Partida Rol por web

Memento Mori: Respice post te! Hominem te esse memento!

Capitulo 6: La sangre inocente Derramada

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06/01/2014, 06:58
Illana

Illana esperaba impaciente las noticias aunque disfrutaba de aquel momento de paz y calma junto a su prometido. Cuando las noticias llegaron, su alma se partió en dos. Sus pupilas se contrajeron completamente y su respiración dejó de fluir por un momento. Illana entró en estado de shock. Su alfa había sido masacrada y ahora ella era la alfa, pero la alfa de una tribu que por poco desaparece. Dante estaba tan maltrecho como ella pero no sólo su cuerpo estaba mal, su espíritu había sido derrotado por Creed en la batalla. Dante se había dado por vencido y ahora Arkin era el alfa. En él recaía la responsabilidad de dirigir a su tribu, pero ya no había tribu a la cual dirigir. Eran muy pocos los supervivientes.

Las cosas pasaban frente a la licana pero ella no reaccionaba. La noticia de la masacre de Gissiel rondaba en su cabeza una y otra vez. De vez en cuando, lloraba en silencio y aunque trataba de hablar, las palabras no salían de su boca. Su corazón estaba devastado y lloraba por su gente y su madre. Ellos eran lo que ella siempre juró proteger y ahora todo se había ido. Todo por culpa de Creed y de Sebastian. Le había fallado a Temperance y ahora eran más las ventajas de ellos que las de su bando. ¿Qué podían hacer? ¿Podrían ganar así?

Había olvidado totalmente el dolor de sus heridas y como una autómata, Illana buscó un vestido que ponerse para asistir a la reunión. Tal vez se desmayaría a mitad de camino pero no le importaba. Había perdido su seguridad y sentía que toda esa tragedia era su culpa. Ella debía arreglárselas sola, incluso estando tan mal herida, pues Arkin estaría liderando ejércitos. No se sentía digna de estar a su lado, después de no haber sido capaz de protegerla. Gissiel...

Aún con las pupilas contraídas, la fianna escuchaba al mensajero que les daba el lugar de reunión. Su cabeza estaba en otra parte pero pudo tomar la locación. Trató de irse pero sus piernas no pudieron soportarla más y cayó al suelo de rodillas, mirando un punto perdido en el espacio/tiempo. Sólo pudo decir una palabra después de tanto tiempo de silencio - Gissiel... -.

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06/01/2014, 17:16
Arkin

Así pasó la noche, al lado de la Fianna, pero cuando despertó, todo aquel ensoñamiento en el que había vivido protegido por la licana, desapareció.

El cuerpo de Dante estaba maltrecho, y así también su alma... Era como si algo le hubiera sacado de dentro a afuera la convicción y las ganas por luchar. Un lobo malherido...

Y es que Gissiel había caído.

Cuando escuchó aquello de la voz temblorosa del propio lider Fenrir, no pudo mas que abrír de manera súbita los ojos, y esperar reacciones.

Dante e Illana estaban en shock, pero aquel orgulloso guerrero no. Consiguió reunir fuerzas en los momentos de debilidad, como buenamente pudo. Se levantó de su sitio, a sabiendas de que pocos eran los que habían quedado vivos tras aquella última batalla.

Pero la guerra no había acabado.

Sabía que debía estar con Illana, pero a su vez, el mando del ejército licano recaía sobre él. Con illana ausente, debía intentar hacerse cargo, a la vez, de los Fianna. Trató de mandar misivas hacia ellos para que se unieran en un solo frente, aún con pocas esperanzas de que le hicieran caso a él...

Solo responderían ante ella. Y ella no era mas que una sombra deambulando en un mundo oscuro.

Mas de una vez intentó consolarla, sin mucho éxito. No existía consuelo para lo que debía estar sintiendo. El dolor para los Fenrir solo los volvía mas fuertes, la creencia de que la aldea seguiría unida incluso después de la muerte, era una convicción muy poderosa. Dolía, más ahora, que había comprendido las directrices de Dante. Pero aun así, el dolor se paliaba con una rabia mayor. Una rabia interior que dominaba en muchos casos sus pensamientos y sus sentimientos.

Y es que, si Illana quebró volviéndose apática, Arkin se convirtió en el guerrero con mayor determinación y avidez de venganza de aquellos últimos tiempos.

