Partida Rol por web

PUEBLO DE TRUNAU: SALA COMÚN DE LA CASA ENREDADA:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: POR LA MAÑANA TEMPRANO.

El Capitán Kurst aferra con fuerza el Cuchillo de la Esperanza de su hermano Rodrik y cierra los ojos con intensidad unos cuantos segundos. Después vuelve a abrirlos.

- "Estas pruebas demuestran claramente que mi hermano no se suicidó. Descubrió que estaba en marcha alguna clase de retorcido complot contra el pueblo de Trunau, y le asesinaron para impedir que siguiera investigando.

Son noticias preocupantes, sin duda, y las compartiré muy pronto con el Consejo, pero al mismo tiempo me alivian profundamente.

Entendedme, amo a Trunau con todas mis fuerzas, pero no soportaba la idea de que Rodrik se hubiera podido quitar la vida por nada, y menos algo como una discusión con nuestro padre y con su prometida.

Me quedo el Cuchillo, según la costumbre de Trunau debe ser templado en la pira funeraria una última vez y después entregada al familiar más cercano o a la pareja del fallecido. Es muy importante para un Trunauano nativo que sea así.

El funeral será hoy, al atardecer, en la Almenara de los Caídos, en el Trunau Alto, cerca del Manantial de la Esperanza.

Respecto al Manantial, su posición en lo alto de la Colina Marcha de Sangre lo convierte en uno de los lugares más seguros de todo Trunau, y el druida Melenaplateada lleva siglos protegiéndolo, incluso desde antes de la fundación de Trunau.

De todos modos, si creéis que el pelibro es real, organizad unos turnos de vigilancia y protegedlo, al menos hasta que sepamos más.

Gracias por vuestros esfuerzos, habéis hecho un gran trabajo y contáis con mi gratitud y la de Trunau.

Ahora, si no queréis decirme nada más, mi padre necesita saber todo esto." - Se levanta de la silla, dispuesto a marcharse.

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AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: POR LA MAÑANA TEMPRANO.

Momo no estaba de acuerdo con Willbur. Ella sabía de venenos.

- E-es mmmuy di-difícil con-se-guir que uhm un ve-veneno tttenga e-efcto en una mmm masa de a-agua tan tan gra-gra-grande.- Odiaba tener que intervernir pues sabía que era un suplicio para los demás aguantarse hasta que ella terminaba una frase, más cuando eran cosas tan complejas.  El caso era que haría falta una gran cantidad de veneno para hacer que beber agua del Manantial afectara a quien la bebiera. Eso sin tener en cuenta que era agua corriente que se renovaba todo el rato.- ¿Nnno se-será que el hipo-hipo-hipo-té-ti-co tttúnel dddaba su sa-salida a-allí.- Las aguas subterráneas podían crear grutas que facilitaran la construcción de un túnel hasta el interior de las murallas.

La pequeña gnomo asintió a las palabras de Kurts. Como nacida en Trunau desearía que  su cuchillo fuera entregado a su familia si algo la pasara. Después del susto de la noche anterior aquel sentimiento se había hecho más fuerte.

- Yo yo ha-haré gu-guardias tttambién si uhm ha-hace falta.- Quería ir al funeral de Rodrik, pero no estar en todo el meollo. No soportaría ver a Brinya allí presente.

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AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: POR LA MAÑANA TEMPRANO.

- "Por favor, quisiera que todos acudierais al funeral de mi hermano antes del ocaso, si es posible.

Si alguno está lastimado tal vez pueda acudir al Santuario. Decidle a la Alta Sacerdotisa que me habéis ayudado, a mí y a Trunau." -

Aprieta el Cuchillo de la Esperanza de Rodrik, que originariamente perteneciera a Brinya Kelver hasta que lo intercambiaron como prueba de su compromiso de matrimonio. Después se lo guarda.

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MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: POR LA MAÑANA TEMPRANO.

Varios del grupo narran lo sucedido en las últimas horas, desde las investigaciones personales hasta la incursión en la Casa de la Plaga. Peludo permanece en las piernas de Win todo el tiempo, enrollado como si estuviese durmiendo mas está completamente atento a cada una de las palabras que se mencionan.

