Partida Rol por web

- ¿Alto Arquitecto...?

Los ojos de Alex parecen buscar respuestas, como si fueran retazos de su vida escondidos en las esquinas del tiempo y la memoria, intentando ver a través de la desconocida superficie negra que les está revelando una realidad increíble y que no sólo le hace descubrir a su familia, sino a él mismo. Alex separa, abrumado, la mano unos centímetros de la superficie, pero aprieta la mandíbula y vuelve a posar su mano en ella.

-A ver.

Ted se rascaba la barba, estupefacto. Hablaba como enumerando una retahíla de ingredientes de un bizcocho.

-Entonces, el Dakota es... un zoo. O parte de un zoo. Se sale de este zoo por la sala de descontaminación, pero se sale... ¿al vacío espacial, he entendido bien? Y nosotros vivimos  siempre el mismo día, si hay que creer a esta cosa.

Parecía molesto con el monolito, como si fuera el causante de todos sus males. Rememoró largamente el día anterior, y frangmentos de su pasado más lejano, o lo que fuera; las pizzas, las películas. Los sueños.

Miró a su hijo cuando mencionó al tal Arquitecto. Parecía ir a preguntar por él, exasperado, pero finalmente dijo, con un tono tranquilo:

-¿Por qué hoy ha sido diferente? ¿Por qué hemos descubierto todo esto?

Ha ocurrido un fallo de seguridad en el hábitat de la especie conocida como cancerberos. Dichos especímenes han conseguido escapar y arrasar el complejo, devorando todo a su paso. Como consecuencia de ello, los ejemplares que recrean sintéticamente la especie humana despertó de manera natural, sin que el sistema lograse borrar sus memorias y los preparase para una nueva programación.

Las palabras suenan como una pesada losa y todos lo sabéis. Todos la aguantáis estoicamente, pero sin saber cómo os condicionará vuestra vida pasado el primer minuto de tal extrema revelación. Por el momento, os sentís como si leyeseis una historia de ciencia ficción para adolescentes de un magazine, como si el monolito negro, la extraña instalación y los peculiares animales no estuviesen allí, pero sí están. Y en medio de todo aquello, vosotros.

- ¡Pues qué bien! - Exclama nerviosa Dorothy. - Estamos encerrados en un zoo en el que se han escapado los leones. ¿No deberíamos estar avanzando, en lugar de adorar el bloque negro este? - Ahora, la mirada de la joven había adquirido uno de sus peores rasgos, que suele utilizar cuando se avecina una discusión con Joanna o Ted.

Dorothy se decanta claramente por escapar del peligro, si no, pasado un rato sólo serán cinco cadaveres alrededor de un monolito.

- Papá... ¡Papá! - Le nombra con genio, intentando provocar una reacción en su padre para que ceda. - ¿Qué haces perdiendo tanto tiempo? Ya es hora de largarse. Bfff... - Bufa.

Condenada niña. Odio ese tono que usa conmigo. - Piensa Ted.

Dorothy parece bastante calmada. ¿Acaso no le importa que toda nuestra vida sea mentira? No, claro que no. Ella lo prefiere. Yo, sin embargo, me niego a aceptar que todas las cosas que he vivido, todo lo que recuerdo sean cosas que no han podido borrar... Entonces me doy cuenta, abro mucho los ojos y trato de respirar hondo.

-¿Es posible que las pesadillas que tuvimos... no lo sean? Que sean algo real, algo que intentaron borrar y de algún modo sigue en nuestra cabeza debido al fallo que ha ocurrido-pregunto con la voz temblorosa y con el corazón latiendome a mil por hora.

Quiero salir de aquí, pero a la vez me da miedo ¿dónde vamos a ir si todo a nuestro alrededor es mentira? De repente, tengo unas ganas locas de llorar mientras me aferro con fuerza a la mano de mi madre pues necesito sentir que estamos allí, aunque todo sea mentira, pero estamos allí. Juntos.

Ted miró a sus dos hijas, preguntándose cómo podían ser tan iguales y tan diferentes al mismo tiempo. Dedicó a Dorothy una sonrisa que sabía que la sacaba de sus casillas e ignoró a Stacy. Con la cabeza gacha, volvió a interrogar a la piedra, formulando la pregunta para obtener una respuesta extensa, o eso esperaba.

-¿Qué puedes decirme sobre el Alto Arquitecto?

Todo aquello que estaba escuchando era de locos. Pero las palabras de Stacy me calaron muy dentro, Siendo una mujer estoica empezaba a temblar, por suerte mantenerme cerca de mi hija me ayudaba a disimular el temor a que las palabras de la pequeña fueran reales. Si lo fueran entonces, ni siquiera ellos serian una persona genuina sino la copia de la copia de aquellos que sufrieron la pesadilla... -Esto es imposible. -musito para evitar creerse todo aquello.

