Partida Rol por web

Tras el enfrentamiento con Shockbyte, los 6 de ustedes terminaron consolidando un grupo. Esa experiencia los había unido, y a esta altura ya acostumbraban a quedar para patrullar y hacer misiones por la ciudad. 

Águila Negra había visto potencial desde esa primera pelea. Benson nunca sería Barry pero, si era capaz de liderar ese grupo de jóvenes poderosos, podría mostrar que es digno de portar su capa algún día. Por eso le dio un almacén de su propiedad para que utilizarán como base. Estaba prácticamente vacío, pero servía de punto de encuentro y como lugar de entrenamiento. Su hermana Becka (a pedido de su padre) desarrollo unos comunicadores casi imperceptibles que se colocaban dentro del oído para mantenerse comunicados durante las misiones.

Por su parte, los amigos de Magnabolt son los que le convencieron de unirse. Era justo de lo que estaban hablando en el centro comercial. La audiencia amo al resto del equipo cuando empezaron a aparecer en videos donde patrullaba o combatía con villanos. Los números de Magnabolt se multiplicaron, lo que le permitió conseguir canjes de sus patrocinadores para aportar a la base colchonetas de entrenamiento, algunas pesas e incluso una televisión nueva para colgar en la pared.

Blueflare y Saya ya estaban acostumbradas a patrullar juntas la ciudad. El gobierno vió con buenos ojos la compañía de otros héroes. Buenas influencias que se asegurarían que no caiga en malos hábitos.

AEGIS recomendó enviar a uno de los suyos para asegurarse que los heroes influencien a Blueflare y no viceversa. El agente Michael Occum tenía asignado el seguimiento de Blueflare pero sintió que iba a desencajar en un grupo de chicos. Por eso le pidió a El Magistrado (a quién conocia desde que era un niño ya que arresto a los asesinos de sus padres cuando trabajaba en el FBI) que se integre con ellos. Le comento que podía ser una buena influencia para la chica. Pero El Magistrado conocía bien a Michael. Si insistía tanto era porque creía que la chica también podía ser una buena influencia para él. 

La que peor lo paso tras la batalla del centro comercial fue Darkness. Las historias sobre las personas que salvo se vieron eclipsadas por la noticia de quien era su padre. Darkness no era una heroína, era la hija de Martin Moreau. Peor que eso, era su hija obediente. Aunque nunca nada se probó en ningún juzgado, todos sabían quién era Moreau. Y nada bueno podía salir de su hija, sobre todo si estaba orgulloso de ella. Por suerte el resto del equipo había visto las vidas que salvó ese día y no dudaron en invitarla a unirse al equipo cuando volvieron a cruzársela patrullando la ciudad.

VARIOS MESES DESPUES…

Otro día normal en Freedom City. Los pájaros vuelan, los supers también. El monorriel atraviesa los rascacielos de la ciudad a toda velocidad. Y las alarmas del banco de Freedom City vuelven a sonar. 

Patrullas policiales bloquean las salidas, sirviendo de cobertura para los agentes que apuntan hacia la entrada. Dos camiones negros con el logo de AEGIS aparecen en la escena y de ahí bajan unos agentes a conversar con los oficiales de la policía. 

Ustedes se encuentran en la terraza de un edificio que se encuentra frente a la puerta del banco observando la situación. Desde dentro del banco se escuchan disparos y gritos, pero desde donde se encuentran no pueden observar bien la situación. No logran determinar la cantidad de enemigos ni de víctimas. La policía se encuentra quieta rodeando el banco. Observan que de la doble puerta principal salen plantas verdes y robustas cubiertas de espinas que la bloquean e impiden el paso 

¿Qué hacen?

Observaba el banCo sentada en el borde de la azotea moviendo los pies de delante a atras. No me correspondía a mí marcar las directrices del grupo, para eso estaban... quien era el lider,? nunca lo tuvo claro. Por un lado estaba Cuervo, quien venía de un grupo de heroes famosos y, sin duda, había recibido entrenamiento en aquel campo en concreto, pero por otro estaba el aura de liderazgo de El Magistrado.

