Partida Rol por web

SEguimos investigando las implicaciones de todos, pero creo que hay algo que no sabemos...si el antidiluviano ha aparecido, deberiamos saber ya de su presencia a menos que alguien le este dando cobijo. Tengo un mal presentimiento

Tras un rato de caminata acabas en el lugar mas insospechado, bueno la alcantarilla esta resguardada, la levantas y entras dentro caminas un rato y llegas a una interseccion donde te espera alguien encapuchado que sisea al verte

¿que quieresssss extranjero ?

A pesar de la repugnancia que me había provocado siempre el tener que acudir a los asquerosos refugios de los Nosferatu, la verdad es que tenía que reconocer que podían ser útiles a menudo. A pesar de ello eran, sin lugar a dudas, con los que más me costaba mantener los modales. Aunque tampoco lo intentaba demasiado si no era realmente necesario...

- ¿Extranjero? - respondí con una siniestra sonrisa - Pocos ingleses podrían decir que hayan vivido tanto tiempo en la Gran Bretaña...

- Busco información, como siempre. Pero sobretodo busco a una tal Isabella...

Extranjero en esssstasss alcantarillasssss replica mientras comienza a andar frotandose las manos. Isabella si la conozco es una mujer muy hermosa y con un cuerpo tan...su sangre tiene que ser deliciosa. Os llevare hasta ella, si no quereis nada bueno de ella se encargara de mataros con sus manos o su guardaespaldas lo hara

Camina delante tuyo por los pasillos haciendo un extraño recorrido hasta una puerta de madera. La abre y al otro lado ves a dos mujeres a un vastago jugando con un gatito y a otro mas fornido hablando con ellas. Una de las mujeres te mira, es muy hermosa pero de piel cenicienta.

La puerta se abre de nuevo y entra un hombre, Isabella se gira hacia el y carraspea mientras suspira ya un poco hastiada de que la gente se lo haya tomado como un paseo.

Bienvenido a la Biblioteca digo con voz suave mientras me acerco, un vestido de color rojo como la sangre cubre mi estilizado cuerpo mientras mi melena negra esta suelta. ¿en que puedo ayudarte?

Aparto el grueso volumen que tenía delante y lo dejo en una columna de libros que tengo a mi derecha, cogiendo otro de un montón de mi izquierda para empezar a ojearlo y leerlo por encima mientras Isabella da algunas explicaciones, aunque para mi gusto son muy escuetas y para Hurricaine apuesto a que también.
Levanto la cabeza para decir algo pero alguien más irrumpe en la vieja biblioteca. ¿Es el día de puertas abiertas y no me había enterado?

Observo al hombre que entra, me resulta algo familiar pero no sé exactamente de qué así que no le doy más vueltas al asunto y viendo que Isabella se encarga de dar la bienvenida yo respondo a Hurricaine con mi escasa dialéctica.
-No sé quién puede ser esa mujer, pero supongo que es posible liquidar a toda la estirpe con ellas puesto que en realidad son objetos sagrados, creados por los propios arcángeles- apoyo una mano sobre la desgastada mesa y tamborileo ligeramente con los dedos en ella.
-Pero cómo también te dije las espadas eligen a su propio portador, y no al revés. Así que dicha mujer debería convencer a los seis elegidos de que la ayudaran en su misión y por los dos que conozco de momento dudo que lo consiguiera si no es una alta dosis de Dominación o Presencia- me encojo un poco de hombros, para ser sinceros esa supuesta víbora es lo que menos me preocupa ahora.

Dandole poco y casi nula importancia a la persona que habia entrado por la puerta, se acerco un poco mas a Irina, escuchando todo lo que tiene para decir con mucha atencion, ya que era para eso por lo que habia ido.

Al parecer habia un gran numero de vastagos que se habian movilizado a raiz de esta problematica.

Eso que acabas de decir es bastante importante, ya que eso nos compra un poco de tiempo, por asi decirlo, no te parece? - Dice Hurricaine, mientras toma una silla y la enfrenta, poniendo el respalo hacia Irina. Se sienta y apoya sus grandes brazos cruzados en el respaldo.

Como recien dijiste, no sabemos tampoco de lo que es capaz esta persona... lo que la hace mas peligrosa... Segun mi entender debemos movernos antes que ella... O sea, adelantarnos y resguardar lo que podamos. No es lo mio actuar en las sombras

Vaya, ¿tan mala impresión doy? - pensé divertido ante el comentario del nosferatu, mientras me internaba en la sala. Fue entonces cuando vi a los presentes.

Los innumerables pequeños imprevistos del destino no dejaban nunca de sorprenderme. ¡Pero si tenía nada más y nada menos que a la antigua primogénita Irina ante mis ojos! ¡Tal vez podría matar tres pájaros de un tiro! ¿Pero que debía estar haciendo ahí? Aunque viéndolo mejor, el hecho de que estuviera ahí tampoco era extraño tras los últimos acontecimientos...

A pesar de todo tenía que ir con cuidado con la información que tenía y a quién se la daba, especialmente en la guarida de los Nosferatu. Nunca se sabe quién puede estar escuchando en el mundo vampírico...

- Usted debe ser Isabella, si no me equivoco. Me llamo John Anderson, es un placer conocerla. - saludé cordialmente - Me gustaría hablar con usted a solas, si no es inconveniente. Aunque si está ocupada puedo volver más tarde... - terminé echando un vistazo al resto.

Tan solo la información que había podido escuchar en ese breve momento era ya interesante. Seis espadas, sagradas, creadas por los arcángeles... Acabaría creyéndolo y todo... Y esa mujer... ¿se referirían a Valerius?