En ese mismo día la chica y él no se volvieron a ver. El muchacho se encargó de motivar las filas que quedaban para el siguiente combate, repasar las tácticas, reunir información y, en última instancia, prepararse para marchar hacia la reunión.

Gaia no los había abandonado. No podía ser. Gaia jamás permitiría que la corrupción ganase... La tejedora caería. Una vez mas. Así como ha sido siempre.

Una vez se estaba preparando para marchar a la reunión, buscó a Illana, esperando que ella hubiese asimilado mejor las cosas. En el fondo de su alma esperaba que aquel tiempo de reflexión hubiese ayudado a la Fianna a encontrar un nuevo motivo por el que luchar.

Era mas que crucial. Si no lo hacía, sin su calma, el poder del nuevo alpha de los Fenrir no era ni la mitad de lo que podía ser junto a ella.

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06/01/2014, 17:55
Illana

La fianna se encontraba aún en el suelo, de rodillas llorando la muerte de su gente y de su madre. No había consuelo que pudiera calmar su corazón abatido. Seguía pensando que todo era su culpa. Ella pudo haber evitado todo si tan sólo hubiera estado con su gente. O tal vez, morir a su lado. Eso hubiera sido más honorable que haber sobrevivido sin más.

Podía sentir los gritos de dolor de su pueblo en su cabeza, la agonía de la tierra, la ira de Gaia se hacía palpable en su corazón. Ella era una fianna y ellos siempre fueron los más cercanos al mensaje de la creadora. Sentía la fuerza de la tejedora en su corazón y lo mucho que se había debilitado su señora. Ella misma perdía el calor de su piel característico de su gente, no sentía la fuerza de la naturaleza consigo, se sentía sola.

Illana se abraza sí misma para librarse del frío pero éste no se va. Por primera vez, logra gritar, con toda su fuerza. Un grito abrumador que puede hacer temblar la tierra. El dolor y la ira de la tierra habían despertado en Illana un instinto de venganza. Casi parecía que perdía la razón por momentos pero había recuperado un poco la compostura. En ese momento llega Arkin e Illana lo mira, aunque sus ojos brillan de un color diferente. Ahora era ella quien parecía un guerrero con sed de sangre, pero de la sangre de los traidores.

Cuando se da cuenta que alguien llega, levanta la vista con un gruñido animal y ve a Arkin. Había estado todo el tiempo ausente y ella se había olvidado de él. Lo miró con los ojos llenos de ira y al cruzar su mirada con la de su prometido, pudo recordar ese sentimiento cálido que nacía desde su corazón hacia aquel fenrir. Su mirada se suavizó poco a poco y casi como recuperando la conciencia, tomó un respiro profundo y dijo - Arkin... - sus ojos recuperaban el tono de calma y tranquilidad que los caracterizaba. Al instante, comenzaron a llenarse de lágrimas y se abalanzó a los brazos de su prometido. Lloraba con fuerza y entre sollozos le dijo - Los espíritus lloran, Gaia sufre. Los gritos de agonía de los muertos. La oscuridad está en todas partes - trata de tranquilizarse, pero sólo continúa llorando - Puedo escucharlos a todos. Sus almas están sufriendo en el abismo. Siento su ira y su dolor. Ayúdame... Por favor... - sus brazos se soltaban y caían como exhaustos. Su cabeza caía hacia el pecho de su prometido. 

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06/01/2014, 23:29
Arkin

Impactado ante la reacción de Illana, Arkin la toma entre sus brazos y la abraza. No dijo nada: Sobraban las palabras. Solo el tiempo curaría las heridas, si es que conseguían sobrevivir a la siguiente batalla. Cada vez eran menos...

-Gaia no nos ha abandonado.

Comentó, sentenciante. Jamás lo había hecho, y no lo haría ahora.

-No... No hemos perdido esta batalla, Illana. El poder de los croatanos nos ha sido conferido. Fuimos elegidos por los espíritus ancestros para esto. Honrémoslos... No podemos detenernos aquí. El dolor no nos puede parar. La rabia no nos puede parar. La pena no nos puede parar. Nisiquiera podemos pararnos a velar a los caídos. Debemos seguir. Este es el camino que Gaia ha dispuesto. Juntos, tomaremos venganza de aquello que ha provocado esto. Juntos destruiremos este mal que asola nuestros pueblos.

Cerró los ojos fuertemente, apretó los dientes y dijo

-La próxima será la batalla final.... Solo un poco mas. Acabemos con esto de una vez.

