Partida Rol por web

Fergus y Hunter tenían razón, tenía que lanzar una maldita granada a ese camión y matar a todos los pieles verdes que había dentro.

¡Comeos esta malditos Xenos!

La granada entro perfectamente dentro del camión antes de explotar, y ese terrible sonido fue música celestial para Tauron.

El noble orco salto del camión para caer entre los tres guardias imperiales moviendo su hacha en un letal arco de destrucción dirigido directamente hacia Hunter, causándole una grave herida en el brazo y soltando el arma por el dolor mientras suelta un grito desgarrador.

El resto de orcos a una orden del Noble se quedaron en el camión mientras quitaban al conductor y otro se ponía a los mandos, para dirigirse hacia Fergus y Wimdel. Los otros orcos que se acercaban y que ya estaban muy cerca también recibieron un grito del noble y se preparan para dar media vuelta y volver hacia los depósitos.

Por su parte los cuatro orcos que estaban disparando al grupo del sentinel estaban siendo bendecidos por Morko(o tal vez Gorko) y sus disparos tenían una precisión inusitada poniendo en serio problemas a los guardias imperiales que no dejaban de recibir heridas.

El noble se apea y se da cuenta que puede el solo con nuestros compañeros, así que el resto viene a por nosotros.

Fergus joder, frenemos a ese camión...

Hablo continuamente de retirarnos pero no me muevo ni un ápice. Un nuevo conductor, un nuevo disparo, pero esta vez menos eficaz.

Malditosmalditos....malditos...joderjoderjoder

El cargador se vacía y el camión viene a por nosotros. Sin duda alguna en un mal momento

Esos Orkos seguían teniendo una precisión que ya le gustaría a Biggs para su hermano. No acababa de entender como podían tener tanta preccisión desde tan lejos, con unas armas tan malas. ¿Y no se les acaba la munición? Ya no se lo que me duele, lo que no me duele, lo que me sangra o lo que me deja de sangrar...

Le dolía todo. Todo. Por suerte, los cojones y la polla estaban bien, y aquello era suficiente para ir tirando. Por lo que siguió corriendo, como pudo, con intención de subirse al Sentinel, dejando la mochila debajo y dejando a Wedge que comenzara a montar el cañon por si acaso aquel trasto no tiraba como el Emperador mandaba.

Sentía el dolor por todo el cuerpo, los disparos habían agujereado su armadura y notaba como algo caliente le manchaba la piel. Y sus compañeros no andaban mejor que él. La única esperanza era que se cebaran con ellos para que los demás pasaran inadvertidos.

Mientras contínuaba la marcha con el cabo, podía ver como los orcos habían llegado a la posición de mis hombres - Soneka, rápido tenemos que llegar a los depósitos para acabar con esto y también despejar el fuego de ellos.... - apremié al cabo a continuar rápidamente para acercarnos a los depósitos lo antes posible.

Seguíamos avanzando por la nieve para llegar a los depósitos, por ahora los orkos no nos habían visto. Pero por lo que parecía si a nuestros otros compañeros y sus disparos se estaban cobrando un alto precio.

- Voy tan rápido como puedo sargento, pero en la próxima misión pedimos vehículos.

Había que resistir el cansancio por la carrera y el agobio por no poder ayudar mas a nuestros compañeros hasta no tener las cargas puestas en los depósitos. 

Tenía al Noble orco en la mira, iba a dispararle cuando este entró en combate cuerpo a cuerpo con sus compañeros. Entonces dudó. No quería herir a ninguno de sus compañeros, pero estos lo iban a pasar mal con aquel enorme xeno. Mejor no ponérselo más fácil al maldito engendro verde.

Ahora tenia otro problema... era el siguiente objetivo de ese maldito camión y no tardaría mucho en estar encima suyo o peor aun, pasarle por encima.

Se concentró en el conductor. Apuntó cuidadosamente a la fea cabeza de aquel bastardo, lo único que asomaba por el parabrisas, bueno, lo que quedaba del parabrisas. Mientras se tomaba su tiempo para apuntar, vio como un disparo de Wimdel impactaba en aquel furioso xeno.

Mientras Biggs ayudado por su hermano se subía al Sentinel, Korlo se cubría con las piernas del mismo y se inyectaba un estimulante para soportar el dolor de las heridas.

El camión paso de largo, acercándose a gran velocidad a Fergus y a Wimdel, el conductor recibió un disparo pero seguía avanzando.