Cuando las palabras terminan de intercambiarse, Peludo siente que es momento de preguntarle a Kurst por aquello que la Alta Sacerdotisa no fue capaz de responder. Sin levantar la cabeza, le maulla a Win:

 - "Miu." (Pregúntale por la palabra Skreed que estaba en la Casa de la Plaga)

Continúa en su posición como de dormido, pensando en que le da mucha pereza hacer guardia, por lo que prefiere que los humanoides hagan esa labor. Los gatos no tienen especial paciencia, no es algo por lo que destacan, por lo que ni siquiera intentará esperar sentado a que algo ocurra.

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DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: POR LA MAÑANA TEMPRANO.

Escucho a Momo y, cuando termina, me quedo pensativo. Por fin, hablo. Tienes razón en tus apreciaciones, Momo. Incluso algo que nos dejara indispuestos sería difícil de hacer. A menos que sea algo que pongas en donde sale el agua para que contamine toda el agua que sale y que sea algo que luego puedas retirar.

Aún así, opino que deberíamos dividirnos en grupos. ¿Qué objetivos tenemos por ahora? Vigilar el templo de la Plaga, vigilar el arroyo de la Esperanza (aunque con Melenaplateada debería ser fácil), buscar a los semiorcos y los humanos que escaparon, encontrar al traidor en la milicia (que es algo en lo que, quizá, usted puede ayudar, Capitán Kurst). Y todo eso manteniendo la protección a la anterior prometida de Rodrik, si lo vemos necesario. ¿Me olvido de algo?

Miro a mi superior. No dude que estaré en el funeral, señor. Nada me impediría estar allí.

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MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: POR LA MAÑANA TEMPRANO.

Sentado en el rincón, escuchó a unos y a otros explicar todo lo acaecido la víspera. La historia, lentamente, iba desgranándose y cobrando un hilo conductor, aunque la verdad seguía oculta y aún no tenían acceso a ella. Eran muchas las preguntas y pocas las respuestas y evidentemente iban a tener que investigar duro. Y una vez más, prestó atención a aquella extraña relación entre Peludo y Win, que parecían conversar en  un idioma incomprensible para el resto. 

-Hay una cosa más. Ayer por la noche, cuando Monique se dirigía a la zona de guardia para pedirle a Haluk que viniera a la posada siguiendo las instrucciones de Piero, fue atacada por dos asaltantes. Ambos murieron y afortunadamente, ni Monique ni Haluk resultaron heridos -dijo al tiempo que se ponía en pie-. Esto es lo que llevaban encima -señaló dejando sobre la mesa todo el material requisado-. Trunau no vive buenos momentos y las calles no son seguras. 

Todo lo registrado de los cadáveres lo puso a disposición del grupo. Y no sin alivio. No era el ghoran más fuerte del mundo y el sobrepeso lo había estado matando. 

-Quería comentar algo. Ayer me puse esta armadura, pero es demasiado pesada para mí. Apenas puedo dar dos pasos seguidos sin agotarme y me da que si tenemos que pelear, esto va a ser mas traba que ventaja. Debería dar con algo mas liviano. ¿Alguno de vosotros estaría dispuesto a cambiármela? ¿O podría venderla e intentar conseguir otra más apta a mis circunstancias?

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MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MEDIODÍA.

El Capitán Kurst se ha marchado a preparar el funeral y a hablar con su padre, dejando a los aventureros en la posada charlando y decidiendo.

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MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MEDIODÍA.