El magistrado daba un poco de miedo hasta que lo conoces... después más -no pudo evitar reir por lo bajo.

Bueno, no importaba, lo importante es que frente a nosotros estaba ocurriendo algo grave y debíamos hacer algo. Observó la azotea del banco. Era un lugar donde, aparentemente, los villanos no había puesto protección ni vigilancia. Era solo una pequeña idea que dijo en voz alta, más para Maddy que para el resto. Se levantó gracilmente y de un pequeño salto se colocó junto a su amiga, cogiendola de ambas manos inconscientemente. 

Y si entramos por la azotéa, parece que están preocupados por la policia y se centran en ellos? -le comentó, puesto que en aquel equipo, varios de ellos podrían con sus poderes, sin duda, alcazarla y llevar al resto.

Saya esperaba que su propuesta sería del agrado de Maddy y le acariciase la cabeza como recompensa.

-Aquí la chica felina tiene un punto, no parece que entrar por la puerta principal sea buena idea- di otro sorbo del refresco que me había comprado, haber subido todas esas escaleras me había dejado seco -El único problema es como se supone que llegaremos hasta allí todos, a no ser que a Cuervo le haya prestado su padre el Hawk-móvil- me gire rápidamente hacia él tras pronunciar estas palabras, ¿y si era el caso? -Dime que te lo prestado, por favor-.

Terminé el último sorbo y estiré un poco los brazos -Bueno, en cualquier caso, ¿Cuál será nuestro plan de acción una vez dentro? ¿Priorizamos a los civiles o a los ladrones?- me arme de valor para dar un par de pasos hacia el borde del edificio y asomarme, lo de quedar en azoteas era algo que me ponía siempre de los nervios, pero es cierto que le daba a todo un toque más dramático -Por no decir que esas plantas de ahí son de todo menos normales, aquí pasa algo raro, ¿algún villano que os suene? ¿Planta-man a vuelto a las andadas quizá?- mientras miraba hacia abajo no podía dejar de pensar en otra cosa... como hacer la entrada heroica más espectacular posible, algo que saliera en la portada de todos los telediarios, ¿y si aterrizo encima de un coche?, no pero que digo, si salto desde aquí me mato seguro. 

El método más sencillo probablemente sea pedirle ayuda a tus compañeros. El techo en el que se encuentran es el más cercano a la azotea, pero sigue estando bastante lejos para una persona normal. Aunque, una persona normal no tiene super velocidad. Si tomas carrera, saltas en el momento justo y el viento juega a favor, tal vez tengas chances de llegar por tu cuenta sin ayuda de nadie. Pero no podés estar seguro que eso funcione.

Al finalizar la pregunta a tus compañeros se escuchan unas hélices. Un helicóptero con el logo de FCNC aparece en la escena. Transporta un camarógrafo grabando la escena desde arriba. Se está centrando en la policía reunida abajo ignorando su presencia. Pero si llaman la atención, tienen grandes chances de salir en las noticias.

Escuché a Magna felicitarme y mi sonrisa se incremento. Escuché atenta su comentario y asentí. Yo tenía una idea de como podríamos llegar allí, al fin y al cabo teníamos al Magistrado, el cual sin ninguna duda, gracias a sus poderes magnéticos no le supondríá ningún problema trasladarnos hasta allí, además... si, podía ser una buena idea para llamar la atención, pero también podría ser que llamaramos demasiado la atención.

Estarían viendo las noticias los maleantes? -se preguntó en alto. Era una posibilidad que podría arruinar su plan de infiltración- creo Magna, cariño, que es mejor llamar la atención cuando los derrotemos y salgamos airosos del banco con los maleantes preparados como regalos de cumpleaños, siguiendo la especialidad de nuestro lider -dije con una sonrisa mirando al Magistrado- es especialista en envolver a los villanos!! -no puede evitar reirme recordando la cara de Shockbite cuando lo envolvió aquel día.

