Partida Rol por web

Memorias de Idhún

El Unicornio

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22/09/2015, 14:33
Ceya

No pudo evitar el gesto de desagrado que reflejó su cara cuando Asdis mencionó que tenían algo "igual" el yan y ella. Aunque no terminó de entender el qué. "¿Él huele por fuera como yo por dentro?". Lo miró extrañada. "¿Soy una yan? No...imposible". Se acercó a Drack para susurrarle unas palabras. -¿Tienes parte feérica? 

Por su parte el rebaño también parecía dar muestras de extrañeza ante la aparición de otra criatura diferente, pero no le dio mayor importancia. 

De momento habían demasiadas cosas dando vueltas en su cabeza. La historia contada por la gnoma sobre ese sabio caído... ¿Tendría algo que ver con lo ocurrido con el unicornio? Si era así...¿también compartiría relación con los wash? 

Ceya tenía la mano en la barbilla pensativa hasta que Asdis mencionó que el ladrón había vuelto. Fue entonces cuando levantó la vista con gesto de extrañeza. -¿De nuevo?- inspeccionó a los wash que había a su alrededor y después miró al yan. Las cosas seguían sin tener ningún sentido para ella. -Ahora que has visto a las criaturas, ¿crees que quien pueda tener a tu amada y quien roba wash puede tratarse de la misma persona? 

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22/09/2015, 21:48
Meerelu
Sólo para el director

Permanecer dócilmente junto a su gente sin hacer nada no entraba dentro de los planes de Mereelu, no en aquel momento. Puede que estuviera equivocada, pero sospechaba que no iba a conseguir averiguar todo lo que quería quedándose junto a los varu y rezando. Ansiaba toda la información que pudiera tener la Madre Venerable, todo lo que pudiera saberse acerca de lo que había pasado, del ser que juntaría la religión y la magia y si tenía que ver con el Séptimo. A duras penas consiguió mantener a raya su impaciencia, y armándose de cautela se dirigió a su superiora.

- Cómo sacerdotisa, ¿no sería también mi obligación velar por todos los seres de los Seis? - aún a riesgo de que pudiera volver a enojarse, Mereelu decidió intentar cambiar las tornas para llegar a su objetivo. Si la encerraban en el templo no podría seguir con su búsqueda - los feéricos pueden ser groseros e impetuosos, pero ¿no debería una sacerdotisa guiarlos para que vean que algunas actitudes no son correctas? Encuentro que ayudar a los demás, es fruto de un corazón noble.

Procuró guardar su curiosidad sobre lo que había dicho sobre la gnoma. Debía controlarse para que no la descubrieran, pero aún así, decidió seguir tanteando despacio con el fin de sacarle algo más a la Madre Venerable.

- Venerable, ¿y no podría ser que ese ser procediera de alguna otra parte? ¿Dicen las leyendas algo más sobre él, como de donde viene y quien le concedió esos poderes?

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25/09/2015, 13:17
Khazlian

-Siento si mis palabras no han sido las mejores y me disculpo por ello -como había pensado, no había elegido las mejores palabras para hablar con los sensibles celestes, tenía que haber utilizado un tono más neutro o elegir mejor las palabras. Tuve tiempo para pensar en la disculpa mientras Shivei se fue hacia la barra-. Que Aldun, y el resto, te escuchen pero creo que el culpable no se entregará por voluntad propia -suspiré al verme encerrado en aquella ciudad hasta que esto se resolviera, al menos lo justo hasta que pudiéramos salir, y con un misterio que nos quedaba grande-.

Fue entonces cuando Shivei habló del postre que nos había servido, y cuando empecé a mirarlo con curiosidad. El sabor del recuerdo en un pequeño pastelillo, le di varios pinchazos con el tenedor antes de coger una porción y mirarla más de cerca. Incluso lo olí por si aquello pudiera mostrarme un atisbo de lo que sentiría una vez que me lo comiera. Me tomé un momento para mirar a la celeste y luego a Aylandris.

Estaba preparado para lo que aquello pudiera mostrarme, no había nada en mi vida de lo que pudiera arrepentirme y si me trasladaba a algún recuerdo alegre... bueno, supongo que lo necesitaría en un momento como este. Sin darle demasiadas vueltas a la cabeza, me introduje el trozo en la boca y comencé a saborearlo.

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27/09/2015, 12:02
El Gato

Notas de juego

Vamos a ver si Aylandris postea...

