Partida Rol por web

Me siento desconcertado, incluso irritado por la situación. La euforia del enfrentamiento y el súbito intento de ayudar a Quentin da paso a un estado de lasitud...

En el que me encuentro rodeado de desconocidos. En una situación caótica, fuera de toda lógica.

Mi mirada se posa uno a uno en cada uno de los presentes, para terminar fija en Viktor. Parezco tenso, nada cómodo con todo lo ocurrido.

Desesperado, arranco en un ataque de ironía.

- ¿Algún otro matón escondido detrás de alguna sombra?

Detesto las tretas... Y la gente que se esconde. Me resultan actos cobardes.

- ¿Ha acabdo la fiesta? ¿O vendrá algún otro con una nueva espada encantada montando un Unicornio?

Finalmente, mi voz suena rota, casi al borde del grito.

- ¡¿Alguién puede explicarme qué está pasando?!

Mi mirada se clava en el hombre que yace retenido por Irina y Scott. Él debe tener varias respuestas.

Mi ceño se frunce en sobremanera, apretando la garganta del extraño engendro para cerciorarme de si requiere respirar lo cuál ya elimina algunas posbilidades. Miro a la mujer que sale de entre las sombras con cara de pocos amigos, analizándola de arriba a abajo sin disimulo.
Si la presencia de Soren ya era de lo más rara la suya lo es aún más, sólo hay que ver cómo va vestida...
Salgo de mi propio ensimismamiento cuando el gangrel empieza a gritar, inclinándome un poco hacia delante.

-Yo de ti hablaría un poco, al muchacho le gusta desgarrar estómagos ajenos...- le dedico una sonrisa burlona y algo retorcida mientras me incorporo de nuevo. En realidad dudo profundamente que vaya a decirnos algo y no tengo la paciencia ni el tiempo suficiente para andar torturándole.

La situación parece demasiado tensa para acercarse en estos momentos, una espada, gente, enemigos... todo confluye en un bullidero de cosas inexplicables, así que me mantengo inerte en el lugar que me encontraba al ver que nadie se ha dirigido a mi, parece que mi posición allí no es demasiado importante, quizás debamos retirarnos.

A menos que Norman esté intrigado por la espada, que parece otra de esas que cortan brazos a diestro y siniestro. Le dirijo una mirada esperando que su expresión pueda sacarme de dudas.

Eso os mira y sonrie levemente mientras termina por hundir la cabeza mas en el agua putrefacta para no sacarla mas, se esta ahogando para no hablar.

Quentin se acerca con la espada tapada y con la caja para miraros como un niño pequeño mientras termina por reirse. Le da la espada a Soren y duda antes de darle la caja a Irina susurrando

Tu tendras otra, pronto, muy pronto....

-Pues si tanto deseas morir...- levanto un poco la pierna antes de hundirla con fuerza en el agua, salpicando un poco más que a fin de cuentas no vendrá de aquí, sintiendo cómo el talón le agujerea alguna parte de la cabeza antes de volver a sacarlo. Al fin y al cabo en realidad ni se ve ni se oye nada al permanecer debajo del líquido fecal.

En cuanto Quentin se me acerca, mi expresión dura y malhumorada se suaviza y cambia casi totalmente, sonriéndole con dulzura y besándole en la mejilla cariñosamente antes de recoger la caja.
-Te has portado muy bien...- asiento y le sujeto la mano con firmeza. ¿Que tendré otra qué? Mejor se lo pregunto luego -¿Crees que debería tenerla Soren? Yo quería contarle un par de cosas primero pero sí... Supongo que es suya, mía seguro que no- me miro la mano de reojo y entonces alzo la vista hasta la mujer de las sombras.
No me fío mucho de una Lasombra que digamos... Pero al fin y al cabo nos ha ayudado así que mientras no moleste yo tampoco la molestaré a ella. Sólo quiero dejar claro que soy consciente de que está ahí, pero no me importa en exceso.

-Sigues estando "invitado" si lo deseas. Será mejor que nadie más sepa que la tienes- le hablo escuetamente a Soren para dar los menos detalles posibles antes de marcharme hacia el exterior.

Con habilidad lucho por levantar al sujeto con el zarzillo que estaba sujeto a su pierna intentando mantenerle con vida lo suficiente para ver que tiene que decir.

Siempre puede servir para algo...

Observo a la mujer que me mira manteniendola la mirada, sus conversaciones no me dan demasiadas pistas de ellos, pero quizás el ser este que se intenta matar pueda ayudarme...

Sólo el eco de mis palabras me responde, y suspiro tratando de calmarme. Pero el aire sólo llena mis pulmones, no me alimenta.

Y la desesperación sigue ahí.

Miro a la nueva desconocida surgida entre las sombras, con cierto duelo en la mirada, y finalmente le doy la espalda.

