Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 4: viaje por aire

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24/09/2014, 23:58
Chester Field

¿Que Dominique se había vuelto ligeramente inestable? Bueno, ¿Y quién en su sano juicio no lo estaría, después de lo que habían visto? Chester lo tenía claro: Dominique había mostrado su valor y utilidad en más de una ocasión, y prescindir de él sería un grave error. El fotógrafo no se andó con rodeos.

Dominique debe venir con nosotros. Ha demostrado estar más que capacitado para no solamente seguir nuestro ritmo, sino además tomar decisiones difíciles y en general acertadas. Creo firmemente que debe seguir con nosotros, sin ninguna duda y siempre que él así lo desee. ¿Qué opinan ustedes?

El doctor también le había recomendado a él que consultara con el Doctor Hirsch para tratar de mejorar su estado mental, pero no le había recomendado abandonar la expedición; tan solo que tuviera cuidado, y que tomara unos analgésicos si tenía problemas para dormir. Nada demasiado grave, vaya, y que tampoco había considerado importante compartir con los demás. Pero ver cómo se había sincerado Dominique le hizo sentir ligeramente culpable, eso sí.

Aunque siguió guardando silencio sobre su diagnóstico.

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26/09/2014, 11:45
Lord Anthony Montagu-Sutton III

A su vuelta, Sutton se había mostrado tan alegre y desenfadado como había acostumbrado durante toda la expedición, pero a medida que por las explicaciones de Dominique se fue dando cuenta de que los planes de abandonar a Abernale seguían en pie, su rostro fue demudando en un gesto agrio y enojado.

Había tenido la esperanza de que los pocos fondos que les restaban, fueran suficiente aliciente para que el resto del grupo desestimase finalmente su empeño, pero al parecer estaba equivocado y la situación inestable en la que al parecer se encontraba Dominique no le levantó los ánimos precisamente.

Levantándose se colocó frente al resto en un intento de dar mas peso a sus palabras.

   - Ya sabéis cual es mi opinión al respecto.- Declaró con gesto serio.- Dominique ha de seguir con nosotros de la misma manera que Abernale ha de hacerlo también. Ambos forman parte de este grupo y ambos necesitan nuestra ayuda, cosa que no podemos hacer abandonándoles a su suerte, y como no soy amigo de las dobles varas de medir, digo que los dos vengan con nosotros. Somos un grupo y tenemos que acometer esta expedición como tal o no llegaremos a ninguna parte.-

Dicho aquello miró a Chester, que por sus continuos comentarios parecía ser el mas ferviente defensor de abandonar al meteorólogo en aquel horrible lugar.

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26/09/2014, 18:45
(Starkweather-Moore, técnico) Patrick Miles

Pues yo el otro día le pillé jugando con mis herramientas, y no quiero que un maldito crío juegue con mis herramientas. Pero... miró a Sutton. Me cago en la puta de oros, joder. Digo que lo llevemos, a pesar de todo. Pienso en cómo lo electrocutarán ahí y todo eso que les hacen y me pongo enfermo. Por mi, que venga.

- Tiradas (3)
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26/09/2014, 18:53
(Starkweather-Moore, guía) Nils Sorensen

Que venga. Nils hablaba con su acostumbrada elocuencia.

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26/09/2014, 18:54
(Starkweather-Moore, guía) Gunnar Sorensen

Será un problema endiablado. Espero que, aunque parezca un niño, se acuerde de sus lecciones de supervivencia. Al fin y al cabo, es un niño, pero no tiene porqué ser tonto. Como profesional diría que no, ya que de mi y de mi hermano va a depender que ustedes vivan, a partir de pasado mañana o así, pero las palabras de Sutton me han afectado. Digo que venga. Y que sea lo que Dios quiera.

