Partida Rol por web

Vuestro examen del difunto no deja nada claro. Tan sólo sabéis que ha muerto, aunque desconocéis que ha terminado con su vida.

Esta estancia tiene un propósito muy concreto. Aquí es donde se desarrollan los cultivos vegetales que alimentaban a los científicos. Sin duda utilizan como abono los propios restos de comida y los desechos que las personas producen al defecar.
Los cultivos, situados en bandejas dentro de invernaderos situados junto a las paredes, están modificados para que su crecimiento sea increíblemente rápido.

En la pared del fondo hay un ordenador que controla tanto la maquina que purifica el aire y el agua, antes de distribuirla por el complejo, y el generador de electricidad. Todo está desconectado. Un vistazo rápido indica que se necesita una llave de seguridad para iniciar de nuevo todos los procesos.

Sin dudas quién haya hecho esto, desconecto todos los proceso poco a poco.

Mientras observáis la sala bajo las luces de las linternas... Algo cae sobre vosotros, algo que os cubre como un manto, viejo y raído.

Sin ninguna duda es una muda de piel de una criatura desconocida. Un ser cuya longitud, de cabeza al final de la cola, es muy superior a la de un humano. Tras salir de debajo de aquel resto os fijáis en que la criatura debe tener cuatro patas una larga cola y un espalda gibosa con crestas. De su rostro poco podéis discernir. Como si la criatura hubiese engullido parte de aquella piel.

Ya me dirás.

La muda de piel, antes de caer, estaba pegada al techo. Sin duda la criatura formó algún tipo de crisálida antes de cambiar.

La imagen borrosa de un rostro horrible surge en tus retinas, mientras gritas y tratas de escapar sin conseguirlo. Tan sólo es una visión... o quizás no.

La imagen borrosa de un rostro horrible surge en tus retinas, mientras gritas y tratas de escapar sin conseguirlo. Tan sólo es una visión... o quizás no.

Un fogonazo despeja tu mente y te ves a ti, junto a Elena y a Jake, disparando y asesinado a los científicos. Esparciendo su sangre por el complejo entre gritos de batalla y burlas.

Lo último que recuerdas es al superviviente, Adam, a los pies de una criatura extraña que no logras ver con claridad. Sus palabras resuenan es tus oídos: No me mates... por favor.

Elena forcejea con algo invisible mientras grita con terror, parece luchar contra algo muy grande.

El rostro de Jake se pone blanco y grita al ver algo horrible frente a él. Tiene terribles visiones que pasan por su mente, sin poder salir de un trance de horror.

Jake salió del sopor y mirando a Elena la remeció, para que ella saliera de aquél transe. La miró y le dijo;
 

-Tuve una visión como si nosotros hubieramos sido aquellos que matamos a todos los científicos. Se sintió muy real y descabellado. Avancemos a la siguiente habitación mientras podamos, la criatura puede que esté mas cerca de lo que creemos, por lo que debemos tener mucho cuidado. -

Dijo, mientras afinaba sus sentidos, siempre alerta en todas direcciones.

- Yo solo ví un rostro horrible, demasiado como para recordarlo, al menos podemos seguir adelante, si no pasan cosas más raras. 

Tras el último umbral que os queda por superar, oís un sonido inquietante. Un lamento, un quejido propio de un moribundo. Es extraño que un sonido tan leve llegué perfectamente a vuestros oídos.

Jake agarró su escopeta con fuerzas, mientras iluminaba el lugar. Miré a todos los alrededores con mi escopeta, y le hice un gesto a Elena para que me siguiera. Comencé avanzar en dirección a la última habitación, intentando encontrar que habría en ese lugar, pero fuera lo que fuera, me quería preparar para enfrentar lo que en ese lugar ocurriera.

Parece que se encuentran en una fase nueva, de encontrar muertos, a encontrar moribundos, era una avance. Asintió ante Jake y avanzo tras sus pasos.

La puerta se abre, con lentitud, como si tratase de resistirse a que entréis a través de ella.
Se trata de un garaje. No funcionan las luces de emergencia, no funciona nada. Bajo la luz de las linternas hay dos vehículos destinados a moverse por la superficie del planeta. Uno es ligero, como un coche, y está dotado de seis ruedas y un habitáculo bajo. El otro, de techo más alto, sería lo más parecido a una furgoneta, debido al número de plazas y a la capacidad de carga para llevar muestras y cualquier otra cosa necesaria.

En el asiento del conductor del vehículo más pequeño, hay un hombre. Está sentado, parece inconsciente. Os acercáis para ver quién es. Es imposible... Se trata de Adam, el superviviente. Se convulsiona y os mira con los ojos vidriosos. Trata de levantar su mano para señalar y su vida se apaga mientras apoya la cabeza en el cristal de la ventanilla.

Un sonido hace que os quedéis quietos. Se trata de algo arrastrándose. Algo ha seguido vuestros pasos y está a vuestra espalda.

Os giráis con lentitud sin bajar la guardia. Podéis ver Adam, como avanza hacia vosotros. Arrastra los pies, de una forma muy ruidosa.

Es imposible, está muerto dentro del vehículo... Aunque también lo habéis dejado muerto a vuestra espalda.