del turno que daba lugar a confusion, por si acaso (el mapa y los movimientos no, claro) 

Túnez por Bari y Otranto.
3 ducados por 3 ducados. Si queréis la paz, debéis pagar el precio justo de lo que habéis tomado.

Si habéis regalado Corcega y Cerdeña a Francia, no es asunto.mío. Recordad que yo me ofrecí a apoyaros a tomar ambas islas y las reconocí como vuestras.

Podíais tener Corcega, Cerdeña y a Turquía como aliado. Francamente, no comprendo a estos cristianos. Tanto Sol en la cabeza sin turbante debió reblandeceros el cerebro.

Vuestra suerte es que ningún año habéis perdido ni un hombre por la peste y sin embargo todos los años alguno de vuestros enemigos ha sufrido la plaga... pero no creo que la suerte os dure para siempre.

Estimado Alfonso,

Nunca he faltado a mi palabra ni he dejado de cumplir un trato, por eso no pude avisaros de ello., pero leo vuestra misiva y me apesadumbra lo que pretendéis exigir de Venecia por una actuación mucho menor que la que vos entendíais normal que yo debía olvidar por parte de Federico.

El problema de abandonar Dalmatia y a la vez atacar la tercera flota turca es que puedo terminar con la provincia, y su consecuente ciudad, arrabatada de mi poder.

Así mismo, hacéis imperativo ser vos quien entre primero en el Bajo Adriático, lo que entiendo que es para terminar en Albania a finales de año.

Por tanto, me pedís el completo control de mis dos flotas este verano para luego tener que gastar el otoño en conseguir el control del Bajo Adriático y, con suerte, Herzegovina; con menos suerte, podría perder Dalmatia.

Mientras, vos os haríais con Durazzo y con Albania, con sus consecuentes ciudades.

Reconozco que no soy el más sagaz de los estrategas pero creo que los pingües e ingentes beneficios no caen sobre el regazo veneciano precisamente.

Una lástima lo de Federico, entonces, ya que nunca he faltado a mi palabra y siempre he cumplido lo que le dije; asi quisiera Carintia para mí, podría conseguirle a base de fuerza armada ahora mismo sin tener que soltar Slavonia pero eso solo beneficiaría a Sforza. Pero si creéis que no hay salvación para él, rezaremos por su alma una vez abandone este mundo.

Como veis, os soy claro en todos los aspectos, incluido mis reservas ante la estrategia propuesta.

Francesco Foscari
Dux

Estimado Mehmed,

Alfonso de Nápoles, henchido por la victoria al haber conseguido echaros de Otranto, me ha escrito ofendido por el apoyo que os di en el Bajo Adriático.

Supongo que atacado por las mismas fiebres que enloquecieron a su aliado Federico de Austria, me ofrece una oportunidad de resarcirme y me solicita nada más y nada menos que:

-Vuestra segunda flota se desplaza de Dalmacia a Herzegovina. Desde allí presionaréis al ejército turco que, aunque está sitiando Ragusa, probablemente se moverá en socorro de Durazzo.

-Vuestra Primera apoya a mi Cuarta flota contra la Tercera otomana. Es imperativo que sea mi flota la que se desplace al Bajo Adriático, aunque no tendría ningún inconveniente en cederos el dominio sobre esa región del mar a continuación.

Además de añadir después que sólo quiero que tengáis presente que en nuestras manos tenemos la aniquilación del Turco a lo largo de este año.

Como veis, sigue en su cruzada para exterminaros a cualquier precio pero quizá podáis hacerle pagar su osadía al dar por hecho que os vencerá.

No me he negado a ello pero si le he mostrado mi reticencia a que pretenda monopolizar mis flotas durante dos estaciones y le he indicado la disparidad en los beneficios que podría obtener él con los que rascaría Venecia. De esta forma, podremos conocer sus intenciones y quizá adelantarnos a sus movimientos.

Como veis, vos siempre habéis sido un aliado para Venecia y os hago llegar cualquier peligro que se cierna sobre vuestras tierras.

Un afectuoso saludo,

Francesco Foscari

Nada estima Alfonso,

Por desgracia la flota del tyrreno es importante para mis próximos objetivos. Necesito ganar ciudades a un ritmo similar a Milán y Venecia para no descolgarme, y si no van a ser de Napoles (pues hemos firmado la paz) ni deMilán (sería suicida), tendrán necesariamente que provenir del centro de Italia.