Una lagrima recorrió la mejilla de Arkin y se posó en el hombro de la Fianna. Su alpha había sido herido, pero hería mas aún verlo vacío en su interior. Hería mas ver que todos a su alrededor se derrumbaban, a las puertas de la batalla decisiva. Hería ver que su mundo había sido agitado en un día...

...Pero aún había que luchar. Seguir luchando, hasta el final.

-Esto es lo que los ancestros quisieron. Nuestra unión está hecha con el propósito de liberar nuestro mundo del mal que lo asola.

Se separó un poco de ella, y la miró a los ojos mientras la sujetaba de los hombros.

-Es hora de combatir, Illana. Es hora de demostrar que somos los elegidos.

Cerró una vez mas los ojos y colocó su frente contra la de ella.

-Te quiero. Vamos a salir de esta... Y podremos sanar las heridas. Juntos. Te quiero.

La tomó de las manos y entrelazó sus dedos con los de ella.

-Solo una vez mas.... Demostremos nuestro poder. No pudimos llegar la última vez... Pero esta si. Demostraremos quienes somos, y el apoyo de toda la comunidad estará tras nosotros. Se merecen una última batalla. Por los caídos. Por Gaia. Pongámosle fin a esto.

Quedó callado, esperando que ella empezase a hablar...

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07/01/2014, 01:39
Illana

Illana sollozaba sin consuelo, pero no perdió ni una de las palabras de Arkin. Lo miraba con los ojos abiertos y pudo percibir el dolor por el que pasaba su prometido. Sintió las cálidas lágrimas que caían en sus hombros y su rostro que descansaba en ellos. Sentía su respiración y su calor y aunque en su cuerpo sólo sentía el frío de la muerte, disfruta de la calidez de su prometido.

Ella sentía la agonía de Gaia en cada uno de sus músculos y podía sentir la oscuridad acercarse con intensidad, pero Arkin tenía razón. No tenían tiempo de llorar a sus caídos porque la batalla final estaba ad portas de ellos. No les restaba mucho tiempo y decaer era un lujo que Illana y Arkin no podían darse.

La fianna comenzó a recordar cómo su historia junto a su madre comenzó después del rito de iniciación y cómo, desde entonces, ella la había preparado para el momento en que ella tendría que encargarse de dirigir la tribu. Pero no sólo recordó eso, sino la calidez de su mirada, su olor y su tranquilidad. Todo era parte del legado que ella llevaba consigo. Por eso ella era ahora la alfa de su tribu. Tal vez Gaia se estuviera debilitando y la fuerza de la oscuridad se comenzaba a apoderar de esta guardiana de la tierra, pero rendirse o luchar era la decisión que ella podía tomar. Los espíritus le habían brindado esa opción y dejarse abatir por la oscuridad era desperdiciar sus esfuerzos. Ahora ellos llevaban consigo el legado de los croatanos y por esto, eran los únicos que podían unir a las tribus y luchar como hermanos que eran. Una vez más, luchar como raza y no por ideología. Era el momento de unirse y sangrar juntos. La madre tierra los llamaba y era hora de atender al llamado.

Arkin entrelaza sus manos con las de ella y ella permanece en silencio, aunque no sabe con certeza por cuánto tiempo. Pudieron ser segundos, minutos u horas, pero eso no importaba. Estaba librando una batalla importante, al igual que Arkin. Ninguno de los dos podría lograrlo solo. Si se separaban, sería el final de su raza. Debían unirse como lo habían hecho hasta ahora y luchar, mano a mano, por proteger su pueblo y su mundo. Siente la frente de Arkin y cierra los ojos. El calor volvía a su cuerpo y a pesar de lo maltrecho de su cuerpo, su espíritu recobraba fuerza. Su cabello se volvía más brillante, el color de sus ojos aún más intenso. La fianna estaba llena de vida y lista para tomar su lugar, el lugar que le pertenecía por derecho. Estaba preparada para defender la causa que su alfa había muerto protegiendo. Ella le había hecho un juramento a Temperance y debía cumplirlo.

Habían perdido a Gissiel y a Dante, pero ahora eran ellos quienes tomarían su lugar. Ellos tenían el poder de los croatanos y una misión. Debían proteger el legado de sus ancestros. Su temperatura corporal seguía subiendo, hasta igualarse con la de su prometido y en ese momento, aprieta sus manos y separa su frente. Lo mira directo a los ojos y con un tono fuerte, le dice - Estaré a tu lado hasta mi último aliento. En esta batalla y en las que vengan. Es nuestro destino y debemos cumplirlo. Por Gissiel y por Dante - sonríe y le da un beso pequeño en los labios.

