Partida Rol por web

- Sí, sí, sí...-Decía Menez haciendo gestos con la mano para que Field la dejara en paz. Rompehuevos ya era mayorcito para saber que lo que hacía era una locura. Sin embargo, a pesar de su aparente frialdad, no podía evitar sentir remordimientos por el pobre Nandan y deseaba con fuerza que Chester consiguiera su objetivo. Para alejar pensamientos funestos de la cabeza siguió estudiando los símbolos de los grabados.

Charlene estaba muy entretenida examinando los fragmentos de "roca" que había tomado Moore de una de las columnas.

Moore, claro que esto no es una roca normal. Es que es orgánica. Es algún tipo de marfil. Mira, no hay juntas. Charlene señalaba el lugar donde una columna se apoyaba en la clave del arco que había debajo. Toda la estructura de la torre era así: cada par de columnas se apoyaba en las claves de los arcos de la fila inferior, completando una urdimbre matemáticamente perfecta.

Charlene estaba señalando algo que veía con la lupa a Moore. Le pasó el instrumento para que Moore pudiera ver. ¿Ves las pautas del tejido? No hay junta. Miró todo alrededor. Juraría que todo esto es una estructura que ha crecido aquí mismo. Puede que luego hayan rellenado con otros tipos de piedra, pero el armazón perteneció a algún tipo de ser vivo.

La invitación de Chester se le había pasado por alto hasta que Dominique le dio un codazo.

¿Perdón? De acuerdo, Chester. Miró con pena todo el trabajo que había en la torre, pero sin duda pensó que más dentro habría nuevas maravillas que descubrir, así que no se negó.

El interior de la ciudad parecía un dédalo de pasillos y grandes salas. Lo primero que os llamó la atención fue que el suelo estaba inclinado. Entrasteis en un corredor de sección pentagonal en el que se abrían numerosos pórticos tanto a los lados como arriba y abajo. La integridad del mismo parecía comprometida por tramos donde los movimientos telúricos habían retorcido la trayectoria que en otro tiempo fue perfectamente recta o, quizá, ligeramente curva, pero la estructura parecía singularmente flexible y rígida, de manera que a pesar de que el terreno subía, o bajaba, o parecía parcialmente cegado por los escombros, no se había desmoronado en ningún lugar. Todo estaba cuajado de grabados.

Se escuchaban ruidos y ecos inquietantes. Os pareció escuchar la voz de Nandan por uno de ellos: un corredor que en su momento debía haber sido lateral, pero que ahora apuntaba ligeramente hacia abajo. Marcasteis con tiza en el lugar donde habíais salido y penetrasteis en él. Este corredor era de sección trapezoidal, con la parte más pequeña del trapecio haciendo de suelo, de manera que la perspectiva se veía singularmente distorsionada. También su original rectitud aparecía deformada por olvidados cataclismos. Desembocaba en un área cegada por escombros perteneciente a una sala circular con ventanas de formas diversas, todas cegadas por algún tipo de material poroso. Aquí llegaba luz: el techo era muy alto en relación con el diámetro, y al menos dos de las ventanas superiores estaban libres de obstrucción. Pudisteis apagar las linternas, para así ahorrar pilas. Había una grieta que cruzaba la sala, no era demasiado profunda. En el fondo había curiosos amontonamientos de material orgánico completamente congelado.

No habíais vuelto a escuchar voces humanas.

Espera, Chester, dijo Charlene. Estos restos no están fosilizados. Parecen... pingüinos y focas. Se puso a examinar los restos tranquilamente.

Poco después de que Charlene y Chester desaparecieran, Moore volvió a los grabados.

Miren: aquí se puede observar cómo algunas zonas de la ciudad estaban permanentemente inundadas. Los moradores pasaban por ellas con toda tranquilidad, y hasta vivían. Definitivamente sobrevivían bajo el agua sin protección alguna.

Moore estaba estudiando uno de los grandes grabados de la plaza. Las escenas representadas ahí poco podían ofrecer, salvo informaciones básicas como esa. Lo que en esas imágenes hacían los antiguos moradores era, por el momento, de muy difícil interpretación: lo mismo podían estar haciendo discursos como dedicados a danzas populares. A saber. Tenían pinta de ser hitos cultrales de algún tipo, y por eso Moore tomó bastantes notas, en previsión de que informaciones posteriores aclararan algo las cosas. El grabado que tenía delante mostraba una vista de la plaza en sección, señalando cómo la oquedad central de la torre profundizaba mucho, más de lo que era la altura misma de la edificación. De ese pozo partían muchos corredores a otros lados de la ciudad, a los edificios adyacentes. Gran parte de esa oquedad estaba inundada, y en ella se veían representados muchos seres con forma de barril haciendo uso de sus alas como si fueran aletas natatorias, entregados a actividades incomprensibles.

