Un lamento quiebra el silencio. Se trata de un sonido que jamás saldría de una garganta humana, ni siquiera con modificación genética.
Os pitan los oídos y os tambaleáis a punto de perder el equilibrio, pero no caéis. Resistís apretando los dientes. Todos salvo Steve, que se desploma convulsionándose y expulsando una baba sanguinolenta de forma violenta por su boca.
Su ojos están en blanco, vacíos, como el futuro que se cierne sobre vosotros.
Jake soltó su arma, la cuál no cayó al suelo gracias a la banda para colgarla, pero si se tuvo que llevar de inmediato las manos a los oídos, y como lo hacían en los entrenamientos de granadas, se tapó los oídos de la mejor forma posible, a la vez que apretaba los dientes para aguantar las sensaciones de escalofríos y mareos que estaba sintiendo a causa del maldito chillido. Una vez este amainó, se apoyó en una pared, para tras unos segundos ver lo que había pasado con su compañero;
-¡Maldita sea Steve, reacciona! -
Dijo, tras lo cuál rebuscó entre el equipo que este llevaba en la mochila, sacando el kit de primeros auxilios, buscando cualquier cosa que le sirviera. No tenía idea de medicina de combate, pero estaba haciendo todo el esfuerzo posible para intentar buscar algo para su compañero. Si se daba cuenta de que el pulso de este dejaba de funcionar, miraría a Elena y negaría con la cabeza.
Motivo: Sanar
Tirada: 1d20
Resultado: 2 [2]
Si muere, sacará las cosas útiles que su compañero lleva para repartirlas (Las hachas, la mochila de herramientas, el kit de primeros auxilios, la linterna, etc)
Elena no se esperaba el chillido que los golpeó, tras la anterior vez que por poco se queda en el sitio, está vez logró mantenerse entera, tras aguantar el zumbido en los oídos, se volteo y observó como Steve había caído con mala pinta.
Intento ayudar a Jake pero en un momento quedo claro que era un fiambre, sin ceremonia se reparten las pertenencias, entre soldados no hay tiempo para penas, sólo para seguir adelante.
- Descansa Steve, nosotros aún tenemos que seguir adelante.
Echo una mirada a Jake y se pusieron en camino.
Tras apartar el cuerpo de aquel que se supone que se peleó con Jake y pulsar el panel, el marine abre la puerta. La sala con la que os encontráis es el recibidor. A la derecha se puede ver la doble puerta de neoacero, diseñada para ser altamente resistente.
Es la puerta principal y está cerrada.
A la izquierda hay un monitor que casi ocupa toda la pared. Esta apagado, muerto, y presenta disparos. Sin sangre, sin cadáveres. Quién atacó el lugar abrió fuego aquí, asustando a los científicos, antes de cazarlos.
Tenéis la sensación de que dicho monitor tenía la función de mostrar imágenes de paisajes, con la finalidad de relajar al personal cuando sufriese estrés por su trabajo. Es posible que tuviese también algún tipo de hilo musical con canciones instrumentales relajantes.
Intenté activar la puerta de neoacero, o bien, ver si en esa sala hay algo de información importante.
Elena se queda cubriendo todo por si acaso.
La puerta de Neoacero no responde a tus intentos de abrirla. A pesar de haber conseguido pases del personal asesinado, no son suficiente.
El sellado de seguridad de la base os impide salir al exterior. No tenéis ninguna duda de que os hace falta algo más, que os permita tomar el control del lugar.
Maldije en silencio por lo que ocurría, y mirando a mi compañera le dije;
-Tendremos que volver sobre nuestros pasos y revisar a conciencia que esta sucediendo. No me extrañaría que esta maldita base espere que acabemos con la criatura que ha chillado para dejarnos salir de aquí. Tenemos que tener mucho cuidado. -
Dije, presto para volver sobre mis pasos e ir a revisar las salas nuevamente para averiguar que ocurría.
- Joder hasta en un sitio de mierda como este, tenemos que andar limpiando los desastres, maldito Steve, en buen momento tuvo que palmar el técnico.
Elena se dispuso a volver hacia atrás, con pocas ganas, dicha sea la verdad.
En el momento que os disponéis a desandar vuestro camino os percatáis de algo. Hay un puerta más. En la pared opuesta por la que habéis accedido al recibidor.
Es extraño, hace unos segundos jurarías que no había nada.
- Jake ¿Nos hemos fumado algo antes de entrar? ¿O esa puerta estaba ahí antes?
Esto ya se estaba pasando de extraño.
Jake se rascó la cabeza, confundido, la miró, se encogió de hombros, y apuntando con la escopeta comenzó a avanzar en dirección de la puerta, para abrirla y seguir ese camino.
Tras abrir la puerta y a la luz de las línternas veis un gran sala dividida en dos partes, no por paredes o muros, sino por sus muebles y distribución.
La parte izquierda, más cercana a la salida, es una sala de estar con amplios y cómodos sillones. Forman un semicírculo y en su centro hay un proyector de hologramas con fines lúdicos y de entretenimiento. Se trata de una esfera que flota - al ser accionada - desde una mesita baja, elevándose para proyectar imágenes y sonidos. Videos, juegos, etc.
Las ventanas que están cerca de la pared más exterior están cerradas, debido al protocolo de seguridad.
La otra parte de la sala es un comedor. Mesas, sillas, depósitos para cubiertos y máquinas de bebidas, fuera de servicio. Pequeños contenedores para la basura - que será reciclada -a ambos lados de la puerta de la pared del fondo.
A simple vista todo esta en orden.
La temperatura desciende varios grados de golpe y el aire apesta a muerte, dolor y miedo.
La bajada de temperatura provocó un escalofrío involuntario en Elena, la cosa pintaba chunga.
- Voy a buscar comida, da nada vale pegarnos si luego nos morimos de hambre, atento por si aparece esa cosa.
Elena, una tirada de percepción (si no me equivoco va bajo conocimiento)
Tirada oculta
Motivo: Percepcion
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+4)=17 [13]
Te diriges a la puerta que intuyes que da a la cocina, por los contenedores situados a ambos lados y destinados a depositar los restos que serán reciclados.
Antes de pulsar el teclado y abrir la puerta oyes algo. Al principio no logras identificarlo. En unos pocos segundos te parece que es alguien arrastrándose. Te sitúas a un lateral y con mucha precaución pegas una oreja a la puerta. No tienes ninguna duda. Es una persona que trata de ser sigilosa.
Llegas a oír su voz, sin entender lo que dice pues está susurrando. Parece hablarle a alguien, pero no has oído movimiento de una segunda persona.
Elena se pone a escuchar y hace un gesto con la mano hacia Jake para que esté callado, nota algo pero no sabe identificarlo, parece alguien hablando.
Con la mano marca uno, y le señala a Jake la puerta con la intención de entrar, al fin y al cabo es el que lleva la escopeta.
- No... No me mates, por favor.
Al abrir la puerta hay un hombre tirado en el suelo. Su cara muestra un pánico irracional y es posible que jamás pueda recuperar la razón. su ropa tiene manchas de sangre, que no parece suya y parece el encargado de seguridad del complejo. Seria más un simple vigilante que un simple soldado.
- Si, eso, no queremos problemas -se dice a si mismo, mientras mira a un lado donde no hay nadie.