Si no hubiera sido por él, se habría perdido en el abismo. Aún escuchaba el dolor de su tierra y su corazón se entristecía, pero haría que sus enemigos sintieran todo ese dolor en su propia carne. No deshonraría la memoria de su alfa más.

Cuando se separa de Arkin le dice - Sólo necesito ayuda para llegar a la reunión - le guiña un ojo para mostrarle que era una broma, aunque estaba aún muy débil y no podían darse el lujo de faltar. Allí sabrían cómo procederían a continuación.

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07/01/2014, 23:01
Arkin

Arkin presenció cómo la vitalidad de Illana volvía a ella. Sonrió al verla recomponerse, poco a poco: Parecía que sus palabras habían calado hondo en la licana.

Una vez la chica comenzó a hablar y lo toma mas fuerte de las manos, asiente con la cabeza y le dice.

-No esperaba menos de ti, confiaba en que te levantaras así. Sabes que no te dejaré morir ahí fuera.

Comenta, con tranquilidad, mientras ella calla sus palabras con aquel beso que lo obliga a cerrar los ojos, disfrutando de aquella sensación. Una vez los retira, el Fenrir suspira, anhelando mas.

Pero habían cosas antes que eso. Prioridades.

La tomó de la mano y sonrió cuando ella le dijo aquello, y empezó, con cuidado, a andar hacia la salida de la tienda.

-Con cuidado, estás herida por una bala de plata... No es ninguna tontería.

Aprovechó el momento para darle un dulce beso cerca de la sien, en el cabello, mientras le dice al oído

-Iremos despacio, y si tienen que esperarnos un poco, nos esperarán.

 

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07/01/2014, 23:25
Illana

La joven siente el impulso de besar nuevamente a Arkin pero sabe que deben darse prisa y llegar a la reunión. Illana contrae sus músculos antes de levantarse y el dolor del disparo aún le afectaban. Era casi como un envenenamiento para los licanos las balas de plata y ella lo había sufrido.

Su cuerpo no estaba en las mejores condiciones pero tampoco debía abandonarse completamente a la fuerza de Arkin. Hace su mejor esfuerzo en ponerse de pie y aunque lo logra, siente aún la debilidad en sus piernas. El cálido beso de Arkin hace que ella reaccione instintivamente y tome su rostro para darle otro dulce beso en los labios. Luego dice - ¿Quién iba a pensar que una simple bala podría ser tan molesta? - dice un poco en tono de broma.

Arkin caminaba despacio con ella y ella se dejaba guiar. Al fin y al cabo, no podía hacer más. Illana sonríe y le dice - Gracias por ser mi pilar, Arkin. Eres un digno líder. Supiste guiarme nuevamente. Sentía que me perdía. Discúlpame. Te he ocasionado muchos problemas desde la batalla - estaba apenada con él, pues él había tenido que cuidar de ella más de lo que le correspondería. Era injusto pero para eso estaban juntos. Eran un equipo y tal vez el equipo más fuerte. Tenían a los espíritus de su lado y a sus antepasados. Esta batalla no podían perderla.

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08/01/2014, 05:20
James Creed

James aprieta los puños, dejando que la joven se descargue en todo su odio y frustración, el también se siente igual, frustrado de que no le crea, y cuando por fin se calla, luego de sus amagos de ataque, James va hacia ella y la toma de los hombros, empujándola sobre la cama, y montándose arriba, sujeta con fuerza sus manos contra la cama, y sus ojos están humedecidos.

- no miento... por favor, no miento - suplica y la abraza, la abraza por sus brazos, contra cama, su cara está sobre los pechos de ella - y no te dejo salir porque estás mal herida, y afuera la guerra ha comenzado, no volveré a exponerte a tanto peligro, no quiero que Dante o  los suyos te lleve, comprende lo que digo, él es el traidor, yo...solo intento salvarte amor mio... solo eso...- susurra,  abrazando con fuerza a la licana.