- Haré lo posible por ir al funeral, capitán.- Piero se despide del Capitán Kurst, por supuesto, sin impedir que se lleve el Cuchillo de la Esperanza de Rodrik. Luego mira a todos los presentes y hecho esto, pide a Garinya que ponga sobre la mesa, junto al botín de los bandidos de ayer (dos kit de herramientas de ladrón, dos ballestas ligeras, dos carjac con diez saetas cada una, dos espadas cortas, dos berilos y ocho piezas de oro), lo que había en el cubo gelatinoso (el medallón, 20 po, 95 pp, y 144 pc.), así como también coloca en ella la camisa de mallas ligera que llevó Tronquito, e igualmente, el cofre enjoyado. Tras esto examina tanto las gemas como el cofre intentando ver su valor- Win, el medallón que te enseñó Garinya, ¿servía para algo? Bien, amigos míos... Creo que todos han hecho un gran trabajo aquí. Pero lo cierto es que Trunau sigue en problemas. ¿Habéis pensado intentar mantener esta organización un tiempo al menos? ¿hasta que veamos qué pasa con ese túnel y esas profecías? En mi caso... creo que han sido suficientes aventuras para un anciano como yo. Debo regresar a mi finca, antes que la misma se caiga a pedazos por falta de cuidado. Entendedme, seguiré ayudando pero esto no está hecho para mi. Si os parece podremos repartir entre todos lo que hemos encontrado estos últimos días, el dinero a partes iguales y los bienes dadme un segundo que los examine para ver cuanto pueden costar. En otro orden de cosas... Coincido. Debemos proteger a Brinya, así como investigar el túnel, la casa de la Plaga y el Manantial. 

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ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MEDIODÍA.

Me despido del capitán Kurst. Luego afirmo con la cabeza ante lo dicho por Piero.

Esto es lo que yo tengo de nuestra expedición al templo de la Plaga digo, poniendo sobre la mesa el equipo y dinero:

Tres bolsas de monedas: 237 po, 155 pp, y 55 pc; Pociones de Curar Heridas Leves (2); Antitoxina (2); Dosis de veneno de ciempiés (2); Ahumaderas (2); Armaduras de Cuero (2); Ballestas Ligeras (2); Virotes ligeros: 20; Espadas Cortas: 2; Herramientas de ladrón; Berilos (2) (50 po cada uno).

Además encontré un libro, titulado Los Actos de Iomedae, que me gustaría conservar.

Según yo lo veo, el equipo normal (ballestas, espadas, armaduras) podría servir muy bien a la milicia de Trunau. El resto, estaré a lo que opinen.

Respecto a continuar la colaboración, me gustaría mantenerla, si es posible. Yo había pensado lo siguiente: Garinya, Haluk Molok y yo vamos al Templo de la Plaga; Momo y Tronquito de día y Dragos y Ertiznao de noche vigilan el arroyo de la esperanza y a Brinya (que decidan ellos como quieren hacerlo) y el resto, que busquen a los semiorcos excepto vos, maese Piero, que podría aprovechar para investigar a ese tal Ozze.

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ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MEDIODÍA.

Haluk no participó mucho en la conversación, no tenía mucha información que decir y ya se habían adelantado informando sobre el suceso anterior, los asesinos que asaltaron a Momo. El hobgoblin se dedicó a atender para así ir captando todo lo que iban diciendo y ser conocedor de la aventura y la información que lograron recaudar. Si algo le había quedado claro al trasgo era que Trunao corría peligro por alguna especie de complot contra su sociedad, no se sabía exactamente quién estaba detrás de todo esto y qué motivo tenía para promover tal desgracia.

Había diferentes objetivos y el cruzado estaba dispuesto a ayudar en lo que hiciera falta, si había acción mejor, durante los últimos días todo había sido aburrido y no podía sacar a relucir su potencial.

- “Yo puedo ayudar a vigilar el Manantial, pero estoy dispuesto a hacer lo que decidáis. Si hay acción mejor, no soy de quedarme en un lugar a mirar cómo va pasando el día.” –

Allí esperó Haluk mientras observaba como todos los presentes iban intercambiando información, habían hablado con el Capitán de Patrulla Kurst Grath el hermano del fallecido. Ya iba avanzando el día hacia el mediodía, se iba acercando la hora de comer y Haluk pudo ver los objetos que iban dejando encima de la mesa.

- “Si puedo, me gustaría quedarme con una de esas pociones.” – expresó el hobgoblin a la espera de ver cómo reaccionaba el grupo. Luego miró a Willbur - "El Templo de la Plaga me parece buena opción también" -

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ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

El anciano druida elfo mudo observa a los jóvenes que ahora protegen su Manantial, alguno de ellos tan extraño como un Cruzado Hobgoblin de Asmodeus.

