Partida Rol por web

Apenas tuvisteis tiempo para asimilar el reto que teníais por delante.

Cuando descubristeis en todo su esplendor la fortaleza de la familia Wily, entendisteis que probablemente era la última oportunidad de dar punto y final a un legado de caos y destrucción que ponía en evidencia la bondad de los robots.

La entrada a la fortaleza no quedaba demasiado lejos, a menos de un kilómetro de vuestra posición. El problema recaía sobre todo en las altas temperaturas del exterior, al estar la base oculta dentro de un volcán, vuestro armazón se vería seriamente dañado si pasabais demasiado tiempo expuestos a las altas temperaturas.

De repente un sonido de megafonía retumbó por todo el lugar.

¡Así que os habéis empeñado en seguirnos! ¡Os habéis adentrado en la boca del lobo!

HaHaHaHaHaHaHaHa

Después de aquella repentina retransmisión, comprobasteis que había comenzado a sonar una voz de alarma. Un sonido provino justo de debajo de vuestros pies, para descubrir sorprendidos como un robot enemigo emergió de entre la roca magmática. Era un diseño que jamás habíais visto y por desgracia inmune a vuestros ataques, como si estuviese hecho de una aleación más resistente.

Para colmo, de la gran fortaleza empezaron a emerger torretas impulsadas por hélices, convirtiéndolas en una amenaza adicional, ya que éstas se dirigían hasta vuestra posición con intención de convertiros en chatarra.

Teníais un claro objetivo en mente: alcanzar el interior de la fortaleza, pero el Dr. Wily no os lo estaba poniendo fácil ¿o será cosa de Zack las nuevas incorporaciones a la "plantilla"?

¡No había tiempo que perder o aquel gusano mecánico os devoraría!

-¡E-Esto es...! -comentó al tener delante semejante fortaleza.

Cuando los hermanos comenzaron a caminar y entrar en la fortaleza, una familiar voz los irrumpió:

¡Así que os habéis empeñado en seguirnos! ¡Os habéis adentrado en la boca del lobo!

-¡Serás malnacido! -exclamó chasqueando la lengua. Sin embargo, tras finalizar la emisión de lo más hondo de la tierra, se sentía un temblor. Al salir hacia afuera, un repugnante gusano gruñó como si fuera una bestia salvaje.

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAA, ES ASQUEROSO! ¡CORRRRRRRRRRRREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEED!

El camino hacia la puerta de la fortaleza estaba protegido por una barrera natural, el propio cráter del volcán que amenazaba con freírnos hasta convertirnos en metal fundido.

Mientras trazaba una ruta hacia la fortaleza, la voz de Willy llamó nuestra atención, dando así inicio a la batalla final, como siempre Willy creía que se saldría con la suya, ya nos tocaría a nosotros darle un buen golpe de realidad.

A la amenaza de Willy le siguió un potente rugido y la aparición de un enorme gusano que intentaba devorarnos 

Demonios, Roll tiene razón, lo mejor es correr, este no es un enemigo que podamos vencer. ¡¡Corran!!

Una vez en la fortaleza de Willy, estaba decidido a derrotarle por todo lo malo que había dicho de nuestro padre... razón por la que me enfadé cuando le escuché por la megafonía -¡Eso lo dices siempre Willy, y siempre ganamos los buenos!- grité al aire para que se enterase... habiendo perdido tantas veces dudo que el resultado sea diferente.

Entonces, empezó la fiesta que nos organizó el doctor... ¡menudo gusano! Obviamente empecé a correr al grito de mi hermana... aunque me vi con dificultades para avanzar. Disparé mi Megabuster para intentar frenar a aquella criatura ¡pero era imparable!

Recibí una pequeña sacudida que me dañó ligeramente. Hacía falta más para derrotarme pero no podía despistarme.