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08/01/2014, 18:25
Valeria Adler

Valeria movió la cabeza, y luego soltó una sonrisa dolorosa, Tarmes recordaría una carcajada de ella, un gesto arrogante y luego su mirada que no se dejaba de posar en sus ojos marrones "¿y tú?¿crees que me harás eso?,", pero no recibió esa respuesta,  sino sólo sus ojos casi llorosos y a media hasta, Valeria ya no protestaba, pero ahí estaba esa sonrisa, un atisbo de miedo se comenzó a ver en sus ojos tan claros y preciosos.

- Tarmes... debí saber que era una trampa... pero no pensé... que habría un topo..- habló tosiendo, intentando disculparse de su error, pero Tarmes se acercó a ella, la joven se quejó, y movió sus manos para evitarlo, pero al ver la preocupación en los ojos del vampiro, - esa culpa y  necesidad de ella - se resignó, era esa muerte o una muerte en donde no podría ayudar a nadie.

- al... al final... si te importo...- gesticuló, poniendo sus manos blancas en los hombros del vampiro, este se acercaba a su cuello, había experimentado ese dolor horrible, pero ahora, el dolor no fue el mismo, quizás fue por el cansancio, pero fue hasta placentero, un gemido escapó de sus labios blancos, y sus manos apretaron un poco más más los hombros de él. Tarmes sentiría los latidos intensos del corazón de Valeria, palpitaciones que cuando llegaron a su punto máximo, supo que era momento de apartarse. Valeria no perdía el conocimiento, incluso al borde de la muerte, mostraba entereza.

- no... me dejes... ¿ok?.. o te patearé... el trasero...- murmuró asustada, y bebió de esas gotas que él le daba, el sabor era dulce, demasiado dulce, y supo que sería lo último que sentiría, incluso la piel de Tarmes contra la de ella, e intento recordar la última vez que vio el sol, y se sintió plena, su vida de humana acabaría, e hizo todo cuanto quiso, y esa mañana, sólo luchó para no morir antes de que Tarmes volviera a la vida. Cerró sus ojos, y sus manos cayeron a los costados, ahora su corazón ya no palpitaba y su respiración había desaparecido... Era un momento de silencio, en donde ella no despertaba, Tarmes no sabía si había sido demasiado tarde, pero tenía delante de él, su cadáver.

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09/01/2014, 06:29
Gabriel
Sólo para el director

Encerrado en mis pensamientos, desvió la mirada hacia las calles, no sin antes cruzar miradas por el retrovisor, con el conductor; mientras nos acercamos a la mansión del príncipe. ¿Qué pensará ese hombre de lo que ha escuchado. La mansión ya está cerca, un giro más y habremos llegado. De pronto el fuego, la explosión, los cascotes de piedra cimbrando el aluminio como lluvia. Algo aplasta al chófer, salimos despedidos, llueven vidrios. Todo eso en distintos ordenes y caos.

El fuego, el dolor de las suturas y la cabeza bombeando y dando vueltas. Escucho voces silenciadas, una queja, y se que mi compañera está bien, la puerta está atorada, y a punto de empujarla con  todas mis fuerzas, veo lobos correr. Con el dolor del fuego y la presión en mi cerebro, me controlo  y aplasto con mi cuerpo a mi compañera. No deben vernos, si nos ven, estaremos acabados. Dolor. Debemos soportar el dolor para sobrevivir. ¿Cómo pude ser tan tonto?

Todo se vuelve oscuro y callado.

Despierto,  y veo que nos encontramos escondidos. Una sabia elección.  Escucho lo mismo que me he pensado  y recriminado. Traición, sabía que había un traidor. Lo sospechaba... por eso siempre trabajo solo. Callado por la furia, no se como responder. Y entonces, la acción llega con una frase. Me levanto para la batalla. Para el ragnarok, para la muerte. Pero antes... debo saber que es lo que aún no se.

-Siempre... siempre hay esperanza. Averiguare que ha pasado. Y créeme, alguien pagara por ello.

Si... si tu chica vive, ha de estar aquí, herida o ayudando. Sino, la encontrare.

Con la mirada busco mis armas, mi sombrero, y camino a la salida.

