Partida Rol por web

Ian, mi pequeño demonio, el hastio a veces nos puede. Llevo viviendo demasiado y el mundo termina aburriendote y buscas la muerte. niego acariciandote la mejilla hasta los labios

Solo he seguido adelante sabiendo que terminaria encontrando a alguien que me enseñaria de nuevo a ser como era antes. Al principio cazaba como tu, a los indeseables que con mi belleza me daban su sangre gustosos, siempre es asi.

Otra vez Demonio. Una vez más, comparándome con aquel amor de su pasado, el demonio torturador. No pienso nombrarle, no le daré el placer de su recuerdo. Yo se vivir el presente y luchar por el futuro. Y olvidar el pasado. No puede vivirse el pasado. Las presas pasadas no pueden volver a cazarse.

• No me llames demonio, amor. El demonio es maldad, y eso es algo que no hay en mí. Te lo dije antes, no disfruto del dolor ajeno, no disfruto con cada muerte. Mato y causo dolor, pero no por maldad. Es instinto. Llamame animal, llamame bestia. Pero no me llames demonio.

Enseñarle a ser lo que era antes, a cazar a los indeseables. Nunca he cazado en función de parámetros como el bien o el mal. El león no caza a los búfalos buenos o malos. Perdona la vida a los más aptos y caza a los enfermos y débiles. Es la selección natural. Del mismo modo, yo cazo a aquellas presas que llaman mi atención y son lo bastante incautas, aquellas que no merecen seguir viviendo. Aquellas que no deberían perpetuar su especie.

• Yo te enseñaré lo que se, Sarah, y tu me enseñarás a mi. Ambos seremos maestros y alumnos, enseñaremos y aprenderemos, amaremos y seremos amados...

Sonrio acariciandote la mejilla y volviendo a besarte en los labios.

Mi amor, lo intentare. Pero el demonio a veces tambien es lujuria y desenfreno niego y asiento con naturalidad Seras mas maestro mio que yo tuyo, pero te amare mas de lo que podre demostrarte por eso debes estar seguro. Seras mi angel, un angel de alas negras y mirada depredadora.

Mi depredadora mirada no puede separarse de su rostro. La mira sonriente, feliz. Mi vida es la caza, pero sobre esta superficie mullida y rodeado de sábanas de seda es la primera vez en mucho tiempo que no pienso en eso. La caza siempre será imporante en mi vida, pero Sarah ha despertado en mi ciertas cosas que no había disfrutado aún. Ahora mi vida no es tan sencilla, tan simple, hay mucho más.

• Tú si que eres mi ángel, mi hermoso amor angelical. Y yo seré tu bestia de lujuria irrefrenable, mientras así lo quieras....

Acaricio su bello rostro de palidez marmólea, con la ternura con que se acaricia aun cachorro recién nacido. Con el cuidado y mimo con que se cuidan las cosas más delicadas. Le doy un beso en los labios, alargándolo lo más posible, sin querer separar mis labios de los suyos.

Niega mientras sonrie y deja que la beses. No quieres separarte pero es hora de que vayas a llamar a alguien y aun asi seguira aqui esperando para tus caricias y tus besos.
La bestia de tu interior no se rebela, es mas esta apaciguada como si la sangre de esta pasion la hubiera saciado esta noche, tal vez otra no sea posible.

Un recuerdo viene a mi mente, uno que me hace maldecir por todos los infiernos. Tengo una llamada pendiente, y ya la he dejado pasar demasiado tiempo. La obligación seimpone a la devoción, y es devoción lo que siento en estos momentos. Devoción por la piel inmaculada de mi ángel, por sentir su carne sobre la mía, por besar sus labios y beber su sangre...

¡¡Maldición!!

Me separo bruscamente de Sarah, soltando un gruñido semejante al de un depredador acorralado, a sabiendas de que no sería capaz de hacerlo de otro modo. Necesito de mi ímpetu animal para hacer lo que debo, para cumplir con mi obligación y necesidad. Ahora desearía no haberme desprendido de mi teléfono en el pasillo del avión, haberlo traído hasta aquí y poder hacer esa llamada desde la cama...

• Ahora vengo, mi amor. Será solo un instante...

Sin darle demasiado tiempo a impedir mi marcha, salgo del compartimento en dirección al pasillo, a buscar mi chaquea, que descansa sobre el suelo del avión, donde la dejó Sarah tras arrancarmela en un ataque de pasión descontrolada.

Es una llamada corta, hablar con mi mayordomo y preparar mi llegada. No me llevará mucho tiempo...

Sonrie mientras te ve marcharte. La chaqueta esta donde callo, algo rota, tendras que ponerte otra cosa cuando llegueis. Marcas el numero en tu telefono y tras un par de tonos consigues que descuelgue al otro lado y escuchas su voz.

Lord Nottingham, tengo buenas y malas noticias. Hemos limpiado la casa, pero hay diversos desperfectos que... no pueden ser reparados con toda la premura que necesitais. He conseguido una habitacion en uno de los mejores hoteles de la City ademas de que habeis recibido una extraña invitacion para una fiesta dentro de un par de dias.

