Partida Rol por web

TEndre cuidado, lo prometo se rie al otro lado de la linea ¿Verte? me apeteceria muchisimo si quieres paso a buscarte con la moto y nos vamos a dar una vuelta. En cuanto al telefono digamos que tengo mis recursos y no los rebelare. Si dices que si en cinco minutos estoy ahi

Vaya, no esperaba tan rápida reacción pero supongo que eso es positivo y que me perdona por haberme marchado precipitadamente de su casa. Quizá también debería pedirle perdón después de todo, pero prefiero hacerlo cara a cara, además también debería prevenirle sobre Scott y no quiero hacerlo por el teléfono.
-Está bien... pero que sean diez minutos, ¿de acuerdo?- cuando lo confirme cuelgo y me río mirando a Kesha con una amplia sonrisa, cogiéndolo en brazos y dando unas cuantas vueltas sobre mí misma antes de encender la mini cadena y empezar a vestirme con algo que yo misma considere más... "adecuado", sí.

Diez minutos despues llaman a la puerta de tu apartamento. John esta alli con una chaqueta de cuero marron, vaqueros y una camiseta negra que te mira sonriendo guiñandote un ojo mientras te tiende la mano.

Cuando suena la puerta me sobresalto impresionada ante tanta puntualidad para un sheriff con responsabilidades y quehaceres nocturnos.
Me da tiempo a acabar de maquillarme y salir precipitadamente del cuarto de baño con el pelo mejor rizado que antes.
-¡Un segundo...!- exclamo mientras corro a la habitación para ponerme un vestido blanco que no uso muy a menudo, relativamente largo hasta las rodillas.
Me pongo unos zapatos planos y el colgante que he recibido hace poco de su parte acompañado de mi habitual fragancia dulcificada y por fin abro la puerta con una pequeña risa debido al retraso.

-Eres demasiado rápido, casi no me has dejado tiempo para vestirme- le miro de arriba a abajo sonriente, no puedo evitar alegrarme más de lo debido de tenerle delante.
-Me ha gustado mucho, gracias...-cierro la puerta a pesar del maullido quejumbroso de Kesha y beso a John en la mejilla -Supongo que yo también debería pedirte perdón... Lo siento.

Tan guapa como esperaba sonrio mirandote de arriba a abajo y asiento ofreciendote el brazo No tienes que pedirme perdon por nada Irina, solo te protegias lo comprendo y te prometo que te mostrare todos y cada uno de mis sentimientos

-Gracias...- sonrío casi avergonzada cuando es él el que me halaga, es algo que no me sucede a menudo. Me sujeto a su brazo y me mantengo cerca de él mientras empezamos a andar, saliendo del pequeño bloque de pisos al cabo de poco. Creo que comentó algo de una moto así que miro alrededor con curiosidad antes de centrar mi atención en él.
-Te sienta muy bien esa chaqueta...- le sonrío encantadoramente, acompañando el gesto con una caída de párpados lenta, estudiada, para dar un toque de sensualidad a mi mirada antes de que me indique cuál es su vehículo.
-¿Está tranquila la noche de Londres?- pregunto entre interesada y algo extrañada.

Si, muy tranquila digo mientras caminamos hacia un coche y te abro la puerta Su carroza la espera hermosa doncella

-¿Y no es un poco...raro, que esté tan tranquila...?- le sigo de forma casi inconsciente, aunque al ver el despampanante y llamativo coche me detengo por un momento.
-Creía que el paseo era en moto... ¿es tuyo?- tomo asiento un poco cohibida al principio, como si temiera "romper" algo, aunque en realidad no es la primera vez que me subo a un deportivo de este estilo y enseguida m dejo llevar por su comodidad.
Espero a que él entre también y empiece a arrancar para girarme.
-Dime una cosa... ¿por qué aceptaste trabajar para Jackius?, ¿le conocías de algo...? Últimamente le noto un poco raro- mi ceño se frunce ligeramente al decir esto y mis ojos escrutan su expresión y sus gestos.