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09/01/2014, 16:23
Peyton Jane Applewhite
Sólo para el director

El cuerpo de Peyton cayó sobre la cama, hundiéndose por el peso de ambos. Cuando él se colocó encima ella intentó apartarlo, pero los agarres sobre las muñecas lo impidieron. Los ojos de la licana acabaron sobre lo de él.- Cállate... Sé que mientes, que estás engañándome. Quizás con otras te sirvió ¿Pero conmigo? Por suerte tengo capacidad para pensar y actuar por mi misma. Y no me dejo moldear por cualquiera.-Lo miraba con odio, asqueada por su cercanía.Cuando la abrazó esta se intentó zafar, pero era incapaz.- Deja ese teatro.. ¡Déjalo de una vez! -Como pudo y tras mucho insistir consiguió que una de sus muñecas fuese liberada, pero no solo esa si no también la otra. 

-Dame una sola oportunidad... Y te mataré ¿Malherida? Tal  vez, pero eso no quita que intente acabar contigo, estúpido.-Sentirlo tan cerca, sentir su respiración, su calor.. Le producía malestar, tanto que intentó apartarle una vez más. Sus manos acabaron en la espalda de él y con tanta fuerza como podía hundió sus largas uñas.- No digas que me amas... No lo repitas ¡¡NO LO REPITAS, MALDITO CABRÓN!!-Fuera de si intentó sacarlo de encima, dándole fuertes golpes en la espalda con los puños, intentando hacerle daño.- Suéltame...-rugió enfurecida.

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13/01/2014, 04:25
James Creed

James se enfurece, sientes como presiona cada vez más fuerte tu cuerpo,  sus brazos te rodean y a pesar de estar lastimado, parece contenerte con violencia. Sientes miedo, ¿que te hará?. ¿que tiene pensando?. Creed se levanta y puedes ver en sus ojos el intenso rojo del infierno.

- intenté ser bueno contigo..- murmura, en eso la puerta se abre de par en par, y es Sebastian el que entra con una jeringa en la mano,  y mientras Creed te sujeta, sientes el pinchazo de Sebastian en tu brazo,  ahí comienzas a luchar, pero cada vez te sientes más cansada, tus ojos se te van cerrando, y sus ojos oscuros y mortíferos es lo último que ves antes de que el sueño te venza. 

El sueño es oscuro, sientes los gritos de Dante, los de Arizona, como si los estuvieran azotando, intentas alcanzarlos, pero todo es oscuridad, y esta te anula, sientes ahogo, y quieres llorar, pero hasta eso se te ha negado. Intentas buscar esos gritos, pero llegas a un acantilado y luego, una ciudad envuelta en llamas, todo destruido, y el cielo se ha vuelto rojo como la sangre. y Luego, en el centro, un caballo rojo, que cabalga en el cielo llevando miserias... Es el apocalipsis...

Cuando despiertas, estas desnuda, tu cuerpo te duele cada palmo, sientes dolor en los hombros, tu sexo parece arder, intentas moverte, hay sangre, intentas soltarte pero estas atada a la cama, y puedes ver sólo tu cuerpo, mal trecho. Sentado a tu lado, dándote la espalda, James,  arreglándose las vendas de una muñeca. Este se gira, y sonrie.

- calma amor mío...- susurra, y pone su mano en tu vientre - espero que acojas en ti mi semilla...- lanza una carcajada, mientras se pone de pie.

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13/01/2014, 04:36
Anna Sheppard

Te sientes demasiado adolorido, pero aún así te pones de pie cogiendo tus cosas, es hora que pruebes un poco de sangre de vampiro, porque de lo contrario, no podrás hacer mucho con el cuerpo tal como estaba. Miras a Anna una vez más, y ella mueve la cabeza de lado a lado.

- está muerta - dice - ella murió en el estadio, - se abraza así misma - me dijeron afuera, pregunté por ella, y esa fue la respuesta que me dieron, me dijeron que me quedara acá...¿te cuidarás?

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13/01/2014, 04:40
Dante Stahlhamdske

Ya llegando la noche, deciden salir del refugio, debían reagruparse los aliados que quedaban, pero la moral estaba muy mermada, con los licanos mercados, casi un clan completo destruido, y el claro sagrado acabado, el desanimo era constante. Dante,sin embargo, parecía estar descontrolado, debieron convencerlo de no ir por Peyton, sin embargo es muy difícil,  jamás imaginaron su reacción ante la desaparición de Peyton, y si bien había llorado la muerte de su hermana, parecía estar más descontrolado por lo de Peyton.

Van en el auto, Dante conduce, incluso con su mano herida, su bestia interna se arremolinaba en su pecho, hasta que detiene su auto, y se echa hacia delante, Dante estaba derrotado, el líder había sido quebrado.