¿Desperfectos? ¿Que clase de desperfectos pueden haber ocasionado en mi morada familiar, que hacen necesario que descanse en un hotel en lugar de en mi propia casa? Este tipo de inconvenientes hacen que quien habita en mi interior ruja con furia. Él jamás entenderá la necesidad que veo en un sirviente humano, y cada ocasión en que me falla es un argumento más para que él decida convertir a mi siervo en mi proxima presa.

Trato de tranquilizarme, en calquier caso. No es el momento de desatar una ira irrefrenable. La imagen de Sarah esperándome sobre la cama al final del pasillo logra relajarme, y tan solo suelto un pequeño gruñido por el auricular, antes de indagar más en el problema.

• Por el amor de dios ¿Que clase de desperfectos ha sufrido el palacio de Greystock? ¿Que diablos estabais haciendo para causar tanto destrozo?

Señor como hacia mucho que no estaba habitada, algunos cristales se han roto. El tejado tiene algunas goteras, hay que cambiar algunos muebles y algunas baldosas estan bastante deterioradas.

Trabajamos deprisa y posiblemente en una semana como mucho este todo resuelto. Traga saliva al otro lado mientras espera antes de seguir Con respecto a la invitacion, requiere confirmacion de asistencia y si ireis con algun acompañante

No han sido los obreros durante las reformas de acondicionamiento. Es el paso del tiempo, toda una vida lejos de mi hogar, lo que ha dañado el palacio. Supongo que es normal, el paso del tiempo todo lo destruye, todo lo cambia.

Excepto a nosotros, los eternos.

• Está bien, una semana, Connor. Pero necesitaré una suite doble, en ese hotel. Cama de matrimonio. Y asegúrate de tener el armario bien surtido con mis mejores trajes. Y algunos vestidos de mujer, elegantes y juveniles. Ve a las mejores boutiques y que te asesoren.

Los vestidos son un detalle para con mi invitada. A todas las mujeres les gustan ese tipo de agasajos.

• Respecto a esa fiesta... Acudiré, acompañado. Dime donde es -Quizás Sarah conozca el lugar y sepa de qué se trata- ¿Por qué dices que la invitación es extraña?

Pues por que no entiendo algunas cosas de lo que pone en ella traga saliva de nuevo para leer

Cita:

Señor, no entiendo eso del principe. Ademas no se si seria muy adecuado esa falta de respeto por la reina. pasos a tu espalda en la habitacion, ves la figura de Sarah caminando hablando con un telefono sonriendo.

La habitacion estara preparada con sus indicaciones cuando llegue el señor, en el mejor hotel de la ciudad. La direccion de la fiesta es XXXXXXX, llamare para confirmarlo

• Jajaja...

Se me escapa la risa sin poder controlarla. Pocas veces soy incapaz de controlar mi propio sentido del humor, porque en escasas ocasiones algo me hace tanta gracia. Siepre mantengo el mismo debate interior acerca de la utilidad de hacer partícipe a Connor de mi verdadera vida. Es cierto que lleva muchos años conmigo, que me es leal y que es un valioso y profesional sirviente. Jamás ha abierto la boca a pesar de mis excentricidades, y ni siquiera me ha preguntado cómo es que jamás me ha visto de día. Pero Labika siempre insistió en mantener nuestra vida nocturna en total secreto hacia los mortales. Claro que, ahora que ella no está...

• No te preocupes por eso, Connor, no es ese Príncipe. Creo que se de qué se trata, es una fiesta de disfraces y ya sabemos de que irá el anfitrión -Casi me echo a reir ante mi ridícula excusa, pero en ese momento unos pasos a mi espalda me distraen- Confirma mi asistencia y la de mi acompañante Sarah Mathius, te llamaré desde el hotel en cuado esté instalado.

Corto la llamada y me giro en dirección al camarote. El Príncipe. Sarah me habló de eso no hace demasiado. El vampiro mayor de la zona, quien impone el orden y domina el lugar. Los demás somos solo sus invitados, quienes gozamos de su hospitalidad. Entre los míos, la hospitalidad es algo sagrado, acudir a su fiesta es un imperativo.

Abro completamente la puerta del camarote y me qedo ahí, observando a sarah, quien parece estar hablando por un teléfono fijo en el que no había reparado hasta ahora. Esperaré a que termine, aquí, apoyado el hombro en el marco de la puerta.

Disfrutando la belleza de esta imagen.

Ire con un amigo, bueno mas que un amigo...te lo presentare alli, seguro que te encanta todo un caballero. Estoy enamorada digo girandome y te miro cuando llegue a Londres te aviso, cenamos juntas y me compro algun vestido para ir. Anna creo que me conoces lo suficiente como para saber que no hare nada malo, te quiero yo tambien, no te muerdas la lengua al besar a ese italiano cuelgo y suspiro dejandolo en la pared y cerrando un panel

Bueno, que era eso tan importante que ha echo que te marcharas de mi lado tanto rato

Cita :

Enamorada. He oido a muchas mujeres decir lo mismo, antes. En ocasiones por mi, en ocasiones por otros hombres. La mayoría de las veces no era más que un capricho pasajero ¿Es eso lo que yo soy? ¿Un capricho en la vida de una mujer que lo tiene todo? ¿O hay algo más...?