Mientras hablaba recorría el borde de la azotea, girando sobre si misma como si bailara. Entonces de otro saltito me coloqué delante de Darkness. Estaba siempre tan callada. Tan atribulada por su pasado. Estaba tan atormentada con ser hija de quien era, como si fuera su culpa. En mis más de 5000 años había visto como los humanos eran consumidos por los pecados de los padres, pero Darkness tenía tanto potencial, podía llegar a ser más grande que su padre si solo se diera la oportunidad de brillar por si misma.

Tranquila, cariño, cuando este día salgamos triunfantes despues de liberar a los rehenes, el mundo ya no recordará a tu padre -entonces se me ocurrió una idea aún más loca que saltar a la azotea desde allí. No por que no pudiera hacerlo, que podía, sino por que a Magna le iba a dar un vuelco al corazón- que os parece, chicos, si dejamos que sea Dark la que sea nuestra portavoz cuando salgamos? -miré a Darkness con una sonrisa- que la gente recuerde que Darkness es una heroina, no la hija de un loco -entonces la abrazó y le susurró al oido- Amiga, eres mucho más que la hija de un loco, nunca lo olvides. Eres una estrella que aún no ha aprendido a brillar, pero un día tu luz alumbrará la noche, y guiará a los humanos hacia un mundo mejor -y le dió en beso en la mejilla antes de soltarla y volver a bailar por el borde de la azotea.

Escuché el plan de nuestro lider y deje de girar sobre mi misma poniendo los ojos en blanco.

Tanto poder y tan poco juicio -pensé mirando alrededor- veo lagunas en tu plan, maravilloso lider -dije volviendo a bailar- no sabemos cuantos maleantes hay, no sabemos cuantos rehenes, ni donde estan -terminé de girar delante de él- vas a poner en riesgo todas esas vidas? -me giré dandole la espalda mietnras observaba el banco- ellos no son invulnerables a las balas ni pueden luchar -dije señalando al banco- como explicaremos el cadaver de un inocente? No sería mejor antes de hacer ruido que respondieramos a esas preguntas? -volviendome nuevamente hacia el Magistrado- un gato no caza ratones avisando de su presencia. A que sí pequeña Yan? -dijo cogiendo a su gata tuerta.

La bruja rara vez sonreía, casi nunca mostraba una faceta diferente a la de seriedad, pero las palabras, el abrazo y el beso amistoso final de Saya la reconfortaron de una manera que no creía posible. No sentía tanto el peso agobiante de ser la descendiente de El  Devorador de Pecados.

-Gracias. Luego hablamos, ¿vale? No creo que sea buena idea que yo hable con la prensa o la poli. Pero gracias por tu voto de confianza.

Una ligera sonrisa, casi invisible, le mostró Darkness a la chica gato en agradecimiento por su gesto con ella.

Entrar por el tejado era una idea en la que coincidia con Saya y Magnabolt. A simple vista parecía el punto más accesible al banco. Faltando todo tipo de vigilancia ahí, ir por la azotea les otorgaría el factor sorpresa para cuando fueran a enfrentar a los ladrones.

Sin decir nada, oyó a Magistrado. Luego, escuchó a Saya, quien demostraba mayor reflexividad para actuar en un lío que incluía peligro para la gente retenida.

-Estoy de acuerdo contigo, Saya. Primero hemos de acercarnos sigilosamente, estudiar la situación y luego ya hablaremos sobre cómo actuar. Evitemos caer en anticipaciones que provoquen heridos o muertos por exceso de celo.

Las alas de Yuggoth, y quizá las nieblas de R´lyeh, habrían de conjurarse para poder volar escondida al cobijo de un velo ilusorio.

Saya sentía una alegría agridulce. Les había gustado su idea, si, pero nadie le acariciaba la cabeza.

No podía entender como alguien era capaz de caminar a tantísima altura con la tranquilidad con la que lo hacia Saya, pero que se yo, serán cosas de gato. Cuando vi el helicóptero de la FCNC un brillo ilumino mis ojos, algo que obviamente mis compañeros pudieron detectar, tal y como demostraba la advertencia de Saya.