Pero solo cuando Ted hizo la pregunta. -Stacy quédate cerca de Dorothy. -Me acerque a mi marido, para apoyar la mano sobra la suya, aquella que tuviera en el monolito y trasmitir mi interés por exactamente lo mismo que él.

Alex pone una mano sobre el hombro de su padre.

- Vamos papá - dice con un tono de voz suave y sincero.

Con la otra mano, aprieta cariñosamente el hombro de su hermana Doth, devolviéndola de nuevo a un estado más sosegado.

Ted lo intenta otra vez. Siente como su tenacidad, junto con la de su esposa y sus tres hijos hace que sienta con más fuerza toda la información que recorre el monolito. Se concentra toda ella en vuestras cabezas y, aunque os provoca un intenso dolor de cabeza, conseguís entender la respuesta.

El Alto Arquitecto es una conceptualización matemática compleja que al tomar conciencia de sí misma decide presentarse de manera corpórea y poblar el universo con diversos avatares de sí mismo, hasta encontrar la versión definitiva sobre la que proyecta su consciencia. Este individuo único se sitúa en el Secto 0A-A0.

Primero el monolito calló, pero su mujer tuvo de nuevo la fuerza suficiente para hacerlo hablar. Lo que dijo... No es que dejara frío a Ted; pero era todo tan... increíble...

No tuvo fuerzas para preguntar más. De hecho, las fuerzas parecían haberle abandonado del todo. Repetía en voz baja algunas de las informaciones del monolito, cabizbajo. Parecía el momento de reflexionar sobre lo que habían aprendido.

Apoyó la espalda en la gran piedra negra, dejó resbalar el cuerpo hasta el suelo y puso la cabeza entre las manos, mesándose el cabello.

-¿Pero qué coño...? -musitó.
 

-¿Hay alguna posibilidad de volver a casa?

Lo preguntó con un hilo de voz. Y no estaba claro si era una pregunta más dirigida al monolito, o más bien una de esas que, en la facultad, cuando aprendió su oficio, llamaban retóricas...

Sentís como vuestra cabeza palpita. Quizá sea por la avalancha de revelaciones que habéis sufrido, o quizá por la incertidumbre de lo que os espera más adelante, lo cierto es que ya no conseguís concentraros de nuevo. Parece que es hora de continuar.

Dorothy es la primera en reaccionar. Siempre es la punta de lanza, de lo mejor y de lo peor. Esta vez, parece responder a lo que todos sentimos: es hora de continuar.

- ¿Y si volvemos al otro lado de la puerta? Donde esa esfera flotante rara hizo que Stacy atacase a papá. Parecía un hueco de ascensor, y tener un hueco arriba. - Dijo ella, separándose del monolito.

Alex se separa también del monolito y golpea afectuosamente a su hermana en el hombro, ésta le responde con un "mhhh" que traducido viene a significar "gracias por el gesto".

- ¡Ey, Doth! Es una buena idea. Podemos subir como hicimos por los tubos de más atrás, cuando tuvimos que bajar hasta aquí. - Dice Alex, con cierto entusiasmo.

Ted parece afectado por tan salvajes revelaciones. Tocado y hundido. Diría que le están tomando el pelo si no hubiera vivido lo que había vivido en las últimas horas. Cabía la remota y cálida posibilidad de que todo fuera un sueño, pero no lo creía realmente.

No es que su vida, la de toda su familia, se hubiera desmoronado en 24 horas; es que todo, si hacían caso a las informaciones del monolito, era una pantomima. Su casa, su trabajo. Su pasado, sus recuerdos. ¿Estaban realmente en 1980? ¿Acaso eran familia de verdad? Miró a Dorothy mientras hablaba, y le pareció que lo hacía muy lentamente, como de forma impostada. Miró a Stacy y a Alex. Miró por último a Joanna, y descubrió en ella una fugaz mirada que le había visto en los últimos tiempos, que había calificado "mirada de autómata" y que ahora parecía la más lógica, la más verdadera, la más auténtica.

¿En serio habían vivido en un zoo intergaláctico? ¿En serio la luna había caído despedazada sobre la Tierra? ¿En serio la divinidad era una expresión matemática? Lo más trágico de todo, ahora que el zoo parecía desmantelado y el espectáculo debería continuar, es que no parecía haber un lugar a dónde ir. Ni siquiera estaban en la Tierra, por el amor de Dios. Recordó fugazmente al rabino Cohen, que estuvo en su bar mitzvah y era amigo de proverbios: "Mejor perro vivo que león muerto". Pero no pudo evitar pensar que quizás el rabino Cohen tampoco era sino fruto de aquella vida ficticia que habían revivido cada día... ¿desde cuándo?