La enorme mechabestia ya se encontraba totalmente libre de las entrañas del subsuelo y acelera el paso con toda la intención de devorarnos, por lo que a mis hermanos y a mi nos tocó apretar el paso, pues de lo contrario nos convertiríamos en el alimento de aquella robobestia.

Por suerte para  mi, mi impulso inicial bastó para sacarle suficiente ventaja al gusano, pero aún no podía relajarme, pues las cosas estaban por complicarse y mucho, dado que, con cada paso que dábamos, nos acercábamos más a la fortaleza y a también a los robots desplegados por Willy para detenernos.

Sólo era cuestión de tiempo para encontrarnos entre la mechabestia y la artillería voladora de Willy, lo que nos obligaría a huir y combatir en simultáneo.

Intentamos avanzar tan rápido como podíamos... pero aquella condenada serpiente no nos dejaba tranquilos - ¡Aunque me quede atrás no dudéis en seguir avanzando! - le dije a mis hermanos con decisión... no quería que por mi culpa se retrasase el avance.

 - Vamos, aún podemos llegar a salvo - grité mientras activaba el escudo de chatarra para protegerme de las continuas embestidas del enemigo. Poco a poco iba desgastándose mi energía, pero no iba a rendirme.

Finalmente llegamos al último tramo de nuestro recorrido, pues ahora sólo unos pocos metros nos separaban de la puerta de la fortaleza de los Wily, con algo de suerte, esta vez podríamos echarles el guante antes de que pongan en funcionamiento nuevamente a sus robot masters.

Sin embargo, en este último tramo no sólo debíamos lidiar con el condenado gusano que deseaba devorarnos, sino que además un grupo de torretas estaba que descargaban todas sus municiones sobre nosotros, lo que complicaba aún más nuestra situación, si bien es cierto, contaba con mi escudo para protegerme, lo cierto es que decidí valerme más de mi velocidad como de mis capacidades de combate, pues sabía que mi escudo generaría un mayor grado de resistencia al aire y retrasaría mi avance.

Es así que, con una serie de rápidos movimientos y un par de deslizamientos, logré alcanzar la puerta de la fortaleza, donde finalmente eche mano de mi escudo y asumí una posición defensiva, pues ahora tocaba esperar a que Rock o Roll abrieran la puerta de la misma para poder dar caza a la pareja de psicópatas que se escondían dentro.

Maldición no... ¡ahora venían las torretas! Esto se hacía cada vez más difícil... demasiado quizás, no podía estar a tantas cosas a la vez - ¡Ésto se pone interesante! - no pude evitar quejarme al comprobar como se complicaban las cosas.

Estuvo a punto de alcanzarme el dichoso gusano cuando por último recurso activé el Junk Shield, reteniéndola en el proceso. Por mucho que le pusiera empeño, ese bicho tendrá que dar mucho más si quiere acabar con nosotros, ¡somos los hijos del Dr. Light!

Proto cogió la delantera así que solo faltaba que la pequeña Roll no se metiera en problemas en este tramo.

Roll llamó a sus aliados. Necesitaba la ayuda de esos pequeños robots.

Acto seguido, atacó también, pues no quería quedarse de brazos cruzados. 

La situación se estaba complicando y mucho, las torretas estaban descargando una lluvia de plasma sobre nosotros, y, la verdad sea dicha, mi escudo,  aunque bastante fuerte, no era omnidireccional, lo que permitió que una torreta me sorprendiera desde la derecha con sendos disparos al torso.

¡Mierda! Ya verás lo que es bueno condenado pedazo de chatarra. - exclamo devolviendo el fuego con absoluta fiereza.

Con cada instante que pasaba en ese lugar, mi ira se incrementaba, al igual que mi determinación, esta sería la última vez que mi otro padre haría de las suyas, pues a diferencia de la mayoría de robots que habían en la ciudad, las tres leyes de Asimov no me ataban a mi.

-Está bien, yo hackearé el sistema.- -Comentó con una ligera y traviesa sonrisa.