Me acerco paso a paso ante el yaciente "prisionero", con un fuego en la mirada que delata mis intenciones... Necesito que hable. Respuestas. Necesito respuestas y él las tiene.

Cuando se hunde mi mirada parece encarnizada, y mis colmillos se asoman, apunto de entrar en cólera de nuevo y arrebatarle las respuestas a patadas. Pero el chico del gato se acerca, y me da algo.

La espada.

Me ha dado la espada.

Tardo unos segundos en asimilarlo, y recuerdo la primera imagen que inundó mi mente al tocarla por primera vez. Mi ensimismamiento dura lo suficiente para que la frase de Irina sólo resuene como un algo lejano, tanto en tiempo como en espacio.

Pero mi mente gira, pensando. Respuestas. Quiero respuestas antes de tocar esa espada... Me invaden las dudas y la intriga, y una cierta precaución.

Cuando me giro mi rostro muestra un semblante de furia.

¿Qué...?

Lo han matado... Joder. Lo han matado.

No puedo contener mi reacción, y a pesar de sujetar la caja que contiene la espada con una de mis manos, la otra busca el brazo de Irina, sujetándolo firmemente y zarandeándola con violencia.

- ¿Pero qué coño haces?

Mi mirada es una mezcla de rabia en estado puro e indignación. Pensaba que ella entendería que necesitábamos conocer más. ¡Ella había visto!

- ¡Joder...! ¿Qué coño has hecho?

Quentin empieza a subir las primeras escaleras de gato que encontramos, y me dispongo a seguirle cuando alguien me agarra violentamente del brazo y me sacude de un lado a otro cómo si fuera un pelele.
Es Soren, ¿por qué no me sorprende? Me hace la pregunta y yo me limito a observarle ceñuda y severamente. ¿Acaso no le he respetado durante todo este rato a pesar de su actitud claramente impulsiva? Parece que el gangrel no tiene muy claras sus prioridades.

-Lo he matado, asúmelo, no es tan difícil... No iba a decir nada y dudo que tuviera mucha más información que nosotros. Si quieres saber, sólo tienes que buscar. ¿Acaso crees que no volverán a por nosotros? No, no puedes ser tan iluso teniendo eso bajo el brazo- miro el bulto de Soren donde se esconde su espada y después su mano agarrando mi brazo, esperando a que lo suelte. Demasiada paciencia estoy teniendo considerando que es un desconocido.

Lo que tenia que hacer y es mejor que nos dejes ir jovencito digo a tus espaldas mirandote desde mis dos metros Cuida eso que si te ha elegido sera por algo. Irina lleva a Quentin a tu casa yo ire a hablar con el principe, no me gusta nada ver estas cosas por aqui sin saber que son

Suelto su brazo con un gesto despectivo. Mi mirada se clava en la de ella, fija.

- Esperaba más de ti, después de lo que has visto. Yo aún tengo curiosidad suficiente para llenar horas de eternidad.

Sin más, me giro, aún indignado, obviando el resto de sus movimientos o palabras.

No se mata sin motivos. Sólo para sobrevivir. Sólo por sangre o existencia.

Matar por capricho nos hace viles, débiles y cobardes...

Mis pasos resuenan por la alcantarilla mientras me acerco a lo que queda del ser, tratando de incorporarlo un poco, preguntándome si realmente no sabría nada.

Algo hace que mis ojos paseen a mi alrededor, posándose en la desconocida que surgió entre las sombras.

¿Ellos sabrán más que yo?

¿Son amenazas?

Las palabras brotan casi sin ser reflexionadas, mientras mira a la joven.

- ¿Por qué habeís venido aquí?

-Pues si tanta curiosidad tienes acabas de perder una fuente de información. Quizá la próxima vez te plantees mejor tus modales y tu mala educación- le dedico una sonrisa sarcástica de apenas unos segundos antes de subir por las escaleras dejando que haga lo que se le antoje.
La culpable he sido yo, sin duda alguna. Me pasa por confiar y dar oportunidad a neonatos que no conozco, pero pronto se dará cuenta de que la mayoría de vástagos de cierta edad no hubieran tenido piedad con él tras su último comentario, y sólo hace falta fijarse en Scott para darse cuenta de ello.
Él sabrá lo que hace, por lo pronto la invitación acaba de ser retirada. Si tiene suerte se aliará con esa Lasombra, aunque yo no me fiaría demasiado e ella. Y si no volverá a estar solo en su búsqueda.

Una vez afuera cierro la tapa de las cloacas con su característico y contundente sonido metálico, estirando un poco los brazos y agradecida de haber salido de ese pozo de mierda tan asfixiante. Sujeto la mano de Quentin nuevamente mientras camino junto a Scott.
-Le cuidaré bien, no tienes que preocuparte por eso, aunque no podría hacerlo eternamente...¿Sabes algo acerca de esa extraña espada?- pregunto mirándole intrigada. Me ha resultado bastante raro comprobar que no ha intentado quitársela ni ha hecho preguntas al respecto.