Si es raro pero no tanto y la moto la dejo para otra ocasion. sonrio entrando en el coche y arrancando tras ponerme el cinturon saliendo como las balas del lugar La verdad es que acepte el trabajo por que me lo pidio el principe de San Francisco. Jason Luna, yo era el Sheriff y primogenito de mi clan alli, dijo que viniera y me tomara un descanso. Aunque el principe me parece raro, muy raro, solo se ha preocupado en este tiempo de dos cosas. De los Sabbats que hemos interceptado en la ciudad y que la primogenita Toreador comenzara a sangrar por los ojos y la nariz. Estuvo toda una noche a su lado mientras recibia un baño de sangre

-¿Y esto es lo que entiendes por un descanso?- no puedo evitar reírme negando con la cabeza mientras le miro algo incrédula y acabo por ponerme el cinturón. La verdad es que es algo que no hago demasiado a menudo.
Escucho lo que dice con algo de ceño.
-Lo de los sabbat tiene sentido, en todas las ciudades pasa, ¿pero lo de Graziella? ¿a qué viene tanto interés por esa neonata? Voy a empezar a pensar que se ha enamorado de ella a pesar de que no tenga el menor de los sentidos- arqueo ambas cejas dubitativa y extrañada ante esa idea, pero al fin y al cabo Jackius parece idiota rematado últimamente así que todo podría ser y de hecho explicaría algunas cosas. Aunque no todas...
-¿Tienes alguna idea de qué puede estar pasándole? Es muy extraño todo eso... en plan estigmas- me encojo de hombros sin saber muy bien cómo definir las "afecciones" que padece la primogénita toreador.

Si conocieras San Francisco seguro que si verias que es un descanso y bien merecido me rio mientras conduzco a toda velocidad por las calles No se que pensar, Jackius es muy extraño, la regalo un anillo y el lleva otro parecido en el mismo dedo de su mano derecha. Cosas de loco freno en seco en un semaforo y me giro para mirarte con los ojos brillando, con una sonrisa en los labios por lo que se, esos estigmas lo unico que hacen es dejarla seca y por el momento solo ha tenido uno de esos ataques y estan buscando el por que. Tal vez una vieja maldicion gitana

Tras escuchar lo que dice siento ciertas ganas de visitar San Francisco ahora que no tengo "obligaciones" que me aten en exceso a Londres. Miro por la ventanilla cómo dejamos las calles atrás cada vez con mayor velocidad y una sonrisa ladeada surge en mi cara mientras bajo tan sólo un poco la ventanilla. Suficiente para sentir el aire en el interior del coche.
-Ahá... pues creo que alguien debería recomendarle quitarse ese anillo, no estoy tan segura de que tenga que ver con los gitanos. ¿Acaso no sois amigos de Marizsa? Seguro que os hubiera dicho algo al respecto, es la princesa...- me quito el cinturón y empiezo a bajar del todo la ventana mientras él frena abruptamente.
-Si sólo la deja seca... De todas formas no es normal y no entiendo quién querría hacerle algo así. No al conozco mucho pero no parece demasiado cabrona, tan solo un poco ingenua- le miro complacida ante su reacción llena de vitalidad y me inclino para darle un dulce beso en la barbilla que no dura demasiado.
-Está verde...- le digo para que vuelva a ponerse en marcha, con lo cuál empiezo a salir por la ventanilla hasta quedarme sentada en ella, sujetándome al techo del vehículo y a la propia puerta mientras el viento me sacude y la adrenalina se dispara.

Tienes razon es muy ingenua, tal vez demasiado por eso acepto ese puesto de responsabilidad. Rosalind podria enseñarla aser un buen lider para su clan pero deberia irse a San Francisco digo tras besarme y te guiño un ojo ten cuidado no te caigas, no me gustaria tener que darte una azotaina por eso

-¿Una azotaina...? Quizá tendría que dejarme caer ahora mismo...- miro la carretera por un instante y los edificios pasando a tremenda velocidad apenas perceptible, mientras imágenes algo calenturientas de John dándome palmadas en el trasero cruzan mi mente. Sonrío de la forma más traviesa que mi rostro puede expresar y finalmente me río pero sigo sujeta al tejado y finalmente vuelvo al interior con el pelo y la ropa algo revuelta.
-Deberías probarlo, te sube la adrenalina a tope... Lo malo es que entonces te entran más ganas de hacer locuras- me muerdo el labio inferior un momento y entonces me inclino hacia su asiento, apoyando un brazo pro su respaldo mientras beso y lamo su mandíbula y su preciosa oreja con toda la intención de "despistarle".