Tras oír las instrucciones de el Magistrado le respondí con un saludo militar, ya se que no debería hacer bromas cuando se pone a planificar, pero es que es algo que me sale solo, no lo puedo evitar -Sacar a los rehenes, reducir a los malos y no dejar nada al azar, ¡recibido capitán!- bromas aparte, no podía evitar sentir cierta seguridad sabiendo que él iba con nosotros, este tío será muy serio, pero a la hora de controlar la situación son él y Cuervo quienes mejor se lo montan.

-Oye, pues no es mala idea, si quieres Darkness hasta te puedo dar un par de frases épicas para decir en la entrevista de después- le sonreí mientras hacia un gesto de aprobación con el pulgar -Eso sí, si no puedo hacer una pose para entrar me tenéis que dejar una para cuando todo acabe, hay que darle al público lo que quiere je je-.

El grupo seguía discutiendo sobre como proceder y yo cada vez me encontraba más impacientado, cosas de tener un metabolismo hiper-acelerado, yo que sé -Bueno, sea lo que sea que hagamos deberíamos apresurarnos, esos rehenes no van a aguantar ahí todo el día-.

El aire alrededor del banco estaba cargado de tensión. Las sirenas no dejaban de aullar, los policías formaban un perímetro y los curiosos se apretaban detrás de las cintas amarillas. Desde donde estaban, Blueflare podía distinguir los destellos azules y rojos reflejándose en los ventanales del edificio, y, detrás de ellos, sombras que se movían con nerviosismo. Había rehenes. Y el tiempo jugaba en su contra.

-Tenemos rehenes, esto sí que complica las cosas. ¿Sentís la tensión? Saya, prepárate para emociones fuertes.

Blueflare miró a su equipo. Sentía la adrenalina latiéndole en las sienes, pero también esa claridad rara que aparece justo antes del caos.
-No soy la mejor estratega-admitió con una sonrisa leve, más para romper la tensión que por humildad-pero creo que podemos hacerlo sin llamar demasiado la atención.

Se volvió hacia Magistrado, su voz apenas por encima del murmullo lejano de las sirenas.
-Podemos llegar hasta arriba, como decías. Tú y yo podríamos transportarlos por el aire, si Darkness nos cubre con nubes o invisibilidad, algo como eso, seguro que puedes hacer algo así, Darkness. Desde el techo avanzamos con cuidado, capturando a los atracadores uno a uno, sin que tengan tiempo de dar la alarma.

Miró el edificio, evaluando la ruta en silencio antes de añadir:
-Y si aun así alguien intenta avisar, si el grupo ya está dentro, seguro que podremos manejarlo también. Magnabolt, sobre todo, puede sacar rehenes rápido.

Volvió a mirar a Magistrado.
-¿Qué te parece? Así no hace falta montar una distracción. Deben de estar pendientes de los policías. Es buena forma para ir todos juntos y ser inparables.

Después buscó a Magnabolt-¿tú podrías subir corriendo por las paredes?-le preguntó, arqueando una ceja con una media sonrisa-solo quiero saber cuánto caos podrías provocar ahí arriba.

Finalmente, sus ojos se posaron en Saya y Darkness.
-Eh… si sale todo bien nos podremos lucir, si no, en fin, da igual, saldrá bien.

Dicho eso, respiró hondo, sintiendo cómo el aire parecía vibrar a su alrededor. La noche olía a electricidad, a riesgo, y, a promesa.

Aunque el aire era frio Saya no lo sentía. Todo su cuerpo ardía de anticipación.

Es la eminencia del combate -se dijo con una sonrisa- Tranquila, Akane, tendrás tu ración de sangre. Sin embargo sabes que no arrebataré una vida humana de forma innecesaria -se irgió de nuevo sobre el borde de la cornisa- es de mal karma -se giró y todos pudisteis observar como sus ojos brillaban y los colmillos daban una forma grotesca a su sonrisa. De su cuerpo emanaba un aura oscura, homicida.