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26/09/2014, 18:56
(Starkweather-Moore, científico) Charlene Whitston

Charlene era una mujer más sofisticada, y no era tan permeable a las palabras dirigidas a excitar las emociones, así que no sucumbió tan fácilmente a las palabras de Sutton. Cómo se ve que no tienen que cambiarle cuando se hace sus cosas las noches en las que tiene pesadillas. Esto es el colmo, yo soy una bióloga, una científica, y no estoy aquí como niñera. El caso es que si viene, exijo que esas tareas sean compartidas. Yo me encargo de los tranquilizantes, pero debo dedicarme a lo que he venido a hacer, y no soy la criada de nadie, ¿ha quedado claro? Ustedes, tan humanos, pueden ver la otra cara de la moneda al decidir que venga, en vez de quedarse atendidos por un doctor, en un centro perfectamente aceptable.

Todos los que habían hablado a favor quedaron un poco parados ante la perspectiva de turnarse cuidando de Abermale. Pero, puede que por la honrilla, ninguno se echó atrás.

- Tiradas (1)
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26/09/2014, 19:03
(Starkweather-Moore, técnico) Lawrence Longfellow

Larry, que había compartido la responsabilidad con Charlene, sentenció. Se queda con nosotros. Miró con cierta frialdad a la bióloga, actitud que no había tenido hasta entonces.

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26/09/2014, 19:23
(Starkweather-Moore, técnico) Douglas Halperin

Creo que está decidido, ¿no, socio? Halperin se dirigió a su compañero piloto, DeWitt.

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26/09/2014, 19:24
(Starkweather-Moore, técnico) Ralph Dewitt

Ralph se encogió de hombros. Bueno, valiendo entonces, Abermale viene ¿no?

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26/09/2014, 19:29
(Starkweather-Moore, científico) Charlene Whitston

Sin embargo ahora puede que el doctor no quiera o no pueda soltarle, dijo Charlene disgustada. Tendrá que ir usted a tratar con él, sir Anthony. He creído entender que debemos salir esta misma noche, así que debe darse prisa.

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26/09/2014, 19:43
Chester Field

Joder, qué desastre...

Chester no podía creerse lo que estaba oyendo. Iban a llevarse a un hombre incapaz ya no de valerse por sí mismo, sino de alimentarse y vestirse solo hasta la Antártida, a descubrir territorios inexplorados. ¿Pero en qué coño estaban pensando aquellos hombres?

El problema, Señor Sutton, es que Abernale no necesita nuestra ayuda, pues nosotros no podemos ayudarle: necesita la ayuda de un profesional de la salud mental como es el Doctor Bermann. En este caso las buenas intenciones no bastan.

Dicho esto, Chester se volvió hacia el resto de miembros de la expedición.

Señores, piensen bien lo que están haciendo. Abernale no puede cuidarse solo, y aquí estaría bien atendido, alejado de glaciares, hipotermias y todos los peligros a los que nosotros, conscientemente, hemos decidido enfrentarnos. Él ni siquiera sabe a dónde vamos, mucho menos a lo que se arriesga. Están ustedes decidiendo, contra el criterio de un profesional de la salud mental, lo que más le conviene al hombre. Aprecio su solidaridad en lo que vale, pero empujar a un hombre a una situación de vida o muerte cuando él no puede decidir por sí mismo no es compañerismo, es ser cómplices de un crimen. Privar a un hombre de los cuidados que necesita no es ser solidario, es ser un criminal. Y nuestra actitud en este caso pone su vida en peligro.

Chester solo quería lo mejor para Abernale. ¿Es que aquellos hombres no se daban cuenta de que el meteorólogo estaría mucho mejor aquí que en los hielos de la Antártida?

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26/09/2014, 19:54
Dominique Pickwell

Notas de juego

Buenas Diegus, me has puesto en copia con las conversaciones de los pj´s. ¿Alguien me va a contar que ha pasado por fin o ha sido un lapsus?.

Recuerdo que sali fuera al bar

Un saludo a la tropa...