Su rostro es serio, pero por un momento, sus ojos parecen sonreír. Es como si fuera obvio para él que estando ahí su Manantial no requiere de más protección, pero que de todos modos aprecia la compañía.

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AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Al llegar a la zona del estanque, Dagfinnr saludó al anciano elfo con una reverencia desde lejos. Le había caído bien en su anterior encuentro, y parecía alguien sabio. No obstante, no quiso molestar y estaba centrado en vigilar el perímetro del Manantial.

Se sentía más ligero sin la pesada y maloliente armadura orca. Al mismo tiempo, necesitaba estar atento en caso de combate para evitar sufrir heridas de gravedad.

PUEBLO DE TRUNAU:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: AVANZADA LA TARDE.

PUEBLO DE TRUNAU:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: AVANZADA LA TARDE.

Haluk había decidió ir a vigilar el manantial junto al vikingo llamado Dagfinnr. El hobgoblin pudo ver a un anciano elfo al que lo llaman Melenaplateada, le hizo un gesto como saludo cordial al mundo elfo.

El cruzado empezó a caminar alrededor del manantial cual vigilante, observando los alrededores y el agua que reflejaba el cielo con sus nubes y el sol resplandeciente. El seguidor de Asmodeus no paraba de hacer rotaciones, en algunos momentos se pausaba para mirar a ambos lados ordenándose junto a Dagfinnr para ir vigilando todos los flancos del manantial.

El cruzado de Asmodeus desenvainó la maza pesada dispuesto a usarla para defender el perímetro que estaba protegiendo, recordó la noche anterior como aquellos asesinos lo pillaron sin su arma preparada, eso le restó tiempo y no puede cometer el mismo error.

- “Dagfinnr por el momento no he visto nada extraño ¿Te has percatado de algo inusual?” – preguntó Haluk al vikingo.

Los ojos del trasgo volvieron a mirar a su alrededor, fijándose en la lejanía y las esquinas. Observando el cauce del manantial y el agua como recaía siguiendo su curso natural.

- “Por el momento está todo muy tranquilo.” – los ojos volvieron hacia Melenaplateada y Haluk se preguntaba si el elfo habrá visto algo extraño durante los últimos días.

PUEBLO DE TRUNAU:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: AVANZADA LA TARDE.

Ekaterina salió del Santuario completamente recuperada de lo que fuera que le había hecho aquella extraña rata el día anterior. Se sentía descansada, con energía, fuerte... Algo que tras el mordisco no había conseguido recuperar del todo a pesar de una noche completa de sueño reparador. Bueno, tan reparador como puede ser una noche en la que todo sueño es una misma pesadilla. Fuera como fuera, se encontraba bien y dispuesta a enfrentar lo que quedaba de día si bien no con excesivo entusiasmo, si con una casi inexistente apatía.

Dado el caos de conversación que debido a una ausencia total de liderazgo claro se había  sucedido durante la mañana, no había sacado nada en claro sobre lo que podía hacer o dejar de hacer, adónde debía ir y adónde no y quién lo hacía y quién no. Por ello regresó a la posada dispuesta a ayudar a Cham hasta que llegara la hora del entierro. No sabía por qué, pero desde que sabía que no tendría que dedicarse a ser camarera el resto de la vida, le importaba bastante menos dedicar algo de tiempo a aquella tarea. Debía ser que ahora la veía como algo voluntario, pasajero, y no una obligación a la que estar encadenada el resto de su anodina existencia.

En cualquier caso, si alguien la necesitaba, probablemente supiera que la podía encontrar allí.

PUEBLO DE TRUNAU: EL FUNERAL DE RODRIK, LLAMA DE LOS CAÍDOS.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: ATARDECER.

Kurst le pidió al grupo liderado por Don Piero Augustus que ha estado investigando la muerte, ahora se sabe que asesinato, de su hermano Rodrik que acudieran al funeral de éste, junto a la Llama de los Caídos en el extremo sur del pueblo, en el Trunau alto, sobre la colina Marcha Sangrienta. El funeral se celebrará justo antes de la puesta del sol.