-Sí y no...- respondo de forma contradictoria a Hurricaine mientras decide tomar asiento junto a mí, así que me centro en él en lugar del libro por simple educación.
-Si cómo dices hay alguien que quiere reunirlas para destruirnos sin duda es una ventaja, pero por otra parte tenemos a un supuesto monstruo que también podría acabar con todos y sin las espadas nadie podrá detenerle. Es un poco complicado me temo...- dejo la frase parcialmente en el aire, dejando que sea él el que hable antes de negar con la cabeza.

-El Príncipe creyó que estaba loca, tanto yo cómo los demás que le advirtieron, su decisión será incrementar la vigilancia pero los vástagos no podrán detener a esa criatura y los portadores de las espadas... Me temo que sólo sé de dos de ellos y no sé ni dónde encontrarles- miro a Isabella y al que se ha presentado cómo John antes de susurrarle a mi compañero de charla -Pero quizá ella sí lo sepa, después le preguntaré.

Si la verdad tienes razon... no se sabe a quien detener primero, simpre pensando en que se pueden detener Dice mientras mira el suelo...

Siguo escuchando y se inclino para oir mejor lo que le decia en voz baja y en efecto, la otra mujer quizas sabria algo del asunto... Solo era cuestion de hacerse de esa informacion

Miro a Irina y la verdad todo este asunto letenia sin cuidado... La verdad que no se que es lo que deberia hacer... pero... quizas Elena sepa... Dijo con una voz muy pensativa para si... aunque fue un penasmiento en voz alta... e Irina fue capaz de oirlo...

Las auras:

--La de Irina en este momento es algo indecisa como si algo no la gustara y algo se la escapara

--La del tio hormonado es la de un bravucon, alguien irascible

--La de Isabella, es algo indecisa, como si mil colores se formaran en ella y tiene un leve trazo de haber realizado una diableri, hace mucho pero ahi esta como una marca.

ASi es, yo soy Isabella, un placer Mr Anderson replico mientras señalo una silla cercana para sentarse y camino hacia otra mis compañeros estan ocupados haciendo algunas cosas e investigando como puede observar Me siento y espero NO se preocupe, no nos oiran, me ocupare de ello, como un amigo que nos esta vigilando desde hace un largo rato, mi guardaespaldas

¿Qué pretendía aquella mujer? ¿Asustarme? Soy muy consciente de los poderes de la ofuscación, y más en una guarida nosferatu, pero el hecho de que desvelara la existencia de su guardaespaldas solo podía demostrar un intento de intimidación... o que era imbécil, cosa que, en principio descartaba.

¿Además diabolista? Tal vez tendría que ocuparme de ello más adelante, cuando solucionara aquel asunto...

Fuera como fuere, tomé asiento en la silla frente a ella y, a pesar de sus palabras, hablé en tono de voz relativamente bajo.

- Iré al grano, si le parece bien. Verá, últimamente están pasando cosas realmente extrañas en Londres: numerosos vástagos teniendo pesadillas, por ejemplo, rumores de un peligroso ente que va a despertar... He escuchado que usted sabe bastante del tema...

Hice una pausa y la miré, esperando a que respondiera.

-¿Elena? Estás loco si confías en esa mujer, sólo con decir que es una Lasombra debería bastar... Pero de todas formas es demasiado extraña, incluso para mí. De todos modos se largó hace apenas un par de días de viaje con un amigo mío, sigo pensando que esa mujer está empezando a desviarse hacia otro linaje, el de los espejos rotos. No me extrañaría que fuése ella la que quisiera liquidar a la estirpe- aunque otro par de nombres acuden a mi mente pero de momento me los reservo para mí.

-Mi opinión es que deberíamos encargarnos de reunir a los que tienen las espadas para informarles de todo y que decidan por sí mismos qué es lo que quieren. Para mí lo prioritario ahora es ese Antediluviano...o lo que sea. Después ya nos preocuparíamos del resto. A mí tampoco me va mucho la política y la estrategia- admito con un resoplido sonoro mientras me apoyo en el respaldo de la silla.

Creo que has hablado con mi amiga Anna, si es cierto, cuando supe de esas pesadillas me puse a investigar y con algo de ayuda de los Nosferatu, pude averiguar que todo forma parte de una leyenda replico mientras abro un libro de encima de la mesa en una pagina que tiene un dibujo de un grupo de personas con unas armas que rodean a otra. Parece que un visionario de nuestra estirpe tuvo una vision de esto, y hace mucho se realizaron las espadas por lo que parece se han usado antes pero de eso no estoy segura. Las espadas eligen al portador y no pueden transferirse nada mas que con la muerte. Hace poco Anna vino con podriamos decir su hermana gemela, una española que habia visto las espadas y que ademas traia algunas de ellas, las que tenia un loco en Sevilla. Por lo que se algunas ya han sido entregadas

Extrañado por la reaccion que habia tenido Irina justo en el momento de haber oido el nombre de esta muchacha. Todo estaba muy relacionado y comenzaba a dolerme la cabeza ya de tanto pensar... e intentar de unir todas las pistas que tenia. La plitica tampoco era lo mio. Al parecer tenia mucho mas en comun con esta persona que acababa de conocer que con Ivan.

Esta Elena, resulta que es la nieta de mi socio, un cabo suelto que dejo en su vida mortal sin siquiera el saberlo. Por aquellas vueltas del destino termino siguiendo el mismo estilo de vida que el abuelo, solo que uno es un Ventrue y la otra Lasombra, que ironico no? Esta en la mansion donde yo resido... quizas si voy contigo podamos sacarle informacion valiosa.