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27/09/2015, 12:03
Drack

Drack negó con extrañeza a la pregunta de Ceya Soy totalmente un hijo de Aldún, lo único que me une a los feéricos es Elara. ¿Tú eres feérica? La miró con otros ojos, como quien acaba de descubrir algo Pero... No eres del todo una feérica, ¿no? No era una acusación, era más una confirmación. Sus ojos volvierion a la normalidad, siendo el mismo yan preocupado por su amada, importándole bien poco la raza de los que le rodeaban.

Cómo saberlo respondió de nuevo a la pregunta de su acompañante Es decir, es bastante posible que quien robe estos wash sea para comérselos. Y tiene que ser alguien con fuerza, pues dudo mucho que cualquier persona pueda levantarlos. Y no sólo eso. Por la vigilancia de los bárbaros e incluso de los mismos animales, tiene que ser alguien rápido, un experto cazador... No se qué pueden necesitar de Elara. Quizá lo viera y por eso se lo llevo... Un escalofrío recorrió el cuerpo del joven yan. Sus labios no expresaron más palabras, pero el color de su cara lo expresó. Si Elara había visto lo que no debía, no seguiría viva por mucho tiempo.

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27/09/2015, 12:12
Asdis

Esta noche volver, como todas la bárbara miró al horizonte, como si allí estuvieran todas las respuestas Y saber algo nuevo. Hablar con otras mujeres y reunir información. Muchas de ellas decir ver puntos brillantes en la oscuridad, como ojos de perro salvaje. Ser ojos amarillos. Pero tan rápido aparecer como desaparecer

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27/09/2015, 12:13
Narrador

La Madre Venerable volvió a mirar con profundidad a su joven pupila. Era a la que más afecto tenía, pues había demostrado dotes para ser su sucesora. Pero su corazón joven e impetuoso todavía tenía que ser domesticado.

Una vez fui como tú, Meerelu. Quise ayudar a todos, pues pensé que estaba en mi misión. Pero quiero que entiendas, que si los Seis han puesto sacerdotes y sacerdotisas en cada especie, es para que cada uno los guie. No puedes interferir en el mundo féerico ni de los yan, pues cada uno es como es. Y, aunque creas que es lo mejor, no responderán tan bien Con un gesto instintivo, la Madre Venerable se agarró con la mano izquierda el antebrazo derecho. Jamás te habías fijado, pero allí reposaban dos largas y profundas cicatrices, que parecían doler más en su corazón que en su cuerpo.

Las leyendas, querida, son parte real y parte cuento, algo que los Dioses quieren que aprendamos de una forma amena, para que se quede grabado en nuestro corazón. Ese ser del que tan interesada estás no se sabe de dónde provenía. Ninguna raza admitirá que era de los suyos, pues eso implicaría decir que la maldad puede habitar en ellos. Sólo se sabe que los Seis le concedieron el Don de la Palabra y de Unir a los pueblos. Y, aunque en un tiempo supo hacerlo, su corazón se tornó negro y ansió más poder. Quería ser considerado como un Dios. Y la magia, como no, le corrompió hasta tal punto que toda su bondad se volvió oscuridad.

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27/09/2015, 12:21
Narrador

Todos los niños allí presentes se giraron hacia la gnoma. En comparación con otras razas, ellos no parecían tener prejuicios, o al menos esos pequeños. Muy probablemente los humanos mayores pudieran ser de otra pasta, pero la inocencia de la juventud irradiaba en esos pequeños corazones.

La señora mayor miró a los ojos de Namib. No pudo evitar sentirse desnuda, pues la mujer parecía llegar más allá que cualquier otra criatura en el mundo. Sus ojos llegaron al alma de Namib, parecía que ya conocía sus deseos y sus temores.

Un corazón grande en un cuerpo pequeñito dijo con una gran sonrisa que tranqulizaría en medio de una guerra sangrienta. Niños, levantaos e id con vuestros padres. Es hora de soñar, y tenéis que aprovechar para vivir esos sueños sin preocupaciones Los niños no tardaron en levantarse. Alguno remoloneó, pero aún así también se fue.

Acércate, querida. Tu mirada y tu corazón buscan una respuesta y crees que mi sabiduría puede darte la solución. Mas has de saber que muchas soluciones están en nuestro interior, y sólo compartiendo las preocupaciones podemos llegar a arrojar la luz.

Mi nombre, querida, es Iris. ¿Cuál es el tuyo y que es lo que te apesumbra?