Saya, prepárate para emociones fuertes.

El aura se desvaneció tan rápido como apareció cuando escuchó la voz de Blue. Bajó de la cornisa y se aproximó a su amiga, pasandole el brazo por el hombre y extendiendo el otro hacia delante.

Y ASÍ, LAS GRANDES, FAMOSAS Y MEJORES AMIGAS DEL MUNDO MUNDIAL, LAS HEROINAS BLUEFLARE Y GATA SALVAJE SALVARON LA SITUACIÓN, RESCATARON A LOS INOCENTES, CASTIGARON A LOS CULPABLES Y POR LA NOCHE  CELEBRARON UNA FIESTA SALVAJE! -y mirando al resto del equipo continuó- vale, también estais invitados.

Separandose de su amiga se acercó al centro de la azotea.

PEQUEÑO FUJIN, MALDITO HOLGAZAN, ES HORA DE TRABAJAR!!! -se quedó quieta durante unos segundos- COMO QUE NO QUIERES? ACASO AYER NO TE DI SUFICIENTE ENERGÍA ESPIRITUAL? TENEMOS UN ACUERDO Y DEBES CUMPLIRLO!!! -de pronto, un palo con numerosos clavos en él se materializó frente a ella- Así está mejor -dijo agarrandolo.

Sin duda todo esta habría sorprendido al grupo, pero no era algo nuevo. En estos seis meses de convivencia habían aprendido que la naturaleza de Saya era dual. Si bien era una chica dulce, cercana y risueña la mayor parte del tiempo, tenía un lado oscuro, sediento de sangre. Aquel extraño palo era una muestra de que Saya podía ser cruel.

Volvió a girarse para mirar el espectáculo que frente a ellos se estaba desarrollando colocando el palo sobre su hombro.

Y bien, nos vamos a quedar mirando el espectáculo o vamos a participar? -dijo girando la cabeza para mirar al grupo. En su rostro no había rastro de la siniestra sonrisa que hace escasos segundos había mostrado, pero en sus ojos, un holo rojo indicaba por que la llamaban "Gata Salvaje"

Tranquilo, pequeño Fujin, hoy saciarás tu hambre -le dijo a su garrote.

-Por la brumosa gigantesca ciudad hundida de R´lyeh, cubridnos de los sentidos mortales sus nieblas no euclidianas.

La hechicera concentró las fuerzas místicas de sus alrededores hasta conjurar la invisibilidad que concedían las nieblas de R´lyeh para cubrirla a ella y al resto del grupo de miradas indiscretas que los descubriesen cuando fueran hacia la azotea del banco como planeaban hacer.

Estaba de espaldas a el Magistrado cuando este me amonestó. Suspiré.

escucha niña-dije con voz acerada teñida por la ira a Saya mientras el metal vibraba con furia-¡respeta a tus mayores, soy el Magistrado no voy a permitir que me faltes el respeto de forma deliberada, si quieres explorar explora quizá Mangabolt pueda ayudarte con eso!

Niña? -pensé. hacía eones que nadie la llamaba niña, pero supongo que con su limitado conocimiento de la existencia solo es capaz de ver la carne, no la esencia que la ocupa. Me giré y lo miré. De alguna forma este cuerpo respondía a su regañina y su inutil ira. Observé como el metal empezaba a agitarse a su alrededor.

Disculpame, lider -dije con sinceridad- No trataba de insultarte, pero eso no resta veracidad a mis palabras. Recordaré para el futuro como deseas que se te hable -retraje las garras que instintivamente se habían desplegado al sentir sus intenciones hostiles- humano -me dije a mi misma- algún día entenderá con quien está hablando. Entonces veremos si aún se siente tan superior.

Por otro lado no podía dejar de preguntarse por que su cuerpo había reaccionado de aquella forma. La simbiosis era aún algo que no terminaba de controlar o entender. Supongo que es la educación de Akane de respetar a sus mayores y obedecer sus ordenes.