- es mi culpa... Peyton.. es mi culpa - dice - yo... la amo... y él me la arrebató, la puse en peligro - vomitó lo que sentía, y lo que le atormentaba- la hice mi mujer... y él... me la quitó... debo.. matarlo...

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13/01/2014, 15:02
Arkin

Arkin se sorprendió bastante cuando Dante acabó por derrumbarse del todo. Negó con la cabeza mientras le ponía una mano en el hombro.

-Eh, Dante, encontraremos a Peyton. La encontraré aunque sea lo último que haga. Lo prometo.

Dante debía saber mejor que nadie que las promesas de Arkin se llevaban a cabo, cumplidas de un modo o de otro.

Miró una vez mas hacia Illana, en el asiento de atrás del vehículo. Salió del coche, para decirle a Dante.

-Venga, Dante, vamos... Déjame conducir a mi mientras te calmas.

Lo decía restándole peso a todo lo que estaba ocurriendo. No quería mas que ayudarlo, así que intentó acomodarse en el asiento del piloto y dejar en el de copiloto a Dante... Arkin no quiso hablar mas sobre el tema, no se sentía cómodo de aquel modo. No es que fuera muy bueno en aquel tipo de situaciones.

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13/01/2014, 16:31
Illana

Illana escucha a Dante y se sorprende un poco. Así que esto era lo que llevaba al alfa de los fenrir a tal decaimiento...

Illana le devuelve la mirada a Arkin y dice - Ella es una chica fuerte. Estará bien. Y nosotros la traeremos de vuelta, Sé que ella lo sabe - Illana le sonríe a su prometido y a Dante y trata de acomodarse de la mejor manera posible en el auto.

Sus heridas aún ardían terriblemente y trataba de lidiar con ellas de la mejor manera. Miraba el paisaje del camino con inquietud, pues aún no se acostumbraba del todo a viajar en auto.

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13/01/2014, 17:18
Gabriel
Sólo para el director

-Lo siento mucho- digo entre los dolores que recorren mi cuerpo y mi alma- Me cuidare.- Hago un nueva pausa, me giro hacia la salida y doy un par de pasos- Si te interesa saberlo, las almas de quienes la mataron, ahora se retuercen en el infierno. Sus asesinos murieron, pagaron el precio. Te agradezco toda tu ayuda., pero debo volver a la batalla. Y... hay otros que también necesitan de tu ayuda.

Y acto seguido, traspaso el umbral, en busca de quien o quienes, estén a cargo.

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14/01/2014, 23:37
Peyton Jane Applewhite
Sólo para el director

Peyton ya era consciente de lo que había pasado, lentamente cerró los ojos hasta que estos quedaron sellados y por la parte de fuera de los mismo cayeron dos lágrimas silenciosas. Por primera vez en mucho tiempo se sentía derrotada y destruida. Había abusado de ella sin poderse defender, era lo peor que le podía haber pasado, ni siquiera las heridas de las batallas dolían tanto como las del corazón. Lentamente abrió nuevamente los ojos, mirando el techo en silencio, quería gritar, pero no tenía fuerzas ni siquiera para eso solo las lágrimas de sus ojos caían sin cesar a pesar de que su rostro permanecía indiferente. Cómo si en realidad no sintiese el dolor que torturaba su cuerpo.

Movió apenas un poco las manos, pero al sentir las correas, se paró. El rojo de aquel ansioado elixir la cubría como si ella fuese un lienzo, pero no solo la sangre era lo que adornaba aquel machacado cuerpo. También los hematomas se dejaban ver y es que parecía que aquel endiablado se había ensañado con la cachorra. Peyton finalmente se movió un poco, girando el cuello hacia él a la par que lo miraba callada, lo odiaba tanto que sería capaz de arrancarle el corazón con sus propias manos y comérselo. "Arderás en el infierno, James... Juro que arderás en el maldito infierno"

Algo parecido a un calambre la recorrió por las piernas hasta la entrepierna cuando se movió. Era dolor, ahora estaba segura de que era dolor. Pero nunca antes lo había sentido de esa forma, ni en esas partes. Y es que para desgracia de ella no era lo único que le dolía, todo su cuerpo se resentían y gritaban a su manera de dolor. Pero eso era solo el principio, el dolor físico pasaría a ser menos doloroso, pero ni se lo imaginaba de que forma. James la miró acercándose y dejando la mano sobre su vientre, ella lo siguió confusa ¿Qué hacía? Pero pronto lo descubrió y fue entonces cuando reaccionó, no solo su cuerpo si no su lado más salvaje el cual ahora lloraba. Apretó los puños con fuerza mientras intentaba soltarse, tirando con fuerza, pero cuanto más tiraba, más segura estaba de que no podía soltarse.