Oye, comentó Pooster. Tampoco necesitaban protección en el vacío. O es eso o este grabado que representa, sin duda, la migración, tiene algún componente simbólico.

Pero por lo que veíais hasta el momento, la mentalidad de los artífices solía ser poco retorcida. Todos los murales mostraban con la máxima claridad aquello que deseaban mostrar, con una literalidad que, una vez asumida, facilitaba su comprensión. En otro de los grabados marginales que señalaba Pooster aparecía el mismo esquema que en otros, con algunos cambios: la galaxia con uno de sus brazos muy ampliado; la ya conocida colonización de otros mundos a partir del mundo original (si es que no había migraciones anteriores). Pero aquí eran los "bichitos" lo que aparecía en detalle. Navegaban en formación, agrupados en aglomeraciones de individuos con todas sus extremidades fuertemente plegadas de manera que las partes más delicadas quedaban bajo las alas, que cubrían el cuerpo como si fueran una membrana. Las cinco extremidades tentaculares de la cabeza estaban igualmente plegadas sobre la parte superior del torso. Parecían nubes de balones de rugby unidas con algún tipo de sustancia pegajosa que surcaban el espacio.

Conocidas las teorías de Einstein, aunque fuera de una manera confusa, esto parecía imposible: a menos que hubieran estado viajando, propulsados por quién sabe qué, durante cientos o miles de años. Y apuntados con una increíble puntería, por otra parte. ¿O habían sido lanzados al azar? Todavía faltaban demasiados datos.

Los demás se dedicaron a anotar símbolos. Parecía que iba a ser esencial el conocimiento del lenguaje. Por lo pronto, Menez descubrió que en los esquemas que representaban los viajes por el espacio, aparecían asociados muchos numerales. ¿Medidas de tiempo? ¿De distancia? ¿Coordenadas? ¿Cálculos? Era el conocido sistema en base cinco, y representaba números muy grandes a veces.

Todavía no habían aparecido Chester y Charlene, aunque había pasado poco tiempo.

La complejidad de la información que había solamente en la torre apabullaba. Por otro lado abajo, donde había estado haciendo fotografías Chester, estaban los extraños montones de esquirlas de hielo. Y el montículo más alto que había un poco más allá. Y toda una ciudad por explorar.

Pooster estaba atonito. de vez en cuando soltaba un..​Lo sabia...  otras veces un ..Es que esta muy claro, ciertamente son los antiguos, es cierto entonces todo lo que nos contaba aquel viejo en la aguja de la montaña.

Anoitaba y comprobaba los grabados, acercandose mas cuando algo le llamaba la atencion. Solo de vez en cuando levantaba la mirada para buscar a Menez y tratar de cruzar una mirada.

Luego seguia ensimismado en lo que miraba.

Señores, estos son los mismos seres que fotografiaron desde el avion, puedo estar casi seguro. Son acuaticos, terrestres y Aereos. Es mas, son espaciales y muy ancianos. Esto es una autentica civilizacion, se lo dije, la unica que escuchó fue menez con su teoria delos extraterrestres, que logica y acertada es esta mujer!

Algunas veces se acercaba tanto que su mascara con gafas chocaba contra el frio muro de Marfil. 

Creo que ahora entenderan porque este señor con gafas esta aqui, esta es mi parte, señores.

Chester estaba intentando localizar la voz de Nandan y los probables gritos jubilosos de Starkweather cuando Charlene le llamó la atención respecto a... algo, no estaba muy seguro de qué. Se volvió para poder observar bien qué era aquello que la había hecho detenerse.

¿Qué quieres decir con que no están fosilizados? ¿Cómo están, entonces? ¿Congelados, no? ¿Y es muy distinto estar congelado que estar fosilizado?

Generalmente a Chester no le molestaba escuchar las peroratas de la prole de científicos de la expedición, pero en aquellos momentos tenía otras cosas en la cabeza, como por ejemplo dar con Nandan y Starkweather.

Maldición... ¿dónde coño se habrán metido?

Chester no sabía hacia dónde habían ido, y empezaba a temer que no serían capaces de encontrarles en aquel laberinto de geometría desconcertante.

Mira, da igual si son focas, pingüinos o el maldito Monstruo del Lago Ness; ahora lo que deberíamos hacer es intentar dar con Nandan y Starkweather, ¿de acuerdo? Voy a tomar unas fotos para que te quedes tranquila y ya si eso después volvemos.

Chester sacó de nuevo un pedazo de tiza, marcó el pasadizo por el que habían entrado y se dispuso a seguir, ignorando la grieta y todo lo que no fueran las voces de los dos desaparecidos.

Menez trataba de centrarse en una única cosa, la escritura de esos carambolos, pero las constantes interrupciones, totalmente justificadas, no la dejaban concentrarse demasiado. Y es que toda la información que estaban sacando de los murales y la torre era acongojante.