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27/09/2015, 23:10
Aylandris

-¿Entregarse? No veo yo a alguien matando a un ser tan bonito y después levantando la mano para decir.. "He sido yo". Más si ha escuchado lo que se ha dicho esta tarde. Yo creo que el responsable estará ya bien lejos de aqui.... y posiblemente nunca se sepa quien fue.

Lo había dicho todo del tirón, intentando hablar un poco más despacio de lo normal para que la celeste la entendiera, pero sin levantar la mirada del plato que devoraba con ganas, consensuando el comentario de Khazlian. Yans o no, ambos estaban de acuerdo en aquel punto. El culpable nunca se entregaría.

Se terminó la última cucharada de su plato mientras veía como la celeste ponía dos postres sobre la mesa. La miró de reojo, intentando confirmar que aquel segundo plato también era para ella y no se había equivocado de mesa.

-¿Los recuerdos saben? -preguntó asombrada al escuchar las palabras de Shivei- No pensaba que estas cosas existían... -Khazlian acababa de meterse un trozo en la boca y Aylandris lo miró curioso.

Vale, sigue respirando y masticando. No se pone verde. Pero tampoco parece pasarle nada especial. Tendré que probar, me fio de la celeste aunque... no entiendo eso de que esto sabe a recuerdos.

No le dió más vueltas y se llevó un trozo a su boca. Lo masticó con cuidado, saboreándolo, intentando definir a qué sabía...

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29/09/2015, 12:34
Namib

 

Hola Iris. Yo soy Namib.  Que lindo cuentas cuentos.  Que bueno que los humanos les dan un lugar tan importante a los cuentacuentos, el que se merecen en toda sociedad.  Enhorabuena.

Vengo con preguntas dolorosas, perdón por ellas de antemano.  Parece que lastiman de sólo hacerlas, según veo con otras razas.  Hizo una pausa.

Resulta que con las bibliotecarias Celestes encontramos una profecía que da pistas de quién mató al unicornio.  La mirada al piso reconoce el compartido dolor de ese hecho ante la humana. 

Parece que fue un gran sacerdote que decidió que además podría ser un gran mago.  Dicen que recorrió todos los pueblos antes de sucumbir ante esa tentación y darse al mal.  ¿Pasó con ustedes alguna vez?    Fue hace tiempo ya.

¿Recuerda tu pueblo a alguien así? 

 

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01/10/2015, 11:34
Meerelu
Sólo para el director

Mereelu agachó la cabeza con gesto de arrepentimiento - sí, Madre Venerable, tomaré en cuenta tus sabias palabras - no se le escapó el movimiento de la otra varu y por primera vez se dio cuenta de las cicatrices que tenía en su brazo. A juzgar por sus palabras, eran fruto del mismo error que me estaba diciendo que cometía, pero no se atrevió a preguntar sobre ello.

Mostró docilidad y remordimiento ante su actitud previa, para que su superiora viera que no lamentaba sus palabras. Intentó mantener a raya el entusiasmo que le había causado ver que su estrategia había funcionado hasta cierto punto. Ahora contaba con la información que necesitaba de la Madre Venerable y podría continuar con su búsqueda.

Don de la Palabra y de Unir a los pueblos, suena más como un salvador que como alguien que podría matar a un unicornio. Aunque resultara contradictorio en la lógica de Mereelu, estaba segura de que acabaría descubriendo su significado. Pero lo más importante, parecía que lo habían creado los Seis, no el Séptimo, algo que podría resultar decepcionante.

La varu hizo una inclinación ante la Madre Venerable - le agradezco profundamente su ayuda, Madre Venerable, y que haya contestado a las preguntas a pesar del descaro sufrido. Si me lo permite, me gustaría ir a recapacitar sobre mi actitud y mis elecciones, si no soy necesaria.

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04/10/2015, 12:46
Narrador

El primer mordisco supo a.. supo a... pastel. Con una gran decepción, pues esperabas que las palabras de Shivei se hicieran realidad, seguiste masticando.

Poco a poco, el sabor del fuego llenó tu boca. ¿Cómo podías saber a lo que sabía el fuego? Pero no te dañaba, sólo hacía que tu corazón dolido se sintiera cálido y tranquilo.

El aroma de tu tierra parecía inundar el aire. El polvo te hubiera taponado la nariz de no llevar esa tela sobre tu rostro. Caminabas junto al yan semimago que había cerrado tu destino. Era la primera vez que ibas a visitar al gran dragón ErekastiDamcur. El temor y el orgullo llenaba tu cuerpo, sabías lo peligroso que podía resultar, pero también habías oído hablar tanto de aquella criatura...