Mientras dos de los orcos cercanos al hidra recargaban sin percatarse de la carrera de Soneka y Ferro, los otros disparaban contra el grupo de los artilleros pero esta vez sin éxito.

El grupo, que se había ido reduciendo, de orcos que llevaba todo el tiempo corriendo volvió a girar siguiendo las órdenes del noble y volvían corriendo hacia los depósitos.

Hunter esquivo milagrosamente las dos acometidas del Noble, pero la suerte no podía durarle mucho más tiempo...

El Noble había llegado al cuerpo a cuerpo, ya solo tenían la opción de usar las culatas de las armas y confiar en acabar con el así antes de que su hacha demencial les partiese por la mitad.

Tal vez su rifle laser disparaba tan mal por que no era un rifle laser, tal vez era un arma de combate cuerpo a cuerpo, habia llegado el momento de comprobarlo.

El noble no podira defenderse bien si era golpeado entre los cuatro, tenian que abatirle antes de que matase a alguno de sus compañeros

El camión se acerca a gran velocidad y el jodido conductor no quiere morir. Nos va a arrollar. Eh Fergus...¿no ha estado mal no? digo tranquilamente mientras extraigo el cargador vacío y coloco uno nuevo. Ni te imaginas las veces que he pensado ¿por qué cojones no hacen cargadores más grandes? No tengo tiempo para apuntar, así que disparo si más dilaciones...

- La verdad es que no, pero se podría mejorar, ¿no crees? - lo cierto es que no era momento para ponerse a hablar, pero por lo menos esa verborrea conseguía relajar a Fergus y que la tensión bajase. Mientras, con el ojo derecho miraba a través de la mirilla y seguía la trayectoria del maldito camión, cosa bastante fácil, pues venía directo hacía a él. Si no lo paraban rápido, el soldado debería pensar en algo para no quedar cual sello.

Oía a Wimdel hablarle mientras cambiaba el cargador y como después disparaba casi sin pensárselo, fallando por centímetros.

- Wimdel, eso creo que se podría mejorar. - Dijo Fergus mientras apretaba el gatillo y aguantaba el retroceso para intentar que los siguientes disparos no se desviasen demasiado. Estos, que parecían ir bien dirigidos, hicieron saltar chispas y humo dentro de la cabina del camión y Fergus no supo si habían sido todo lo efectivos que él esperaba.

-Empiezo a notar el subidón....y me las van a pagar. La sensación era de frescor por el cuerpo donde antes sólo sentía dolor. Volvía a notar lo que pasaba a su alrededor, el camión iba a por ellos y mientras los orcos de la base les acribillaban sin parar, pero afortunadamente nadie se había dado cuenta de lo cerca que estaban de lograr su objetivo.

-Vamos Ferro

Los disparos de los orcos y de los compañeros se escuchaban en la base y en el perímetro de ésta - Vamos cabo, que ya estamos cerca para los fuegos artificiales.... - debíamos apresurarnos, pues mis hombres estaban siendo atacados a lo bestia.

- ¡¡Resistid chicos, RESISTIIIID!! ya estamos más cerca..... - pensaba mientras los depósitos se iban haciendo cada vez más grandes....

Las llaves estaban en el contacto. Bien. El medidor de combustible marcaba el deposito lleno algo más de la mitad. Bien. El contador de munición marcaba que aun quedaba en la recámara. Bien. El anterior piloto se había dejado un ambientador con olor a eucalipto colgando del retrovisor, lo que le daba un olor agradable. Bien. El asiento era de cuero, pero del bueno, nada sintetico. Bien.  Todo parecía estar de puta madre. Bien.

Entonces, comenzó a toquetear botones, mecánicamente, y tras hacer que todo el panel se iluminara como un arbol de Navidad durante unos segundos, giró la llave. Todo iba bien, el Sentinel hizo todos los ruidos que un Sentinel debía hacer... hasta que sonó como si se hubiera calado, y volvió a apagarse.

Venga ya, no me jodas. Bajó la mirada, agachandose para intentar ver que demonios le pasaba ahora a aquel cacharro. Me cago en mi puta vida, hoy no debí levantarme de la cama....

Un par de pasos nos separaban ya de nuestro objetivo, unos segundos a lo sumo. Pero ese tiempo que nos faltaba era tiempo que se les acababa a nuestros compañeros.

- Ya lo veo sargento, espero que los orkos no nos vean a nosotros.

Seguíamos avanzando, mientras el ruido de las detonaciones cada vez era mas patente.