- ¿Un ser vivo? Debía ser descomunal...- Y dicho por la pequeña Menez, imaginándoselo a su lado, hacía resaltar mucho más las grandes dimensiones que suponía Charlene del ser vivo. Lo que decía Moore le parecía mucho menos interesante. Era un hombre aburrido, el pobre, sin el "encanto"  que sobraba a su socio. Y es que lo que decía el co-líder de los expedicionarios ya lo habían deducido de las autopsias de los cadáveres de los carambolos. ¡Ay! Debía aprender mucho de Pooster, por ejemplo, cuyas deducciones y sentencias no dejaban a nadie indiferente. Y es que le veía cada vez más apuesto, a pesar de estar embutido en capas y capas de ropa que difuminaban su musculoso cuerpo. ¡Y encima le regalaba los oídos!- Claro que sí, está aquí para iluminarnos.- Le contestó Menez. Y no lo decía de broma. Había visto cómo Pooster cuidaba de su amigo Peabody, el traidor, y esperaba que, si a ella le pasaba lo mismo, es decir, no poder aguantar todas aquellas revelaciones tan impactantes, hiciera lo mismo con ella.- Por favor ilústrenos más acerca de esta civilización. No se reprima pues después de ver todo esto no creo que nadie se atreva a ponerlo en duda.

Pooster se había emocionado un poco con su exposición. Pensándolo mejor, recordó cómo eran los "objetos" retratados en aquellas fotografías de Chester. Eran redondos, achatados, algo así como una especie de donuts, pero sin el agujero. No parecían balones de rugby y, a decir de los testimonios de los que los habían visto, debían tener un tamaño mucho mayor que el de estos seres que construyeron la ciudad. Entretanto observó la admirada actitud de la señorita Menez pidiendo más explicaciones. A ver cómo salía de esta.

Como... Permitame señor Pooster que le corrija, Estoy COMPLETAMENTE seguro de que NO son los mismos seres.

Para empezar estos medirán algo así como unos dos-tres metros de alto, los que yo vi, por su tamaño, median de diámetro la mitad de la envergadura del avión. Por otra parte, lo que salió en las fotos tampoco se asemeja mucho a lo que vi, aunque muy bien pudiera ser que en las fotos hubieran salido reproducidas las partes sólidas o duras, siendo las blandas mas transparentes ante la camara.

LLevamos muy poco tiempo como para hacer semejantes afirmaciones, no dudo que usted ya conozca de antes muchos datos, pero estos no son los que yo vi. Supongo que habran distintas razas de "bichos" que puedan ser parecidos.

Una cosa que le llevo dando vueltas en la cabeza con respecto al edificio es el tema de que pudiera ser un ser vivo que crecio hasta la forma que contemplamos.

Otra cosa, si Charlene tiene razon y todo este "edificio" es de origen organico, no seria de extrañar que tenga capacidad para sentir, como por ejemplo tacto o cambios de temperatura. Les recomendaria que NO tomaran mas muestras hasta estar seguros de que no traeran consecuencias.

Dicho esto hago una marca bien visible en una pared con la tiza, pintando un nº 1 con cuidado, sin apretar mucho...

Alguno de ustedes tiene papel, lo digo porque podriamos copiar de las paredes usando una tiza o carboncillo las partes que nos parezcan mas significativas, como por ejemplo los escritos en los que se fija Menez o los datos que aparecen en las espirales de la galaxia.

Amigo Dominique, tiene usted razon, emn este caso me he emocionado y precipitado en mis conclusiones. Son seres muchos mas grandesl los que usted vio, por supuesto, igual de antiguos y raros. Esto no hace mas que confirmar la teoria de que no estamos solos, no señor.

No se preocupe señor Pooster, y permitame que me disculpe si he estado... brusco, en la respuesta.

La verdad es que me sigue alterando recordar lo vivido y lo que mas me frustra es no poder volver a tener el control de mi cuerpo y poder desarroyar con normalidad mi profesion.

Querria usted, cuando recobremos la calma, si de verdad pasa algun dia, tratarme hasta que sea dueño de mis reflejos... 

Por supuesto amigo, para eso tambien estoy aqui, he de cuidar de sus psiques, tengalo por seguro.

Es mas, nos tomaremos unas pintas frias, cuando acabe esto, y lo recordaremos como una anecdota super exclusiva, ya lo vera.

¿Frías? Dice Moore, mientras menea la cabeza así, como es él, tan sin gracia. Apuren, señores, creo que lo mejor que podemos hacer es concentrarnos en el idioma todo lo que podamos. Aquí hay demasiada información, y muy pocas claves. Todo lo que hasta ahora hemos descubierto ya lo sospechábamos. Tenemos que movernos un poco. Dentro de poco. ¿Todavía no vienen esos dos?