Las palabras no salían por tu boca a pesar de tener la mente llena de preguntas. El semimago caminaba unos pasos por delante de ti, sin apartar la vista de vuestro destino. Y no tardaste en verlo tu también. El gran dragón ErekastiDamcur estaba allí, sentado dignamente sobre sus cuartos traseros. Su cuerpo rojo, su rostro afilado y sus grandes alas sacudían el aire en cada movimiento. Esa criatura emanaba poder y energía, fuerza y vitalidad, arrojo y coraje...

Justo lo que necesitabas en ese momento.

Poco a poco, el recuerdo se deshizo en tu mente, y volviste a la realidad de la taberna de la celeste. Tenías una misión, pero tenías que ser como el dragón.

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04/10/2015, 12:59
Narrador

El primer mordisco supo a.. supo a... pastel. Con una gran decepción, pues esperabas que las palabras de Shivei se hicieran realidad, seguiste masticando.

Poco a poco, el sabor de la arena del desierto llena tu interior. Pero no era que podía meterse en tu boca por una mala caída. Era la arena de una bola que te golpeaba por la espalda, de un juego de niños, intentando hacer un pequeño fuerte para ayudar a los tuyos en un asentamiento algo más permanente que los demás... Era la arena de tu infancia.

Pero no estaba sólo. Shela te acompañaba. Antes de vuestro primer enfado, Shela y tu eráis muy buenos amigos. Jugábais juntos, os reíais juntos y hacíais travesuras juntos. Antes de la magia, Shela era una niña abierta y feliz. Antes... Antes todo era distinto.

Esa arena infantil evolucionó en tu boca para dar paso a otro tipo de recuerdo, también de arena, también con Shela. Esta vez, ella ya era maga, caminabais juntos hacia Rhyrr. No hacía mucho de ese recuerdo, pero tu mente avivaba cosas que a ti se te habían pasado por algo. Miradas furtivas de la muchacha, sonrisas de felicidad cada vez que vuestros cuerpos se rozaban. Incluso en ese momento en el que algo te había golpeado en la cabeza, sin saber muy bien qué era... En el interior de tu mente, pudiste ver cómo de la mano de la maga caía unos granos de arena.

Poco a poco, el recuerdo se deshizo en tu mente, y volviste a la realidad de la taberna de la celeste.

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04/10/2015, 13:24
Narrador

Los ojos de la Madre Venerable volvieron a reposar en los de Meerelu. Durante una fracción de segundo, parecía haber entrado en el más profundo sentimiento de la joven. Pero no podía ser, porque terminó sonriendo.

Todo esto es confuso, y los viajes nos cansan y hacen que bajemos la guardia. No te preocupes, querida, puedes ir a descansar. Piensa en este día y medita sobre los efectos que tendrán en nuestro futuro.

Dejó que la joven se fuera, haciendo un gesto con las manos. Pero antes de que Meerelu saliera de la sala, volvió a escuchar las palabras de su superiora Y esta vez, querida, no te olvides de los rezos matinales. Espero verte allí.

Tras esas palabras, Meerelu pudo salir del lugar, no sin antes escuchar un suspiro demasiado largo de la Madre Venerable.

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04/10/2015, 13:29
Narrador

El dolor pareció instalarse en los ojos de la anciana, pero su rostro seguía siendo afable. Las palabras que la dirigías parecían recordar sentimientos y recuerdos en su interior, pero no perdió las formas en ningún momento, no como la Madre Venerable.

Los cuentos, querida, siempre tienen una parte de verdad, y siempre nos enseñan algo. Es por eso que nos gusta transmitirlos. Además, por mucho que se alteren, la verdadera historia permanece siempre.

Suspiró lentamente, mientras movía su mano hasta su frente, frotando una verruga que descansaba cerca de la ceja.

Esa historia que me pides es antigua, así que seguramente de las primeras veces hasta la que te estoy contando yo, puede haber sido modificada. Pero tienes que intentar ver lo verdadero en ella.

Como si el mundo quisiera que las palabras de esa mujer fueran escuchadas, pareció que el sonido de los alrededores disminuía, como si un campo mágico os rodeara para que nada molestase. Sólo el crepitar de las llamas acompañaban a vuestras respiraciones.

Hace mucho tiempo, una criatura decidió recorrer Idhún entero. Tomó una vara del camino y, sólo con ese instrumento, caminó y caminó. Ya no se recuerda si era hombre o mujer, varu o celeste. Pues, durante ese tiempo, todos decían que llevaba algo de su raza en su interior, todos querían poder decir que era uno de los suyos. Pero eso a la criatura no le importaba. Sólo quería caminar, hablar con la gente, disfrutar de todo lo que le rodeaba.