• Parece que estoy invitado a una pequeña fiesta organizada por el... Príncipe. Estamos, quiero decir.

Sonrío y me acerco apasionado a Sarah, tomándola por los hombros con fuerza y besándola en los labios. Cuando la suelto, la miro a los ojos, recordando en su brillo sus palabras: Estoy enamorada.

• El enamoramiento es facilmente confundido con el capricho ¿No me habrás convertido en tu pequeño capricho, verdad Sarah? No permitiré que me dejes tirado cuando te aburras de mí...

TE miro y me quedo pensativa...

Anna me dijo que ella tambien pero que posiblemente vaya con su italiano, asi que tendria que usar su invitacion sino me mando una. Me encantara ir a la fiesta contigo cogida de tu brazo. Sere la envidia de muchas mujeres esa noche

El beso, la fuerza que le imprime, la pasion su mirada como salen las palabras de sus labios, cualquiera tendria miedo, pero yo no. Un mechon de mi pelo surca mi rostro tapando uno de los ojos.

No eres mi capricho, si lo fueras no estarias en este avion, ni compartirias mi lecho, ni mi sangre. Solo me alejara la muerte de ti, aunque me la provoques tu, mi Otelo

Mis dedos se alargan para apartar el mechón que me impide ver sus ojos en toda su profundidad. Sonrío, aún sin pretenderlo. Supongo que esto es la felicidad ¿O será otra cosa? Nunca me he preocupado de tales menesteres, me he limitado a saciar mi hambre y disfrutar de cada noche salvaje. Ahora me encuento aquí, en este aparente estado de inferioridad ante esa vampiresa cuya mera presencia subyuga mi alma y mis intenciones. Y me pregunto qué es esto que atenaza mi corazon.

• No precisas usar invitación alguna, si es que no la has recibido. Estás anunciada como mi acompañante, querida... Y seré yo la envidia de los hombres del lugar. No se quien es ese Otelo, pero dudo que sea la mitad de afortunado de lo que yo me siento en este instante...

Que interesante, entonces no me preocupare nada mas que de ir guapa para que todos sigan teniendote envidia cuando nos marchemos despues sonrio apoyando mi cabeza en tu pecho y cerrando los ojos

Ian, no te preocupes por conocerle, solo ha sido una comparacion. No te pareces en nada a el, se que no me harias daño

Su cabeza en mi pecho hace que despierte en mi un sentimieno muy diferente a la irrefrenable pasión de hace un rato. Es como un gatito adormilándose sobre un león, sintiéndose seguro ante sus zarpas mientras éste le lame la cabeza con su enorme lengua. Protegiéndole, cuidándole. Es el instinto. Instinto animal. Instinto de protección.

Quiero protegerla. Quiero cuidar de ella.

¿Por qué? Jamás había sentido algo así...

Cita :

¿Como iba a hacerlo? Me siento desarmado ante ella. Impotente, debil... y a la par poderoso y exultante. Es... extraño. Es... desconcertante.

Es... agradable.

No tengo palabras. Me limito a abrazar a mi gatita, a sentir que la protejo con mis zarpas. A acariciar su pelo con mis dedos.

Me gustan sus caricias, es tan protector, haria lo que fuera por no perderle, por no perder este momento. SE que el amanecer cuando nos descubra estara tambien a mi lado abrazandome y protegiendome hasta la noche siguiente.

Ian... susurro abrazandote por la cintura y besandote en el pecho suavemente.

Mis ojos comienzan a cerrarse, a sentir el peso de los años sobre sus párpados. Comienzan a perder sensibilidad. El amanecer se acerca, inexorable como la falsa muerte que me acompaña cada día. Puedo sentirlo, aún sin verlo. Lo siento en mis ojos. Lo siento en mi pelo. Lo siento en mis labios.

Y por primera vez desde que fui arrastrado a la larga cacería nocturna, no estaré solo en mi día de muerte y sueño. Labika siempre se negó a descansar a mi lado. Era muy celosa de su propio descanso, y hacía años que había aprendido el extraño poder de enterrarse en las entrañas de la tierra durante el día. Hoy, en cambio, es Sarah quien está a mi lado. Más cerca de mi alma en solo una noche de lo que estuvo mi maestra en años.

Me pregunto si sentiré algo durante las largas horas de sol. Nunca sueño, nunca siento ¿La sentiré a ella? ¿Será mi descanso, mi muerte en vida, más placentero y reparador con ella a mi lado? ¿Que sensación me embargará cuando, llegada la noche, me llegue el aroma de sus cabellos cercanos, la visión de sus ojos estrellados, el tacto de su fina piel...?

El cansancio comienza a llamarme. Invito a Sarah con mis manos a regresar a la cama, tumbarnos a descansar. Abandonar nuestros cuerpos y que el peso de la gravedad nos acomode uno al lado del otro, con nuestras extremidades entrelazadas.

Formado un solo ser.

El nuevo ser en que me he convertido.

En que me has convertido, Sarah...