Partida Rol por web

Me limito a asentir apoyándome en un saliente que resigue toda la pared de los túneles, cerca de una de las luces de emergencia por la cuál pululan insectos variados que apuesto que serían capaces de transmitir enfermedades bastante peligrosas a un humano medio.
-Un dios egipcio, supongo que da igual cuál mientras no sea Seth o Anubis- me coloco el pelo detrás de la oreja y vuelvo a mirar el paquete con curiosidad.

-Y si eso es cierto, ¿vale Igor el poder de un Dios?- mi ceja se arquea como tantas otras veces. Si eso es verdad apuesta a que no sabe cómo usarlo o porque entonces no lo intercambiaría. De hecho ni siquiera estaría aquí, supongo.
-¿Me dejas verlo...?- pregunto en uno de esos tonos melosamente dulces e inocentes que se me dan tan bien cuando pretendo conseguir algo.

Yo no creo en esas tonterias, prefiero comprar la libertad de un compañero con supercherias replico mirandote y apoyandome en la pared mientras esperamos, sonrio y desenvuelvo el paquete. Es una caja la destapo y dentro hay una estatua Nada del otro mundo aunque digan que si, solo es una estatua nada mas, sin poder aunque tambien dicen que uno de los clavos de la Crucifixion puede matar a un Antidiluviano tapo la estatua y vuelvo a cubrir la caja

-Yo creo que sí es posible... No con todos los objetos que se dicen pero sí con algunos de ellos. Al fin y al cabo muchas veces me siento incapaz de acercarme a edificios religiosos que profesen una gran fe, incluso puede molestarme la presencia de un sacerdote que realmente crea en su Dios. Si tenemos en cuenta en esto, y si existiera el clavo que dices, ¿no crees que sería bastante doloroso para nosotros? Estoy bastante convencida de que sí, pero que exista tal reliquia es otro tema...- miro la sencilla y tosca figura con interés pero la verdad es que no llama demasiado la atención a simple vista. Quizá ahí radique la clave de su poder: pasar desapercibida.

-Veamos si se dignan a enviar a alguien o tenemos que conseguir un mapeado de las alcantarillas- me cruzo de brazos y espero con impaciencia mirando a ambos lados con frecuencia.

Scott esta a punto de contestarte cuando ois a alguien que se mueve por los pasillos, dos personas, uno va encapuchado, negra como la noche sin estrellas y el otro va encorvado, es un nosferatu que os mira frotandose las manos...
Visitantes..iiiiiiiiii.....no esperabamos a nadie.....iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.......... ¿Que deseais?

Se produce un breve silencio algo incómodo cuando los ambos brujah nos quedamos mirando a los nosferatu. ¿Entiendo que sean horrendos pero porque habla así? Finalmente me decido a hablar.
-Teníamos una citación con Edmond en el exterior pero por algún extraño motivo no se ha presentado... Nos preguntábamos si podíamos hablar con alguien que pueda ocupar su lugar. Era para tratar el asunto de Igor...- dejo la frase en el aire, separándome de la pared y esperando a ver qué responden o si debemos seguirlos.

Mira al encapuchado Viktor.........iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii...........creo que nos tendran que acompañar......iiiiiiiiiiiiiiiiii..........tal vez tu compañera les pueda ayudar........iiiiiiiiiiiiiiiiiiii........... os miro y os hago un gesto iiiiiiiiii.........seguidme.......iiiiiiiiiiiiiii.........os llevare a un lugar seguro.......iiiiiiiiiiiiii.......... comienza a andar mientras sus pies se hunden en el cenagal hasta llegar a una interseccion y tomar la de la derecha. Unas escaleras de piedra y luego mas bajada al menos en seco, dais vueltas, muchas vueltas y llegais a una gran puerta. Dentro hay una mujer de espaldas leyendo un libro y en el suelo frente a ella esta Quentin algo amoratado jugando con su gato

Miro de reojo a Scott mientras seguimos a ambos nosferatus por el laberinto subterráneo. Había visto nosferatus algo extraños pero éste se lleva la palma... Finalmente nos detenemos frente a una puerta y creo que nada me podía hacer presagiar que en su interior encontremos a Quentin y a una mujer que por el momento ignoro completamente.
-¡Quentin...! Cómo has llegado aquí, ¿estás bien?- le pregunto de forma algo precipitada mientras me acerco a él preocupada, besándole en la sucia cabeza y fijándome en su extraño estado amoratado lo cual me lleva a fruncir el ceño visiblemente.

Pelirosa, hueles raro sonrio mirandote con ojos infantiles y te enseño al gato Akasha me ha abandonado. Isabella me ha dado este gatito para que la sustituya. los ojos se vuelven tristes no puede cuidarla y protegerla, a ninguna de las dos, ese hombre aparecio y las inmovilizo, las golpeo y tuve que escapar cuando me lo pidio la doncella. TEngo que ir, van a hacerla daño y a ti si te encuentran.

-Sí, el camino hacia aquí está bastante sucio- le sonrío cariñosamente y miro su gato con cierta lástima mientras me pongo en cuclillas junto a él. Tiene una fea costumbre de sentarse en el suelo...
-No te preocupes, varios valientes van a encargarse de ir a buscarla, seguro que la traen sana y salva. ¿Por qué no me cuentas más sobre ese hombre...? -paso mi brazo alrededor de sus hombros mientras de reojo miro a la supuesta Isabella todavía sin excesivo interés. Y dónde diablos se supone que está Igor...