Descubrió sus dones en una pequeña disputa de taberna. Allí, mientras alimentaba su cansado cuerpo, dos jóvenes humanos sacaron sus armas, dispuestos a batirse en duelo, seguramente por alguna tontería. Pero la criatura se interpuso y, aunque cansada como estaba, sus palabras sosegaron a aquellos que escuchaban. No les dominaba, si no que les hizo ver que la pelea era innecesaria, y que la palabra era la mejor forma de combate. Allí sintió quesus palabras venían de algo de su interior, unas voces que parecían aconsejarle y guiarle en todo lo que le rodeaba. Allí descubrió que los Seis velaban por él.

Con ese descubrimiento, se sintió más seguro y más tranquilo. Se sintió tan agradecido con la presencia de los Dioses, que decidió que les serviría. Decidió que él transmitiría sus palabras, que él sería la comunicación con las criaturas de Idhún.

No pasaron muchos años y se hizo sacerdote. Y siguió recorriendo Idhún. Pero había algo que sus palabras no lograban. Y era la misteriosa fuerza de la magia. Por mucho que él quisiera curar a un herido, lo máximo que podía hacer era aliviar su alma. Si alguien había perdido su casa, o habían raptado a su hija, no podía hacer más que calmar el dolor. Pero la magia iba más allá, algo que él no podía controlar ni comprender.

Rezó a los dioses, y les pidió que sólo él pudiera dominar la magia. Les exigió que, al igual que era el transmisor de sus palabras, le dejasen ser el transmisor de sus poderes. Y, por primera vez, los Dioses no le contestaron.

Temerosos de que la criatura pudiese obrar mal, pudiese cambiar sus palabras a su gusto, decidierion ponerle a prueba. Le guiaron hacia el bosque de Alis Lithban y él esperaba que sus ruegos hubiesen sido escuchados. Y allí, el Unicornio se le presentó.

Al parecer, era un Unicornio increíblemente bello. Sus crines brillaban con intensidad, y su cuerno era de gran magestuosidad. Los dioses le habían concedido la capacidad de sanar, de ser conocedor de la magia, aunque no de controlarla. Para alguien con su destino, debía ser más que suficiente.

Y ahí estaba la prueba. El corazón de la criatura latía con fuerza, pues vio que la magia le cosquilleaba en su interior. Pero no se conformó, quería más y más. La oscuridad comenzó a florecer en su corazón tan velozmente que la luz se extinguió. El Unicornio no se podía mover, tenía que ser el hombre quien se alejara. Pero no lo hizo.

Y la criatura... Robó la magia

El fuego parecía haber perdido todo su poder, el silencio se había hecho totalmente intenso. La anciana hechó unas ramitas y un poco de polvo sobre las llamas, y volvieorn a calentar el ambiente.

Y allí se acabó la bondad de ese hombre. Los dioses le abandonaron, tristes y abatidos. Pero él sintió que era el permiso de hacer lo que quisiera. Se sintió como un dios, un dios en la tierra de Idhún.

Esta vez, fueron sus palabras las que se apagaron. Su mirada se perdió, y su rostro amable se tornó demasiado triste.

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05/10/2015, 14:23
Namib

 

La gnoma tomó las manos de la anciana y se quedó con ella así, en silencio, un rato.  

Ya que se dió cuenta de cómo el frío crecía le dijo:  ¿Es el séptimo ahora, verdad?  Sabía ya la respuesta. 

¿Y porqué le sirve ahora matar a este otro unicornio?  ¿Que es lo que quiere? 

Saber la lógica, las razones del mal, algo ayuda, pero no del todo.

 La ambición desmedida es causa de tanto mal en este mundo, la concentración de los poderes en una sóla persona genera desbalance.  ¿Que han pensado los humanos que podría hacerse para quitarle a Idhún este mal que pesa sobre nuestras almas y que amenaza destruirnos? 

¿Que piensan que podemos hacer?

 

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05/10/2015, 16:23
Khazlian

Tras saborearlo un poco, me quedé mirando a Shivei con una media sonrisa. Pensando que sería algún tipo de broma o algo parecido, ya que aquello sabía a pastel y ya está. Pero de pronto su sabor cambia a algo familiar y me veo sumido en mis propios recuerdos, ignorando a la compañía.

