Partida Rol por web

Anaxagoras ataca al primer matón que se le pone por delante, y lo tumba de un certero espadazo, sin hacer falta siquiera atacarle con la daga.

Shatumal, por supuesto, no esperaba que los pandilleros se empalaran ellos mismos en su lanza. Al fin y al cabo, eran un poco más listos que el jabalí medio. En todo caso había esperado al último momento para asegurarse de que ninguno de los oponentes llegara a la retaguardia.

Ahora, seguro de que tal cosa no pasaría, el semiorco se abalanzó contra el indeseable más cercano. La masa grasienta que es su cuerpo se balancea. La madera del arma pasa por encima de la cabeza de uno de los enemigos, sin rozarlo.

Descontando el que ha tumbado Anaxagoras quedan cuatro pandilleros, que van a por los miembros del grupo más obviamente peligrosos. Todos ellos llevan guanteletes con pinchos.

Los dos primeros atacan a Tira, el primero impacta con amenaza de crítico (20 natural) pero falla la tiirada de confirmación, y el segundo impacta sin más.

Los otros dos atacan a Shatumal; el primero impacta, el segundo falla.

Un gruñido de rabia y frustración escapó de entre los labios apretados de la guerrera elfa. Enfrentada en proporción dos contra uno, el escudo se convertía en un engorro más que en una protección. El lacerante dolor provocado por el impacto de un guantelete armada desequilibró a la joven, abriendo un hueco en su defensa.

Hueco que aprovechó el otro matón para tratar de arrancarle la cabeza de un gancho bien colocado. Solo la combinación de suerte y habilidad la salvo, al alzar repentinamente el escudo y pivotar sobre sí misma. El rechinante sonido de las puas deslizando sobre la superficie del escudo se clavo en sus oidos provocandole un insufrible dolor.

Pie atras, con las costillas machacadas y un corte sobre la ceja, Tira apreto los dientes, gruñó y lanzó una estocada corta a uno de sus oponentes, tratando de destriparlo rápidamente.

Tira responde a los impactos recibidos con una estocada que derriba a uno de los pandilleros a las primeras de cambio

Denauien ataca con su lanza, y consigue herir al bandido. El lobo ataca también en su cuenta de inciativa al mismo bandido, y falla.

Grumf

Shatumal da un golpe con el asta de la lanza a uno de los indeseables. El semiorco es reacio a empalar a un tipejo por las buenas como si fuera un vulgar jabato, pero aquellos empezaban a merecérselo.
 

Iowar se concentro nuevamente hacia uno de los bandidos que cerraban el paso a sus compañeros y canalizo su magia creando una especie de orbe, que se precipito hacia el.

Ataco rápidamente con mi espada corta y mi daga, pero me precipito tanto que sólo corto el aire.

Shatumal tumba de un golpe a otro bandido, mientras que Iowar hiere a uno de los que quedan, y Anaxagoras falla su ataque. Ante vosotros quedan dos pandilleros, que atacan en su turno.

El de Shatumal impacta, 5 pg, mientras que el otro falla.

La joven elfa entornó los ojos, tratando de mantenerse en pie a pesar del martilleante latido que retumbaba en sus sienes. Notaba la cara humeda, más alla de la sensación que provocaba el relente portuario.

- "Estoy sangrando..."

Tira movió la cabeza, controlando la situación y decidiendo su siguiente paso...

- "Hemos superado a estos bandidos... Pero el viejo y los demás se estan ahogando..."

El chapoteo de los arrojados al mar es cada vez más tenue... Y una profunda sensación de perdida se abre paso en su atormentada mente. Con un gruñido de rabia y odio, Tira se mueve para quedar fuera del alcance de su oponente caido y cubrir al contenido semiorco.

- ¡¡Olvidaos de los bandidos!! ¡Hay que rescatar al erudito!!

Mientras los gritos mueren, Tira interpone el escudo y lanza una estocada corta al pandillero que acosa a Shutumal...

Tira tumba al pandillero con el que se enfrentaba.

Denauien y el lobo intentan acabar con el pandillero que queda, pero parece que el combate cuerpo a cuerpo no es lo suyo. Fallan el uno y el otro.