La cabeza le daba vueltas. El dolor había vuelto, y el de los huevos no había desaparecido del todo, ni mucho menos.

Se levantó en silencio, cabizbajo, y siguió a sus hijos.

Todos estamos dubitativos. Tal vez porque estamos abrumado de tanta noticia; tal vez porque de repente nada tiene sentido o tiene demasiado sentido; tal vez porque ahora encontramos sentido a que nos estemos tan unidos como una familia debe estarlo. Aún así, siento que mi madre es mi madre y, agarrada a su mano, avanzo cerca de ella en silencio.

Si hacemos lo que Dorothy dice, iremos hacia arriba y la idea no me gusta. Comienzo a estar cansada. Es como si lleváramos días allí metidos, ni siquiera sabemos cuánto tiempo ha pasado y comienzo a tener ganar de hacer pis.

Tengo enormes ganas de llorar y a la vez de gritar y de reír. Estoy tan desubicada que no sé cómo debo actuar. Así que me limito a avanzar pegada a ellos en silencio.

Alex se acerca de nuevo a la parte inferior del tubo, ahora ya sin extrañas esferas translúcidas que transformen la familia Krammer en un grupo de violentos con instinto asesino. Observa hacia arriba y palpa las paredes. A continuación, vuelve con el resto de la familia y pasa un brazo por detrás de su hermana, y le dice:

- Tranquila, Stacy. Podemos hacerlo. Yo te ayudaré.

Su tono suena conciliador. Es increíble como Alex siempre ha guardado sus mejores intenciones para los demás, y en cambio, para sí mismo se ha guardado siempre la parte más desagradable de la vida. Es a la vez hermoso y... cruel. No se merece algo así.

- Mmmpfff, ¿otra vez colgarnos como monos en la selva? - Dorothy comienza a ponerse de malos modos y a hacer "su papel" de niña impertinente.

Todo aquello era tan desolador. Si realmente era real lo que decía aquella cosa, nuestra propia existencia no tenia sentido así como nuestras propias memorias y sentimientos. Pero porque entonces implantar ese pasado que siempre he preferido guardármelo para mi y que ni mi familia conoce. Para que ese sentimiento en mi que nunca he manifestado en publico y porque siento el pecado de toda una vida si solo tenemos un día de vida ¿Como le he estado causando dolor a mi primogénito durante toda su vida? Si esto es un Zoo como dice, los Zoos son para mirar de manera vacía y por curiosidad del cuerpo de la criatura que miras y sus costumbres, no sus metas y sentimientos y mas si rezan que somos desechados al acabar ese día.

-¡NO! No puedo aceptar que seamos personas probetas o que siquiera la tierra ya no exista. Soy Joanna Krammer y tengo que aferrarme a eso, continuar con mi familia y salir de esta pesadilla para conocer la realidad por mi misma y no ha través de un monolito que ni siquiera sabemos de su veracidad.

Me aferre con fuerza a la mano de Stacy y cambie el semblante a uno serio y decidido. Mientras intentaba transmitir a mi hija ese sentimiento de superación. Cuando llegamos al lugar indicado por mis hijos me acerque a aquella abertura, donde estábamos.

-A sido idea tuya hija. Ahora no vale echarse atrás. -Comente con voz seria mientras me asomaba por esa abertura para verla mejor. -Vale, no parece tan difícil como antes, ahora solo es un piso. Buen trabajo chicos. Ahora repitamos lo de antes, ¿Vale? Alex cariño. Espero que no te estemos pidiendo demasiado.-Comente mientras volvía con mi familia e intentaba trasmitirles calma con mi sonrisa, momento que me percate de la cara decaída de mi marido.

-¡TED! ¡Espabila! Vamos a salir de aquí y solucionar esto juntos como siempre hacemos. Las respuestas las conseguiremos con nuestros propios sentidos y no por palabras implantadas y lo primero es salir de esta pesadilla de pladur. -Comparo aquella estructura gris y aseptica con la decoracion mas pobre de una casa.

Alex, de nuevo, ayuda a la familia a trepar por el tubo hasta la abertura superior. En silencio, pero todos esperando que la salida de aquel lugar estuviese más cerca, suben lentamente. En el tramo final, donde Alex es el primero en llegar, hay situada una placa negra. Alex la toca involuntariamente para poder apoyarse y llegar definitivamente a una superficie horizonta. Esto provoca que se active una extraña fuerza que parece anular la fuerza gravitatoria, y empuja suavemente los cuerpos de los cuatro miembros de la familia Krammer restantes hacia arriba.

Superado el susto inicial, supone un hecho divertido y que ayuda a calmar los ánimos. Incluso os parece ver una sonrisa dibujada en la cara de Dorothy.

Al fin, todos llegáis arriba.