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26/09/2014, 20:28
(Starkweather-Moore, técnico) Patrick Miles

Jefe, no nos toques los cojones con tus lloriqueos, joder, había dicho Miles en un aparte. Dominique había comenzado a marcharse, pero nadie había hecho caso. El debate había comenzado inmediatamente. Miles resumió el sentimiento generalizado. Habían convivido con los dos trastornos, el de Abermale y el de él, y estaba claro que ni se habían planteado dejarlo atrás.

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26/09/2014, 20:30
Guardián de los Arcanos

Pero la partida de elocuencia ya estaba decidida cuando Chester intentó apelar a la razón de los expedicionarios. Ya estaba la gente comenzando a organizar el empaquetado de las cosas del meteorólogo y de las de todos los demás. Ya los mecánicos volvían a sus tareas. Había cerca de donde se había debatido una bandeja con bocadillos. Alguien le puso uno en la mano al fotógrafo, como zanjando el tema.

Sutton, entonces, tuvo que salir en dirección al manicomio junto a Nils, que ayudaría con el traslado del enfermo.

En el exterior, otro frente nuboso amenazaba lluvia, como la tarde anterior.

Notas de juego

El torneo de elocuencia ha sido decidido a los dados :) Al final ha sido Sutton quien ha sacado mejor tirada, y andáis muy igualados en persuasión.

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26/09/2014, 20:37
Guardián de los Arcanos

La clínica estaba en las afueras de Córdoba. Era una serie de construcciones de las cuales estaba en uso solamente la mitad. En las otras había cristales rotos, pájaros anidando en los interiores, tejados hundidos, malas hierbas en los patios.

La zona arreglada todavía distaba mucho de presentar un aspecto acogedor. Las plantas en la fachada del edificio principal estaban recién plantadas o eran demasiado viejas. Pero el trabajo, parecía, estaba hecho a conciencia. El patio estaba cerrado por una verja barata pero de barrotes gruesos. Varios enfermos paseaban en libertad, vigilados por dos hombres vestidos de blanco, muy fuertes, y de algunas enfermeras. Las ventanas tenían rejas.

Todo estaba húmedo de lluvia del día anterior, aunque ahora volvía a amenazar, todavía no caía. El taxi aparcó en la entrada de la puerta principal, fuera del complejo. De una garita junto a la puerta salió un vigilante que tomó tus datos y que confirmó que teníais cita con el doctor. El taxi fue despedido y cruzaste el patio por un amplio camino de grava. Los enfermos te miraron, llenos de curiosidad. Más de uno, te pareció, te habría abordado para preguntar, para charlar, para romper la monotonía que suele llevar aparejado un encierro, pero no parecieron atreverse.

No parecían maltratados, sin embargo. Los dos maromos que les vigilaban paseaban relajadamente.

El interior olía de manera extraña. A desinfectante, a productos químicos, quizá. Había más internos en el vestíbulo. Uno de ellos leía un libro en voz alta, palabra por palabra, como si acabara de aprender a leer. Otros permanecían mirando al vacío, o paseaban murmurando. Del piso superior llegaban algunos gritos.

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26/09/2014, 22:17
(Capítulo 4) Gregorio Bermann

Bermann parecía poco impresionante en su propio territorio. Una enorme mesa de despacho con una butaca vieja en la que él estaba sentado y dos sillas desparejas pero cómodas para recibir. Un armario de cristal con frascos e instrumentos variados, una enorme librería, vieja y destartalada, pero limpia como la patena, llena de libros que tenían pinta de ser consultados frecuentemente. Títulos colgados de la pared, fotografías en las que a menudo aparecían tribunas y multitudes, pero que también representaban retratos de personas en primeros planos o grupos más pequeños posando para la cámara. Una alfombra que acallaba los crujidos del suelo de madera. La habitación era amplia, pero no enorme. Había un diván de cuero viejo en un lado.

Usted dirá, señor Sutton, dijo tras hacerte pasar, invitarte a tomar asiento y ocupar su propio sitio.

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28/09/2014, 17:10
Chester Field

Chester se agarra la cabeza, desesperado al ver la irresponsable decisión que han tomado sus compañeros.