Tenia los ojos negros, como una noche sin luces, las sombras le abrazaban como si fueran sus hijos y le obedecian como.... me encorvo en el suelo gimoteando como un bebe mientras el gato maulla no...otra vez no, no se donde esta, sacalo de mi cabeza, es frio, me da miedo...oscuridad, es viscosa

Quentin, tranquilizate, aqui no te hara nada, te lo prometo me levanto dejando el libro a un lado y miro a los dos que os han acompañado Creo que deberiais haber traido otra cosa que os pedi, no a mas visitas. Edmond os dijo que nada de visitas en un tiempo. Viktor, por favor mi amor trae algo para que coma Quentin, ire a ver a nuestro enfermo a ver que tal esta

Si Isabella, los encontramos en el camino digo al quitarme la capa que llevo creo que no encontre todo lo que me pediste, aun queda un poco, lo conseguira tu contacto. me acerco a Quentin y le doy una botella como de refresco Tu zumo favorito colega, seguro que te encantara como el de ayer

-Isabella tiene razón, ahora ya no está aquí, tranquilo... no querrás asustar a tu gatito, ¿verdad? Tienes que cuidarle- le sonrío pacientemente y le froto la espalda hasta que se tranquiliza y puedo levantarme mirando con más detenimiento la habitación y la extraña mujer.
-Edmond parece haber desparecido del mapa, teniamos una cita con él para hablar del asunto "Igor". ¿Es el enfermo que acabas de mencionar...?- le pregunto con interés apreciando su exagerada palidez. Aunque estando aquí abajo encerrada es normal, pero aún así resulta extraño pues no parece nosferatu.
-Yo soy Irina- me presento escuetamente pero ejerciendo un mínimo de educación.

Isabella Giovanni, tan hermosa como la ultima vez replico acercandome y cogiendola de la cintura para besarla en los labios mientras Viktor se levanta del suelo apretando los puños y lanzandose Quieto neonato, la dama me conoce lo suficiente y es solo una beso de amigos

Un tortazo va despues y miro a Viktor para calmarle Scott como no, seguro que...olvidalo. miro a Irina y hago un leve gesto con la cabeza Isabella, solo Isabella, si el enfermo es Igor, alguien el ha administrado un veneno que puede acabar con los vastagos. Intento mantenerle con vida, pero es casi imposible, ni mi sangre le mantendra mas tiempo. Llege demasiado tarde para administrarle nada

Me quedo algo aturdida ante los sucesos que se llevan a cabo. Scott morreando a una supuesta Giovanni, el neonato que tampoco parece nosferatu mosqueándose y mientrastanto Quentin y yo ahí plantados sin saber muy bien qué hacer. Bueno él sí, beber su "zumo". Este sitio es muy raro... y oscuro. Demasiado para mi gusto y el de la mayoría.

-Tengo entendido que hay rituales para extraer cualquier tipo de venenos del cuerpo de un vástago, pero supongo que...- dejo la frase en el aire, muy al estilo Marizsa, casi se me escapa la risa ahí mismo.
-Será mejor que hablemos con él antes de que se nos agote el tiempo- miro a Quentin y le sonrío cariñosamente -¿Vas a querer quedarte aquí? Seguro que a Kesha le encantaría jugar con vosotros- dejo que se lo piense un rato, mientrastanto podemos ir a visitar a nuestro camarada ruso.

Eso ha sido lo primero que he intentado, pero ha sido imposible replico caminando hacia una puerta lateral, miro a Quentin de reojo mientras sigue con Viktor tomando su zumo. Tal vez necesite algo de descanso y un lugar mas tranquilo, no puedo vigilarle si estoy investigando sobre el ritual. Aunque el sea parte de esa manera de pararlo. Irina,cuidale, Viktor os acompañara luego cuando querais salir. Had que no piense en Graziella, si lo hace saldra a buscarla y podria encontrar la muerte al amanecer

-La verdad es que nunca he tenido que hacer de niñera. Bueno, hace muchos años...- mis recuerdos divagan por un momento hacia una parte de mi pasado que me niego a recordar en estos momentos así que me centro en el sitio en el que estoy y la puerta que se alza ante nosotras.
-Le cuidaré todo lo bien que pueda, además yo también tengo que esperar a alguien- sonrío melancólicamente y asiento para mí misma esperando a que la puerta sea abierta. Supongo que habrá sido alcanzado por algún veneno assamita bastante potente pero no sé si es motivo para tenerle tan encerrado. Veremos qué tiene o puede decirnos...

Isabella abre la puerta y al otro lado sobre la cama hay un hombre tumbado entre sabanas blancas algo sucias. Su cuerpo esta lleno de heridas supurantes, un paño descansa en su frente. En un rincon en la penumbra hay dos bultos, uno alargado y otro mas cuadrado.
Esta delirando con los ojos en blanco apretando las sabanas con sus puños, retorciendolas

-Vaya, apenas parece un vampiro...- comento por lo bajo mientras mi expresión se endurece al ver el maltrecho estado de Igor, al cuál me acerco con lentitud para no sobresaltarle hasta sentarme en el borde de la cama para hablarle con suavidad y tono paciente.

[RUS]-¿Podemos hablar contigo un momento? Soy una camarada de clan, mi nombre es Irina... No tienes que responderme si te sientes demasiado cansado[RUS]- le sonrío amablemente mientras de reojo aprecio los bultos que reposan en la pared. ¿Serán los objetos de los que hablaba Scott...?