El dolor pasó a ser algo secundario. La loba soltó un grito parecido a un aullido enfurecido, pero el mismo se fué tiñendo de tristeza hasta ser un simple aullido de dolor y tristeza. Como solo los lobos saben hacer. Quizás no podía transformarse, pero su lobo interior seguía ahí, y se dejaba oír. Tras el grito, vino el llanto y entonces sí, su llanto parecía ser el de una loba solitaria pidiendo ayuda. Sus ojos estaban completamente cerrados, mojados por las lágrimas, mientras su cuerpo se movía con fuerza intentando conseguir su libertad. "¡¡DANTEEEEEE!! Te necesito... Prometiste protegerme... " 

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26/01/2014, 21:52
Tarmes
Sólo para el director

Observé el cuerpo de la cazadora, esperando que se alzara de nuevo, aunque parecía tardar. Había hecho lo que sabía que debía hacer, era eso o dejarla morir. Pero ¿Habría muerto de todas formas? ¿Habría sido tarde? Seguía esperando a que se moviera de nuevo, empezando a preocuparme por su tardanza. Me acerqué a ella y la agarré por los hombros. No esperaba escuchar su respiración más, ni sentir su pulso, pero trataría de despertala. - Valeria, resiste. Si me oyes, resiste, vuelve, quédate en este mundo, déjame mostrarte lo que la noche y la eternidad te ofrecen. No podrás saberlo si no permaneces a mi lado... Vuelve, dale la espalda a la muerte. - La zarandee suavemente por los hombros, esperando a que despertara, a que volviera a abrir los ojos, pero con una mirada diferente esta vez. La primera vez que abriera sus ojos vampíricos podría verlo todo como yo lo veía, saborear lo que yo, pues sería la misma, y a la vez, diferente.

Aguardé hasta que dijera algo, aguardé a que se moviera. Ahora tenía mi sangre, eso debía bastar para despertarla, no sabía realmente cuánto duraba el proceso, pues era la primera vez que convertía a un Vástago. Pero sabía que ahora estaba "clínicamente muerta", como solía decirse en esta época, pero no realmente muerta. No respiraría, o no tendría esa necesidad, ni de comer, al menos no lo que solía comer. Solo sentiría sed, y sueño con el despuntar del alba. No tendría que envejecer jamás, solo aprender a mantenerse con el vaivén de las épocas. - Valeria, despierta - Repetí, zarandeándola un poco más fuerte.

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28/01/2014, 21:45
Valeria Adler

Y así era, Tarmes no podía saber si el abrazo había funcionado, el cuerpo de su aliada se estremecía por completo en cada zarandeo que le daba, en cada movimiento que intentaba despertarla. NO estaban los latidos de su corazón, ni el vaivén de su pecho abriéndose en cada respiración, ¿el vampiro recordaba aquello? habían pasado muchos años desde que había sentido por última vez los signos vitales, y en ese momento deseo poder sentirlo en ella, o algo. El cuerpo de Valeria quedó recargado contra su hombro mientras lo sujetaba Tarmes.

- ¿a tu lado?...¿es.. es una propuesta indecente? - pregunta al fin, su voz suena como un susurro, como si apenas rompiera el silencio entre ellos, la joven cazadora puso sus manos temblorosas en el los brazos de él, y se fue separando, estaba aún tibia, pero pronto su cuerpo perdería todo calor, su piel, blanca como el papel,  era preciosa, si ya en vida era hermosa, ahora, con esos ojos claros abiertos, no había equivoco, el abrazo había congelado su existencia para compartirla con su mentor. 

Valeria se fue sentando y comenzó a verse, sus manos, su cuerpo, y sus manso fueron a las heridas, que comenzaban a cerrarse, aun estaba débil,  y mareada, pero cada vez se sentía más y más fuerte, a pesar de ser una neonata y que su poder era ligeramente superior al de los humanos.

- ¿esto... es? ¿así se siente? - pregunta, emocionada y mirando a Tarmes, sus ojos se humedecieron, pero no sería por lágrimas de agua, sino por lágrimas de sangre.