Miren, aquí hay otra de esas imágenes repetidas: señaló la base de una columna donde la talla había estado semienterrada por cascotes y escarcha hasta que él mismo la sacó a la luz con mucho mimo. Mientras terminaba de limpiar el relieve, seguía comentando. Esto puede haber tenido un origen orgánico si lo dice Withston, pero no creo que vaya a estar vivo, ¿no le parece, Pickwell? Serenémonos.

La imágen representaba muy esquemático todo el proceso de migración, pero esta vez el detalle estaba en el planeta mismo. Aparecían los continentes casi irreconocibles. Señalado con una estrella de cinco puntas aparecía un lugar. Moore, yo creo que este mapa está mal. Quizá esto no represente la Tierra.

En el mapa aparecía una serie de continentes muy unidos los unos a los otros. Era una representación ovoide con un relieve más acusado que las otras tallas, para significar la curvatura del planeta. El punto señalado estaba más o menos donde podría estar el trópico de Capricornio. A unos 45º Sur.

Sutton, esto es la Tierra. ¿No conoce las teorías de Alfred Wegener sobre la deriva continental? Calculo que representa un punto en la historia del planeta de algo así como dos mil millones de años. Y ese punto que hay señalado debe ser esta misma ciudad.

El grupito que se había quedado en el pozo que otrora fue la base de la torre se dedicó a seguir un rato más investigando, aunque había quien, de vez en cuando, lanzaba miradas nerviosas al sitio por donde se habían marchado los demás compañeros.

Menez había tomado notas de los numerales que había ido encontrando asociados a los grabados, aunque todavía eran un galimatías, ya que no se sabía cómo medían ni qué medían o representaban. Las cifras en torno a los millones, convertidas al sistema decimal no parecían coincidir con valores como millones de años, parsecs, años luz o medidas similares, y eso que no había tantas. Muy bien pudieran representar cifras de población, unidades de superficie o abstrusos cálculos de tipo religioso.

Pickwell y Sutton se dedicaron a buscar referencias a la colonización. Encontraron una zona, casi en el suelo de hielo del pozo, junto a los extraños montículos descubiertos por Chester, donde aparecía detallado el planeta original. Extraños continentes, con una proporción de agua mucho más alta que la del planeta Tierra. Ese sistema planetario se hallaba regido por una estrella de tamaño relativo muy superior al sol.

Aquí se ve a los Carambolos tomar algo antes de viajar, comentó Sutton, justo tras tomarla, adoptan la posición de viaje y comienzan a moverse. Las imágenes eran pequeñas pero nítidas. Muchas de ellas estaban grabadas sobre el marfíl del que se componía la estructura.

Pickwell derivó por la rampa, sabiendo que se perdía mucha de la historia relatada en la torre porque la mayoría de las zonas de la torre a los que cualquiera de los artífices podía llegar volando, estaba vedada para él, miserable mamífero. Aun así pasó sin entender mucho por los murales que se podían examinar desde la rampa intentando reconstruir el relato de la colonización. Caminó de abajo a arriba, desde el grabado que había estado examinando con Sutton, que ahora se dedicaba a apuntar caracteres en busca de palabras clave como "planeta" "viaje" "estrella" o similares.

Muy arriba ya, Pickwell descubrió una pequeña placa muy deteriorada. A esa altura el clima había hecho estragos, pero esta estaba mejor que la mayoría, dado que parecía haber estado cubierta por una capa de hielo que hacía poco se había desprendido, quizá por obra y gracia del vandálico comportamiento de Starkweather al paso por el lugar, quizá a por obra y gracia de los hados.

Esta pequeña escena representaba un intento de colonizar otros planetas desde la Tierra. Los continentes eran fáciles de reconocer en este caso, lo que señalaba su relativa modernidad. La Antártida, no obstante, todavía no estaba tan al sur como estaba en esta época. Sin embargo el clima de la ciudad no debía ser ya muy benigno.

Aparecía representada la ciudad entre dos grandes cadenas montañosas, pero mucho más concentrada en las faldas de una de ellas, que podía considerarse que era la Cordillera Miskatonic. En las faldas de la otra cordillera representada en el mapa esquemático había un Signo intrincado y complejo, grabado muy profundamente en el material, y, curiosamente, roto en muchos puntos por lo que parecía ser algún objeto punzante. Pickwell sintió escalofríos sin saber muy bien porqué al contemplar ese Signo. En los grabados asociados a ese escenario en particular aparecían los artífices, los llamados Antiguos o Carambolos, tomando la droga para viajar una vez más, pero en este caso, no parecía dar resultado. Los que la tomaban se elevaban en el cielo, pero morían tras atravesar la atmósfera e internarse en el vacío.

A todo esto, el tiempo pasaba y nadie volvía del portal por donde habían desaparecido vuestros compañeros. ¿Les habría pasado algo?