Estimados aliados,

Mover mi flota del tyrreno implicaría un alto riesgo de dejarlo en manos de Napoles, lo que a largo plazo creo que sería un problema, ya que no poseemos flotas suficientes para desalojarlo y es una posición de tremendo valor estratégico.

Yo creo que es más sabio usar la flota para apoyar el avance del papa. A cambio de la ciudad de Napoles (con su importante valor económico), agradecería su apoyo para tomar Lucca.

Estimados aliados.

Estoy de acuerdo. No obstante, Pío III querrá recuperar la ciudad eterna. ¿Cómo la recuperará si avanza con su ejercito de Capua hacia Nápoles?

Se me ocurre que puede tomar Roma con su ejercito de Urbino. Pero para ello tiene que firmar la paz con Florencia.

Querido Dux

¿Qué opináis de la posibilidad de amenazar a Alfonso I diciendole que estáis dispuesto a sobornar a su ejército de Nápoles dejando vacía la ciudad para que caiga rendida ante el movimiento conjunto de Pío III y René si no firma un tratado de paz conmigo y abandona Durazzo y renuncia a continuar las hostilidades? Podéis decirle que Francia, el Papa y yo os hemos ofrecido el dinero de nuestro tesoro para compartir los gastos del soborno.

Creo que a estas alturas Alfonso I estará convencido de que nadie quiere tenerlo como vecino puesto que no ha respetado los pactos que ha hecho con sus aliados. Parece natural que prefiráis tenerme a mí como vecino y aliado. Lo que quizá no se espere es una amenaza directa. No sé si funcionará, pero algún impacto tiene que tener sobre él saber que no tiene aliados.

Por supuesto no digo que cumplais la amenaza y sobornéis a su ejército. De hecho considero que debéis conservar vuestros ducados para persuadir a Francesco Sforza de Milán de la mala idea que sería atacaros. Aunque a día de hoy Nápoles es una amenaza bien real, me preocupa más la evolución que pueda tener Milán a medio plazo ya que está creciendo de forma imparable.

Mehmed II Fatih Sultán del Imperio Otomano y Califa del Islam.

Querido Mehmed,

Aunque las arcas de Venecia están bien surtidas, dudo que nuestros ducados fuesen capaces de alcanzar la capital de Nápoles*.

No obstante, una vez responda a las reticencias que le envié, puede ser una opción decirle que me habéis ofrecido lo que queda de vuestro tesoro para comprar el apoyo de Venecia. Quizá esté dispuesto a ofrecer él un contrasoborno.

Tan pronto llegue carta napolitana, os comunicaré las intenciones de Alfonso.

Estimado Francesco,

Disculpad la tardanza en escribiros para celebrar nuestra campaña de primavera, habiendo conseguido eliminar una de las unidades austriaca.

Este verano tendréis Austria bajo vuestro poder, con la consecuente desbandada de sus tropas, y esperemos que nada se tuerza y apoyéis mi entrada en Hungría antes de las nieves.

Atentamente,

Francesco Foscari
Dux

Querido Francesco,

Afortunadamente para todos, el Emperador ha hecho lo que más nos convenía y también lo que parecía más lógico, permitiéndonos cumplir con nuestros planes de invasión. Pero mucho me temo que algo se va a torcer en el Norte, a no ser que el Emperador decida abandonar sus hombres a su suerte: Tras nuestra entrada, el ejército de Austria es seguro que buscará refugio en la Viena Imperial, con lo que desalojarlo va a ser un trabajo de chinos. Deberemos Consultar el Manual para saber cómo actuar en estos casos, pues es una situación que no suele darse y ahora no estamos seguros de cuál es el mejor método para exterminar un ejército parapetado tras unos muros poderosos.

En cualquier caso, y si os parece conveniente, quizás en un futuro próximo podamos hallar un momento para tener una pequeña charla acerca de nuestras fronteras en el sur; ya que si en el Norte pronto hemos tenido las cosas hechas y pactadas, en Verona los asuntos parecen ir por otro cauce, uno que va a terminar tan mal como la obra protagonizada por los amantes de esta famosa ciudad.

A vuestro servicio,

Francesco I Sforza.