Seguro que si, pero estoy conduciendo digo mirando a la carretera y luego a ti de reojo. Irina, voy a...me rio mientras comienzas con tu juego y niego para girarme y besarte en los labios mientras el coche comienza a dar bandazos. Un pitido y vuelvo a dirigir la mirada al frente.

Sonrío triunfalmente al sentir nuevamente sus labios entre los míos, acompañado del movimiento zigzagueante y algo descontrolado del vehículo.
No lo alargamos demasiado ya que tampoco querríamos causar ningún accidente del que tener que arrepentirnos luego. John enseguida vuelve la vista al frente pero yo continúo cerca de él, jugueteando con mis dedos entre su corto y bien cuidado cabello. Le miro de cerca y además de constatar lo atractivo que es sigo pensando que tiene los ojos más bonitos que he visto en muchos años.
-Es imposible no quererte, ¿verdad?- pregunto de forma retórica antes de volver a mi asiento de copiloto para dejarle conducir con tranquilidad.

Me apoyo en la ventanilla todavía abierta, pero esta vez soló los brazos y la cabeza sobre ellos, pretendiendo que el viento se lleve, aunque sea por un momento, las preocupaciones y miedos que no me permiten darme el lujo de ser feliz. Al menos no del todo.
-¿Qué opinas sobre el primogénito brujah?- le pregunto sin que aparentemente venga a cuento.

Eso dicen, pero yo no se si sera verdad me encojo de hombros y te miro de reojo sonriendo Scott? pues la verdad, me parece alguien muy extraño, es como decirlo demasido extremista. Tuve que sacarle de una reunion por que quiso digamos demostrar que tenia razon con los puños, solo se lo pedi cortesmente pero creo que no le gusto. El dia que ambos nos peleemos ese dia uno de los dos puede que no sobreviva

-¿Cómo que eso dicen...?- le doy un pequeño empujón con la ceja arqueada. Apuesto a que puede tener tantos amantes como se lo proponga pero es mejor no pensar en esa posibilidad.
-Johnny, pues más te vale que seas tú ese que sobrevive...- mi ceño se frunce mientras acabo de subir la ventana con expresión más seria.
-No te lo tomes a broma, no sé muy bien porque le caes tan mal, supongo que será por lo que acabas de mencionar... Pero sabes tan bien cómo yo que no jugará limpio, así que será mejor que no vayas a por él. Al menos no tú solo- me remuevo inquieta y algo nerviosa en el asiento. Creo que ya he hablado más de la cuenta, al fin y al cabo no quiero delatar a los brujah pero tampoco quiero que lo convierten en fiambre trinchado.

Freno el coche y te miro cogiendote por la barbilla sonriendo Te prometo que sere el que sobreviva y ademas le dare una paliza para que se le quite la tonteria de encima para la proxima vez te beso en los labios mientras los ojos brillan por el reflejo de la luna o tal vez por la pasion si el juega sucio yo tambien tengo un par de trucos en la manga que no le gustaran

Apoyo la cabeza en el extenso respaldo del asiento, girándola parcialmente para mirarle cuando me sujeta de la barbilla.
Le devuelvo el beso con suavidad mientras acaricio su pálida mejilla.
-Está bien, confío en ti- le sonrío y vuelvo a erguirme -Creo que ya hemos hablado de demasiadas cosas serias por hoy, ¿no te parece? ¿Por qué no me llevas a algún sitio que te guste?- cambio mi tono a uno más animado y despreocupado. Ya he dicho todo lo que necesitaba "expulsar" y ahora prefiero pasar unos minutos de distracción trivial y vanal.