Una vez que había terminado la visión que me había ofrecido, abro los ojos volviendo a la taberna, reencontrándome con la yan y la celeste. Eso si que había sido un viaje... Pero,algonoestábien -comenté de pronto dejando al cuchara a un lado del postre casi tirándola, analizando otra vez lo que había visto en mi cabeza y hablando de manera apresurada-. Si que he revivido algunos recuerdos -tuve que esforzarme para hablar lento para que Shivei pudiera entenderme- pero yo no los recuerdo así, había cosas nuevas -me quedo mirando a la celeste, extrañado, buscando alguna explicación a lo que había visto-. ¿Son fiables estas visiones?

Por un lado quería creer que si, que eran fiables, pero por otro también quería que fuera algún tipo de truco, porque lo que había visto no me terminaba de encajar tras sucesos recientes.

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05/10/2015, 20:48
Meerelu
Sólo para el director

- Sí, Madre Venerable - Mereelu hizo una profunda reverencia ante su superiora y salió de la estancia por paso suave y pausado, manteniendo la compostura en todo momento.

Una vez fuera, miró alrededor, para ver si había alguien, y dirigió sus pasos fuera. Aún faltaban muchas horas de día para poder investigar más cosas y los rezos no serían hasta el siguiente día. Tenía tiempo de sobra para escuchar todo lo que habían averiguado los demás. Lo único debía hacer, era asegurarse de que ninguna sacerdotisa varu pudiera informar a la Madre Venerable.

El último suspiro que había soltado la varu más sabía la había hecho creer que tal vez estuviera decepcionada con ella, o algún recuerdo desagradable había acudido a su mente. De todas formas, con el tiempo podría enmendar las gritas de ese día. En aquel momento, lo que más le importaba, era su objetivo personal.

Una vez fuera del templo, mis pensamientos volaron a un encuentro planeado. Vamos a ver, la feérica dijo que nos veríamos en la fuente más grande a media noche. Hasta ese momento tengo tiempo para averiguar más cosas por mi misma. Tal vez vuelva a la biblioteca y busque el libro que leyó la bibliotecaria, por si se le escapó algo.

Notas de juego

Voy de camino a la biblioteca. Master, ¿qué hora es?

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12/10/2015, 20:18
Narrador

La propia Shivei tenía otro postre delante de ella, sin llegar a haberle probado. Levantó su azulada mirada cuando Khazlian volvió a la realidad y empezó a hablarla.

Los recuerdos no se modifican. Estos pasteles nos muestran todo aquello que nuestro cerebro y corazón percibe, pero que no nos paramos a analizarlo. Intentaré poneros un ejemplo.

Puedo ir por un campo de flores de manera apresurada. Al caminar, sólo vería las flores, quizá sus colores. Pero sería muy complicado detectar nada más. Pero al probar este pastel, si me llevase a aquel momento, podría revivir el olor, podría ver la forma exacta de esos pétalos, incluso si había alguna abeja alrededor de ellas. Este pastel nos permite ir más allá de lo que vemos, para llegar a sentirlo.

Regresó su mirada al pastel, una mirada pensativa, como si estuviera decidiendo si probarlo ella también. Pero, fuera esa la cuestión o no, sus ojos cambiaron lentamente hasta fijarlos en Aylandris.

¿A ti te ha gustado lo que has visto, pequeña?

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12/10/2015, 20:24
Narrador

Las calles estaban silenciosas, los pocos grupos que había miraban con desconfianza a los transeuntes, lo que obligó a Meerelu a acelerar sus pasos. El camino fue rápido y sin tropiezos, Meerelu sólo estaba sumergida en sus pensamientos, sin verse obligada a desviar su atención de ellos.

Las impresionantes puertas transparentes te estaban esperando. Meerelu subió las escaleras llevaban hasta ellas, que estaban abiertas de par en par.

El techo de cristal permitía contemplar la magestuosidad de la noche, una noche privada de muchas de las estrellas del firmamento. Las paredes, de mármol blanco, sostenían miles de libros, pues habían creado estantes naturales de la piedra. Estos estantes nacían casi a ras del suelo y ascendían hasta esos magníficos ventanales.

Cerca de la entrada, la joven celeste que había ayudado a Meerelu por la mañana caminaba distraída. No había visto a la varu, pero no tardaría en hacerlo si la joven caminaba hacia ese dirección.

Notas de juego

Es de noche, aún queda alguna hora para la media noche. En caso de que las dos terminéis vuestros "caminos", podría acelerar la hora para que os encontráseis.