Creo que nos han dejado solos a los cuatrodigo acercandome y mirandoos con detenimiento Yo soy Viktor y puede que os pueda dar alguna respuesta que ella no ha querido darte, es una brujah, asi que no te preocupes que es normal esta actitud en ella Me giro hacia Norman y la nueva invitada Bien, vosotros sois lasombras, encontado, seguro que tambien teneis preguntas. Si pasais por la puerta que se ha ido mi compañero la mujer que hay dentro os las respondera, es mas ducha en esto que yo. Yo tengo una cita ineludible

No, pero investigare, por cierto ocupate de tenerle bien a salvo. Creo que este loco sabe mas de lo que dice, su mente es un complejo rompecabezas. sonrio mientras le miro, la primera vez que me ves sonreir desde que me conoces Ire a verte mañana, asi que no te preocupes hare lo que pueda por averiguarlo

Camino con firmeza, intentando evitar a la vez pisar mucho el agua putrefacta de las cloacas, acercandome al cadaver que he conseguido sacar del agua y que pende boca abajo de una sombra que le sujeta ferreamente.

Cuando estoy cerca de el, le tomo de las manos con otros zarzillos de sombras para que no intente moverse y me pongo de cuclillas mirandole a la cara, de su rostro gotea algo, será el lugar donde la pelirroja impactó con su pie.

Parece que está bastante muerto...

Después escucho la voz del hombre que porta la espada.

Cita:

Mi mirada se desvia del cadaver y me coloco de nuevo de pie. Con fuerza lanzo al cadaver contra una de las paredes y los zarzillos se arremolinan alrededor mia antes de perderse de nuevo en las sombras de las cuales nacieron.

- Simplemente vimos sombras adentrarse en una alcantarilla y nos pareció sospechoso, no sabiamos que estuvierais vosotros aquí.

Las palabras del otro hombre desvian mi atención ahora hacia él.

Cita:

Mi mirada se desvía hacia Norman, buscando si el conoce al nuevo hombre que también parece de la sangre.

Ultimamente... parece que somos muchos en esta ciudad...

- ¿Preguntas?, no teniamos razón alguna para venir hasta aquí, solo hemos seguido a unas sombras que actuaban de manera sospechosa.

Hay veces que lo que se debe hacer parece algo aleatorio sonrio mientras subo las escaleras Norman un gusto volver a verte y esta vez en mejor situacion para ti. Id a Isabella ella os ayudara

Escucho a la joven y me fijo en sus facciones y sus ojos. Parece fuera de lugar, demasiado perfecta para esta situación.

Y casi igual de irritada o confusa que yo mismo.

Después mi mirada se clava en los dos hombres, de aspecto maduro. Al parecer ya se conocen... y la última frase sugiere que no siempre han sido amigos... tal vez.

Mis ojos buscan los de Viktor.

- Yo sí tengo preguntas.

Mis manos aferran fuertemente la espada, envuelta.

- ¿Por qué necesitamos ayuda y quién es Isabella?

Yo soy Isabella digo desde la puerta mirandoos a ambos y sonrio con una leve inclinacion, mi piel es cenicienta de un tono grisaceo como la de un muerto, mi pelo negro Ayuda por que Londres se esta convulsionando y sera destruida a menos que hagamos los vastagos que vivimos en ella algo

Levanto la vista hacia la nueva incorporación de la reunión en las cloacas, buscando algún tipo de reconocimiento por mi parte.

Habla tranquila parece que está segura de lo que está diciendo, pero esto se está convertiendo en una sucesión de acontecimientos sin sentido que me está empezando a marear.

Aún así me mantengo en mi posición, y la respondo pausada y tranquilamente.

- ¿Y que es lo que convulsiona está ciudad ahora?

La voz que me sorprende no puede sino alertarme.

¿Ha estado ahí todo el tiempo?

¿Pero cuánta gente hay en las cloacas?

¿Todos buscan las espadas?

Elena debió contarme un par de cosas más...

Escucho sus palabras, que parecen llenas de una dignidad extraña. De nuevo, vástagos con status, que se sienten seguros y son capaces de afirmar sin dudas.

De nuevo, todos parecen saber más que yo...

La voz de la joven LaSombra rompe el silencio, y me giro hacia ella.

Sus palabras explican mis mismas dudas, pero con una serenidad de la que carezco.

Me aproximo a ambas mujeres, esperando respuestas, tratando de no alterarme aún más. Mi mirada las examina.

Todo se descubrirá pronto, y dejaré de sentirme en ascuas...

Mientras, mis manos sujetan la espada envuelta fuertemente.

Todo ésto tiene que ver contigo... Y con las visiones.