Locos, se han vuelto todos locos... van a llevarse a un hombre con la edad mental de un crío de cuatro años a la Antártida, y dicen que es "por su propio bien". Dios mío, pobre Abernale.

Viendo que no tenía más remedio que aceptar la decisión de la mayoría, Chester se fue a dormir un rato, tratando de apartar de su mente la imagen de un Abernale congelado, abandonado, asustado, tiritando o todo a la vez. 

Su sándwich terminó en la papelera.

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30/09/2014, 09:43
Lord Anthony Montagu-Sutton III

Mientras atravesaba las instalaciones, Sutton mantuvo una sana curiosidad, ligeramente sorprendido de la aparente calma que reinaba en el lugar, aunque no se dejó engañar por las apariencias. Debajo de la superficie estaba seguro de que las cosas no eran ni por asomo tan bucólicas como de entrada podía parecer a primera vista.

Mostrándose distendido sonrió profusamente y aceptando la invitación de sentarse, interpeló al doctor Bermann con su carisma habitual después de presentarse adecuadamente.

   - Vera doctor Bermann, después de hablar sobre las opciones, comprobar que nuestro compañero Abernale no supone un peligro para si mismo ni para el resto, así como teniendo en cuenta los limitados fondos económicos que nos resta, los componentes de la expedición hemos llegado al consenso de llevarle con nosotros en el trayecto que nos resta por realizar y a nuestra llegada a nuestro destino dejarlo bajo los atentos cuidados del doctor Hirsch, el psiquiatra de la expedición.- Mientras decía esto permaneció con tono amable pero mostrando que claramente aquella era una decisión inamovible.- Espero que no le suponga un problema, pero es por ello que teniendo en cuenta la premura de la partida de nuestro avión he venido a buscarle y llevármelo conmigo para prepararlo para el viaje.-

Notas de juego

PD: Perdona, quería haber posteado anoche, pero cuando llegue a casa a las tantas estaba tan cansado que me quedé dormido XD

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30/09/2014, 21:30
(Capítulo 4) Gregorio Bermann

Bermann escuchó con las manos una apoyada sobre otra y los codos sobre la mesa de despacho. Una vez escuchado lo que tenías que decir, suspiró. Se reclinó sobre su silla y tomó un expediente, para revisarlo punto por punto.

Comprendo. Me entristece, ya que seguramente será difícil para Abermale y para ustedes mismos. Señor Sutton, podría negarme, en bien del paciente, a que dejara que saliera de aquí. Pero no andamos bien de fondos, y ustedes se reunirán con el doctor Hirsch en pocos días, espero. Una eminencia mundial, del cual he leído muchos trabajos. Tenga usted su expediente, para que el doctor pueda conocer mi diagnóstico.

Les deseo mucha suerte.

Este tipo pacífico y tranquilo, serio, no era exactamente lo que esperabas de un comunista acérrimo, ciertamente. Te dio la carpeta, te estrechó la mano y te acompañó a la salida, donde esperó a ver que el taxi seguía esperando. Se quedó hasta que vino una enfermera con Abermale. Él venía protestando, ya que parecía no desear marcharse. La enfermera murmuraba en su oído cosas tranquilizadoras.

A ti mismo te costó bastante convencer al meteorólogo para que te acompañara en el taxi. El doctor y su enfermera miraban cómo te las apañabas, sin ayudar ni entorpecer. Conseguiste que se animara a seguir con la promesa de un caramelo después de la cena.

- Tiradas (2)
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30/09/2014, 21:52
Guardián de los Arcanos

Cuando Sutton volvió con Abermale, casi todo estaba preparado para despegar. Llovía a cántaros, los aviones estaban en posición para salir del hangar. Cerca de la puerta haraganeaban un par de empleados del aeropuerto dispuestos a cumplir con su obligación en cuanto estuvierais preparados y la torre diera su permiso. Anochecía.