Si fuera por edad y rango todos deberían postrarse ante mí -pensó.

hace un momento querías explorar y ahora quieres lanzarte a ciegas eso si es temerariol

Realmente este era nuestro lider? -se pruguntó incrédula. Estaba dispuesta a decirle cuatro cosas, pero las palabras que surgieron de su boca no eran suyas, sino de Akane- Has malentendido mis palabras, lider, lo que quería decir era que si tardemos más tiempo en actuar, la cosa se complicará. Que debemos ya empezar a movernos, aunque sigo pensando que la infiltración es más util que el ataque directo.

Estaba empezando a sentirme humillada. Ningún humano me había hablado así en mi vida. Finalmente decidió dejarlo pasar. No tenía sentido discutir con él. Además, no podía escapar, todavía, a la influencia de Akane.

Es un pequeño precio por disfrutar del mundo terrenal -se convenció.

Entonces se encogió de hombros y volvió a empezar a bailar alrededor del lugar hasta que decidió que era hora de convocar a Pequeño Fujin.

Pero volvió a hablar el aguafiestas.

 otra cosa ningún criminal saldrá herido sin ser juzgado, solo retener, pero no matar quien me contradiga se enfrentará a mi ira-

Estaba dispuesta a explicarle la mala idea que era ir a un combate con la intención de no herir. Para eso no vayas. Sin embargo solo suspiré.

Maldita Akane, otra vez? -me dije cuando noté que mi cuerpo perdía su habitual fiereza.

Este estúpido solo conseguirá con su falsa nobleza que alguno  de este equipo salga herido -sentía la frustración, pero a la vez sintió la necesidad de cumplir las ordenes- maldita sea -exclamé- Pequeño Fujin, elimina esos pinchos -me giré hacia El Magistrado- Satisfecho, intrépido lider? -traté de sostenerle la mirada, pero nuevamente Akane me traicionó y mirando ligeramente al suelo solo conseguí decir- que sepas que no estas invitado a la fiesta de esta noche -sono infantil, lo se, pero al fin y al cabo Akane solo es una adolescente educada en la obediencia.

Yan observaba todo desde la cornisa lamiendose.

Yan tenía razón. Como podía permitir que un humano me hablara de esa forma, pero por otro quizas no le faltara razón. Había sido una diosa durante más de 5000 años, pero ahora había aceptado unas reglas que no podía ignorar y me atan. Ya no era una diosa, sino una Yokai. A veces la carne es un incordio.

Respiré hondo y volvía girarme hacia El Magistrado.

Ruego me disculpes, Lider -le dije haciendo una leve reverencia inclinando la cabeza- agradezco su disciplina y prometo enmendar mi conducta.

Esto es ser humana? -se preguntó mientras esparaba la respuesta del hombre. Sintió que las lagrimas se le acumulaban en los ojos, tratando de escapar, pero se las aguantó- hoy no me parece tan divertido el mundo terrenal. -me giré una vez me contestó para aproximarme nuevamente a la cornisa con la escusa de observar la situación, pero en realidad no quería que nadie me viera en el caso de que llorara. Era una experiencia nueva para mí. Nunca antes había llorado- Duele, los humanos sienten esto a menudo?

-El respeto se gana, no se exige. Y mientras actúes sin pensar en los civiles e hiriendo compañeros en entrenamientos poco respeto te has ganado, Magistrado. Aprende de las prioridades de Saya y no creas ser alguien que no eres. Tu autoimpuesta autoridad es falsa hasta que demuestres ser digno de merecer una.

Las palabras de Darkness salieron sin modificar tono ni alzar voz. La verdad en ellas bastaba sin necesidad de recurrir a discusiones estúpidas con quien tenía un claro complejo de inferioridad camuflada en creerse superior. 

-Y tú, Saya. No agradezcas lo que es un error por mucho que uno se escude en tus palabras para ocultar su primer temerario plan sin sentido. Eres mejor que eso.