Además de Kurst y su padre Jagrin, Brinya y Omast están presentes, así como Katrezra.

La Alta Sacerdotisa Tyari Varvatos oficia la ceremonia. Tras consagrar la Llama de los Caídos con hierbas sagradas, Tyari lleva a cabo el tradicional retemplado del Cuchillo de la Esperanza del fallecido.

PUEBLO DE TRUNAU:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: AVANZADA LA TARDE.

Dagfinnr completaba las rondas de vigilancia alrededor del Manantial de la Esperanza. Se coordinaba bien con Haluk Molok, y la presencia del hobgoblin le dio confianza. Cuando Haluk le preguntó, el vikingo le dijo: -Nada. Parece que todo está tranquilo. Pero no debemos confiarnos. Nuestros enemigos prefieren acechar en las sombras de la noche.

Entonces les llegó la noticia del inminente comienzo del funeral. Por un lado, habían sido invitados. Por el otro, no quería dejar de lado el cometido de vigilar aquel lugar. -¿Qué hacemos?, le preguntó a su compañero.

PUEBLO DE TRUNAU: EL FUNERAL DE RODRIK, LLAMA DE LOS CAÍDOS.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: ATARDECER.

A la hora acordada, y con gesto solemne, subo la Marcha Sangrienta, mientras repaso mentalmente los logros de Rodrik. Se va alguien demasiado importante para el pueblo.

No me gusta dejar el pueblo desatendido, pese a haber puesto algunos reclutas a vigilar, así que llevo mi arco, flechas, daga y armadura para volver a patrullar en cuanto pueda.

Desde la cima observo el templo de la Plaga, recuerdo permanente de los ataques orcos pero que ahora se ve incluso mas oscuro y tenebroso de lo normal.

Asisto a la ceronia alicaido, lanzando miradas a mis superiores, buscando darles ánimos.

PUEBLO DE TRUNAU: EL FUNERAL DE RODRIK, LLAMA DE LOS CAÍDOS.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: ATARDECER.

La hora del funeral llega y es el momento de que todo Trunau se despida del fallecido Rodrik Grath, asesinado vilmente por un malhechor aún desconocido e impune. En el ambiente no puede reinar nada más que pesar pues era un buen hombre, la alegría de la guardia y un valeroso guardián.

Peludo llega, como siempre junto a Win, y se mantiene a su lado en todo momento mientras mira a su alrededor. Para el gato, los funerales son algo que no termina de entender. En su especie, muchas veces se come a los muertos o simplemente se les abandona pues entienden que representan un peligro por la podredumbre o por atraer depredadores.

Pero lo humanoides generan toda esta pompa para despedirse de sus fallecidos y, a pesar de no entenderlo del todo, cree que merecen respeto de realizarlo. Por eso es que no maúlla nada sino que permanece en profundo silencio, ni siquiera se lava, mientras ve a su alrededor como se congregan las personas y así, les acompaña.

PUEBLO DE TRUNAU: EL FUNERAL DE RODRIK, LLAMA DE LOS CAÍDOS.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: ATARDECER.

Dragos también acudió, lo que requirió que saliera a la calle a una hora algo más temprana de lo que estaba acostumbrado, pero aquel era un acontecimiento en el que probablemente debía estar presente. Igual que en la ceremonia anterior, donde se dio la adultez a aquella joven. Acudió de nuevo bien tapado, intentando protegerse del sol, aunque bien sabía que aquello no constituía realmente ninguna diferencia, más allá de aportarle cierta seguridad a nivel mental. Cierta calma, aunque falsa. 

Una vez allí, se mantuvo en segundo plano, por decirlo de alguna manera. No tenía ninguna intención de estar cerca de un rito así, pues no gustaba mucho de ver tumbas o interactuar con sacerdotes que representaran la muerte. En cierto modo, le recordaban demasiado a su padre, y la gélida promesa de su abrazo. Pero aún así, nadie podría decir que no acudió.